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¿Por qué fue tan sobresaliente la integridad de Job?La Atalaya 1986 | 1 de marzo
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Job vivió en la tierra de Uz, en lo que hoy es Arabia. Aunque no era israelita, era un adorador de Jehová, hecho al que el propio Jehová llama la atención de Satanás. El que Dios dijera “no hay ninguno como él en la tierra, un hombre sin culpa y recto”, pone de manifiesto que para esa época no había ningún otro siervo destacado de Dios. (Job 1:8.) Por consiguiente, la prueba que Satanás le impuso a Job debió transcurrir durante el tiempo en que los israelitas, primos lejanos de Job, fueron esclavos en Egipto, es decir, algún tiempo después del 1657 a. E.C. —fecha en que murió José, otro hombre notable que mantuvo integridad— y antes que Moisés iniciara su carrera de integridad a Dios.
3. ¿Quién escribió el libro de Job y cómo pudo obtener la información?
3 Moisés debió ser el escritor del libro de Job. Pero ¿cómo pudo él saber de la prueba de Job? Bueno después que Moisés se vio obligado a abandonar a Egipto en 1553 a. E.C. se estableció en Madián, cerca de la tierra de Uz. (Éxodo 2:15-25; Hechos 7:23-30.) Para ese tiempo, Job todavía estaría viviendo los 140 años de vida adicionales con los que Dios le había bendecido. (Job 42:16.) Posteriormente, Moisés pudo haberse enterado de los últimos años de la vida de Job y de su muerte cuando, casi al final de los 40 años de vagar por el desierto, pasó por la tierra de Uz.
El conocimiento limitado de Job
4. a) ¿De qué fuente obtendría Job seguramente su conocimiento sobre Jehová, y por qué puede decirse que él estuvo en comunicación con los descendientes de Abrahán e Isaac? b) ¿Cómo llegó a ser Job un hombre de integridad notable?
4 Cuando Job fue probado, siendo que aún no se había escrito ninguna parte de la Biblia, tenía un conocimiento limitado de Dios y de su propósito. Job, no obstante, pudo haber sabido de los tratos de Jehová con Abrahán, Isaac, Jacob y José, debido a que seguramente era descendiente de Nacor, hermano de Abrahán, por el primogénito de Nacor: Uz. Además, el hermano de Uz fue Betuel, padre de Rebeca la esposa de Isaac y bisabuelo de José. (Génesis 22:20-23.) Job debió atesorar todo cuanto él pudo llegar a saber sobre la relación que Jehová sostuvo con Abrahán y sus descendientes, y su principal deseo fue agradar a Jehová. Así, Job llegó a ser un hombre de integridad sobresaliente, un hombre intachable y completamente dedicado a Jehová.
5. ¿Qué hace particularmente sobresaliente la integridad de Job?
5 Poco después de la muerte de José en Egipto, la integridad de Job fue objeto de controversia en los cielos invisibles entre Jehová Dios y Satanás. Job no sabía que su integridad había llegado a ser una cuestión controvertida. Es particularmente este desconocimiento de las causas de su sufrimiento lo que hace tan sobresaliente su integridad inquebrantable. Jehová hizo que Moisés registrara los detalles de la controversia sobre la integridad de Job para el beneficio de todos sus siervos de la posteridad.
La cuestión sobre la integridad de Job
6. a) ¿Cómo quedó manifiesto en una asamblea celestial que existía una cuestión en disputa entre Dios y Satanás? b) ¿Cuándo se originó está cuestión y qué abarcaba?
6 El libro de Job descorre el velo de la región invisible, y se nos da una vista de una asamblea de ángeles que se llevó a cabo en el cielo ante Jehová Dios. En ella Jehová le recuerda a Satanás, que también está presente, que “no hay ninguno como [Job] en la tierra, un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”. (Job 1:8.) Es evidente que en torno a la integridad de Job hay una cuestión latente. Pero no es una cuestión nueva. Esta ya estuvo implícita cuando Satanás apartó de Dios a Adán y Eva y, prácticamente, dijo: ‘Sólo dame una oportunidad y podré apartar a cualquiera de servirte’. (Génesis 3:1-6.)
7. ¿Qué sugerencias se vio obligado Satanás a ofrecer para explicar la integridad de Job, y cómo desafió a Dios el Diablo?
7 Durante esta reunión formal en el cielo, Satanás se ve obligado a ofrecer sugerencias sobre el porqué de la integridad de Job. Dice: “¿Ha temido Job a Dios por nada? ¿No has puesto tú mismo un seto protector alrededor de él y alrededor de su casa y alrededor de todo lo que tiene en todo el derredor? [...] Pero, para variar, sírvete alargar la mano —dice Satanás en desafío—, y toca todo lo que tiene, y ve si no te maldice en tu misma cara”. (Job 1:9-11.)
8. a) ¿Cómo respondió Jehová al desafío de Satanás? b) ¿Qué golpes terribles le ocasionó Satanás a Job?
8 Jehová acepta el desafío y demuestra su plena confianza en la integridad de Job al responderle a Satanás: “¡Mira! Todo lo que tiene está en tu mano. ¡Solo que contra él mismo no alargues la mano!”. (Job 1:12.) Satanás ataca a Job sin demora. Una incursión sabea arrebata 1.000 reses vacunas y 500 asnas que eran propiedad de Job y da muerte a todos sus servidores menos a uno. Luego, Satanás envía fuego desde el cielo que devora a 7.000 ovejas y a los servidores que las cuidaban, dejando a un solo sobreviviente. Satanás prosigue y ocasiona que tres partidas de caldeos se apoderen de 3.000 camellos de Job y den muerte a su servidumbre, dejando a uno solo con vida. Por último, Satanás envía un gran viento que da contra la casa donde los diez hijos de Job celebraban un banquete y la derriba, ocasionando la muerte de todos ellos. En rápida sucesión, los sobrevivientes de cada uno de estos desastres corren ante Job para informarle de las terribles noticias. (Job 1:13-19.)
9. ¿Qué hizo que las calamidades de Job fuesen especialmente difíciles de soportar y, sin embargo, cómo reaccionó Job ante ellas?
9 ¡Cuántas calamidades! Aun si Job hubiera entendido de quién provenían, hubieran sido difíciles de soportar. ¡Pero él no conocía su origen! Ignoraba que era el centro de una controversia que había surgido en el cielo y que Jehová estaba usándolo para demostrar que había personas capaces de mantener integridad a pesar de todo el sufrimiento injusto que Satanás pudiera acarrearles. Desconsolado, y hasta pensando que Dios en cierto modo era responsable de sus pérdidas, Job dijo: “Jehová mismo ha dado, y Jehová mismo ha quitado. Continúe siendo bendito el nombre de Jehová”. No hay duda, “en todo esto Job no pecó, ni atribuyó nada impropio a Dios”. (Job 1:20-22.)
10. a) ¿Qué otra concesión respecto a Job solicitó Satanás? ¿Por qué estuvo Jehová dispuesto a concedérsela? b) ¿Cuáles fueron las consecuencias del miserable estado en que llegó a estar Job?
10 ¡Qué humillación sufrió Satanás cuando en otra asamblea de ángeles Jehová tuvo que recordarle con referencia a Job: “Todavía está reteniendo firmemente su integridad”! Pero Satanás no se dio por vencido. Planteó el desafío en otros términos, diciendo que si se le da la oportunidad de herir a Job en su misma carne, Job maldecirá a Dios en su propia cara. Jehová permite la prueba porque confía en la integridad de su siervo aun hasta ese extremo, pero advierte a Satanás que no toque la vida de Job. De modo que Satanás se fue “e hirió a Job con un divieso maligno desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza”. (Job 2:1-8.) Job queda reducido a tan miserable y repugnante estado que sus familiares y amigos lo abandonan, y antiguos conocidos se burlan de él. (Job 12:4; 17:6; 19:13-19; 30:1, 10-12.)
11. ¿Qué nuevo golpe tuvo Job que soportar, y qué hizo que su integridad ante todas sus dificultades fuese tan sobresaliente?
11 ¡Pero aún le espera otro golpe! La fe de la esposa de Job se debilita. Viene a él y le dice: “¿Todavía estás reteniendo firmemente tu integridad? ¡Maldice a Dios y muere!”. Él le responde: “Como habla una de las mujeres insensatas, tú también hablas. ¿Aceptaremos solamente lo que es bueno de parte del Dios verdadero, y no aceptaremos también lo que es malo?”. Como dice el relato: “En todo esto Job no pecó con sus labios”. (Job 2:9, 10.) Cuando recordamos que a Job se le había ocultado la causa de todo este sufrimiento, ¡cuán verdaderamente sobresaliente resulta su integridad!
Otra forma de ataque
12. a) ¿Quiénes fueron los hombres que vinieron a consolar a Job? b) ¿Cómo se valió Satanás de estos hombres para probar a Job aun más?
12 Pero Satanás aún no había terminado. Hace que vengan a Job tres hombres tenidos por sabios, que le conocían personalmente o habían oído de su reputación como “el más grande de todos los orientales”. Deben ser bastante mayores que Job. (Job 1:3; 15:10; 32:6.) Dos de estos hombres son parientes lejanos. Elifaz el temanita es descendiente de Abrahán por Temán, un nieto de Esaú, y Bildad el suhita es descendiente de Súah, un hijo de Abrahán. (Job 2:11; Génesis 36:15; 25:2.) La ascendencia de Zofar es incierta. En apariencia, estos tres hombres venían a consolar a Job, pero en realidad Satanás iba a valerse de ellos con el fin de socavar su integridad. Satanás esperaba que estos “consoladores” —como hacen los interrogadores políticos del día moderno que, simulándose amigos, socavan la lealtad de un prisionero y lo convierten en enemigo de su propio gobierno— pusieran a Job en contra de Dios. (Job 16:2, 3.)
13. a) ¿Qué hicieron esos tres hombres al llegar a donde Job? b) Cuando la conversación empezó, ¿qué giro tomó?
13 Al llegar a donde estaba Job, los tres visitantes pasaron siete días y siete noches observando en silencio el insoportable dolor que Job sufría y su estado de extrema humillación. (Job 2:12, 13.) Por fin Elifaz, probablemente el mayor, tomó la palabra y fijó el rumbo y el tema general de un debate que se desarrollaría en tres turnos de réplicas y contrarréplicas. El discurso de Elifaz, así como los discursos de sus compañeros que le siguieron después, se componía principalmente de acusaciones. Después que cada uno de sus acusadores hablaba, Job intervenía para refutar sus argumentos. En el tercer turno del debate Zofar ya no intervino, probablemente porque pensaba que no tenía nada más que añadir. Por consiguiente, Zofar sólo intervino dos veces, mientras que Elifaz y Bildad lo hicieron tres veces cada uno.
14. ¿Qué clase de argumentos emplearon en contra de Job estos tres hombres y cómo usó Satanás una táctica similar contra Jesús?
14 Los discursos de Elifaz son los más largos, y el lenguaje que usa es un tanto benigno. Bildad es más mordaz, pero Zofar le sobrepasa. Los argumentos de estos tres hombres son taimados, pensados de tal modo que facilitan el propósito de Satanás de quebrantar la integridad de Job. Incluyen con frecuencia en sus discursos hechos verídicos, pero en un contexto y con una aplicación equivocados. Esta es la misma táctica que Satanás usó en contra de Jesús. Valiéndose de la cita bíblica que dice que un ángel de Dios protegería a su siervo de sufrir daño alguno, Satanás invitó a Jesús a demostrar que era el hijo de Dios instándole a que se arrojara desde el almenaje del templo. (Mateo 4:5-7; Salmo 91:11, 12.) Job se vio sometido a razonamientos satánicos similares durante un período prolongado de tiempo.
15. ¿Cuál era la causa de las tribulaciones de Job según Elifaz?
15 En su primer discurso, Elifaz arguye que las dificultades que Job experimenta son la retribución de Dios por sus pecados. Le dice: “¿Quién que sea inocente ha perecido jamás? Conforme a lo que yo he visto, los que idean lo que es perjudicial y los que siembran la desgracia, ellos mismos la siegan”. (Job 4:7, 8.) Elifaz prosigue y afirma que Dios no confía en sus siervos. Dice: “En sus siervos él no tiene fe, y a sus [ángeles] imputa tener faltas. ¡Cuánto más a los que moran en casas de barro!”. (Job 4:18, 19.)
16. ¿Cómo prosiguió Bildad con el ataque de Elifaz, y qué ilustración injusta empleó?
16 Bildad toma el relevo en el discursar violento, en la diatriba. “Si fueras puro y recto —le dice—, para ahora él despertaría para ti y ciertamente restituiría tu justo lugar de habitación”. Bildad alude a cómo el papiro y las cañas se secarían sin agua y presenta una razonable conclusión al decir que así ocurre con “todos los que olvidan a Dios”. Pero, ¡cuán equivocado estaba Bildad al aplicar esta ilustración a Job y añadir: “La mismísima esperanza de un apóstata perecerá”! (Job 8:6, 11-13.)
17. ¿Qué comentarios duros hizo Zofar?
17 Los comentarios de Zofar son aun más duros. ‘¡Oh que Dios hablara y te dijera lo que piensa!’, es en síntesis lo que él le dice. ‘Dios sabe lo que has hecho. Y te está castigando con mucho menos de lo que mereces. Líbrate de tus pecados y abandona la maldad, y así tendrás seguridad y recuperarás a tus amigos.’ (Job 11:4-6, 14-20.)
18. En el segundo turno del debate, ¿cómo prosiguieron los tres hombres su ataque contra Job?
18 En el segundo turno del debate, Elifaz continúa su ataque contra la integridad de Job. ‘Si Dios no confía ni siquiera en sus ángeles, ¡cuánto menos en alguien como tú! Un hombre inicuo siempre tiene dificultades.’ (Job 15:14-16, 20.) Bildad, enfurecido por la inquebrantable resistencia de Job ante sus argumentos pasa a decirle: ‘Tu luz se extinguirá. Toda memoria de tu existencia desaparecerá. Eso es lo que les ocurre a los que olvidan a Dios’. (Job 18:5, 12, 13, 17-21.) Zofar, aludiendo a la prosperidad que Job antes tenía, le dice: ‘¿No sabes que el clamor gozoso de los inicuos es breve y que el regocijo de un apóstata es solo por un momento? El cielo pone al descubierto los pecados del inicuo’. (Job 20:4, 5, 26-29.)
19. a) Según Elifaz, ¿qué importancia tiene para Dios la integridad del hombre? b) ¿Cómo dio fin Bildad a la diatriba contra Job?
19 Elifaz da comienzo al tercer turno del debate, diciendo: ‘¿Puede algún hombre serle de utilidad a Dios? Aun si fueses intachable, ¿sacaría Dios algún provecho de ello? Vuélvete a Dios y corrige tus pasos. Entonces serás restaurado’. (Job 22:2, 3, 21-23.) Bildad da fin a la diatriba. Le pregunta: ‘¿Quién sobre la tierra puede jactarse de ser limpio?’. Y añade: ‘Dios es tan glorioso que aun la luna y las estrellas palidecen ante él. ¡Cuánto más el hombre que solo es un gusano a sus ojos!’. (Job 25:2-6.)
Job habla en su defensa, y es corregido
20. a) ¿Cómo refutó Job el argumento de que el sufrimiento es un castigo de Dios por los pecados? b) ¿Cuál fue la determinación de Job y cómo sabemos que a Dios le importaba su integridad?
20 A pesar de sus terribles sufrimientos, Job no cede por un momento ante los argumentos engañosos de sus atormentadores. En su defensa, él razona que si el sufrimiento que padece es un castigo de Dios por sus pecados: ‘¿Por qué siguen viviendo los inicuos mismos, y envejecen y también se hacen superiores en riqueza?’. (Job 21:7-13.) Contrario a lo que los acusadores de Job han dicho, Jehová valora a quienes mantienen integridad y cuya conducta sirve de respuesta a la provocación de Satanás, quien afirmó que podría apartar de servir a Dios a cualquier persona. (Proverbios 27:11; Salmo 41:12.) Job está seguro de su propia integridad, y exclama: “¡Hasta que expire no quitaré de mí mi integridad!”. (Job 27:5.) No, él no ha hecho nada por lo cual merezca todo cuanto le ha ocurrido.
21. ¿Qué les dijo Elihú a los falsos consoladores de Job y qué corrección necesaria le dio a Job?
21 El joven Elihú ha seguido atentamente todo el desarrollo de este extenso debate. Ahora toma la palabra para decirles a los falsos consoladores de Job que nada de lo que han dicho demuestra que Job sea pecador. (Job 32:11, 12.) Luego, dirigiéndose a Job, Elihú le dice: “Tus palabras [...] seguí oyendo: ‘Soy puro, sin transgresión; limpio soy, y no tengo error. ¡Mira! Él halla ocasiones para oposición a mí, me tiene por enemigo suyo’. [...] En esto no has tenido razón”. (Job 33:8-13; 6:29; 13:24, 27; 19:6-8.) Job había demostrado demasiado interés en vindicarse a sí mismo. Pero al mismo tiempo, nunca condenó a Dios ni perdió su confianza en que Dios haría lo que es recto.
22. a) Después de escuchar a Jehová, ¿cómo reaccionó Job? b) ¿Qué exigió Dios de los falsos consoladores de Job, y cuál fue el desenlace final para Job?
22 Se empieza a preparar una tormenta mientras Elihú termina su intervención... desde la tempestad de viento resuena la voz de Jehová: “¿Quién es éste que está oscureciendo el consejo con palabras sin conocimiento? Cíñete los lomos [...] Déjame interrogarte, y tú dame informe”. Después de escuchar a Jehová, Job reconoce que ha hablado a la ligera, sin un completo conocimiento de causa, y se arrepiente “en polvo y cenizas”. Luego Jehová sentencia a Elifaz y a sus dos compañeros y le dice a Job que interceda por ellos. Posteriormente, Job es restaurado y bendecido con siete hijos y tres hermosas hijas, aparte de recibir el doble de cuanto ganado había tenido antes. Job vivió por 140 años más y murió “viejo y satisfecho de días”. (Job 38:1-4; 42:1-17.)
23. ¿Cómo debe afectarnos a nosotros hoy la integridad de Job?
23 ¡Job verdaderamente fue un sobresaliente hombre de integridad! No tuvo medio de saber que había sido el blanco del inicuo desafío de Satanás. Esto realza su integridad mucho más, pues aunque creyó que sus sufrimientos provenían de Dios, no negó a Dios ni lo maldijo. ¡Qué lección para nosotros que sí sabemos de dónde se originan las situaciones que ponen a prueba nuestra integridad! Ciertamente, debemos sentirnos impulsados a imitar el ejemplo de Job y a seguir adelante en nuestro servicio a Jehová, prescindiendo de lo que el Adversario de Dios pueda traer contra nosotros.
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¿Quién puede imitar la integridad de Job?La Atalaya 1986 | 1 de marzo
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¿Quién puede imitar la integridad de Job?
“Él me pesará en balanza exacta, y Dios llegará a conocer mi integridad.” (JOB 31:6.)
1. ¿Por qué es provechoso considerar el ejemplo de Job, y qué preguntas surgen?
JOB confiaba en su integridad y por eso pidió que Dios lo examinara. Su ejemplo puede servirnos de mucho ánimo hoy día, especialmente cuando Satanás el Diablo está tratando desesperadamente de quebrantar la integridad de todos aquellos que sirven a Dios. (1 Pedro 5:8.) Conociendo este hecho, el discípulo Santiago dijo: “Tomen por modelo de sufrir el mal y de ejercer paciencia a los profetas”, en particular a Job. (Santiago 5:10, 11.) Pero ¿quién puede imitar la integridad de Job? ¿Podemos hacerlo nosotros? ¿Qué ejemplos de integridad nos dio Job?
2. a) ¿Qué significa el nombre Job? b) ¿Qué se logró con el proceder íntegro de Job?
2 El nombre Job significa “objeto de hostilidad”, y eso es lo que él realmente llegó a ser. Cuando Jehová respondió a la petición de Satanás y quitó el ‘seto protector’ de alrededor de Job, nada de lo que Satanás hizo pudo quebrantar la integridad de Job a Dios. (Job 1:1–2:10.) De este modo Job suministró una respuesta al desafío de Satanás de que podía apartar a cualquier persona de servir a Dios. (Proverbios 27:11.) Al mantener integridad, Job estaba en realidad declarando al entero universo: ‘Satanás, eres un mentiroso despreciable, porque Jehová es mi Dios, y yo mantendré integridad a él venga lo que venga’. (Job 27:5.)
Aquellos que son como Job
3. ¿Quién había sido protegido en el cielo, y qué preguntas surgieron con respecto a él?
3 La cuestión entre Jehová y Satanás fue una cuestión universal, que afectaba a la región de los espíritus. En el cielo, cercada por el cuidado protector de Jehová, estaba la “descendencia” prometida por medio de la cual Dios iba a cumplir sus maravillosos propósitos. (Génesis 3:15.) Cuando Jehová quitara de él ‘el seto protector’, ¿imitaría él la integridad de Job? ¿Demostraría que un hombre perfecto, tal como Adán lo había sido, puede mantener integridad perfecta a Dios? (1 Corintios 15:45.) Satanás se preparó para someter a esta “descendencia” a la prueba más severa cuando se presentara en la Tierra.
4. a) ¿Quién llegó a ser el objetivo principal de la hostilidad de Satanás, y cómo sabemos que Dios quitó de él su cuidado protector? b) ¿Qué suministró Jesús para Jehová?
4 Jesucristo demostró ser la “descendencia” enviada del cielo. Desde entonces se convirtió en el centro de la atención de Satanás, sí, el objeto principal de su hostilidad. Como prueba de que Jehová había quitado el seto de su cuidado protector, Cristo clamó en el madero de tormento: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. (Mateo 27:46; Salmo 22:1.) Aunque realmente sentía que Dios había quitado de él su protección, Jesús, como Job, “no pecó, ni atribuyó nada impropio a Dios”. (Job 1:22.) Imitó a Job, manteniendo integridad perfecta a Dios, y de este modo probó que “no había ninguno como él en la tierra”. (Job 1:8.) Así, con Jesús, Jehová Dios tenía una respuesta completa y eterna a la falsa acusación de que no podía poner en la Tierra a un hombre que permaneciera fiel a Él ante la más severa prueba.
5. a) ¿Qué sigue haciendo Satanás? b) ¿Qué hizo Satanás cuando fue echado del cielo?
5 No satisfecho con ello, Satanás sigue acusando a los hermanos espirituales de Jesús, quienes, junto con Jesús, componen la “descendencia” de la organización de Dios, una organización asemejada a una mujer. Al describir el establecimiento del Reino en el cielo, la Biblia dice con respecto a Satanás: “¡Ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios!”. Sin embargo, Satanás hace más que solo acusar: lanza contra ellos un ataque hostil. La Biblia explica que después de ser echado del cielo, “el dragón [Satanás] se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús”. (Revelación 12:7-12, 17.)
6. a) ¿Quién encabeza hoy la obra de predicación, y quiénes se han sumado a ellos? b) ¿Qué les está intentando hacer Satanás a todos ellos?
6 “Los restantes de la descendencia” de la mujer son los testigos ungidos de Jehová que quedan hoy en la Tierra. Ellos encabezan “la obra de dar testimonio de Jesús”, declarando públicamente por todo el mundo que él ahora está entronizado como Rey y pronto pondrá fin a este injusto sistema de cosas. (Mateo 24:14; Daniel 2:44.) ¡Pero ellos no están solos! Ahora una gran muchedumbre de más de tres millones de personas se ha sumado a ellos formando una organización unida y mundial que mantiene integridad. Todas esas personas que mantienen integridad, también han llegado a ser objeto de la persecución despiadada de Satanás, pero el Padre celestial Jehová se deleita por motivo de su integridad. (2 Timoteo 3:12; Proverbios 27:11.)
7. ¿Por qué podemos sentirnos confiados ante los ataques de Satanás?
7 Induce a la reflexión el darse cuenta de que tal como Satanás centró su viciosa atención en Job, así también la centra en nosotros los que estamos intentando mantener integridad a Dios. Sin embargo, esto no debe turbarnos. ¿Por qué? Porque “Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso” y “no te desamparará ni te dejará enteramente”. (Santiago 5:11; Deuteronomio 31:6.) Sí, Jehová nos sostendrá. “Para los que andan en integridad él es un escudo”, dice la Biblia. (Proverbios 2:7.) Esto no significa que Jehová no permitirá que seamos probados. Él lo va a permitir, tal como lo hizo en el caso de Job. “Pero Dios es fiel —escribió el apóstol Pablo— y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla.” (1 Corintios 10:13.)
Cuando nos encontramos bajo prueba
8. ¿Cómo puede beneficiarnos hoy el ejemplo de Job?
8 El ejemplo de integridad de Job puede sernos de beneficio particularmente cuando nos encaramos a pruebas severas. Job sufrió tanto que deseó morir y ser ocultado en el Seol, el sepulcro común de la humanidad. (Job 14:13.) Algunas personas se han sentido de manera similar hoy día, y han dicho que se han podido identificar con Job en su gran sufrimiento. Es posible que usted se haya sentido así en alguna ocasión. Leer sobre los sufrimientos de Job puede ser como recibir ánimo de un amigo que ha pasado por una prueba aún más severa que la nuestra. El saber que alguien ha aguantado, y que nos entiende, ciertamente nos ayuda a aguantar a nosotros también.
9. ¿Cómo nos beneficiamos de que otros mantengan integridad?
9 Conociendo nuestras necesidades, Jehová ha hecho que se escriba el libro de Job para ayudarnos a mantener integridad tal como él la mantuvo. (Romanos 15:4; Santiago 5:10, 11.) Jehová sabe que tal como una parte del cuerpo depende de otra, así también sus fieles siervos se necesitan unos a otros. (1 Corintios 12:20, 26.) Recuerde las asambleas recientes “Mantenedores de Integridad” a las que asistieron millones de lectores de esta revista. Los que estuvieron en ellas recordarán lo bien que se sintieron en compañía de tantas personas cuyo principal propósito en la vida es mantener integridad a Dios. ¡Cuánto les ayudó a mantener integridad a todos los asistentes el saber que los muchos miles de compañeros que tenían a su alrededor —ya fuera en sus lugares de trabajo, en la escuela o en sus propias comunidades— también estaban manteniendo integridad bajo pruebas severas! (1 Pedro 5:9.)
10. a) ¿Cómo puede alguien perder la perspectiva apropiada? b) ¿Qué empezó a preguntarse Job?
10 Por otra parte, puede que no siempre mantengamos la perspectiva apropiada, como tampoco la mantuvo Job. Una persona que sufre mucho y llega a deprimirse puede decir: ‘¿Por qué me hace esto Dios a mí? ¿Por qué permite que ocurra?’. Puede que hasta llegue al extremo de preguntarse: ‘¿De qué vale servir a Dios?’. Al no darse cuenta de la fuente de su sufrimiento, Job cuestionó el beneficio presente de ser justo, pues parecía que los buenos sufrían tanto, si no más, que los malos. (Job 9:22.) Según Elihú, Job dijo: “¿De qué me ha servido, qué he ganado con no pecar?”. (Job 35:3, Nueva Biblia Española.) No debemos permitir que la preocupación excesiva por nuestros propios problemas nos haga perder de vista la perspectiva apropiada y cuestionar el valor de servir a Dios.
11. ¿Cómo corrigió Elihú a Job?
11 Elihú corrigió el punto de vista equivocado de Job, centrando su atención en la posición mucho más elevada de Jehová. (Job 35:4, 5.) Elihú dijo que, independientemente de lo que sucediese, nunca deberíamos llegar a la conclusión de que Dios no se preocupa por nosotros y razonar que podemos causarle molestia o disgusto por lo que consideramos injusticias de Su parte. “Si realmente pecas —preguntó Elihú a Job—, ¿qué logras contra él? Y si tus sublevaciones realmente aumentan, ¿qué le haces?” (Job 35:6.) Sí, si queremos causarle disgusto a Dios abandonando sus caminos y su servicio, solo nos estamos perjudicando a nosotros mismos, no a Dios.
12. ¿Cómo le afecta a Dios el que mantengamos integridad?
12 Por otra parte, Elihú mostró que Jehová no se beneficia personalmente de que hagamos lo que es correcto. Por supuesto, Dios se deleita en que mantengamos integridad, pero de ningún modo depende de nuestra adoración, como indicó la pregunta que Elihú le formuló a Job: “Si de veras tienes razón, ¿qué le das, o qué recibe él de tu propia mano?”. (Job 35:7.) Dios nos dio la vida, y debido a él respiramos y nos movemos y existimos. ¡A él le pertenece todo! (Hechos 17:25; 1 Crónicas 29:14.) De modo que ni nuestra iniquidad ni nuestra justicia pueden afectar a Dios personalmente. (Job 35:8.)
Cuando somos corregidos
13. a) ¿Cómo reaccionó Job a la corrección? b) ¿Qué problema tenemos todos?
13 ¿Cómo reaccionó Job a la corrección, primero de Elihú y después de Jehová mismo? La aceptó, arrepintiéndose “en polvo y cenizas”. (Job 42:6.) Sí, Job se humilló y reconoció su error. ¿No admiramos su humildad? ¿Cuál es nuestro caso? Aunque mantengamos integridad lealmente como Job, todos nosotros tendemos a cometer errores y a perder el equilibrio de un modo u otro. (Santiago 3:2; Gálatas 2:11-14.) ¿Qué vamos a hacer si alguien, quizás más joven que nosotros, como Elihú, nos llama la atención en cuanto a un error o imperfección? (Job 32:4.)
14. a) ¿Qué tendencia es común ante la corrección? b) ¿Qué puede contribuir a errores o juicios equivocados, y qué ejemplo puso Job cuando fue corregido?
14 No es siempre fácil aceptar la corrección. (Hebreos 12:11; Proverbios 3:11, 12.) La tendencia es intentar justificarnos. Como Job, puede que no hayamos dicho o hecho nada malo intencionadamente. Nuestro motivo puede haber sido bueno. Pero es posible que hayamos hablado sin pleno conocimiento, con falta de entendimiento o sensibilidad. Puede que nuestros comentarios hayan reflejado un tono de superioridad racial o nacional, o una postura estricta sobre una cuestión sin tener base bíblica. Si se nos hace ver que lo que hemos dicho es solo nuestra opinión y que ha perjudicado a otros hasta el grado de poner en peligro su espiritualidad, ¿reconoceremos nosotros, como Job, que “hablamos sin entendimiento” y nos “retractaremos”? (Job 42:3, 6.)
Confianza en Dios, no en las riquezas
15. ¿Cómo sabemos que Job no confiaba en sus riquezas?
15 Bildad puso en tela de juicio el objeto de la confianza de Job, insinuando que Job había olvidado a Dios y que su confianza no estaba en Él. (Job 8:13, 14.) Pero aunque Job había sido bendecido con muchos bienes materiales, su confianza no estaba puesta en ellos. Su integridad no sufrió en lo más mínimo cuando perdió todos sus bienes. (Job 1:21.) Concluyendo su defensa, Job dijo: “Si he puesto el oro como mi seguridad, o al oro he dicho; ‘¡Tú eres mi confianza!’, si solía regocijarme porque fuera mucha mi propiedad, y porque mi mano hubiera hallado muchas cosas [...] eso también sería un error para la atención de los jueces, porque habría negado al Dios verdadero arriba”. (Job 31:24-28.)
16. a) ¿Qué autoexamen deberíamos hacernos? b) ¿Qué promete Dios para todos aquellos que confían en él?
16 ¿Cuál es nuestro caso? ¿En qué confiamos nosotros... en Jehová, o en los bienes materiales? Si se nos pesara en balanzas exactas, como Job deseó que se hiciera en su caso, ¿nos vería Dios íntegros a este respecto? ¿Consideramos que lo más importante es ofrecerle a Jehová una vida íntegra con la que pueda responder al desafío de Satanás? ¿O estamos particularmente interesados en satisfacer nuestros deseos de placeres y posesiones? ¡Cuánto mejor si imitamos a Job y regocijamos el corazón de Jehová confiando en él, y no nos damos importancia indebida a nosotros mismos ni a los bienes materiales que podamos tener! Si confiamos en Jehová, y ponemos sus intereses en primer lugar, él promete que nunca nos dejará ni abandonará. (Mateo 6:31-33; Hebreos 13:5, 6.)
Moralidad sexual
17. ¿Qué insinuaron los “consoladores” de Job, pero que dijo Job sobre su conducta moral?
17 Los falsos consoladores de Job no le acusaron directamente de inmoralidad sexual, pero insinuaron una y otra vez que era culpable de alguna falta secreta por la que Dios le estaba castigando. Al ser un hombre bien acomodado, “el mayor de todos los orientales”, sin duda Job tuvo oportunidades de cometer inmoralidad sexual. (Job 1:3; 24:15.) Otros siervos de Dios, anteriores y posteriores a Job, sucumbieron ante esta tentación. (Génesis 38:15-23; 2 Samuel 11:1-5.) Job, sin embargo, se defendió de tales insinuaciones, diciendo: “Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen? Si mi corazón se ha dejado seducir hacia una mujer, y me quedé acechando al mismo paso de entrada de mi compañero [...] eso sería conducta relajada, y eso sería un error para la atención de los jueces”. (Job 31:1, 9-11.)
18. ¿Por qué es tan difícil mantener la moralidad sexual, pero por qué seremos felices si la mantenemos?
18 Puede que Satanás no haya tenido ningún otro medio tan eficaz de quebrantar la integridad de los siervos de Dios como la fornicación. (Números, capítulo 25.) ¿Puede usted imitar la integridad de Job resistiendo todo tipo de tentación que lleve a la inmoralidad sexual? Es realmente un desafío, especialmente en este mundo donde la inmoralidad sexual está tan extendida. Pero imagínese poder decir confiadamente, cuando tenga que rendir cuentas, lo que Job expresó: “¡Dios llegará a conocer mi integridad!”. (Job 31:6.)
Lo que puede ayudarnos
19. ¿Qué es fundamental para que podamos mantener integridad?
19 No es fácil imitar la integridad de Job, puesto que Satanás está intentando quebrantar nuestra integridad con la misma fuerza que intentó quebrantar la de Job. Es esencial, por lo tanto, que nos pongamos la armadura completa de Dios. (Efesios 6:10-18.) Esto implica estar interesados en Dios, como lo estuvo Job, siempre conscientes de agradarle en cualquier cosa que hagamos, ya sea a nivel individual o familiar. (Job 1:5.) De modo que el estudio bíblico, la asociación regular con nuestros compañeros creyentes y la declaración pública de nuestra fe son fundamentales. (2 Timoteo 2:15; Hebreos 10:25; Romanos 10:10.)
20. a) ¿Qué esperanza puede sostenernos durante las pruebas? b) ¿Qué recompensa para los que mantienen integridad, mencionada por el salmista, podemos recibir?
20 Pero lo que nos puede sostener especialmente durante la prueba es lo mismo que sostuvo a Job: la confianza de que esta vida no es todo cuanto hay. “Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir?” preguntó Job. Y en respuesta contestó: “Tú llamarás, y yo mismo te responderé”. (Job 14:13-15.) El tener esa misma confianza absoluta de que Jehová resucitará a sus fieles siervos puede ayudarnos también a enfrentarnos a cualquier prueba que Satanás nos imponga. (Hebreos 6:10.) Hace mucho que el salmista bíblico escribió: “En cuanto a mí, a causa de mi integridad me has sostenido, y me colocarás delante de tu rostro hasta tiempo indefinido”. (Salmo 41:12.) ¡Que este sea el futuro feliz de cada uno de nosotros, y que Jehová nos sostenga y guarde para siempre por mantener integridad a él como siervos suyos!
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