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Paz divina para las personas a quienes Jehová enseñaLa Atalaya 1987 | 15 de marzo
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Los que eran parte del Israel espiritual experimentaban el cumplimiento de la magnífica promesa que se había escrito en Isaías 54:13. Allí, Dios mismo, comparando a su organización de criaturas leales de la región espiritual con una esposa, dijo: “Todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante”. Por supuesto, el Hijo principal de ella es Jesucristo mismo, que vino a ser el Mesías cuando fue ungido con espíritu santo en el año 29 E.C. Pero la “mujer” celestial de Jehová tiene más hijos... otros 144.000 que llegan a ser la parte secundaria de la descendencia que se predijo en Génesis 3:15. Jehová prometió que él sería el Magnífico Instructor de todos estos hijos. Les ha enseñado la verdad acerca de sí mismo y sus propósitos. Les ha dicho cómo servirle. A veces ha tenido que disciplinarlos. Esto ha sido necesario cuando no han prestado atención a su Palabra. Puede ser difícil aceptar la disciplina. Pero ellos han reconocido humildemente que la necesitan, y han hecho los cambios pertinentes, y esa disciplina ha dado buenos resultados... “fruto pacífico, a saber, justicia”. (Hebreos 12:7, 11; Salmo 85:8.)
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Paz divina para las personas a quienes Jehová enseñaLa Atalaya 1987 | 15 de marzo
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Una paz singular
14. ¿Sobre qué se basa la paz del pueblo de Jehová, y cómo se explica eso?
14 Ciertamente es singular la paz con la cual Jehová favorece a su pueblo. No es como lo que sucede cuando dos entidades o personas que no confían la una en la otra entran en un convenio de poca firmeza. Esta paz no envuelve transigir. Se basa en la justicia. (Isaías 32:17.) Pero ¿cómo puede ser cierto esto respecto a una paz que implica a humanos imperfectos? Como pecadores, ¿qué justicia tiene ninguno de nosotros? Pues bien, por fe podemos disfrutar de una justicia que se hace posible mediante el valor expiatorio del sacrificio de Jesús.
15. Durante el ministerio terrestre de Jesús, ¿qué les estaba enseñando Jehová a sus hijos en perspectiva que era vital para la paz?
15 Esto nos ayuda a comprender lo que Jesús dijo y que se escribió en Juan 6:45-47. Allí él hablaba a judíos que no habían sido atraídos a él como el Mesías, y que, por eso, murmuraban contra él. Pero con referencia a Sus discípulos él dijo: “Está escrito en los Profetas [específicamente en Isaías 54:13]: ‘Y todos ellos serán enseñados por Jehová’. Todo el que ha oído de parte del Padre, y ha aprendido, viene a mí. No que hombre alguno haya visto al Padre, salvo aquel que es de Dios; este ha visto al Padre. Muy verdaderamente les digo: El que cree tiene vida eterna”. Aquellos discípulos aceptaban la instrucción que Jehová les daba. Se sintieron atraídos a Jesús. Cuando otros rechazaron lo que él enseñaba y abandonaron a Jesús, sus apóstoles permanecieron con él. Como dijo Pedro: “Nosotros hemos creído y llegado a conocer que tú eres el Santo de Dios”. (Juan 6:69.) Por su fe en Jesucristo, les sería posible entrar en una relación de paz con Jehová Dios, una relación que conlleva la garantía de vida eterna.
16. a) Empezando en el Pentecostés de 33 E.C., ¿cómo se beneficiaron los seguidores de Jesús de la provisión que se hizo mediante Cristo? b) Después, ¿qué se requirió de ellos?
16 Desde el Pentecostés de 33 E.C. los beneficios del sacrificio de Cristo empezaron a aplicarse a aquellos fieles seguidores de Jesús. Lo que después escribió Pablo en Romanos 5:1 se realizó en ellos: “Ahora que hemos sido declarados justos como resultado de fe, gocemos de paz con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo”. Todos estos habían nacido como descendientes de Adán. Como pecadores, se hallaban apartados de Dios. Cualesquiera buenas obras que personalmente pudieran haber hecho no podrían haber cancelado el pecado que habían heredado. Pero Jehová, por Su bondad inmerecida, aceptó el sacrificio de la vida humana perfecta de Jesús a favor de la prole de Adán. Ahora se hizo posible abonar justicia a los que ejercían fe en esta provisión, y que Dios los adoptara como hijos que podrían alcanzar la vida eterna. (Efesios 1:5-7.) Pero ¿se requería que hicieran más? Sí; tenían que andar en los caminos de Jehová. Ya no habrían de practicar el pecado. Pero ellos se dan cuenta de que la justicia que tienen es un resultado de la bondad inmerecida que Dios ha expresado mediante Cristo. Como dice el texto bíblico, ‘gozan de paz con Dios mediante Jesucristo’.
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