-
Se acerca un “tiempo para paz”La Atalaya 1999 | 1 de octubre
-
-
5. ¿Qué es impensable para los cristianos verdaderos?
5 Guerrear contra otros seres humanos, como lo han hecho muy a menudo los que se llaman cristianos, particularmente en este siglo XX, les resulta impensable a los cristianos verdaderos (Santiago 4:1-4). Es cierto que ellos guerrean contra las enseñanzas que representan a Dios en falsos colores, pero este guerrear tiene como objetivo ayudar a las personas, no perjudicarlas. El cristianismo verdadero es totalmente contrario a la persecución por razón de divergencias religiosas y a la violencia física por motivos nacionalistas. “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes —dijo Pablo a los cristianos de Roma—, sean pacíficos con todos los hombres.” (Romanos 12:17-19; 2 Timoteo 2:24, 25.)
-
-
Se acerca un “tiempo para paz”La Atalaya 1999 | 1 de octubre
-
-
¿En qué sentido hay un “tiempo para guerra”?
7, 8. a) A pesar de su postura pacífica, ¿cómo consideran los testigos de Jehová el tiempo presente? b) ¿Cuál es el arma principal del guerrear cristiano?
7 Pese a su postura pacífica, los testigos de Jehová consideran que este es principalmente un “tiempo para guerra”. No una guerra literal, por supuesto, pues obligar por la fuerza de las armas a la gente a aceptar el mensaje bíblico contradiría la invitación de Dios: “Cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida” (Revelación 22:17). No hay lugar en el cristianismo para las conversiones forzadas. El guerrear que llevan a cabo los testigos de Jehová es estrictamente espiritual. Pablo escribió: “Las armas de nuestro guerrear no son carnales, sino poderosas por Dios para derrumbar cosas fuertemente atrincheradas” (2 Corintios 10:4; 1 Timoteo 1:18).
8 La principal de “las armas de nuestro guerrear” es “la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios” (Efesios 6:17). Esta espada es poderosa. “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y su tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón.” (Hebreos 4:12.) Los cristianos pueden derrumbar con ella “razonamientos y toda cosa encumbrada que se levanta contra el conocimiento de Dios” (2 Corintios 10:5). Les permite poner al descubierto doctrinas falsas, prácticas perjudiciales y filosofías que reflejan la sabiduría humana y no la divina (1 Corintios 2:6-8; Efesios 6:11-13).
9. ¿Por qué debemos luchar sin cesar contra la carne pecaminosa?
9 Otro tipo de guerrear espiritual es el que se lleva a cabo contra la carne pecaminosa. Los cristianos siguen el ejemplo de Pablo, quien admitió: “Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún modo” (1 Corintios 9:27). A los cristianos de Colosas se les aconsejó que amortiguaran “los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría” (Colosenses 3:5). Y el escritor bíblico Judas exhortó a los cristianos a luchar “tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a los santos” (Judas 3). ¿Por qué debemos hacerlo? Pablo contesta: “Si ustedes viven de acuerdo con la carne, de seguro morirán; pero si por el espíritu hacen morir las prácticas del cuerpo, vivirán” (Romanos 8:13). En vista de estas claras palabras, debemos seguir luchando sin cesar contra las malas tendencias.
10. ¿Qué ocurrió en 1914, y a qué conducirá en el futuro cercano?
10 Otra razón por la que puede considerarse el presente como un tiempo para guerra es que “el día de la venganza de parte de nuestro Dios” es inminente (Isaías 61:1, 2). En 1914 llegó el tiempo señalado de Jehová para establecer el Reino Mesiánico y autorizarlo a guerrear contra el sistema de Satanás. El tiempo que se le concedió al hombre para experimentar con el gobierno humano sin la interferencia divina expiró entonces. En vez de aceptar al Gobernante Mesiánico de Dios, la mayoría de la gente sigue rechazándolo, tal como sucedió en el siglo primero (Hechos 28:27). En consecuencia, ante tal oposición al Reino, Cristo se ha visto obligado a ‘ir sojuzgando en medio de sus enemigos’ (Salmo 110:2). Afortunadamente, Revelación 6:2 promete que él ‘completará su victoria’. Lo hará durante “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso [...], que en hebreo se llama Har–Magedón” (Revelación 16:14, 16).
-