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Testigos hasta la parte más distante de la TierraLos testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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Llevan las preciosas verdades a sus países de origen
Impulsados por un deseo ardiente de impartir las verdades bíblicas vitales, muchos regresaron a su país de origen para evangelizar. Respondieron como las personas procedentes de muchos diferentes países que se hallaban en Jerusalén en 33 E.C. y se hicieron creyentes cuando el espíritu santo hizo que los apóstoles y sus compañeros hablaran en muchas lenguas “acerca de las cosas magníficas de Dios”. (Hech. 2:1-11.) Al igual que aquellos creyentes del siglo primero, estos discípulos del día moderno también llevaron la verdad a sus lugares de origen.
Algunos hombres y mujeres que habían aprendido la verdad en Estados Unidos, Bélgica y Francia regresaron a Italia y proclamaron celosamente el mensaje del Reino en los lugares donde se establecieron. Unos repartidores del cantón suizo de Tesino, donde se habla italiano, también se trasladaron a Italia para proseguir su obra. A pesar de que eran pocos, como trabajaban unidos, llegaron rápidamente a casi todas las ciudades principales y a muchos pueblos de Italia. No contaban las horas que dedicaban a esta obra. Convencidos de que estaban predicando las verdades que Dios quería que la gente supiera, solían trabajar desde la mañana hasta la noche para comunicarse con tantas personas como fuera posible.
También hubo algunos griegos que se habían hecho Estudiantes de la Biblia en la cercana Albania y en los distantes Estados Unidos, que dieron atención a su país. Les había impresionado mucho saber que la adoración de iconos no tiene base bíblica (Éxo. 20:4, 5; 1 Juan 5:21), que los pecadores no sufren tormentos en el infierno (Ecl. 9:5, 10; Eze. 18:4; Rev. 21:8) y que el Reino de Dios es la única y verdadera esperanza de la humanidad (Dan. 2:44; Mat. 6:9, 10). Ansiaban compartir estas verdades con la gente de su país, fuera personalmente o por correo. Como resultado, en Grecia y las islas griegas empezaron a surgir grupos de testigos de Jehová.
Después de la I Guerra Mundial, miles de polacos se trasladaron a Francia para trabajar en las minas de carbón. El hecho de que hablaran una lengua diferente no hizo que las congregaciones francesas los pasaran por alto. Por el contrario, encontraron la manera de comunicar las verdades bíblicas a estos mineros y sus familias, y pronto los polacos que respondieron al mensaje excedieron en número a los Testigos franceses. En 1935, fueron expulsados de Francia por orden gubernamental 280 de ellos y regresaron a Polonia, lo cual dio un impulso a la difusión del mensaje del Reino en su país. Así pues, en 1935 hubo 1.090 proclamadores del Reino en Polonia.
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Testigos hasta la parte más distante de la TierraLos testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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[Mapa en la página 428]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Cuando emigrantes de los países cuyos nombres aparecen en este mapa conocieron el maravilloso propósito de Dios de bendecir a la humanidad, se sintieron impelidos a llevar esas nuevas a sus países de origen
LAS AMÉRICAS
↓ ↓
AUSTRIA
BULGARIA
CHIPRE
CHECOSLOVAQUIA
DINAMARCA
FINLANDIA
ALEMANIA
GRECIA
HUNGRÍA
ITALIA
PAÍSES BAJOS
NORUEGA
POLONIA
PORTUGAL
RUMANIA
ESPAÑA
SUECIA
SUIZA
TURQUÍA
YUGOSLAVIA
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