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El rescate, el mayor regalo de Dios¿Qué enseña realmente la Biblia?
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¿CÓMO PROPORCIONÓ JEHOVÁ EL RESCATE?
9. ¿Qué clase de rescate se necesitaba?
9 Lo que se perdió fue una vida humana perfecta. Por eso, para recuperarla no bastaba con ofrecer la vida de ningún ser humano imperfecto (Salmo 49:7, 8). Se necesitaba un rescate que tuviera un valor equivalente a lo que se había perdido. Así lo señalaba el principio de justicia perfecta que se expone en la Palabra de Dios. De acuerdo con ese principio, había que entregar “alma [...] por alma” (Deuteronomio 19:21). Por lo tanto, ¿qué podría cubrir o pagar el valor del alma, o vida, humana perfecta que Adán perdió? El “rescate correspondiente” que se necesitaba era otra vida humana perfecta (1 Timoteo 2:6).
10. ¿Cómo proporcionó Jehová el rescate?
10 ¿Cómo proporcionó Jehová el rescate? Envió a la Tierra a un ser perfecto, uno de sus hijos espirituales. Pero no envió a cualquiera de ellos, sino al que más amaba: su Hijo unigénito (1 Juan 4:9, 10). Este dejó de buena gana su hogar celestial (Filipenses 2:7). Como vimos en el capítulo anterior, Jehová realizó un milagro al hacer que la vida de su Hijo pasara a la matriz de María. Gracias al espíritu santo de Dios, Jesús nació como ser humano perfecto, libre de la condena del pecado (Lucas 1:35).
Jehová dio a su Hijo unigénito como rescate por nosotros
11. ¿Cómo es posible que un solo hombre fuera el rescate de millones de personas?
11 ¿Cómo es posible que un solo hombre fuera el rescate de muchos, sí, de millones de seres humanos? Pues bien, ¿cómo llegaron todos ellos a ser pecadores? Recuerde que Adán pecó y de este modo perdió una posesión muy valiosa: la vida humana perfecta, una posesión que ya no pudo pasar a sus descendientes. Lo único que pudo transmitirles fue el pecado y la muerte. Jesús, a quien la Biblia llama “el último Adán”, tenía una vida humana perfecta y nunca pecó (1 Corintios 15:45). En cierto modo, Jesús tomó el lugar de Adán para salvarnos. Obedeció a la perfección a su Padre y sacrificó, o entregó, su vida perfecta. Así pagó el precio necesario para cubrir el pecado de Adán y nos dio una esperanza a sus descendientes (Romanos 5:19; 1 Corintios 15:21, 22).
12. ¿Qué demostró Jesús con todo lo que sufrió?
12 La Biblia relata en detalle los sufrimientos que soportó Jesús antes de morir. Con gran crueldad, lo azotaron y lo clavaron en un madero de tormento, condenándolo a una muerte horrible (Juan 19:1, 16-18, 30; consulte el apéndice “¿Deberían los cristianos utilizar la cruz?”). ¿Por qué tuvo que sufrir tanto? Como veremos en otro capítulo, Satanás ha puesto en duda que haya un solo ser humano que permanezca fiel a Jehová si se le somete a prueba. Al aguantar fielmente a pesar de aquel terrible sufrimiento, Jesús dio la mejor respuesta posible al desafío de Satanás. Demostró que un hombre perfecto, que tenga libre albedrío, puede ser totalmente fiel a Jehová, sin importar las dificultades que le cause el Diablo. ¡Cuánto tuvo que alegrarse Dios al ver la lealtad de su amado Hijo! (Proverbios 27:11.)
13. ¿Cómo se pagó el rescate?
13 ¿Cómo se pagó el rescate? El día 14 del mes judío de nisán del año 33 de nuestra era, Dios permitió que ejecutaran a su Hijo, que era perfecto y, por lo tanto, no tenía pecado. De esta forma, Jesús sacrificó “una vez para siempre” su vida humana perfecta (Hebreos 10:10). Al tercer día de su muerte, Jehová lo resucitó como criatura espiritual. En los cielos, Jesús presentó a su Padre el valor de su vida humana perfecta, la cual había ofrecido en sacrificio para rescatar a los descendientes de Adán (Hebreos 9:24). Jehová aceptó el valor del sacrificio de Jesús, y así aquel sacrificio sirvió como el rescate necesario para liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado y la muerte (Romanos 3:23, 24).
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