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Cuando un familiar enfermaEl secreto de la felicidad familiar
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1, 2. ¿Cómo intentó quebrantar Satanás la integridad de Job valiéndose de la tragedia y la enfermedad?
JOB era un hombre que disfrutaba de una vida familiar feliz. La Biblia lo llama “el más grande de todos los orientales”. Tenía siete hijos y tres hijas, diez en total. También disponía de los medios para mantener holgadamente a su familia. Lo que es más importante, llevaba la delantera en las actividades espirituales y se preocupaba de que sus hijos tuvieran la aprobación de Jehová. Todo ello resultó en unos lazos familiares estrechos y felices. (Job 1:1-5.)
2 La situación de Job no pasó inadvertida a Satanás, el archienemigo de Jehová Dios. Satanás, que busca constantemente maneras de quebrantar la integridad de los siervos de Dios, atacó a Job arruinando a su feliz familia. Luego “hirió a Job con un divieso maligno desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza”. Así utilizó Satanás la tragedia y la enfermedad para quebrantar la integridad de Job. (Job 2:6, 7.)
3. ¿Cuáles eran los síntomas de la enfermedad de Job?
3 La Biblia no da el nombre médico de la enfermedad que padeció Job, aunque sí describe sus síntomas. Su carne se cubrió de cresas, se le formaron costras en la piel y esta se descompuso. Su aliento era repugnante y su cuerpo hedía. El dolor le carcomía. (Job 7:5; 19:17; 30:17, 30.) Job se sentaba sobre cenizas en su agonía, y se rascaba con un fragmento de vasija de barro. (Job 2:8.) ¡Qué lamentable escena!
4. ¿Por qué experiencia pasan todas las familias de vez en cuando?
4 ¿Cómo reaccionaría usted si se viera afligido por una grave enfermedad como aquella? Hoy, Satanás no ataca a los siervos de Dios con enfermedades, como hizo en el caso de Job. De todos modos, debido a la imperfección humana, las presiones de la vida cotidiana y el deterioro del medio ambiente, es de esperar que de vez en cuando algún familiar enferme. A pesar de las medidas preventivas que adoptemos, todos somos susceptibles de padecer enfermedades, aunque pocos suframos tanto como Job. Cuando la enfermedad invade nuestro hogar, puede constituir un verdadero reto. Veamos, pues, cómo nos ayuda la Biblia a enfrentarnos a este enemigo siempre presente de la humanidad. (Eclesiastés 9:11; 2 Timoteo 3:16.)
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Cuando un familiar enfermaEl secreto de la felicidad familiar
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7. ¿Cómo reaccionó la esposa de Job ante su enfermedad, y qué olvidó al parecer?
7 Parece que la esposa de Job pensó de manera similar. Recordemos que ya había perdido a sus hijos. Sin duda, esta sucesión de tragedias la abatió cada vez más. Finalmente, cuando vio a su esposo, antes tan activo y enérgico, afligido por una enfermedad dolorosa y repugnante, parece que perdió de vista el factor fundamental que trascendía a todas las tragedias: la relación que ambos tenían con Dios. La Biblia dice: “Finalmente su esposa le dijo: ‘¿Todavía estás reteniendo firmemente tu integridad? ¡Maldice a Dios, y muere!’”. (Job 2:9.)
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