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Jehová bendice y protege a quienes le obedecenLa Atalaya 2002 | 1 de octubre
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La obediencia durante un asedio salvó vidas
16. ¿Cómo se compadeció Jehová de los judíos de Jerusalén durante el asedio babilonio en 607 a.E.C.?
16 Cuando le llegó el fin a Jerusalén en 607 a.E.C., la compasión de Dios por quienes le obedecían volvió a manifestarse. En pleno asedio, Jehová dijo a los judíos: “Aquí pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte. El que se quede sentado en esta ciudad morirá a espada y del hambre y de la peste; pero el que esté saliendo y realmente se pase a los caldeos que los tienen sitiados seguirá viviendo, y su alma ciertamente llegará a ser suya como despojo” (Jeremías 21:8, 9). Aunque los habitantes de Jerusalén merecían la destrucción, Jehová tuvo compasión de los que le obedecieron, incluso en aquellos críticos momentos finales.b
17. a) ¿De qué dos maneras se puso a prueba la obediencia de Jeremías cuando Jehová le mandó que dijera a los sitiados judíos que ‘se pasaran a los caldeos’? b) ¿Cómo nos beneficia el valiente ejemplo de obediencia de Jeremías?
17 Obviamente, decirles a los judíos que se rindieran también fue una prueba de obediencia para Jeremías. Por un lado, él era celoso por el nombre de Dios y no quería verlo deshonrado por enemigos que atribuirían la victoria a ídolos inertes (Jeremías 50:2, 11; Lamentaciones 2:16). Además, Jeremías estaba al tanto de que corría un gran riesgo de perder la vida pidiendo a la gente que se rindiera, pues muchos interpretarían sus palabras como un acto de sedición. Aun así, no se acobardó, sino que obedientemente pronunció las declaraciones de Jehová (Jeremías 38:4, 17, 18). Al igual que Jeremías, nosotros también proclamamos un mensaje impopular, el mismo mensaje por el que se despreció a Jesús (Isaías 53:3; Mateo 24:9). De modo que no ‘temblemos ante los hombres’, sino que, como Jeremías, obedezcamos valerosos a Jehová, con plena confianza en él (Proverbios 29:25).
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Jehová bendice y protege a quienes le obedecenLa Atalaya 2002 | 1 de octubre
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b Jeremías 38:19 revela que cierta cantidad de judíos ‘se pasaron’ a los caldeos y se les perdonó la vida, aunque acabaron en el cautiverio. Si bien no se indica si se rindieron debido a la invitación de Jeremías, el hecho de que se les perdonara la vida confirmó las palabras del profeta.
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