La Sociedad paga la transportación a la asignación misional y les provee alimento saludable y alojamiento modesto en hogares misionales. También suministra a cada misionero un módico reembolso para gastos personales. Los misioneros se turnan en los diferentes quehaceres del hogar, ya sea para salir de compras, preparar los alimentos y efectuar la limpieza. Con este arreglo razonable los misioneros pueden dedicar por lo menos 140 horas al mes a predicar de casa en casa y conducir estudios bíblicos con las personas que muestran interés.

Sea que los testigos de Jehová participen en el ministerio de tiempo completo como precursores, como misioneros o tan solo parte del tiempo, sirven sin obtener ganancia financiera alguna. Emplean su tiempo y dinero, y dan de sí mismos, para ayudar a otras personas a adquirir el conocimiento que lleva a vida eterna. (Juan 17:3.)