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Libro bíblico número 58: Hebreos“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Punto de vista maduro sobre la superioridad del sacerdocio de Cristo (4:14–7:28). Pablo insta a los hebreos a tener asida la confesión de Jesús, el gran Sumo Sacerdote que ha pasado por los cielos, para que puedan hallar misericordia. El Cristo no se glorificó a sí mismo, sino que fue el Padre quien dijo: “Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”. (Heb. 5:6; Sal. 110:4.) Primero Cristo fue perfeccionado para el puesto de sumo sacerdote al aprender la obediencia mediante el sufrimiento, a fin de venir a ser responsable de la salvación eterna para todos los que le obedecen. Pablo tiene “mucho que decir y difícil de explicar”, pero los hebreos todavía son pequeñuelos que necesitan leche, cuando, en realidad, deberían ser maestros. “El alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.” El apóstol los insta a ‘pasar adelante a la madurez’. (Heb. 5:11, 14; 6:1.)
14. ¿Cómo pueden heredar la promesa los creyentes, y cómo ha quedado establecida su esperanza?
14 Es imposible que los que han conocido la palabra de Dios y han caído en la apostasía sean revivificados otra vez al arrepentimiento, “porque de nuevo fijan en un madero al Hijo de Dios para sí mismos y lo exponen a vergüenza pública”. Solo mediante fe y paciencia pueden los creyentes heredar la promesa hecha a Abrahán... una promesa hecha segura y firme por dos cosas inmutables: la palabra de Dios y Su juramento. La esperanza de ellos, que es como “ancla del alma, tanto segura como firme”, ha quedado establecida por la entrada de Jesús “cortina adentro” como Precursor y Sumo Sacerdote a la manera de Melquisedec (6:6, 19).
15. ¿Qué muestra que el sacerdocio de Jesús, que es a la manera de Melquisedec, sería superior al de Leví?
15 Este Melquisedec era tanto “rey de Salem” como “sacerdote del Dios Altísimo”. Hasta el cabeza de familia Abrahán le pagó diezmos, y mediante él lo hizo también Leví, quien todavía estaba en los lomos de Abrahán. La bendición de Melquisedec a Abrahán se extendió así a Leví, que no había nacido, y esto mostraba que el sacerdocio levítico era inferior al de Melquisedec. También, si la perfección viniera mediante el sacerdocio levítico de Aarón, ¿habría necesidad de otro sacerdote “a la manera de Melquisedec”? Además, en vista de que hay un cambio de sacerdocio, “por necesidad llega a haber también un cambio de la ley” (7:1, 11, 12).
16. ¿Por qué es el sacerdocio de Jesús superior al sacerdocio bajo la Ley?
16 La Ley, de hecho, no llevó nada a la perfección, sino que resultó débil e ineficaz. Debido a que sus sacerdotes seguían muriendo, eran muchos, pero Jesús, porque “continúa vivo para siempre, tiene su sacerdocio sin sucesores. Por consiguiente, él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios mediante él, porque siempre está vivo para abogar por ellos”. Este Sumo Sacerdote, Jesús, es “leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores”, mientras que los sumos sacerdotes nombrados por la Ley son débiles, y tienen que ofrecer sacrificios por sus propios pecados antes de poder interceder por otros. De modo que la palabra del firme juramento de Dios “nombra a un Hijo, que es perfeccionado para siempre” (7:24-26, 28).
17. ¿En qué es superior el nuevo pacto?
17 La superioridad del nuevo pacto (8:1–10:31). Se muestra que Jesús es el “mediador de un pacto correspondientemente mejor, que ha sido establecido legalmente sobre mejores promesas” (8:6). Pablo cita todo Jeremías 31:31-34 y muestra que los que están en el nuevo pacto tienen las leyes de Dios escritas en la mente y el corazón, que todos conocerán a Jehová y que Jehová ‘de ningún modo recordará más sus pecados’. Este “nuevo pacto” ha hecho anticuado al anterior (el pacto de la Ley), que está “próximo a desvanecerse”. (Heb. 8:12, 13.)
18. ¿Qué comparación hace Pablo sobre el asunto de sacrificio con relación a los dos pactos?
18 Pablo describe los sacrificios anuales en la tienda del pacto anterior como “requisitos legales [...] impuestos hasta el tiempo señalado para rectificar las cosas”. Sin embargo, cuando Cristo vino como Sumo Sacerdote, fue con su propia sangre preciosa, y no con la de machos cabríos ni torillos. El que Moisés rociara la sangre de animales había validado el pacto anterior y había limpiado la tienda típica, pero se necesitaban sacrificios mejores para las realidades celestiales relacionadas con el nuevo pacto. “Porque Cristo entró, no en un lugar santo hecho de manos, el cual es copia de la realidad, sino en el cielo mismo, para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor de nosotros.” Cristo no tiene que hacer sacrificios anuales, como hacía el sumo sacerdote de Israel, pues “ahora se ha manifestado una vez para siempre, en la conclusión de los sistemas de cosas, para quitar de en medio el pecado mediante el sacrificio de sí mismo” (9:10, 24, 26).
19. a) ¿Qué no ha podido hacer la Ley, y por qué? b) ¿Cuál es la voluntad de Dios respecto a la santificación?
19 En resumen, Pablo dice que, “puesto que la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir”, sus sacrificios repetidos no han podido quitar la “conciencia de pecados”. Con todo, Jesús vino al mundo para hacer la voluntad de Dios. “Por dicha ‘voluntad’ —dice Pablo— hemos sido santificados mediante el ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre.” Por lo tanto, que los hebreos tengan firmemente asida la declaración pública de su fe sin titubear, y que se ‘consideren unos a otros para incitarse al amor y a las obras excelentes’, sin abandonar el reunirse. Si continúan pecando voluntariosamente después de recibir el conocimiento exacto de la verdad, “no queda ya sacrificio alguno por los pecados” (10:1, 2, 10, 24, 26).
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Libro bíblico número 58: Hebreos“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Como argumento legal en apoyo de Cristo, la carta a los hebreos es una indiscutible obra maestra, perfectamente construida y abundantemente documentada con pruebas tomadas de las Escrituras Hebreas. Abarca las diversas características de la Ley de Moisés —el pacto, la sangre, el mediador, la tienda de adoración, el sacerdocio, las ofrendas— y muestra que estas han sido solo un modelo o patrón hecho por Dios que anunciaba cosas mucho mayores por venir, todas las cuales culminan en Cristo Jesús y su sacrificio, el cumplimiento de la Ley. La Ley ‘que se hace anticuada y envejece está próxima a desvanecerse’, dijo Pablo. Pero “Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y para siempre” (8:13; 13:8; 10:1). ¡Cuán gozosos deben haberse sentido aquellos hebreos al leer su carta!
24. ¿Qué arreglo que se explica en Hebreos es de inconmensurable provecho para nosotros hoy día?
24 Pero ¿de qué valor es esto para nosotros hoy día, en medio de nuestras circunstancias diferentes? Puesto que no estamos bajo la Ley, ¿podemos hallar algo provechoso en el argumento de Pablo? ¡Claro que sí! Aquí se nos da un esquema del gran arreglo del nuevo pacto fundado en la promesa a Abrahán de que mediante su Descendencia se bendecirían todas las familias de la Tierra. Esta es nuestra esperanza de vida, nuestra única esperanza, el cumplimiento de la antigua promesa de bendición de Jehová mediante la Descendencia de Abrahán, Jesucristo. Aunque no estamos bajo la Ley, nacemos en pecado como prole de Adán y necesitamos un sumo sacerdote misericordioso, uno con una ofrenda válida por el pecado, uno que pueda entrar directamente ante la presencia de Jehová en el cielo y allí interceder por nosotros. Aquí lo encontramos, el Sumo Sacerdote que nos puede conducir a la vida en el nuevo mundo de Jehová, que puede condolerse de nuestras debilidades, pues “ha sido probado en todo sentido igual que nosotros”, y quien nos invita a ‘acercarnos con franqueza de expresión al trono de bondad inmerecida, para obtener misericordia y hallar bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado’ (4:15, 16).
25. ¿Qué aplicaciones esclarecedoras da Pablo a las Escrituras Hebreas?
25 Además, en la carta de Pablo a los hebreos encontramos prueba conmovedora de que profecías puestas por escrito hace mucho tiempo en las Escrituras Hebreas se cumplieron después de manera maravillosa. Todo esto es para nuestra instrucción y consuelo hoy día. Por ejemplo, en Hebreos Pablo aplica cinco veces las palabras de la profecía del Reino en Salmo 110:1 a Jesucristo como la Descendencia relacionada con el Reino, quien “se ha sentado a la diestra del trono de Dios” para esperar “hasta que se coloque a sus enemigos como banquillo para sus pies”. (Heb. 12:2; 10:12, 13; 1:3, 13; 8:1.) Pablo cita también Salmo 110:4 al explicar el puesto importante que desempeña el Hijo de Dios como “sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”. Al igual que el Melquisedec de la antigüedad, quien en el registro bíblico aparece “sin padre, sin madre, sin genealogía, sin tener principio de días ni fin de vida”, Jesús es Rey y también “sacerdote perpetuamente” para administrar los beneficios eternos de su sacrificio de rescate a todos los que obedientemente se someten a su gobernación. (Heb. 5:6, 10; 6:20; 7:1-21.) A este mismo Rey-Sacerdote se refiere Pablo al citar Salmo 45:6, 7: “Dios es tu trono para siempre jamás, y el cetro de tu reino es el cetro de rectitud. Amaste la justicia, y odiaste el desafuero. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con el aceite de alborozo más que a tus socios”. (Heb. 1:8, 9.) A medida que Pablo cita de las Escrituras Hebreas y muestra que se cumplieron en Cristo Jesús, vemos para nuestro esclarecimiento cómo encuadran en su lugar las partes del modelo divino.
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