Los testigos de Jehová de Rusia
LA OPINIÓN DE UN TEÓLOGO
EN EL siglo I, ciertos hombres prominentes de la comunidad judía de Roma expresaron acerca del cristianismo: “En lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. ¿Cuál fue su reacción? Demostraron una actitud encomiable, pues visitaron al apóstol Pablo, que se encontraba bajo arresto domiciliario, y le dijeron: “Nos parece propio oír de ti cuáles son tus pensamientos”. (Hechos 28:22.) Ellos escucharon a un cristiano informado en lugar de a aquellos que hablaban en contra del cristianismo.
Sergei Ivanenko, respetado teólogo ruso, obró de la misma manera. Aunque creía muchas de las acusaciones que circulaban en Rusia contra los testigos de Jehová, decidió telefonear a la sucursal de los Testigos, situada en las afueras de San Petersburgo, para informarse. Aceptó gustosamente la invitación de visitar el lugar, hacer preguntas y observar por sí mismo a los Testigos.
Cuando el señor Ivanenko llegó, en octubre de 1996, los edificios que alojan a los casi doscientos miembros de la sucursal de los testigos de Jehová en Rusia estaban a punto de terminarse. Durante los siguientes tres días se le dio la oportunidad de observar la obra, comer con todos en el comedor y entrevistar a quien deseara.
El señor Ivanenko escribió un artículo sobre los Testigos, que se publicó en el popular semanario ruso Moscow News con fecha del 16 al 23 de febrero de 1997. El artículo, titulado “¿Deberíamos temer a los testigos de Jehová?”, apareció también en la edición inglesa de dicho semanario con fecha del 20 al 26 de febrero. Dado que la actividad de los testigos de Jehová en Rusia es un tema de gran interés para muchos lectores de ¡Despertad!, a continuación reproducimos, con el debido permiso, la mayor parte del artículo. El señor Ivanenko empezó con la siguiente anécdota, publicada en letra negrita:
“‘Sectarios, ¡márchense de Rusia!’, rezaba el cartel que agitaban los miembros del Partido Liberal Democrático (PLD) de Zhirinovsky durante una manifestación frente a un lugar de reunión de los testigos de Jehová. ‘¿Qué es lo que no les gusta de esta organización?’, pregunté a uno de los manifestantes. Este me entregó un ejemplar del periódico Megapolis-Express con el titular ‘Religión provoca brote de sífilis en Kamchatka’. El periódico decía que, a fin de llenar las arcas de la organización, los testigos de Jehová hacían de proxenetas y dirigían redes de prostitución, con lo que se propagaban enfermedades venéreas entre los marineros. ‘¿Es usted una de sus víctimas? —le pregunté en tono compasivo—. ¿Cree estas declaraciones?’ ‘Lo que yo crea no importa —respondió—. Lo importante es que esta secta americana está destruyendo la espiritualidad y la cultura de Rusia, y tenemos que impedirlo.’”
El artículo redactado por el señor Ivanenko prosiguió bajo la firma: “Sergei Ivanenko, teólogo y doctorando”.
“Desde luego, semejante franqueza no es común, aunque es cierto que muchos rusos no ven con muy buenos ojos a los testigos de Jehová. La sola mención de este grupo motiva una serie de comentarios sobre su terrible fanatismo, sus orígenes estadounidenses, la fe ciega que los miembros comunes tienen en los dirigentes de la organización y la creencia de que el fin del mundo está a las puertas. Los testigos de Jehová provocan en muchas personas una mezcla de temor y curiosidad.
”¿Qué clase de religión es esta, y deberíamos temerla?
”Para salir de dudas me dirigí al pueblo de Solnechnoye, en el distrito de Kururtnoye (San Petersburgo), donde los testigos de Jehová rusos tienen su centro administrativo.
◆◊◆
”[Está ubicado] en los terrenos de un antiguo campamento de verano. En 1992 el edificio [original] se encontraba en estado ruinoso, plagado de ratas, y, en lugar de niños, albergaba vagabundos. Por lo visto, el mal estado de las siete hectáreas de terreno fue lo que contribuyó a que los testigos de Jehová las recibieran para utilizarlas durante un período de tiempo indefinido. Renovaron las viejas construcciones y empezaron a edificar otras nuevas, incluidos un edificio administrativo de cuatro plantas, un [Salón del Reino] con cabida para 500 personas y un comedor. Los testigos de Jehová también están plantando césped (encargado especialmente a Finlandia) y diversos tipos de árboles poco comunes. Se espera que las obras terminen este próximo verano. La tarea principal del centro administrativo consiste en organizar la predicación y repartir publicaciones a las congregaciones de testigos de Jehová del país. Como Solnechnoye no dispone de imprenta propia, las publicaciones rusas se imprimen en Alemania, se transportan a San Petersburgo, y desde allí se distribuyen a las distintas regiones. En el centro trabajan unas ciento noventa personas. Su labor es voluntaria y, aunque no reciben salario, tienen cubiertas las necesidades básicas, como son techo, alimento y ropa.
”Un comité de dieciocho ancianos dirige los trabajos que se efectúan en el centro. Vasily Kalin es el coordinador desde 1992. Nació en Ivano-Frankovsk. En 1951, a la edad de cuatro años, sus padres y él fueron deportados a Siberia. (En 1949 y 1951 unas cinco mil familias sufrieron la persecución de las autoridades por ser testigos de Jehová.) Se bautizó en 1965 y vivió en la región de Irkutsk, donde trabajó de capataz en una serrería.
”Además de los voluntarios del centro administrativo, viven en Solnechnoye 200 trabajadores voluntarios de construcción procedentes de Rusia, Finlandia, Suecia y Noruega, la mayoría de los cuales tomaron tiempo libre de su empleo. También hay muchos testigos de Jehová de Ucrania, Moldova, Alemania, Estados Unidos, Finlandia, Polonia y otros países. (Los testigos de Jehová no tienen prejuicios raciales. Aunque en el centro conviven personas de Georgia, Abjasia, Azerbaiyán y Armenia, en cuatro años no ha habido ni un solo conflicto.)
”La mayoría de los materiales y la maquinaria de construcción procede de los países escandinavos, y una gran parte la proporcionaron gratis los compañeros de creencia. Me enseñaron una aplanadora que un testigo de Jehová sueco llevó a Solnechnoye en 1993; la utilizó durante todo el tiempo que estuvo allí, y antes de regresar a su casa la regaló a sus hermanos de fe. Los trabajadores de construcción se alojan en pensiones y casitas cómodas. Su horario es más o menos este: a las siete de la mañana desayunan y rezan, y luego trabajan de ocho de la mañana a cinco de la tarde con una hora de pausa para almorzar. Los sábados trabajan hasta el mediodía, y el domingo descansan.
”Comen bien, y siempre hay fruta en el menú. La religión no impone ningún tipo de ayuno ni de dieta estricta. Después del trabajo muchos van a la sauna y luego se sientan un rato a tomar una cerveza y escuchar música. No hay borrachos entre los testigos de Jehová, pero tampoco tienen prohibido el alcohol. Los creyentes pueden beber con moderación vino, coñac, vodka y otras bebidas. Ahora bien, los testigos de Jehová no fuman.
◆◊◆
”Tres veces a la semana hay clases para el estudio de la Biblia, a las que asisten jóvenes principalmente. Sin embargo, no es raro encontrar personas que son testigos de Jehová desde hace treinta y cuarenta años. Casi todos los mayores han estado en prisión y en campos de trabajos forzados, o han sido deportados. Cuando acabó el período de represión, muchos médicos, abogados, ingenieros, maestros, hombres de negocios y estudiantes se hicieron testigos de Jehová.
”Las congregaciones tratan de conservar un ambiente de igualdad entre sus miembros. Por ejemplo, hasta el coordinador del centro administrativo lava los platos de la cena cuando le toca el turno. Los testigos de Jehová se dirigen unos a otros utilizando un tratamiento familiar y cuando llaman a alguien por su nombre añaden la palabra ‘hermano’ o ‘hermana’.
”Cuando un testigo de Jehová infringe las enseñanzas de la Biblia y se niega a arrepentirse, recibe el castigo más severo: la expulsión. La persona todavía puede asistir a las reuniones, pero sus compañeros de creencia ya no la saludan. Una medida menos severa sería la censura.
◆◊◆
”Pasé mucho tiempo observando a los testigos de Jehová para descubrir qué había atraído a tantas personas a esta organización religiosa. A pesar de las diferencias en su personalidad, nivel de educación y gustos y aversiones particulares, [los testigos de Jehová no comparten su adoración con] religiones que transigen con el mundo pecaminoso. Se sienten incómodos en lugares donde [la gente] tiene que creer a ciegas en los que mandan, donde hay cabida para el misticismo, donde existe distinción entre el clero y las masas de legos obedientes.
”Los testigos de Jehová se destacan por su firme creencia en vivir en conformidad con la Biblia. Tratan de corroborar todas sus acciones con este o aquel principio bíblico, o citando un pasaje del Viejo o Nuevo Testamento. Los testigos de Jehová creen que la Biblia, y nada más que la Biblia, contiene las respuestas a todas las preguntas. Para ellos, la Biblia es la constitución, el código civil y la máxima expresión de la verdad.
”Por esta razón, los testigos de Jehová son conocidos en todo el mundo por ser perfectos cumplidores de la ley y, en especial, por su escrupulosidad en el pago de los impuestos. El fisco revisa sus cuentas periódicamente y siempre se sorprende de no encontrar absolutamente ninguna irregularidad. Por supuesto, los testigos de Jehová podrían, como muchos otros, tratar de encontrar una razón para no pagar impuestos, pero la Biblia dice que uno tiene que ser honrado en el pago de los impuestos, y para los testigos de Jehová esta es la máxima autoridad.
”Sin embargo, muchas veces su fidelidad inquebrantable a la Biblia es causa de algunos desacuerdos importantes entre ellos y el gobierno. La manzana de la discordia es su postura totalmente apolítica, manifestada en su negativa a servir en el ejército.
”Los testigos de Jehová interpretan literalmente las palabras de Jesús acerca de que sus discípulos y su Reino no son parte del mundo, y por esta razón rechazan toda participación en la política y en la guerra, prescindiendo de dónde y por qué razón se luche. Muchos miles de testigos de Jehová fueron enviados a los campos de concentración nazis, y millares de ellos murieron, por negarse a decir ‘Heil Hitler’ y a servir en el ejército de Hitler. Para los rusos, todo testigo de Jehová alemán que perdió su vida por no querer participar en el ataque contra la Unión Soviética es un héroe. En cambio, muchos rusos no se inclinan a sentir compasión por aquellos testigos de Jehová [rusos] que fueron ejecutados por negarse a tomar las armas y participar en la II Guerra Mundial, o que fueron condenados por no querer servir en el ejército durante tiempos de paz. Pero en ambos casos los testigos de Jehová estaban obrando en conformidad con sus creencias religiosas, y no con alguna convicción política.
”Un problema similar surgió no hace mucho en Japón, donde algunos estudiantes testigos de Jehová se negaron a aprender artes marciales a pesar del riesgo de ser expulsados de la universidad. En 1996, el Tribunal Supremo de Japón falló en defensa de los derechos de estos estudiantes y les dio permiso para escoger clases alternativas.
◆◊◆
”¿Qué es lo que no pueden entender de los testigos de Jehová los pensadores modernos? Sobre todo su persistente predicación de que el fin del mundo está cerca (efectúan su obra misional en las calles y de casa en casa). Últimamente los ancianos han aconsejado a los predicadores que no den tanto énfasis al ‘fin del mundo’ y al lamentable destino que tendrán los pecadores, sino más bien que expliquen a las personas que Jehová les ofrece la oportunidad de tener ‘vida eterna en un paraíso terrestre’.
”Otro punto delicado es la actitud negativa de los testigos de Jehová con respecto a las actividades interconfesionales, y su rechazo al ecumenismo. Ellos creen que el mundo cristiano ha traicionado a Dios y la Biblia, y que todas las demás religiones están totalmente equivocadas. Comparan a las otras religiones con la ‘ramera de Babilonia’, y sostienen que acabarán de la misma manera. Un número reciente de la revista ‘¡Despertad!’ dice que el fin de muchas religiones está cerca, y que la única religión que quedará es la que predican los testigos de Jehová.
”Dicho sea de paso, los testigos de Jehová respetan el derecho de cada persona a la libertad de conciencia.
◆◊◆
”Varios países han manifestado ya su preocupación sobre si las enseñanzas de los testigos de Jehová constituyen o no una amenaza para la sociedad. El Tribunal Supremo del estado de Connecticut (Estados Unidos) (1979) y de Nueva Gales del Sur (Australia) (1972), el Tribunal Provincial de Columbia Británica (Canadá) (1986) y otros tribunales han declarado que no hay prueba de que los testigos de Jehová sean una amenaza social ni de que constituyan un peligro para el estado emocional o la salud de las personas. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (1993) defendió el derecho de los testigos de Jehová a la libertad de culto, la cual estaba restringida en Grecia y Austria. En la actualidad este grupo está perseguido en veinticinco países [...].
”A los testigos de Jehová puede vérseles como un ejemplo para sus conciudadanos debido a su devoción a la verdad bíblica y su disposición a defender sus creencias tan desinteresadamente. Pero surge una pregunta: ¿Está preparada nuestra sociedad para dar garantías constitucionales de libertad de conciencia a organizaciones que aplican la Biblia a todos los aspectos de la vida de una manera tan radical e inflexible?”
En esta última oración, el señor Ivanenko planteó una pregunta importante. En el siglo primero, el apóstol Pablo, escogido directamente por Cristo para servir como representante suyo, sufrió injustas “cadenas de prisión”. Por esta razón, en la carta que dirigió a sus compañeros de creencia mencionó sus esfuerzos por “defender y establecer legalmente las buenas nuevas”. (Filipenses 1:7; Hechos 9:3-16.)
Los testigos de Jehová invitan a todos a examinar a fondo sus actividades, como hizo el señor Ivanenko. Están convencidos de que quien lo haga, se dará cuenta de que las acusaciones que se hacen contra los Testigos son falsas, tal como lo fueron también las que se hicieron contra los cristianos primitivos. Los Testigos obedecen de manera notable el “nuevo mandamiento” que Jesús dio a sus discípulos: “Que se amen unos a otros; así como yo los he amado”. (Juan 13:34, 35.)
[Recuadro de la página 23]
Información de archivo del MN
(Junto a este artículo de Sergei Ivanenko se publicó la siguiente información procedente de los archivos del Moscow News.)
“Los testigos de Jehová rusos forman parte de una organización cristiana mundial que opera en 233 países y cuenta con 5,4 millones de miembros. Los testigos de Jehová siguen la dirección espiritual del Cuerpo Gobernante, ubicado en Brooklyn (Nueva York). La organización de los testigos de Jehová del día moderno surgió de un grupo de estudio de la Biblia formado por Charles Taze Russell en Pittsburgh (Pensilvania) en el año 1870. La organización llegó a Rusia en 1887. Uno de los primeros testigos de Jehová rusos, Semyon Kozlitsky, que vivía en Moscú, fue deportado a Siberia en 1891. La organización continuó a pesar de la persecución, y en 1956 había 17.000 testigos de Jehová en la Unión Soviética. No fue hasta marzo de 1991 cuando recibieron reconocimiento legal en Rusia, tras promulgarse la ley ‘Sobre la libertad religiosa’. En Rusia hay actualmente más de quinientos grupos con un total aproximado de setenta mil miembros activos. La organización distribuye las revistas ‘La Atalaya’ (publicada en 125 idiomas y con una tirada de 20 millones) y ‘¡Despertad!’ (en 81 idiomas, con una tirada de 18 millones).”
[Ilustración de la página 23]
Vista parcial de la sucursal de Rusia
[Ilustración de la página 24]
Salón del Reino donde se reúne la familia de la sucursal de Rusia para estudiar la Biblia
[Ilustraciones de la página 25]
Los Testigos estudian y se divierten en familia
[Ilustraciones de la página 26]
Difunden el conocimiento bíblico