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¿Es posible tener una vida con sentido?La Atalaya 2013 | 1 de abril
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TEMA DE PORTADA: LA VIDA SÍ PUEDE TENER SENTIDO
¿Es posible tener una vida con sentido?
“Nuestra vida dura apenas setenta años, y ochenta, si tenemos más vigor: en su mayor parte son fatiga y miseria.” (Salmo 90:10, El libro del Pueblo de Dios)
¡CUÁNTA verdad encierran esas palabras! La vida en este mundo está repleta de “fatiga y miseria”. De ahí que uno se pregunte si es posible tener una vida con sentido.
Tomemos como ejemplo el caso de Maria. Siempre fue una mujer muy activa; pero ahora, a sus 84 años, casi no puede salir de casa. Aunque su mente está muy clara, el cuerpo no le responde. ¿Cómo podría verle sentido a una vida así?
¿Le pasa a usted lo mismo? Puede que en un momento dado se haya preguntado si su vida tiene algún propósito. Tal vez realice un trabajo repetitivo y tedioso, sin que nadie parezca notar sus esfuerzos. Y aunque las cosas le vayan relativamente bien, quizás le preocupe el futuro; o se sienta a veces solo o deprimido, o haya constantes disputas en su familia. Es posible que haya perdido a un ser querido en la muerte. Eso fue lo que le pasó a un hombre llamado André. Su padre, a quien estaba muy apegado, enfermó repentinamente y murió. Este terrible golpe le dejó un vacío que, en palabras de él, nada podrá llenar.
Sean cuales sean las fatigas y miserias a las que nos enfrentemos, todos sentimos la necesidad de saber si es posible tener una vida con sentido. La respuesta la encontramos en la vida de un hombre que vivió en la Tierra hace unos dos mil años: Jesucristo. Pese a todos los obstáculos que encontró en su camino, vivió una vida plena y con sentido. Y lo mismo podemos hacer nosotros si imitamos su ejemplo.
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Jesús: la clave para tener una vida con sentidoLa Atalaya 2013 | 1 de abril
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Jesús: la clave para tener una vida con sentido
¿REALMENTE tuvo Jesús una vida con sentido? Como bien sabemos, Jesús creció en un ambiente humilde y tuvo pocas pertenencias a lo largo de su vida; de hecho, ni siquiera tenía “donde recostar la cabeza” (Lucas 9:57, 58). Además, sus enemigos lo odiaron, lo difamaron y al final lo mataron.
“Eso no es lo que yo llamaría una vida con sentido”, quizás diga alguien. Bueno, hay otros aspectos de la vida de Jesús que también nos conviene examinar. Veamos cuatro de ellos.
1. JESÚS TENÍA UN PROPÓSITO EN LA VIDA: HACER LA VOLUNTAD DE DIOS.
“Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió.” (Juan 4:34.)
Jesús procuró cumplir la voluntad de su Padre celestial, Jehová, tanto de palabra como de obra.a Según lo indica este pasaje, hacerlo le producía una gran satisfacción, como si de alimento se tratara. Es interesante notar en qué circunstancias puso esta comparación.
Era mediodía cuando Jesús pronunció esas palabras (Juan 4:6). Había estado caminando toda la mañana por la región montañosa de Samaria y seguramente tenía hambre. De hecho, sus discípulos le habían insistido: “Rabí, come” (Juan 4:31). Con su comparación, Jesús indicó que cumplir la misión que Dios le había confiado era algo que lo nutría y fortalecía. ¿No le parece que la vida de Jesús tenía propósito?
2. JESÚS AMABA A SU PADRE CON TODO EL CORAZÓN.
“Yo amo al Padre.” (Juan 14:31.)
Jesús tenía una relación muy íntima con su Padre cuando estaba en el cielo. El profundo amor que sentía por él hizo que diera a conocer su nombre, sus propósitos y sus cualidades. Jesús reflejó a la perfección la imagen de Dios por medio de sus palabras, hechos y actitudes. De hecho, podemos decir que es el vivo retrato de su Padre. Por esa razón, cuando Felipe le pidió: “Muéstranos al Padre”, Jesús le respondió: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Juan 14:8, 9).
Jesús amaba tanto a su Padre que estuvo dispuesto a obedecerlo hasta la muerte (Filipenses 2:7, 8; 1 Juan 5:3). Ese amor llenó su vida de significado.
3. JESÚS AMABA A LA GENTE.
“Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos.” (Juan 15:13.)
Como todos somos pecadores, nuestro futuro no es muy alentador. La Biblia declara: “Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” (Romanos 5:12). Es imposible escapar por nuestros propios medios de la consecuencia del pecado: la muerte (Romanos 6:23).
Afortunadamente, Jehová, en su amor, proporcionó una solución. A fin de rescatarnos del pecado y la muerte, permitió que su Hijo —quien era perfecto y estaba libre de pecado— sufriera y muriera por nosotros. Jesús, impulsado por el amor a su Padre y a los seres humanos, cumplió gustoso su misión y entregó su vida humana perfecta por nosotros (Romanos 5:6-8). Ese amor tan sacrificado le dio sentido a su vida.b
4. JESÚS SABÍA QUE CONTABA CON EL AMOR Y LA APROBACIÓN DE SU PADRE.
“Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” (Mateo 3:17.)
Estas palabras las pronunció Jehová desde el cielo al momento del bautismo de Jesús. Con ellas expresó abiertamente que amaba y aprobaba a su Hijo; de ahí que Jesús pudiera decir con tanta seguridad: “El Padre me ama” (Juan 10:17). Saber que contaba con el amor y la aprobación de su Padre le dio a Jesús el valor para hacer frente a la hostilidad y las críticas de sus adversarios. Ni siquiera al verse cara a cara con la muerte perdió el equilibrio y la estabilidad emocional (Juan 10:18). La certeza de que su Padre le tenía cariño y lo aprobaba le dio aún mayor sentido a su vida.
No hay duda de que Jesús vivió una vida plena. Y nosotros podemos aprender muchísimo de él. En el siguiente artículo se exponen varios consejos claros que él dio a sus discípulos sobre cómo llevar una vida con propósito.
a La Biblia indica que Jehová es el nombre de Dios.
b Para aprender más sobre el rescate que pagó Jesús, consulte el capítulo 5 del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por los testigos de Jehová.
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Una vida con sentido: Jesús nos muestra el caminoLa Atalaya 2013 | 1 de abril
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Una vida con sentido: Jesús nos muestra el camino
“Deben vivir como Jesús vivió.” (1 Juan 2:6, Nueva Traducción Viviente)
SEGÚN vimos en el artículo anterior, Jesús vivió una vida plena y con sentido. Si queremos tener una vida igual, es preciso imitar su ejemplo y seguir sus consejos.
Como indica el pasaje arriba citado, Jehová nos manda vivir como vivió Jesús, es decir, seguir su ejemplo y enseñanzas en todo aspecto de nuestra vida. Si lo hacemos, contaremos con la aprobación divina y tendremos una vida con sentido.
Para que pudiéramos seguir sus pasos, Jesús enseñó muchos principios, varios de los cuales se hallan en su famoso Sermón del Monte. Analicemos tres de ellos y veamos cómo aplicarlos en nuestra vida.
PRINCIPIO: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3).
CÓMO NOS AYUDA ESTE PRINCIPIO:
Jesús dio a entender que todos tenemos por naturaleza una necesidad espiritual. Necesitamos saber las respuestas a preguntas como: ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué hay tanto sufrimiento? ¿Le importamos a Dios? ¿Hay vida después de la muerte? Solo así es posible tener una vida con sentido. Jesús sabía que la única fuente confiable a la cual acudir por respuestas es la Palabra de Dios. En una oración a su Padre, dijo: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17). ¿Puede la Biblia satisfacer nuestra necesidad espiritual?
CASO DE LA VIDA REAL:
Un joven llamado Esa era el cantante de un popular grupo e iba camino de convertirse en una estrella de rock. Pese a todo, a veces sentía que le faltaba algo. “Aunque me encantaba estar en el grupo, quería que mi vida tuviera más sentido”, comenta. Con el tiempo conoció a un testigo de Jehová. “Lo bombardeé con preguntas —confiesa—. Sus respuestas lógicas basadas en las Escrituras me despertaron la curiosidad, así que empecé a estudiar la Biblia con él.” Las cosas que aprendió le llegaron al corazón y lo impulsaron a dedicar su vida a Jehová. “Antes andaba dando tumbos, iba de problema en problema y de crisis en crisis —dice—. Ahora tengo un verdadero propósito en la vida”.a
PRINCIPIO: “Felices son los misericordiosos” (Mateo 5:7).
CÓMO NOS AYUDA ESTE PRINCIPIO:
La misericordia es un sentimiento de compasión que nos impulsa a tratar a los demás con bondad y consideración. Jesús fue misericordioso con los necesitados. Movido por una honda compasión, alivió el dolor de muchos sin esperar a que se lo pidieran (Mateo 14:14; 20:30-34). Actuar como él nos produce felicidad y eso le da más sentido a nuestra vida (Hechos 20:35). Podemos mostrar compasión con nuestras palabras y acciones, ayudando a todo el que lo necesite. Pero tal vez alguien se pregunte: “¿De veras me voy a sentir mejor si soy misericordioso?”.
Maria y Carlos
CASO DE LA VIDA REAL:
Maria y Carlos, su esposo, son personas misericordiosas. Como el padre de ella es viudo y ha pasado los últimos años postrado en cama, se lo han llevado a su casa para cuidarlo mejor. Han sido muchas las noches en vela, y más de una vez han tenido que llevarlo corriendo al hospital a causa de una crisis diabética. Aunque admiten que a veces se sienten muy cansados, son felices, tal como dijo Jesús, pues tienen la gran satisfacción de saber que están dándole al padre de Maria todos los cuidados que necesita.
PRINCIPIO: “Felices son los pacíficos” (Mateo 5:9).
CÓMO NOS AYUDA ESTE PRINCIPIO:
La palabra griega que se traduce aquí “pacíficos” significa literalmente “pacificadores”. ¿Cómo le añade sentido a la vida ser pacificadores? Entre otras cosas, ayudándonos a disfrutar de mejores relaciones con quienes nos rodean. Por eso hacemos bien en seguir este consejo: “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres” (Romanos 12:18). La expresión “todos los hombres” incluye a familiares y otras personas que tal vez no compartan nuestra fe. ¿Le añade realmente significado a la vida ser pacíficos con “todos los hombres”?
Nair
CASO DE LA VIDA REAL:
A Nair no le ha sido nada fácil mantener la paz, pues ha sufrido muchas presiones a lo largo de los años, especialmente en su familia. Desde que su esposo la abandonó hace unos quince años, ha estado criando sola a sus hijos. Uno tuvo problemas con la droga, y a menudo tenía arrebatos de cólera y amenazaba a su hermana y a ella. Nair está convencida de que la Biblia le ha dado fuerzas para ser pacífica aun en circunstancias tan difíciles. En vez de pelear o discutir por cosas sin importancia, trata de ser amable y comprensiva (Efesios 4:31, 32). Haber aprendido a ser pacífica le permite tener la mejor relación posible con su familia y también con otras personas.
LO QUE NOS DEPARA EL FUTURO
Si seguimos los sabios consejos de Jesús, hallaremos felicidad y satisfacción. Pero para que la vida tenga verdadero sentido, también necesitamos saber lo que nos depara el futuro. Después de todo, ¿cuánto sentido puede tener nuestra existencia si lo único que sabemos es que con el tiempo vamos a envejecer, enfermar y morir? Lamentablemente, por ahora esa es la triste realidad.
No obstante, hay buenas noticias. Jehová tiene preparadas muchas bendiciones para los que procuran “vivir como Jesús vivió”. Ha prometido establecer pronto un nuevo mundo justo en el que las personas vivirán como él se había propuesto: para siempre y en salud perfecta. Su Palabra dice: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4).
Maria, la mujer de 84 años mencionada en el primer artículo de esta revista, se emociona al pensar que verá cumplidas esas palabras. ¿Y usted? ¿Quisiera saber más sobre la vida que tendremos bajo el Reino de Dios, la vida de verdad? (1 Timoteo 6:19.) En ese caso, lo animamos a ponerse en contacto con los testigos de Jehová de su localidad o escribir a los editores de esta revista.b
a Lea la historia de Esa en el artículo “La Biblia les cambió la vida: ‘Mi conducta era terrible’”.
b El libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por los testigos de Jehová, ha ayudado a muchas personas a estudiar las Escrituras por temas.
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