-
El día de Jehová está cercaLa Atalaya 1998 | 1 de mayo
-
-
“Viene el día de Jehová”
16. ¿Por qué debían agitarse “los habitantes de la tierra”?
16 Escuchemos lo que ordena Dios: “Toquen un cuerno en Sión, y den un grito de guerra en mi santa montaña. Que todos los habitantes de la tierra se agiten” (Joel 2:1). ¿Por qué esa reacción? La profecía da la respuesta: “¡Porque viene el día de Jehová, porque está cerca! Es día de oscuridad y tenebrosidad, día de nubes y densas tinieblas, como luz del alba extendida sobre las montañas” (Joel 2:1, 2). El gran día de Jehová es, sin duda, muy apremiante.
17. ¿Cómo se vieron afectados la tierra y el pueblo de Judá por la plaga de langostas?
17 Imaginémonos el impacto de la visión profética a medida que las implacables langostas tornan en un yermo desolado todo un Edén. Escuchemos la descripción del ejército de langostas: “Su apariencia es como la apariencia de caballos, y como corceles es la manera como siguen corriendo. Como con el sonido de carros sobre las cimas de las montañas siguen brincando, como con el sonido de un fuego llameante que devora rastrojo. Es como un pueblo poderoso, formado en orden de batalla. Debido a él, los pueblos estarán con fuertes dolores. En cuanto a todos los rostros, ciertamente recogerán un fulgor de excitación” (Joel 2:4-6). Durante la plaga de langostas de la época de Joel, los adoradores de Baal se sumieron en la angustia y sus rostros reflejaron la ansiedad que los embargaba.
18, 19. ¿Cómo se parece a una plaga de langostas la actividad del pueblo de Dios en la actualidad?
18 Nada detenía a las metódicas e incansables langostas. Corrían “como hombres poderosos” y hasta escalaban muros. Si ‘alguna caía entre los proyectiles, las demás no se apartaban de su derrotero’ (Joel 2:7, 8). ¡Con cuánta viveza describe esta profecía al actual ejército de langostas simbólicas! Hoy día, el ejército de langostas de Jehová también marcha siempre adelante. No las detiene ningún “muro” de oposición. En vez de transigir en su integridad para con Dios, están dispuestas a morir, como los miles de Testigos que ‘cayeron entre los proyectiles’ por negarse a aclamar a Hitler durante el régimen nazi de Alemania.
19 El actual ejército de langostas da un testimonio exhaustivo en “la ciudad” de la cristiandad (Joel 2:9). Lo hace en el mundo entero. Aún vence todos los obstáculos, entra en millones de hogares, aborda a las personas en las calles, habla con ellas por teléfono y se pone en contacto con ellas por todo medio posible al declarar el mensaje de Jehová. En efecto, ha distribuido miles de millones de publicaciones bíblicas, y distribuirá muchísimas más en su incesante ministerio, que se efectúa públicamente y de casa en casa (Hechos 20:20, 21).
20. ¿Quién apoya a las langostas actuales, y con qué resultados?
20 Joel 2:10 indica que un enorme enjambre de langostas es semejante a una nube capaz de tapar la luz del sol, la luna y las estrellas (compárese con Isaías 60:8). ¿Hay alguna duda de quién está tras esta fuerza militar? Por encima del estruendo de los insectos, escuchamos las siguientes palabras de Joel 2:11: “Jehová mismo ciertamente dará su voz delante de su fuerza militar, porque su campamento es muy numeroso. Porque el que ejecuta su palabra es poderoso; porque el día de Jehová es grande y muy inspirador de temor, ¿y quién puede sostenerse bajo él?”. Efectivamente, es Jehová Dios quien envía hoy su fuerza militar de langostas, antes de su gran día.
“Jehová no es lento”
21. ¿Qué pasará cuando ‘el día de Jehová venga como ladrón’?
21 Al igual que Joel, el apóstol Pedro habló del gran día de Jehová. Escribió: “El día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes, serán disueltos, y la tierra y las obras que hay en ella serán descubiertas” (2 Pedro 3:10). Bajo el influjo de Satanás el Diablo, los “cielos”, constituidos por los gobiernos malvados, dominan la “tierra”, que representa a la humanidad alejada de Dios (Efesios 6:12; 1 Juan 5:19). Los cielos y la tierra de carácter simbólico no sobrevivirán al calor de la cólera divina durante el gran día de Jehová, sino que los sustituirán “nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar” (2 Pedro 3:13).
22, 23. a) ¿Cuál debe ser nuestra reacción ante la misericordiosa manifestación de paciencia de Jehová? b) ¿Cómo debemos reaccionar ante la cercanía del día de Jehová?
22 Las distracciones actuales y las pruebas a las que se somete nuestra fe, pudieran hacernos olvidar la urgencia del tiempo en que vivimos. Sin embargo, las langostas simbólicas avanzan sin cesar, y muchas personas responden al mensaje del Reino. Es cierto que Dios ha permitido tiempo para ello, pero no debemos confundir su paciencia con lentitud. “Jehová no es lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la lentitud, pero es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9.)
23 Mientras aguardamos el gran día de Jehová, tomemos muy en serio las palabras de Pedro consignadas en 2 Pedro 3:11, 12: “Puesto que todas estas cosas así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa, esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, por el cual los cielos, estando encendidos, serán disueltos, y los elementos, estando intensamente calientes, se derretirán!”. Entre estos actos y hechos figura, sin duda alguna, el que nos mantengamos al paso del ejército de langostas de Jehová participando de forma significativa y regular en la predicación de las buenas nuevas del Reino antes de que llegue el fin (Marcos 13:10).
24, 25. a) ¿Cómo responde usted al privilegio de tomar parte en la obra del ejército de langostas de Jehová? b) ¿Qué importante pregunta plantea Joel?
24 El ejército de langostas de Dios no detendrá su labor hasta que estalle el día de Jehová, grande e inspirador de temor. La mismísima existencia de esta fuerza imparable de langostas es una prueba destacada de que el día de Jehová está cerca. ¿Verdad que nos sentimos dichosos de servir junto con las langostas ungidas de Dios y sus compañeros en el ataque final previo al día de Jehová, grande e inspirador de temor?
25 ¡Qué grande será el día de Jehová! No es de extrañar que se plantee la pregunta: “[¿]Quién puede sostenerse bajo él?” (Joel 2:11). Esta pregunta y muchas otras se comentarán en los próximos dos artículos.
-
-
¿Quién “escapará salvo”?La Atalaya 1998 | 1 de mayo
-
-
¿Quién “escapará salvo”?
“Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo.” (HECHOS 2:21.)
1. ¿Por qué fue el Pentecostés de 33 E.C. un día clave en la historia universal?
EL Pentecostés del año 33 E.C. fue un día clave en la historia universal. ¿Por qué? Porque entonces tuvo lugar el nacimiento de una nueva nación. No era muy grande al principio, pues constaba únicamente de 120 discípulos de Jesús reunidos en un aposento alto de Jerusalén. Pero hoy, cuando han quedado en el olvido la mayoría de las naciones de entonces, aún sigue en existencia la que nació en aquel aposento alto. Este es un hecho importantísimo para todos nosotros, pues Dios designó a esta nación como su testigo ante la humanidad.
2. ¿Qué acontecimientos milagrosos señalaron el nacimiento de la nueva nación?
2 Cuando surgió aquella nueva nación, tuvieron lugar acontecimientos importantes que cumplieron las palabras proféticas de Joel. Leemos de ellos en Hechos 2:2-4: “De repente ocurrió desde el cielo un ruido exactamente como el de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa en la cual estaban sentados. Y lenguas como de fuego se les hicieron visibles y fueron distribuidas en derredor, y una se asentó sobre cada uno de ellos, y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse”. De ese modo, aquellos 120 hombres y mujeres fieles pasaron a ser una nación espiritual, los primeros integrantes de lo que el apóstol Pablo denominó después “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16).
3. ¿Qué profecía de Joel se cumplió en Pentecostés de 33 E.C.?
3 Cuando el gentío acudió para averiguar qué era aquella “brisa impetuosa y fuerte”, el apóstol Pedro explicó que se cumplía una profecía de Joel. ¿Cuál? Pues bien, escuchemos lo que dijo: “[‘]En los últimos días —dice Dios— derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños; y aun sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré algo de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán. Y daré portentos presagiosos en el cielo arriba y señales en la tierra abajo, sangre y fuego y neblina de humo; el sol será convertido en oscuridad y la luna en sangre antes que llegue el grande e ilustre día de Jehová. Y todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo’” (Hechos 2:17-21). El pasaje que citó Pedro se encuentra en Joel 2:28-32, cuyo cumplimiento indicaba que se les acababa el tiempo a los judíos. Se aproximaba “el grande e ilustre día de Jehová”, período en el que se ajustarían las cuentas con el Israel infiel. Ahora bien, ¿quién se salvaría o escaparía salvo? Y ¿qué prefiguró aquello?
Dos cumplimientos de la profecía
4, 5. En vista de los sucesos que se avecinaban, ¿qué consejo dio Pedro, y por qué fue aplicable ese consejo después de sus días?
4 En los años posteriores a 33 E.C. floreció el Israel espiritual de Dios, pero no el Israel natural. En 66 E.C., este Israel estaba en guerra con Roma, y en 70 casi había desaparecido, con Jerusalén y su templo arrasados por el fuego. En Pentecostés de 33 E.C., Pedro dio un magnífico consejo en vista de la catástrofe que se avecinaba. Una vez más citó de Joel y dijo: “Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”. Todo judío tenía que decidir por sí mismo si iba a invocar el nombre de Jehová o no, lo cual incluía obedecer las instrucciones que agregó Pedro: “Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados” (Hechos 2:38). Los que escuchaban a Pedro tenían que aceptar a Jesús como el Mesías, a quien la nación de Israel había rechazado.
5 Aunque aquella profecía de Joel tuvo gran repercusión en la gente mansa del siglo primero, su impacto es aún mayor hoy, pues los sucesos del siglo XX indican que ha tenido un segundo cumplimiento. Veamos cómo.
6. ¿Cómo empezó a hacerse patente la identidad del Israel de Dios al acercarse 1914?
6 Tras la muerte de los apóstoles, el Israel de Dios quedó oculto entre la mala hierba del cristianismo falso. Pero durante el tiempo del fin, que se inició en 1914, volvió a ser patente la identidad de la nación espiritual. Todo ello en cumplimiento de la parábola de Jesús del trigo y la mala hierba (Mateo 13:24-30, 36-43). Al acercarse 1914, los cristianos ungidos empezaron a separarse de la infiel cristiandad, rechazando con valor sus doctrinas falsas y predicando el fin venidero de “los tiempos señalados de las naciones” (Lucas 21:24). Pero la I Guerra Mundial, que estalló en 1914, suscitó cuestiones para las que no estaban preparados. Sometidos a intensas presiones, muchos aminoraron el paso y algunos transigieron. Para 1918 casi había cesado la predicación.
7. a) ¿Qué suceso parecido al de Pentecostés de 33 E.C. tuvo lugar en 1919? b) ¿Qué efecto tuvo el derramamiento del espíritu de Dios sobre Sus siervos a partir de 1919?
7 Pero no por mucho tiempo. En 1919 Jehová comenzó a derramar su espíritu sobre su pueblo de una forma que recordaba lo ocurrido en Pentecostés de 33 E.C. Claro, en 1919 no hubo dones de lenguas ni una brisa impetuosa y fuerte, pues, como vemos por las palabras de Pablo en 1 Corintios 13:8, la época de los milagros ya había pasado. No obstante, el espíritu de Dios se evidenció claramente en 1919, cuando se dio nuevos bríos a los cristianos fieles en la asamblea de Cedar Point (Ohio, E.U.A.) y estos reemprendieron la obra de predicar las buenas nuevas del Reino. En 1922 regresaron a Cedar Point, donde los entusiasmó el llamamiento: “Anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino”. Como en el siglo primero, el mundo no pudo menos que observar los efectos del derramamiento del espíritu de Dios. Todos los cristianos dedicados —hombres y mujeres, viejos y jóvenes— se pusieron a ‘profetizar’, o sea, a declarar “las cosas magníficas de Dios” (Hechos 2:11). Como Pedro, exhortaron a los mansos: “Sálvense de esta generación torcida” (Hechos 2:40). ¿Cómo podían seguir este consejo las personas receptivas? Haciendo caso de las palabras del profeta recogidas en Joel 2:32: “Todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo”.
8. ¿Qué progreso se ha visto respecto al Israel de Dios desde 1919?
8 Desde aquellos primeros años, los asuntos del Israel de Dios han prosperado. La obra de sellar a los ungidos parece estar muy adelantada, y desde los años treinta ha entrado en escena una gran muchedumbre de personas mansas que esperan vivir en la Tierra (Revelación 7:3, 9). Todos entienden la urgencia de los tiempos, pues el segundo cumplimiento de Joel 2:28, 29 indica que está próximo un día de Jehová aún más grande e inspirador de temor, un día en el que se destruirá el sistema religioso, político y comercial de todo el mundo. Tenemos buenas razones para ‘invocar el nombre de Jehová’ con fe absoluta en que nos librará.
¿Cómo invocamos el nombre de Jehová?
9. ¿Cuáles son algunas de las cosas que implica invocar el nombre de Jehová?
9 ¿Qué implica invocar el nombre de Jehová? El contexto de Joel 2:28, 29 nos permite contestar la pregunta. Por ejemplo, Jehová no escucha a todos cuantos lo invocan. Mediante otro profeta, Isaías, Jehová dijo a Israel: “Cuando ustedes extienden las palmas de las manos, escondo de ustedes los ojos. Aunque hagan muchas oraciones, no escucho”. ¿Por qué rehusaba escuchar a su propia nación? Él mismo lo explica: “Sus mismas manos se han llenado de derramamiento de sangre” (Isaías 1:15). Jehová no escuchará a los culpables de derramamiento de sangre ni a los que practican el pecado. Por eso Pedro dijo a los judíos en Pentecostés que se arrepintieran. En el contexto de Joel 2:28, 29, vemos que Joel también recalca el arrepentimiento. Por ejemplo, en Joel 2:12, 13 leemos: “‘Y ahora también —la expresión de Jehová es— vuelvan a mí con todo su corazón, y con ayuno y con lloro y con plañido. Y rasguen su corazón, y no sus prendas de vestir; y vuelvan a Jehová su Dios, porque él es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa’”. Desde 1919, los cristianos ungidos han actuado conforme a estas palabras. Se arrepintieron de sus errores y se resolvieron a no volver a transigir ni a aminorar la marcha. Así abrieron el camino para que se derramara el espíritu de Dios. Toda persona que desee que Jehová la escuche cuando invoque su nombre debe hacer lo mismo.
10. a) ¿Qué es arrepentimiento verdadero? b) ¿Cómo reacciona Jehová ante el arrepentimiento verdadero?
10 Recordemos que el arrepentimiento verdadero no se limita a pedir disculpas. Los israelitas se rasgaban las vestiduras para mostrar la intensidad de sus sentimientos. Pero Jehová dice: “Rasguen su corazón, y no sus prendas de vestir”. El auténtico arrepentimiento viene del corazón, de lo más hondo del ser. Conlleva repudiar el mal, como indica Isaías 55:7: “Deje el inicuo su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová”. Implica odiar el pecado, como hizo Jesús (Hebreos 1:9). Luego confiamos en que Jehová nos perdone en virtud del sacrificio redentor, pues Jehová es “benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa”. Aceptará nuestra adoración, la ofrenda de grano y la libación espirituales. Nos escuchará cuando invoquemos su nombre (Joel 2:14).
11. ¿Qué lugar debe tener la adoración verdadera en nuestra vida?
11 En el Sermón del Monte, Jesús indicó algo más que debemos tener presente, al decir: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios” (Mateo 6:33). No debemos tomar a la ligera la adoración a Dios, verla como un formulismo con el que calmamos la conciencia. El servicio que damos a Dios merece el primer lugar en nuestra vida. Por ello, Jehová sigue diciendo por boca de Joel: “Toquen un cuerno en Sión. [...] Reúnan al pueblo. Santifiquen una congregación. Junten a los viejos. Reúnan a los niños y a los que maman los pechos. Que salga el novio de su cuarto interior, y la novia de su cámara nupcial” (Joel 2:15, 16). Es natural que los recién casados estén distraídos y solo tengan ojos el uno para el otro. Pero hasta para ellos debe venir primero el servicio a Jehová. Nada es más importante que el que se nos reúna para adorar a Dios e invocar su nombre.
12. ¿Qué potencial de crecimiento revela el informe de la Conmemoración del año pasado?
12 Con estas ideas presentes, analicemos una de las estadísticas del Informe de los testigos de Jehová del año de servicio de 1997. El año pasado tuvimos un máximo de 5.599.931 publicadores del Reino, verdaderamente una gran muchedumbre de alabadores. La asistencia a la Conmemoración fue de 14.322.226 personas, una cantidad que sobrepasa en ocho millones y medio la de publicadores. Esa cifra revela un magnífico potencial de crecimiento. Muchos de esos ocho millones y medio eran personas interesadas en la verdad o hijos de padres bautizados que ya estaban estudiando la Biblia con los testigos de Jehová. Buena parte de ellos asistían a una reunión por primera vez. Su presencia dio a los testigos de Jehová una magnífica oportunidad de conocerlos mejor y ofrecerles ayuda para que siguieran progresando. También estuvieron los que asisten a la Conmemoración todos los años y puede que a algunas otras reuniones, pero que no progresan más. Aunque, por supuesto, estamos muy contentos de que asistan a las reuniones, los instamos a meditar cuidadosamente en las expresiones proféticas de Joel y a pensar en qué otros pasos deben dar para asegurarse de que Jehová los escuche cuando invoquen su nombre.
13. Si ya invocamos el nombre de Jehová, ¿qué obligación tenemos para con el prójimo?
13 El apóstol Pablo subrayó otro aspecto implicado en invocar el nombre de Dios. En su carta a los Romanos, citó de las profecías de Joel: “Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”. Y luego razonó: “¿Cómo invocarán a aquel en quien no han puesto fe? ¿Cómo, a su vez, pondrán fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, a su vez, oirán sin alguien que predique?” (Romanos 10:13, 14). En efecto, muchas otras personas que no han llegado a conocer a Jehová hasta el presente tienen que invocar su nombre. Quienes ya conocen a Jehová no solo tienen la obligación de predicarles, sino también de ir a ayudarles a hacerlo.
Un paraíso espiritual
14, 15. ¿De qué bendiciones paradisíacas disfruta el pueblo de Jehová debido a que invoca su nombre de un modo que a él le agrada?
14 Así ven las cosas tanto los ungidos como las otras ovejas, lo que les ha granjeado la bendición de Jehová. “Jehová será celoso por su tierra y mostrará compasión a su pueblo.” (Joel 2:18.) En 1919, Jehová demostró celo y compasión a su pueblo al restaurarlo e introducirlo en Su dominio de actividad espiritual. Este es verdaderamente un paraíso espiritual, que describe bien Joel con estas palabras: “No estés temeroso, oh suelo. Goza y regocíjate; porque Jehová realmente hará una cosa grande en lo que Él hace. No estén temerosas, ustedes las bestias del campo abierto, porque los pastos del desierto ciertamente se harán verdes. Porque el árbol realmente dará su fruto. La higuera y la vid tienen que dar su energía vital. Y ustedes, hijos de Sión, gocen y regocíjense en Jehová su Dios; porque de seguro les dará la lluvia de otoño en la medida correcta, y hará bajar sobre ustedes un aguacero, lluvia de otoño y lluvia de primavera, como al principio. Y las eras tienen que estar llenas de grano limpio, y las tinas de lagar tienen que desbordarse de vino nuevo y aceite” (Joel 2:21-24).
15 ¡Qué hermosa escena! Tres alimentos básicos de Israel —los cereales, el aceite de oliva y el vino— se proveen en abundancia junto con nutridos rebaños. En nuestro tiempo, esta profecía ciertamente se cumple en sentido espiritual. Jehová nos da todo el alimento espiritual que precisamos. ¿Verdad que estamos contentísimos por la abundancia que nos da Dios? Como predijo Malaquías, realmente nuestro Dios ha ‘abierto las compuertas de los cielos y ha vaciado una bendición hasta que no ha habido más carencia’ (Malaquías 3:10).
El fin de un sistema de cosas
16. a) ¿Qué significa para nuestro tiempo el derramamiento del espíritu de Jehová? b) ¿Qué nos depara el futuro?
16 Después de predecir el estado paradisíaco del pueblo de Dios, Joel profetiza el derramamiento del espíritu de Jehová. Cuando Pedro citó esta profecía el día de Pentecostés, indicó que se cumplía “en los últimos días” (Hechos 2:17). En aquel entonces, el derramamiento del espíritu santo señaló el comienzo de los últimos días del sistema de cosas judío. En el siglo XX, el derramamiento del espíritu de Dios sobre el Israel de Dios significa que nos hallamos en los últimos días de este sistema de cosas mundial. Por tanto, ¿qué nos depara el futuro? La profecía de Joel sigue diciéndonos: “Y ciertamente daré portentos presagiosos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo. El sol mismo será convertido en oscuridad, y la luna en sangre, antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor” (Joel 2:30, 31).
17, 18. a) ¿Qué imponente día de Jehová le sobrevino a Jerusalén? b) ¿Qué nos mueve a hacer la seguridad de que vendrá en el futuro el imponente día de Jehová?
17 En el año 66 E.C. comenzó a cumplirse esta profecía en Judea al avanzar inexorablemente los sucesos hacia el apogeo del imponente día de Jehová del año 70. La situación fue entonces terrible para quienes no invocaban el nombre de Jehová. Hoy se avecinan sucesos igual de espantosos, cuando Jehová destruya a todo este sistema de cosas mundial. Pese a todo, es posible escapar. La profecía pasa a decir: “Tiene que ocurrir que todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén resultarán estar los escapados, tal como ha dicho Jehová, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová llama” (Joel 2:32). Los testigos de Jehová están realmente agradecidos de conocer el nombre de Jehová, y tienen total confianza en que él los salvará cuando lo invoquen.
18 Ahora bien, ¿qué ocurrirá cuando el grande e ilustre día de Jehová golpee este mundo con toda su furia? Este punto se tratará en el último artículo de estudio.
-