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Libro bíblico número 18: Job“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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1. ¿Qué significa el nombre de Job, y qué preguntas contesta el libro de Job?
¡UNO de los libros más antiguos de las Escrituras inspiradas! Un libro que se tiene en la más alta estima y del cual se cita a menudo, pero uno que la humanidad no entiende bien. ¿Por qué se escribió este libro, y qué valor tiene para nosotros hoy? La respuesta la indica el significado del nombre de Job: “Objeto de Hostilidad”. Sí, este libro considera dos preguntas importantes: ¿Por qué sufren los inocentes? ¿Por qué permite Dios la iniquidad en la Tierra? Para contestar estas preguntas podemos considerar el registro del sufrimiento de Job y de su gran aguante. Todo se ha puesto por escrito, tal como lo pidió Job. (Job 19:23, 24.)
2. ¿Qué prueba que Job fue una persona de la vida real?
2 Job ha llegado a ser sinónimo de paciencia y aguante.
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Libro bíblico número 18: Job“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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La prueba que experimentó Job fue algo que sucedió mucho después de los días de Abrahán. Fue cuando no había “ninguno como [Job] en la tierra, un hombre sin culpa y recto” (1:8). Parece que este es el período entre la muerte de José (1657 a.E.C.), hombre de fe sobresaliente, y el tiempo en que Moisés emprendió su derrotero de integridad. Job sobresalió en la adoración pura en este período en que Israel estaba contaminado con la adoración demoníaca de Egipto. Además, las prácticas mencionadas en el primer capítulo 1 de Job, y el que Dios aceptara a Job como adorador verdadero, señalan al tiempo de los patriarcas más bien que al período posterior de 1513 a.E.C. en adelante, cuando Dios trató exclusivamente con Israel bajo la Ley.
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Libro bíblico número 18: Job“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Prólogo al libro de Job (1:1-5). Este nos presenta a Job, un hombre “sin culpa y recto, y temeroso de Dios y apartado del mal”. Job es feliz, y tiene siete hijos y tres hijas. Es un terrateniente próspero en sentido material que posee numerosos rebaños y manadas. Tiene muchos siervos y es “el más grande de todos los orientales” (1:1, 3). Sin embargo, no es materialista, pues no cifra su confianza en sus posesiones materiales. También es rico espiritualmente, rico en buenas obras, y siempre está dispuesto a ayudar al que esté sufriendo o en aprietos, o a dar una prenda de vestir al que la necesite (29:12-16; 31:19, 20). Todos lo respetan. Job adora al Dios verdadero, Jehová. Rehúsa inclinarse al Sol, la Luna y las estrellas como lo hacían las naciones paganas, y en vez de eso es fiel a Jehová e íntegro a su Dios, y está en estrecha relación con Él (29:7, 21-25; 31:26, 27; 29:4). Job sirve de sacerdote para su familia; ofrece holocaustos regularmente, por si acaso ellos han pecado.
8. a) ¿Cómo llega Satanás a desafiar la integridad de Job? b) ¿Cómo acepta Jehová el desafío?
8 Satanás desafía a Dios (1:6–2:13). Maravillosamente se descorre la cortina de lo invisible para que podamos ver lo que sucede en los cielos. Se ve a Jehová presidiendo una asamblea de los hijos de Dios. Satanás también se presenta entre ellos. Jehová llama la atención de los presentes a su fiel siervo Job, pero Satanás cuestiona la integridad de Job y presenta la acusación de que Job sirve a Dios por los beneficios materiales que recibe. Si Dios le permite a Satanás quitarle aquellos beneficios, Job se apartará de su integridad. Jehová acepta el desafío, aunque impone a Satanás la restricción de no tocar a Job mismo.
9. a) ¿Qué pruebas severas le sobrevienen a Job? b) ¿Cómo se demuestra que él es íntegro?
9 Al confiado Job empiezan a sobrevenirle muchas calamidades. Incursiones de sabeos y caldeos le quitan sus grandes riquezas. Una tormenta da muerte a sus hijos y sus hijas. Esta prueba severa no logra que Job maldiga a Dios ni se aparte de él. Más bien, él dice: “Continúe siendo bendito el nombre de Jehová” (1:21). Satanás, derrotado y probado mentiroso en cuanto a la acusación que había lanzado, se presenta de nuevo ante Jehová y hace este cargo: “Piel en el interés de piel, y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma” (2:4). Satanás alega que si a él se le permitiera tocar el cuerpo de Job, podría hacer que Job maldijera a Dios en su cara. Con permiso para hacer todo menos quitarle la vida a Job, Satanás hiere a Job de una enfermedad terrible. La carne de Job queda “vestida de cresas y bultos de polvo”, y su cuerpo y su aliento se les hacen hediondos a su esposa y sus parientes (7:5; 19:13-20). Una indicación de que Job no ha violado su integridad es que su esposa le dice: “¿Todavía estás reteniendo firmemente tu integridad? ¡Maldice a Dios, y muere!”. Job la reprende y no ‘peca con sus labios’ (2:9, 10).
10. ¿Qué ‘consuelo’ silencioso suministra Satanás?
10 Satanás levanta ahora a tres compañeros que vienen a ‘consolar’ a Job. Son Elifaz, Bildad y Zofar. De lejos no reconocen a Job, pero luego proceden a alzar la voz y llorar y a aventar polvo sobre sus cabezas. Después se sientan en la tierra ante él sin decir ni una palabra. Tras siete días y noches de este ‘consuelo’ silencioso, Job finalmente rompe el silencio; abre un debate extenso con sus supuestos condolientes (2:11).
11-13. ¿Cómo empieza Job el debate, qué acusación hace Elifaz, y cuál es la respuesta vigorosa de Job?
11 El debate: primer encuentro (3:1–14:22). Desde este punto en adelante, el drama se desarrolla en sublime poesía hebrea. Job invoca el mal sobre el día de su nacimiento y se pregunta por qué le ha permitido Dios seguir viviendo.
12 En respuesta, Elifaz acusa a Job de no ser íntegro. Los rectos nunca han perecido, declara. Recuerda una visión nocturna en la que una voz le dijo que Dios no tiene fe en sus siervos, especialmente en los que son de simple barro, el polvo de la tierra. Indica que el sufrimiento de Job es disciplina procedente del Dios Todopoderoso.
13 Job responde vigorosamente a Elifaz. Su clamor es como el de cualquier criatura que estuviera experimentando persecución y angustia. La muerte sería un alivio. Regaña a sus compañeros por conspirar contra él, y dice como objeción: “Instrúyanme, y yo, por mi parte, callaré; y háganme entender la equivocación que he cometido” (6:24). Job contiende por su propia justicia ante Dios, “el Observador de la humanidad” (7:20).
14, 15. ¿Qué argumento presenta Bildad, y por qué teme Job que va a perder la causa judicial que tiene con Dios?
14 Ahora Bildad presenta su argumento y da a entender que los hijos de Job han pecado y que Job mismo no es recto; de lo contrario, Dios le prestaría atención. Da a Job la instrucción de mirar como guía a las generaciones anteriores y a las cosas que investigaron los antepasados de ellos.
15 Job responde, y sostiene que Dios no es injusto. Tampoco tiene Dios que dar explicaciones al hombre, porque Él está “haciendo inescrutables cosas grandes, y cosas maravillosas sin número” (9:10). Job no puede vencer a Jehová como adversario judicial. Lo único que puede hacer es suplicar el favor de Dios. No obstante, ¿hay provecho alguno en procurar hacer lo correcto? “A uno sin culpa, también a un inicuo, él los acaba” (9:22). No hay juicio justo en la Tierra. Job teme que va a perder su causa judicial aun ante Dios. Necesita un mediador. Pregunta por qué se le juzga, e implora a Dios que recuerde que él está hecho “del barro” (10:9). Aprecia las bondades que Dios le ha mostrado en el pasado, pero dice que Dios solo se sentirá mucho más irritado si él arguye, aunque tenga la razón. ¡Si tan solo pudiera expirar!
16, 17. a) Seguro de sí mismo, ¿qué consejo da Zofar? b) ¿Cómo evalúa Job a sus “consoladores”, y qué confianza firme expresa?
16 Zofar entra ahora en el debate. Esta es la sustancia de lo que dice: ¿Somos niños, para escuchar habla vacía? Tú dices que realmente eres limpio, pero si Dios tan solo hablara, revelaría tu culpa. Le pregunta a Job: “¿Puedes sondear las cosas profundas de Dios?” (11:7). Aconseja a Job que abandone las prácticas perjudiciales, porque las bendiciones vendrán a los que hacen eso, mientras que “los ojos mismos de los inicuos fallarán” (11:20).
17 Job exclama con marcado sarcasmo: “¡De hecho ustedes son el pueblo, y con ustedes morirá la sabiduría!” (12:2). Quizás él sea un hazmerreír, pero no es inferior. Si sus compañeros miraran a las creaciones de Dios, hasta estas les enseñarían algo. La fuerza y la sabiduría práctica son de Dios, quien controla todas las cosas, aun “haciendo que las naciones se hagan grandes, para destruirlas” (12:23). Job se deleita en argüir su causa ante Dios, pero en cuanto a sus tres “consoladores”... “ustedes son embarradores de falsedad; todos ustedes son médicos de ningún valor” (13:4). ¡Manifestarían sabiduría si se quedaran callados! Job confía en lo justa que es su causa y pide a Dios que le oiga. Cambia a la idea de que “el hombre, nacido de mujer, es de vida corta y está harto de agitación” (14:1). El hombre pasa pronto, como una flor o una sombra. Del inmundo no se puede producir a nadie limpio. Al orar a Dios que lo mantenga secreto en el Seol hasta que Su cólera se vuelva atrás, Job pregunta: “Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir?”. Como respuesta, expresa esta esperanza firme: “Esperaré, hasta que llegue mi relevo” (14:13, 14).
18, 19. a) ¿Con qué burla empieza Elifaz el segundo encuentro del debate? b) ¿Cómo considera Job el ‘consuelo’ de sus compañeros, y por qué acude a Jehová?
18 El debate: segundo encuentro (15:1–21:34). Al empezar el segundo debate, Elifaz se burla del conocimiento de Job y dice que Job ha ‘llenado su vientre del viento del este’ (15:2). De nuevo menosprecia la afirmación de Job de que es íntegro, pues sostiene que ni el hombre mortal ni los santos en los cielos pueden tener fe a los ojos de Jehová. Acusa indirectamente a Job de tratar de mostrarse superior a Dios y de practicar apostasía, soborno y engaño.
19 Job replica que sus compañeros son ‘consoladores molestos con palabras llenas de viento’ (16:2, 3). Si ellos estuvieran en la situación en que él se halla, Job no los insultaría. Su gran deseo es que se le justifique, y acude a Jehová, quien sabe lo que él ha hecho y decidirá su causa. Job no encuentra sabiduría en sus compañeros. Ellos eliminan toda esperanza. Su ‘consuelo’ es como decir que la noche es día. La única esperanza es ‘descender al Seol’ (17:15, 16).
20, 21. ¿Qué disgusto manifiesta Bildad, de qué se queja Job, y en qué confía Job?
20 La discusión se acalora. Bildad ahora se encona, porque piensa que Job ha comparado a sus amigos con bestias sin entendimiento. Le pregunta a Job: ‘¿Acaso será abandonada la tierra por tu causa?’ (18:4). Advierte que Job caerá en un lazo terrible, para que otros escarmienten. Job no tendrá descendencia que le sobreviva.
21 Job contesta: “¿Hasta cuándo seguirán ustedes irritando mi alma y seguirán aplastándome con palabras?” (19:2). Ha perdido a su familia y amigos, su esposa y su casa le han vuelto la espalda, y él mismo ha escapado sólo ‘con la piel de sus dientes’ (19:20). Confía en que aparecerá un redentor que zanjará la cuestión a su favor, de modo que por fin Job ‘contemplará a Dios’ (19:25, 26).
22, 23. a) ¿Por qué se siente herido Zofar, y qué dice acerca de los supuestos pecados de Job? b) ¿Con qué argumento aplastante responde Job?
22 Zofar, al igual que Bildad, se siente herido por tener que escuchar la “insultante exhortación” de Job (20:3). Repite que los pecados de Job lo han alcanzado. Los inicuos siempre reciben castigo de Dios, y no tienen descanso, dice Zofar, aun mientras disfrutan de prosperidad.
23 Job responde con un argumento aplastante: Si Dios siempre castiga así a los inicuos, ¿a qué se debe que los inicuos siguen con vida, envejecen, se hacen superiores en riquezas? Pasan sus días divirtiéndose. ¿Cuán a menudo les sobreviene el desastre? Él muestra que el rico y el pobre mueren de la misma manera. De hecho, a menudo el inicuo muere “libre de cuidado y con desahogo”, mientras que el justo quizás muera “con un alma amarga” (21:23, 25).
24, 25. a) Pagado de su propia justicia, ¿qué mentira y calumnia presenta Elifaz contra Job? b) ¿Cómo refuta Job lo que se ha dicho, y qué desafío presenta?
24 El debate: tercer encuentro (22:1–25:6). Elifaz vuelve al ataque fieramente y se mofa de que Job alegue que no tiene culpa ante el Todopoderoso. Calumnia falsamente a Job al afirmar que él es malo, ha explotado a los pobres, ha retenido de los hambrientos el pan, y ha maltratado a viudas y huérfanos de padre. Elifaz dice que la vida privada de Job no es tan pura como él alega, y que esto explica la mala situación de Job. Pero “si te vuelves al Todopoderoso”, salmodia Elifaz, “él te oirá” (22:23, 27).
25 En respuesta Job refuta la acusación infame de Elifaz diciendo que desea una audiencia ante Dios, quien conoce su derrotero de justicia. Hay quienes oprimen al huérfano de padre, a la viuda y al pobre, y asesinan, roban y cometen adulterio. Quizás parezca que prosperan por un poco de tiempo, pero recibirán su merecido. Quedarán reducidos a nada. “Así pues, realmente, ¿quién me desmentirá[?]”, desafía Job (24:25).
26. ¿Qué más dicen Bildad y Zofar?
26 Bildad replica brevemente a lo que ha oído e insiste en su argumento de que ningún hombre puede estar limpio ante Dios. Zofar no participa en este tercer encuentro. No tiene nada que decir.
27. ¿Cómo ensalza Job ahora la grandeza del Todopoderoso?
27 Argumento final de Job (26:1–31:40). En una disertación final, Job hace callar por completo a sus compañeros (32:12, 15, 16). Dice con mucho sarcasmo: “¡Oh, de cuánta ayuda has sido a uno falto de poder! [...] ¡Cuánto has aconsejado a uno que carece de sabiduría!” (26:2, 3). No obstante, nada, ni siquiera el Seol, puede ocultar de la vista de Dios lo que sucede. Job describe la sabiduría de Dios manifiesta en el espacio exterior, la Tierra, las nubes, el mar y el viento... todo lo cual el hombre ha observado. Estos son tan solo los bordes de los caminos del Todopoderoso. Son apenas un susurro de la grandeza del Todopoderoso.
28. ¿Qué declaración franca hace Job respecto a guardar integridad?
28 Convencido de su inocencia, Job declara: “¡Hasta que expire no quitaré de mí mi integridad!” (27:5). No, Job no ha hecho nada para merecer lo que le ha sobrevenido. Contrario a las acusaciones que ellos hacen, Dios recompensará la integridad encargándose de que las cosas que almacenen los inicuos durante su prosperidad sean heredadas por los justos.
29. ¿Cómo describe Job la sabiduría?
29 El hombre sabe de dónde vienen los tesoros de la tierra (plata, oro, cobre), “pero la sabiduría misma... ¿de dónde viene[?]” (28:20). La ha buscado entre los vivientes; ha mirado en el mar; no se puede comprar con oro ni plata. Dios es quien entiende la sabiduría. Su vista alcanza hasta los cabos de la Tierra y los cielos, y él reparte el viento y las aguas, y controla la lluvia y los nubarrones de tempestad. Job concluye: “¡Mira! El temor de Jehová... eso es sabiduría, y apartarse del mal es entendimiento” (28:28).
30. ¿Qué restauración desea Job, pero en qué situación se halla?
30 El afligido Job presenta entonces la historia de su vida. Desea que se le devuelva a su estado anterior de intimidad con Dios, cuando lo respetaban hasta los caudillos del pueblo. Libraba a los afligidos y era ojos para los ciegos. Su consejo era bueno, y la gente esperaba sus palabras. Pero ahora, en vez de tener una posición honorable, es objeto de la risa de hasta los más jóvenes en días, cuyos padres ni siquiera merecían estar con los perros del rebaño de Job. Escupen contra él y se le oponen. Ahora, durante su mayor aflicción, no le dan descanso.
31. ¿En el juicio de quién expresa Job confianza, y qué dice en cuanto al registro verdadero de su vida?
31 Job se describe a sí mismo como un hombre dedicado a Dios, y pide que Jehová lo juzgue. “Él me pesará en balanza exacta, y Dios llegará a conocer mi integridad” (31:6). Job defiende sus acciones del pasado. No ha sido adúltero ni ha maquinado contra otros. No ha descuidado el ayudar al necesitado. No ha confiado en la riqueza material, aunque era rico. No ha adorado al Sol, la Luna ni las estrellas, porque “eso también sería un error para la atención de los jueces, porque habría negado al Dios verdadero que está arriba” (31:28). Job invita a su adversario judicial a presentar acusaciones contra el verdadero registro de su vida.
32. a) ¿Quién habla ahora? b) ¿Por qué se enciende la cólera de Elihú contra Job y sus compañeros, y qué lo compele a hablar?
32 Elihú habla (32:1–37:24). Mientras tanto, Elihú, descendiente de Buz, hijo de Nacor, y por eso pariente lejano de Abrahán, ha estado escuchando el debate. Ha esperado porque cree que los de mayor edad deben tener mayor conocimiento. Sin embargo, no es la edad, sino el espíritu de Dios lo que da entendimiento. La cólera de Elihú se enciende porque Job ‘declara justa su propia alma más bien que a Dios’, pero se enardece más aún contra los tres compañeros de Job por su lamentable falta de sabiduría al pronunciar inicuo a Dios. Elihú ha “llegado a estar lleno de palabras”, y el espíritu de Dios lo compele a darles salida, pero sin ser parcial ni ‘otorgar títulos al hombre terrestre’. (Job 32:2, 3, 18-22; Gén. 22:20, 21.)
33. ¿En qué ha errado Job, pero cómo lo favorece Dios?
33 Elihú habla con sinceridad y reconoce que Dios es su Creador. Señala que a Job le ha preocupado más su propia vindicación que la de Dios. No era necesario que Dios respondiera a todas las palabras de Job, como si tuviera que justificar Sus acciones; sin embargo, Job había contendido contra Dios. No obstante, al acercarse a la muerte el alma de Job, Dios lo favorece con un mensajero y dice: “¡Líbralo de bajar al hoyo! ¡He hallado un rescate! Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil”. (Job 33:24, 25.) ¡El justo será restaurado!
34. a) ¿Qué otras cosas censura Elihú? b) En vez de engrandecer su propia justicia, ¿qué debe hacer Job?
34 Elihú pide a los sabios que escuchen. Censura a Job por decir que no es provechoso ser íntegro: “¡Lejos sea del Dios verdadero el obrar inicuamente, y del Todopoderoso el obrar injustamente! Porque según la manera como el hombre terrestre obre él le recompensará” (34:10, 11). Él puede quitar el aliento de vida, y toda carne expira. Dios juzga sin parcialidad. Job ha hecho demasiado hincapié en su propia justicia. Ha sido impetuoso, aunque no deliberadamente, sino “sin conocimiento”; y Dios ha tenido gran paciencia con él (34:35). Hay que decir más en vindicación de Dios. Él no apartará sus ojos de los justos, pero los censurará. “No conservará vivo a ningún inicuo, pero dará el juicio de los afligidos” (36:6). Dado que Dios es el Instructor supremo, Job debe engrandecer Su actividad.
35. a) ¿A qué debe dar atención Job? b) ¿A quiénes mostrará favor Jehová?
35 Rodeado del impresionante ambiente de una tempestad en formación, Elihú habla de las grandes obras de Dios y de su dominio de las fuerzas naturales. Dice a Job: “Deténte y muéstrate atento a las maravillosas obras de Dios” (37:14). Considera el dorado resplandor y la dignidad inspiradora de temor de Dios, que están más allá de lo que puede sondear el hombre. Dios “es sublime en poder, y el derecho y la abundancia de justicia él no menosprecia”. Sí, Jehová considerará a los que le temen, no a los que son “sabios en su propio corazón” (37:23, 24).
36. ¿Qué lección práctica y qué serie de preguntas usa ahora Jehová mismo para enseñar a Job?
36 Jehová responde a Job (38:1–42:6). Job le había pedido a Dios que le hablara. Ahora Jehová responde majestuosamente desde la tempestad de viento. Hace a Job una serie de preguntas que son en sí una lección práctica sobre la insignificancia del hombre y la grandeza de Dios. “¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? [...] [¿]Quién colocó su piedra angular, cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso?” (38:4, 6, 7). ¡Aquello había sucedido mucho antes del tiempo de Job! Job se ve ante preguntas —una tras otra— que no puede contestar, cuando Jehová señala al mar de la Tierra, a las nubes con que lo viste, al alba, a las puertas de la muerte, a la luz y la oscuridad. “¿Has llegado a saber, porque en aquel tiempo nacías, y porque en cuanto a número tus días son muchos?” (38:21). Y ¿qué hay de los almacenes de la nieve y del granizo, la tempestad y la lluvia y las gotas del rocío, el hielo y la escarcha, las enormes constelaciones celestes, los relámpagos y las capas de las nubes, y las bestias y los pájaros?
37. ¿Qué otras preguntas hacen que Job se humille, y qué se siente obligado a admitir y hacer?
37 Job admite humildemente: “¡Mira! He llegado a ser de poca importancia. ¿Qué te responderé? Mi mano he puesto sobre mi boca” (40:4). Jehová manda a Job que se encare a la cuestión. Plantea otra serie de preguntas desafiadoras que ensalzan Su dignidad, superioridad y fortaleza, como se manifiestan en sus creaciones naturales. ¡Aun Behemot y Leviatán son mucho más poderosos que Job! Job, completamente humillado, reconoce que su punto de vista ha sido incorrecto y admite que ha hablado sin conocimiento. Ahora que ha visto a Dios —no de oídas, sino con entendimiento—, se retracta y se arrepiente “en polvo y ceniza” (42:6).
38. a) ¿Cómo termina Jehová de tratar con Elifaz y sus compañeros? b) ¿Qué favor y bendición confiere a Job?
38 El juicio y la bendición de Jehová (42:7-17). Jehová entonces acusa a Elifaz y sus dos compañeros de no hablar lo verídico acerca de Él. Ellos tienen que proveer sacrificios y pedir a Job que ore por ellos. Después de eso Jehová vuelve atrás la condición de cautiverio de Job y lo bendice en cantidad doble. Los hermanos y hermanas y amigos anteriores de Job vuelven a él con regalos, y Job es bendecido con el doble de las ovejas, los camellos, las reses vacunas y las asnas que tenía antes. Job tiene de nuevo diez hijos, y sus tres hijas son las mujeres más bellas de todo el país. Milagrosamente se añaden a su vida 140 años, de modo que Job llega a ver cuatro generaciones de sus descendientes. Muere “viejo y satisfecho de días” (42:17).
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Libro bíblico número 18: Job“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Sin embargo, recordamos más a Job porque fue íntegro y aguantó con paciencia, y así dio un ejemplo que ha sido un baluarte edificador de la fe para los siervos de Dios a través de las edades, y especialmente en estos tiempos en que la fe está bajo ataque. “Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso.” (Sant. 5:11).
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