-
RescatePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
Los escritores griegos usaban el vocablo lý·tron (del verbo lý·ō, que significa “desatar”) especialmente para referirse a un precio pagado para rescatar prisioneros de guerra o liberar a los que estaban en esclavitud. (Compárese con Heb 11:35.) Las dos veces que se utiliza en las Escrituras se refiere a que Cristo da “su alma en rescate en cambio por muchos”. (Mt 20:28; Mr 10:45.) Otro término de la misma familia, an·tí·ly·tron, aparece en 1 Timoteo 2:6. La obra Greek and English Lexicon to the New Testament (de Parkhurst, Londres, 1845, pág. 47) explica que significa “rescate, precio de redención o, más bien, rescate correspondiente”. También cita las siguientes palabras de Hiperio: “En sentido estricto, significa el precio por el que se redimen los cautivos del enemigo; también, la clase de canje en el que la vida de uno se redime con la vida de otro”. Y concluye diciendo: “Así que Aristóteles emplea el verbo [an·ti·ly·tró·ō] en el sentido de redimir vida por vida”. De modo que Cristo “se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos”. (1Ti 2:5, 6.) Otras palabras de la misma familia son ly·tró·o·mai, “liberar por rescate” (Tit 2:14; 1Pe 1:18, 19), y a·po·lý·trō·sis, “liberación por rescate”. (Ef 1:7, 14; Col 1:14.) Es evidente la similitud que existe entre el uso de estas palabras y el de los términos hebreos examinados. Dichos términos no designan una compra o liberación ordinaria, sino una redención o rescate, una liberación efectuada por el pago de un precio correspondiente.
Aunque el sacrificio de rescate de Cristo está disponible a todos, no todos lo aceptan, por lo que “la ira de Dios permanece” sobre ellos, así como sobre los que lo aceptan y luego lo rechazan. (Jn 3:36; Heb 10:26-29; contrástense con Ro 5:9, 10.) Estos no consiguen liberación de la esclavitud a los reyes Pecado y Muerte. (Ro 5:21.) La Ley no contemplaba rescate alguno para el homicida deliberado. Por su proceder voluntarioso, Adán trajo la muerte a toda la humanidad, de modo que fue un homicida. (Ro 5:12.) Por consiguiente, Dios no acepta como rescate por el pecador Adán la vida que Jesús sacrificó.
No obstante, Dios se complace en aprobar la aplicación del rescate para redimir a los hijos de Adán que se valen de tal liberación. Pablo declara: “Como mediante la desobediencia del solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también, mediante la obediencia de la sola persona muchos serán constituidos justos”. (Ro 5:18, 19.) Cuando Adán pecó y fue sentenciado a muerte, su prole o descendencia todavía estaba por nacer, ‘en sus lomos’, y, por lo tanto, todos murieron con él. (Compárese con Heb 7:4-10.) Jesús, como hombre perfecto, “el último Adán” (1Co 15:45), era el único ser humano capaz de suministrar el precio de redención de la descendencia o prole por nacer de Adán. Jesús se ofreció voluntariamente para morir en inocencia como sacrificio humano perfecto, en armonía con la voluntad de Jehová. (Heb 10:5.) Jesús se valdrá de la autoridad concedida por Jehová en virtud de su rescate, para dar vida a todos los que aceptan esta disposición. (1Co 15:45; compárese con Ro 5:15-17.)
Jesús fue en verdad un “rescate correspondiente”, no para redimir al pecador Adán, sino para redimir a toda la humanidad descendiente de él. Al presentar el valor completo de su sacrificio de rescate al Dios de justicia absoluta en el cielo, recompró a los seres humanos para que pudieran llegar a ser su familia. (Heb 9:24.)
-
-
RescatePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
No obstante, este hecho enalteció el amor y la misericordia de Dios, pues satisfizo sus propios requisitos a un coste enorme para Él, al dar la vida de su propio Hijo para proveer el precio de redención. (Ro 5:6-8.) A tal fin, fue preciso que su Hijo se hiciese hombre para corresponder con el perfecto Adán.
-
-
RescatePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
Como ‘partícipe de sangre y carne’, era un pariente próximo de la humanidad y tenía el precio con el que recomprarla o emanciparla: su propia vida perfecta mantenida pura a través de pruebas de integridad. (Heb 2:14, 15.)
-
-
RescatePerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
Las Escrituras Griegas Cristianas hacen patente que la liberación del pecado y la muerte depende en realidad del pago de un precio. Se dice que los cristianos son “comprados por precio” (1Co 6:20; 7:23) y tienen un “dueño que los compró” (2Pe 2:1), y se presenta a Jesús como el Cordero que ‘fue degollado y con su sangre compró para Dios personas de toda tribu, lengua y nación’. (Rev 5:9.)
-