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¿Por qué darle algo a Aquel que ya lo tiene todo?La Atalaya (estudio) 2018 | enero
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LO QUE NOSOTROS PODEMOS HACER HOY
10, 11. a) ¿Cómo podemos imitar la generosidad de los siervos de Jehová de tiempos bíblicos? b) ¿Cómo se siente usted por poder apoyar la obra del Reino?
10 Hoy día, puede que se necesiten donaciones para una obra específica. Quizás nuestra congregación esté planeando remodelar el Salón del Reino o construir uno nuevo. O tal vez se nos explique que se necesitan fondos para renovar la sucursal, para financiar una asamblea a la que asistimos o para ayudar a los hermanos después de un desastre natural. Nuestras contribuciones también sirven para apoyar a los misioneros, precursores especiales, superintendentes de circuito y hermanos que trabajan en la central mundial y en las sucursales por todo el mundo. Además, seguro que nuestra congregación ha decidido enviar todos los meses una cantidad fija de dinero para el programa de construcción de Salones del Reino y de Asambleas, que beneficia a nuestros hermanos en todo el mundo.
11 Todos podemos apoyar la obra que Jehová está haciendo en estos últimos días. La mayoría de las donaciones son anónimas, pues las echamos con discreción en las cajas de contribuciones del Salón del Reino o las enviamos a través de jw.org. Quizás nos parezca que nuestros modestos donativos no aportan mucho. Pero lo cierto es que la mayoría de los fondos donados hoy día no proceden de unas pocas contribuciones grandes, sino de muchas pequeñas. Todos los hermanos, hasta los que tienen muy poco, son como los cristianos de Macedonia del siglo primero. Estos rogaron que se les permitiera tener el privilegio de contribuir, y lo hicieron con generosidad a pesar de su “profunda pobreza” (2 Cor. 8:1-4).
12. ¿Qué hace nuestra organización para usar los fondos donados de la mejor manera posible?
12 El Cuerpo Gobernante se esfuerza por manejar los fondos de la organización de manera fiel y prudente (Mat. 24:45). Estos hermanos oran y planifican con mucho cuidado cómo los usarán (Luc. 14:28). En tiempos bíblicos, la administración de los fondos dedicados se les encargaba a hombres fieles. Estos se aseguraban de que el dinero se usara solo para la adoración a Jehová. Por ejemplo, en cierta ocasión, Esdras regresó a Jerusalén con un tesoro donado por el rey persa, que incluía oro, plata y otras cosas que hoy costarían más de 100 millones de dólares. Esdras veía estas riquezas como una contribución para Jehová, así que dio instrucciones detalladas para protegerlas durante el peligroso viaje (Esd. 8:24-34). Muchos años después, el apóstol Pablo recaudó dinero para socorrer a los hermanos de Judea y se aseguró de que quienes lo repartieran actuaran de forma “honrada, no solo a vista de Jehová, sino también a vista de los hombres” (lea 2 Corintios 8:18-21). Hoy día, nuestra organización sigue el ejemplo de Esdras y Pablo. Por ello da instrucciones claras sobre cómo manejar y gastar los fondos donados.
13. ¿Por qué ha hecho recientemente algunos cambios la organización?
13 A veces, algunas familias tienen que hacer cambios en su forma de administrar el dinero para no gastar más de lo que ganan. O puede que busquen maneras de simplificar su vida a fin de hacer más para Jehová. En la organización de Jehová pasa algo parecido. En los últimos años, han surgido muchas iniciativas emocionantes. A veces, esto llevó a que se gastara más dinero del que se recibía. Por eso la organización busca maneras de reducir los gastos y simplificar el trabajo. Así, nuestras valiosas donaciones se pueden aprovechar al máximo.
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¿Por qué darle algo a Aquel que ya lo tiene todo?La Atalaya (estudio) 2018 | enero
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17. ¿Cómo sabemos que Jehová apoya a su organización hoy día?
17 A muchas personas que no son testigos de Jehová les cuesta creer que podamos lograr tanto usando solo donaciones voluntarias. Un ejecutivo de una gran compañía visitó una de nuestras imprentas y se sorprendió al enterarse de que todo lo hacen voluntarios con donaciones voluntarias y de que nunca se organizan eventos para recaudar fondos. Afirmó que debería ser imposible hacer lo que hacemos. Y estamos de acuerdo. Sabemos que solo es posible gracias al apoyo de Jehová (Job 42:2).
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