-
Hambre mortífera en tiempo de abundanciaLa Atalaya 1987 | 1 de mayo
-
-
Puesto que la supervivencia depende tan completamente de que conozcamos los requisitos de Dios y con fe obremos en armonía con ellos, con gusto debemos acudir a la Palabra de Dios y esforzarnos por conocer su voluntad para nosotros y discernir su manera de tratar con nosotros. (Juan 17:3.) Con este fin, ahora consideraremos un drama bíblico que es un paralelo de lo que está sucediendo hoy. El personaje central de este drama es el patriarca José. Tal como sabiamente Jehová proveyó lo necesario a Su pueblo mediante José, así da amorosa guía a los que lo buscan hoy. (Compárese con Romanos 15:4; 1 Corintios 10:11, Biblia con Referencias, nota (*); Gálatas 4:24.)
José, conservador de la vida
8, 9. a) ¿Qué paralelos hallamos en tiempos posteriores para José y para Jacob y Faraón? b) ¿Cómo puede ser que nosotros mismos estemos implicados en el cumplimiento?
8 Como conservador de la vida, José, el hijo de Jacob, desempeñó un papel sobresaliente. ¿Representó esto algo para tiempos posteriores? Pues bien, piense en José aguantando el trato inmerecido que le dieron sus hermanos, enfrentándose con pruebas y dificultades en una tierra extranjera, desplegando fe inquebrantable, manteniéndose íntegro, y siendo ensalzado al puesto de sabio administrador durante un tiempo de hambre catastrófica. (Génesis 39:1-3, 7-9; 41:38-41.) ¿No vemos un paralelo de eso en la vida de Jesús?
9 Fue mediante adversidad como Jesús llegó a ser el Pan de la Vida en medio de un mundo que tiene gran hambre de “oír las palabras de Jehová”. (Amós 8:11; Hebreos 5:8, 9; Juan 6:35.) En sus relaciones con José, tanto Jacob como Faraón nos recuerdan a Jehová y lo que él logra mediante su Hijo. (Juan 3:17, 34; 20:17; Romanos 8:15, 16; Lucas 4:18.) Hubo otras personas que también participaron en representar este drama de la vida real, y consideraremos con interés los papeles que desempeñaron. Sin duda se nos recordará que nosotros mismos dependemos del José Mayor, Cristo Jesús. ¡Cuánto agradecemos que él nos proteja del hambre mortífera durante estos “últimos días” cada vez peores! (2 Timoteo 3:1, 13.)
Se desenvuelve el drama
10. a) ¿Cómo se preparó a José para el papel de responsabilidad que había de desempeñar? b) ¿Qué cualidades desplegó él en su juventud?
10 En los días de José, ningún humano pudiera haber sabido con anterioridad lo que Jehová tenía pensado para Su pueblo. Pero para cuando se llamó a José para que desempeñara su importante papel, Jehová ya lo había adiestrado y perfeccionado en cuanto a las cualidades que lo capacitaban. Respecto a su juventud, el relato dice: “José, a los diecisiete años de edad, se hallaba cuidando ovejas con sus hermanos entre el rebaño, y, puesto que solo era un muchacho, estaba con los hijos de Bilhá y los hijos de Zilpá, las esposas de su padre. Así que José llevó un mal informe acerca de ellos a su padre”. (Génesis 37:2.) Mostró lealtad a los intereses de su padre tal como Jesús desplegó lealtad inquebrantable al dar atención al rebaño de su Padre en medio de una “generación falta de fe y aviesa”. (Mateo 17:17, 22, 23.)
11. a) ¿Por qué llegaron a odiar a José sus hermanos de padre? b) ¿Qué situación similar implicó a Jesús?
11 Israel, el padre de José, llegó a amarlo más que a todos sus hermanos, y lo favoreció al mandar que le hicieran una prenda de vestir larga, semejante a una camisa listada, o con rayas. Debido a esto, los hermanos de padre de José “empezaron a odiarlo, y no podían hablarle pacíficamente”. Hallaron más razón para odiarlo cuando él tuvo dos sueños que ellos interpretaron en el sentido de que él los dominaría. De manera parecida, los líderes entre los judíos llegaron a odiar a Jesús debido a su lealtad, su enseñanza persuasiva y la obvia bendición de Jehová sobre él. (Génesis 37:3-11; Juan 7:46; 8:40.)
12. a) ¿Por qué se preocupaba Jacob por el bienestar de sus hijos? b) ¿Qué paralelo hallamos entre el proceder de José y el de Jesús?
12 Llegó un tiempo en que los hermanos de José estuvieron atendiendo ovejas cerca de Siquem. El padre de José estaba debidamente preocupado, porque había sido allí donde Siquem había violado a Dina, por lo cual Simeón y Leví, con sus hermanos, habían matado a los hombres de aquella ciudad. Jacob le pidió a José que fuera allá y se enterara de cómo les iba y le diera un informe. A pesar de la aversión que le tenían sus hermanos, José inmediatamente salió a buscarlos. De igual manera, Jesús aceptó gustosamente la asignación que Jehová le dio aquí en la Tierra, aunque aquello significaría para él gran sufrimiento mientras se le perfeccionaba como el Agente Principal de la salvación. En su aguante, ¡qué excelente dechado llegó a ser Jesús para todos nosotros! (Génesis 34:25-27; 37:12-17; Hebreos 2:10; 12:1, 2.)
13. a) ¿Cómo mostraron su odio los hermanos de padre de José? b) ¿A qué puede compararse el dolor de Jacob?
13 Los diez hermanos de padre de José lo vieron venir desde lejos. Inmediatamente se encolerizaron contra él, y tramaron deshacerse de él. Al principio pensaron en matarlo. Pero Rubén, temiendo por motivo de su responsabilidad de primogénito, los convenció de que debían echar a José en una cisterna, con la esperanza de volver después y sacarlo de allí. Mientras tanto, sin embargo, Judá persuadió a sus hermanos de que debían venderlo como esclavo a unos ismaelitas que pasaban en una caravana. Los hermanos tomaron entonces la larga prenda de vestir de José y la metieron en la sangre de un macho cabrío y la enviaron a su padre. Cuando Jacob la examinó, exclamó: “¡Es la larga prenda de vestir de mi hijo! ¡Una feroz bestia salvaje debe de haberlo devorado! ¡De seguro ha sido despedazado José!”. Jehová debe de haber sentido un dolor semejante a ese por el sufrimiento de Jesús mientras este cumplía su asignación en la Tierra. (Génesis 37:18-35; 1 Juan 4:9, 10.)
José en Egipto
14. ¿Cómo puede beneficiarnos hoy día este drama de la antigüedad?
14 No debemos concluir que los cumplimientos de los dramáticos sucesos que implicaron a José ocurren en secuencia cronológica exacta. Más bien, en lo que sucedió allá encontramos una serie de patrones o modelos que sirven para instruirnos y estimularnos hoy día. Como declara el apóstol Pablo: “Todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza. Ahora, que el Dios que suministra aguante y consuelo les conceda tener entre sí la misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús, para que, de común acuerdo, con una sola boca glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”. (Romanos 15:4-6.)
15. ¿Por qué prosperaron José y la casa de Potifar?
15 José fue llevado a Egipto, y allí fue vendido a un egipcio llamado Potifar, jefe de la guardia de corps de Faraón. Jehová resultó estar con José, quien continuó viviendo en armonía con los excelentes principios que su padre había inculcado en él, hasta cuando estaba lejos de la casa de su padre. José no abandonó la adoración de Jehová. Su amo, Potifar, llegó a apreciar las cualidades sobresalientes de José y lo colocó sobre toda su casa. Jehová siguió bendiciendo a la casa de Potifar debido a José. (Génesis 37:36; 39:1-6.)
16, 17. a) ¿Cómo se encaró José con otra prueba de integridad? b) ¿Quién estaba dirigiendo los asuntos según la experiencia de José en la prisión?
16 Allí fue donde la esposa de Potifar trató de seducir a José. Él siguió rechazándola. Cierto día ella se agarró de él por su prenda de vestir, pero él huyó y dejó aquella prenda en las manos de ella. Aquella mujer acusó a José, delante de Potifar, de tratar de cometer inmoralidad con ella, y Potifar hizo que José fuera arrojado en prisión. Por un tiempo le pusieron grilletes de hierro. Pero a través de las adversidades que experimentó en la prisión José continuó demostrando que era un hombre de integridad. Por eso, el encargado de la prisión lo colocó sobre todos los prisioneros. (Génesis 39:7-23; Salmo 105:17, 18.)
17 Con el tiempo, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos de Faraón desagradaron a su gobernante y fueron metidos en prisión. José recibió la asignación de servirles. De nuevo, Jehová manejó los asuntos. Los dos oficiales de la corte tuvieron sueños que les causaron perplejidad. Después de dar énfasis al hecho de que ‘las interpretaciones pertenecen a Dios’, José les dijo lo que los sueños significaban. Y tal como José había indicado, tres días después (en el cumpleaños de Faraón) el copero fue devuelto a su puesto, pero el jefe de los panaderos fue colgado. (Génesis 40:1-22.)
18. a) ¿Qué acontecimiento llevó a que José fuera recordado? b) En sustancia, ¿qué sueños tuvo Faraón?
18 Aunque José le había suplicado al copero que hablara a favor de él a Faraón, pasaron dos años antes de que aquel hombre recordara a José. Aun entonces, esto se debió solo a que en una sola noche Faraón tuvo dos sueños que le causaron perplejidad. Cuando ninguno de los sacerdotes practicantes de magia del rey pudo revelar su significado, el copero le dijo a Faraón que José podía interpretar sueños. Por eso, Faraón mandó llamar a José, quien, humildemente, señaló a la fuente de las interpretaciones verdaderas, diciendo: “Dios anunciará bienestar a Faraón”. Entonces el gobernante de Egipto relató los sueños a José, como sigue:
“Yo estaba de pie en la margen del río Nilo. Y aquí venían ascendiendo del río Nilo siete vacas, gruesas de carnes y hermosas de forma, y se pusieron a pacer entre la hierba del Nilo. Y aquí venían ascendiendo otras siete vacas detrás de ellas, pobres y de forma muy mala y flacas de carne. En cuanto a lo malo, no he visto cosa semejante a ellas en toda la tierra de Egipto. Y las vacas flacas y malas empezaron a devorar a las primeras siete vacas gordas. Así es que éstas entraron en sus vientres, y, no obstante, no podía saberse que hubieran entrado en sus vientres, porque su apariencia era mala lo mismo que al comienzo. [...]
”Después de eso vi en mi sueño, y sucede que estaban subiendo siete espigas en una sola caña, llenas y buenas. Y sucede que había siete espigas secas, delgadas, chamuscadas por el viento del este, que venían creciendo después de ellas. Y las espigas delgadas empezaron a tragarse a las siete espigas buenas. De modo que se lo dije a los sacerdotes practicantes de magia, pero no hubo quien me lo declarara”. (Génesis 40:23–41:24.)
19. a) ¿Cómo mostró humildad José? b) ¿Qué mensaje provino de la interpretación de los sueños?
19 ¡Qué extraños aquellos sueños! ¿Cómo pudiera nadie explicarlos? José lo hizo, pero no para glorificarse a sí mismo. Dijo: “El sueño de Faraón es uno solo. Lo que el Dios verdadero está haciendo [...] él ha hecho que Faraón lo vea”. Entonces José pasó a revelar el importante mensaje profético de aquellos sueños, así:
“Mira que vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Pero ciertamente se levantarán siete años de hambre después de ellos, y ciertamente será olvidada toda la abundancia en la tierra de Egipto, y el hambre simplemente consumirá la tierra. [...] Y el hecho de que el sueño le fue repetido dos veces a Faraón significa que la cosa está firmemente establecida de parte del Dios verdadero, y el Dios verdadero está apresurándose a hacerlo”. (Génesis 41:25-32.)
20, 21. a) ¿Cómo reaccionó Faraón a la advertencia? b) En este momento del relato, ¿qué comparación puede establecerse entre José y Jesús?
20 ¿Qué podía hacer Faraón en cuanto al hambre que amenazaba? José recomendó que Faraón hiciera preparaciones colocando sobre el país a un hombre discreto y sabio que almacenara los sobrantes de las cosechas de los años buenos. Para entonces Faraón había reconocido las sobresalientes cualidades de José. Quitándose de su propia mano su anillo de sellar y poniéndolo en la mano de José, Faraón así lo nombró sobre toda la tierra de Egipto. (Génesis 41:33-46.)
21 José tenía 30 años de edad cuando estuvo delante de Faraón, la misma edad que tuvo Jesucristo al ser bautizado y empezar su ministerio dador de vida. El artículo que sigue muestra cómo Jehová utilizó a José para prefigurar al “Agente Principal y Salvador” que Jehová tiene para el tiempo de hambre espiritual, con referencia especial a nuestros propios días. (Hechos 3:15; 5:31.)
-
-
Conservación de la vida en tiempo de hambreLa Atalaya 1987 | 1 de mayo
-
-
Conservación de la vida en tiempo de hambre
1. ¿Qué hizo José, en despliegue de sabiduría, durante los años de abundancia, y con qué resultado?
JOSÉ hizo un recorrido de la tierra de Egipto tan pronto como fue nombrado administrador de alimentos. Para cuando empezaron los años de abundancia, ya lo tenía todo bien organizado. ¡Ahora la tierra produjo a manos llenas! José siguió recogiendo el alimento del campo en los alrededores de cada ciudad, y lo almacenó en la ciudad. Siguió “amontonando grano en grandísima cantidad, como la arena del mar, hasta que por fin cesaron de contarlo, porque era sin número”. (Génesis 41:46-49.)
2. ¿Qué sacrificio personal tuvo que hacer la gente para obtener su sustento?
2 Terminaron los siete años de abundancia, y, como lo había predicho Jehová, comenzó el hambre... un hambre que no solo afectó a Egipto, sino que se extendió “sobre toda la superficie de la tierra”. Cuando la gente hambreada de Egipto empezó a clamar por pan ante Faraón, él les dijo: “Vayan a José. Lo que les diga, eso han de hacer”. José les vendió grano a los egipcios hasta que ya no tenían dinero. Entonces aceptó su ganado en pago. Finalmente, la gente vino a donde José y dijo: “Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan, y nosotros junto con nuestra tierra nos haremos esclavos de Faraón”. De modo que José compró toda la tierra de los egipcios para Faraón. (Génesis 41:53-57; 47:13-20.)
Se provee alimentación espiritual
3. ¿Qué instrumento predijo Jesús que se utilizaría para suministrar alimento al tiempo debido?
3 Tal como el grano que José distribuyó significó vida para los egipcios, así el alimento espiritual verdadero es esencial para el sustento de los cristianos que llegan a ser esclavos de Jehová al dedicarse a Él mediante el José Mayor, Jesucristo. Durante su ministerio terrestre, Jesús predijo que sus seguidores ungidos tendrían la responsabilidad de dispensar a otros estas provisiones. Preguntó: “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado? Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así”. (Mateo 24:45, 46.)
4. ¿Cómo corresponde la provisión hecha por la clase del “esclavo” hoy con lo que se organizó en los días de José?
4 Hoy, el resto fiel de esta clase del ‘esclavo discreto’ hace todo lo que puede, bíblicamente, para que los testigos dedicados de Jehová, así como las personas del mundo que se interesan en la verdad, reciban el alimento espiritual que sostiene la vida. Esta encomienda se reconoce como un deber sagrado y se ejecuta como servicio sagrado a Jehová. Además, el “esclavo” ha organizado congregaciones y les ha suministrado literatura bíblica en tal cantidad que tienen suficiente “semilla” del Reino para esparcirla públicamente en sus campos asignados. Esto corresponde con lo que sucedió en los días de José, cuando él juntó a la gente en ciudades y le suministró grano, no solo como sustento, sino también para sembrar en espera de una cosecha posterior. (Génesis 47:21-25; Marcos 4:14, 20; Mateo 28:19, 20.)
5. a) ¿Qué atención especial da el “esclavo” a las necesidades de la casa en tiempo de crisis? b) ¿Qué comparación existe entre la “sobreabundancia” de provisiones espirituales en 1986 y los abastecimientos allá en el tiempo de José?
5 Hasta cuando la predicación pública se halla bajo proscripción y se persigue a los testigos de Jehová, el “esclavo fiel” considera que su labor de suministrar alimento espiritual es una encomienda sagrada. (Hechos 5:29, 41, 42; 14:19-22.) Cuando azota el desastre, como por tormentas, inundaciones y terremotos, el “esclavo” se encarga de que se supla a los de la casa de Dios lo que necesitan, tanto lo físico como lo espiritual. Hasta a los que han estado en campos de concentración les ha llegado regularmente la palabra impresa. No se permite que las fronteras nacionales detengan el fluir del alimento espiritual a los que lo necesitan. El hacer que el suministro siga fluyendo exige valor, fe en Jehová, y, a menudo, considerable ingeniosidad. Tan solo durante 1986, por todo el mundo el “esclavo” produjo una sobreabundancia de 43.958.303 Biblias y libros encuadernados, así como 550.216.455 revistas... verdaderamente “grandísima cantidad, como la arena del mar”.
¿Represalias, castigo, o misericordia?
6, 7. a) ¿Cómo fue que el hambre resultó en que los diez hermanos de padre de José se postraran ante él? b) ¿De qué maneras experimentaba José mismo una prueba ahora?
6 Con el tiempo el hambre azotó la tierra de Canaán. Jacob envió a los diez hermanastros de José a Egipto para que compraran cereales. Pero no envió a Benjamín, el único hermano de padre y madre de José, por temor, como dijo, de que “le acaezca un accidente mortal”. Puesto que José era el que vendía, sus hermanos fueron a él y se postraron ante él. Aunque no reconocieron a su hermano, José los conoció. (Génesis 42:1-7.)
7 Ahora José recordó aquellos sueños que había tenido acerca de ellos. Pero ¿qué iba a hacer? ¿Debería desquitarse? En un tiempo en que ellos padecían gran necesidad, ¿debería él perdonar el trato que le habían dado? ¿Qué hay del gran dolor que afligió a su padre? ¿Debería ser olvidado? ¿Qué pensaban ahora sus hermanos del gran mal que habían cometido? También José estaba experimentando una prueba respecto a esto. ¿Concordarían sus acciones con la actitud que después mostró el José Mayor, Jesucristo, como se describe en 1 Pedro 2:22, 23: “Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño. Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia”?
8. ¿Qué guía seguiría José, lo cual ilustra qué en cuanto a Jesús y Sus discípulos?
8 Puesto que José podía ver la mano de Jehová en lo que estaba aconteciendo, cuidadosamente observaría las leyes y principios de Dios. Del mismo modo, Jesús siempre estuvo muy dispuesto a ‘hacer la voluntad de su Padre’ mientras dispensaba vida eterna a ‘todo el que ejercía fe en él’. (Juan 6:37-40.) Como “embajadores en sustitución de Cristo”, sus discípulos ungidos también cumplen la encomienda sagrada que se les ha dado, “hablando al pueblo todos los dichos acerca de esta vida”. (2 Corintios 5:20; Hechos 5:20.)
9, 10. a) ¿Qué proceder siguió José ahora, y por qué? b) ¿Cómo mostró José compasión similar a la que Jesús desplegaría?
9 José no se reveló a sus hermanos inmediatamente. En vez de hacer eso, mediante un intérprete les dijo con aspereza: “¡Son espías!”. Puesto que ellos habían mencionado que tenían un hermano menor, José exigió que probaran su veracidad trayéndolo a Egipto. José escuchó que, arrepentidos, ellos se decían unos a otros que lo que había sucedido era una retribución por haberlo vendido a él, a José, como esclavo. Apartándose, José lloró. Sin embargo, hizo que Simeón fuera atado como rehén hasta que sus hermanos regresaran con Benjamín. (Génesis 42:9-24.)
10 José no se estaba desquitando por el mal que le habían hecho. Deseaba determinar si el arrepentimiento de ellos era genuino, desde lo más profundo de sus corazones, de modo que se les pudiera mostrar misericordia. (Malaquías 3:7; Santiago 4:8.) Desplegando una actitud de compasión, comparable a la que Jesús desplegaría, José no solo llenó de cereales los costales de sus hermanos, sino que también les devolvió su dinero, poniéndolo en la boca del costal de cada uno. Además, les dio provisiones para el viaje. (Génesis 42:25-35; compárese con Mateo 11:28-30.)
11. a) Con el tiempo, ¿qué se vio obligado a hacer Jacob, y por qué concordó finalmente? b) ¿Cómo, de igual manera, nos aseguran Romanos 8:32 y 1 Juan 4:10 que Dios nos ama?
11 Con el tiempo, se les acabó el alimento que habían comprado en Egipto. Jacob pidió a sus nueve hijos que regresaran y compraran más. Anteriormente había hecho esta súplica respecto a Benjamín: “No bajará mi hijo con ustedes, porque su hermano está muerto y él ha quedado solo. Si le acaeciera un accidente mortal por el camino en que fueran, entonces ciertamente harían descender mis canas con desconsuelo al Seol”. Sin embargo, después de mucha persuasión y de la oferta de Judá de responder personalmente por Benjamín, Jacob concuerda, aunque con vacilación, en permitirles llevar consigo al muchacho. (Génesis 42:36–43:14.)
12, 13. a) ¿Cómo impuso José una prueba para revelar la condición de corazón de sus hermanos? b) Como resultado de la prueba, ¿qué base tuvo José para mostrar misericordia?
12 Cuando José vio que Benjamín había venido con los hermanos, los invitó a entrar en su casa, donde les hizo un banquete. Para Benjamín suministró una porción cinco veces mayor que la de cada uno de los demás. Entonces José sometió a sus hermanos a una prueba final. De nuevo les devolvió todo su dinero en sus costales individuales, pero hizo que su propia copa especial de plata fuera colocada en la boca del costal de Benjamín. Después de partir ellos, José envió al administrador de su casa a acusarlos de robo y a buscar la copa en los costales. Cuando se halló la copa en el costal de Benjamín, los hermanos rasgaron sus mantos. Fueron conducidos de regreso a José, para enfrentarse con él. Judá hizo una súplica conmovedora por misericordia y se ofreció como esclavo en lugar de Benjamín, para que el muchacho pudiera ser devuelto a su padre. (Génesis 43:15–44:34.)
13 Convencido ahora de que la actitud de sus hermanos había cambiado, José ya no pudo controlar sus emociones. Después de hacer que todos los demás salieran de ante él, declaró: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron para Egipto. Pero ahora no se sientan heridos y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para la conservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes [...] a fin de colocarles un resto en la tierra y para mantenerlos vivos mediante un gran escape”. Entonces dijo a sus hermanos: “Suban apresuradamente a mi padre, y tienen que decirle: ‘[...] Baja a mí. No vayas a tardar. Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y [...] yo ciertamente te proveeré de alimento allí, porque todavía hay cinco años de hambre; por temor de que queden reducidos a pobreza tú y tu casa y todo lo que tienes’”. (Génesis 45:4-15.)
14. ¿Qué noticias gozosas le comunicaron a Jacob?
14 Cuando Faraón supo de los hermanos de José, le dijo a José que enviara carruajes de la tierra de Egipto para que trajeran a su padre y a toda su familia a Egipto, porque lo mejor de la tierra sería de ellos. Al oír todo lo que había sucedido, Jacob se sintió revivificado en espíritu y exclamó: “¡Basta! ¡Todavía está vivo José mi hijo! ¡Ah, permítaseme ir y verlo antes de morir!”. (Génesis 45:16-28.)
Abundante alimento espiritual
15. ¿A quién acudimos ahora por sustento espiritual, y cómo podemos estar seguros de que recibiremos una abundancia?
15 ¿Qué significa todo esto para nosotros hoy? Puesto que siempre estamos al tanto de nuestra necesidad espiritual, acudimos a Uno que es mucho mayor que el bondadoso Faraón de los tiempos de José. Ese es el Señor Soberano Jehová, quien suministra sustento y guía a través de estos días tenebrosos de un mundo hambriento de la verdad bíblica. Nos hemos esforzado por los intereses de su Reino, como si, por decirlo así, lleváramos nuestras décimas partes a su almacén. ¡Cuán generosamente ha abierto él para nosotros “las compuertas de los cielos” y ha derramado una bendición ‘hasta que no hay más carencia’! (Malaquías 3:10.)
16. a) ¿Dónde únicamente se halla hoy día el “alimento” que conserva la vida? b) ¿Cómo se ha dado expansión a la siembra de “grano” para beneficio de la humanidad hambreada?
16 A la diestra de Jehová está su Administrador de Alimentos, ahora el Rey entronizado, el glorificado Jesús. (Hechos 2:34-36.) Tal como la gente tuvo que venderse para servir como esclavos para mantenerse viva, así hoy día todos los que deseen seguir viviendo tienen que venir a Jesús y llegar a ser sus seguidores dedicados a Dios. (Lucas 9:23, 24.) Tal como Jacob hizo que sus hijos fueran a José para recibir alimento, así Jehová guía a los humanos arrepentidos a su Hijo amado, Jesucristo. (Juan 6:44, 48-51.) Jesús junta a sus seguidores en congregaciones semejantes a ciudades —más de 52.000 de ellas por todo el mundo hoy— donde se les alimenta con abundancia de alimento espiritual y se les suple una sobreabundancia de “grano”, como “semilla” para sembrarla en el campo. (Génesis 47:23, 24; Mateo 13:4-9, 18-23.) ¡Estos testigos de Jehová trabajan de buena gana! Los que se ofrecen voluntariamente para servicio de precursor de tiempo completo son cada vez más, pues en un solo mes del año pasado 595.896 de ellos participaron, como máximo, en esta obra privilegiada. ¡Eso es un promedio de más de 11 precursores por congregación!
17. ¿Qué otro relato profético tiene cierta similitud con el hecho de que los diez hermanastros de José se unieran a él?
17 Debe notarse que los diez hermanos de padre de José, arrepentidos ya de actitudes y acciones anteriores, se unieron a él allá en Egipto, que, junto con Sodoma, tipifica al mundo en el cual Jesús fue fijado en el madero. (Revelación 11:8.) Esto nos recuerda el texto de Zacarías 8:20-23, que culmina con una descripción de “diez hombres” que dicen: “Ciertamente iremos con ustedes”, es decir, con el pueblo ungido de Jehová, del cual todavía hay un resto sirviendo aquí en la Tierra.
18. ¿A qué hecho de los tiempos modernos se parece el favor especial que se le mostró a Benjamín?
18 Sin embargo, ¿qué hay de Benjamín, el hermano de padre y madre de José, cuyo nacimiento difícil le costó la vida a Raquel, la esposa amada de Jacob? Benjamín fue especialmente favorecido por José, quien, sin duda, sentía una más estrecha intimidad con este hijo de su propia madre. Muy probablemente esto explica por qué Benjamín recibió una porción cinco veces mayor cuando por primera vez los 12 hermanos estuvieron reunidos en el banquete en la casa de José. ¿No representa bien Benjamín al resto moderno de los Testigos ungidos, de los cuales la mayoría de los que sobreviven han sido juntados al lado del Señor desde 1919? Esta clase de “Benjamín” ciertamente ha recibido una porción especial procedente de Jehová, a medida que Su ‘espíritu da testimonio con el espíritu de ellos’. (Romanos 8:16.) A estos, también, se les ha sometido a prueba en cuanto a su integridad mientras las “ovejas” del Señor les han ministrado. (Mateo 25:34-40.)
19. ¿Qué paralelo se observa entre el que la casa de Israel se mudara a Gosén y el que se junte al pueblo de Dios hoy día?
19 Interesante es el hecho de que, cuando Faraón hizo arreglos para transportar a Jacob y su casa a Egipto, todas las “almas” (varones) que se establecieron allí fueron 70, un múltiplo de 7 y 10. (Génesis 46:26, 27.) Estos dos números se usan de modo significativo por todas las Escrituras; “7” a menudo indica lo completo en sentido celestial, y “10” lo completo en sentido terrestre. (Revelación 1:4, 12, 16; 2:10; 17:12.) Esto es similar a la situación que se observa hoy día, cuando podemos esperar que Jehová junte en su “tierra”, el paraíso espiritual en el cual ahora nos regocijamos, a todos los que son de su familia de Testigos. (Compárese con Efesios 1:10.) “Jehová conoce a los que le pertenecen” y aun en este tiempo los está estableciendo en “lo mejor de la tierra”, como lo que era Gosén allá en el dominio de Faraón. (Génesis 47:5, 6; 2 Timoteo 2:19.)
20. A pesar del hambre espiritual que existe hoy, ¿por qué debemos regocijarnos?
20 En los días de José, los años de hambre siguieron a los años de abundancia. Hoy, las dos clases de años son concurrentes. En contraste con el hambre espiritual que hay en la tierra que está fuera del favor de Jehová, hay una abundancia de alimento espiritual en el lugar de adoración de Jehová. (Isaías 25:6-9; Revelación 7:16, 17.) Sí, aunque hay hambre de escuchar las palabras de Jehová en la cristiandad, como predijo Amós, la palabra de Jehová sale de la Jerusalén celestial. ¡Cuánto nos regocijamos por eso! (Amós 8:11; Isaías 2:2, 3; 65:17, 18.)
21. a) ¿De qué gran privilegio disfrutamos hoy? b) ¿Qué razón tenemos para estar agradecidos, y cómo podemos expresar ese agradecimiento?
21 Hoy, bajo la dirección del José Mayor, Jesucristo, tenemos el gran privilegio de ser juntados en congregaciones semejantes a ciudades. Allí podemos banquetear con una abundancia de rico alimento espiritual y también sembrar semillas de la verdad y esparcir las buenas nuevas de que hay alimento espiritual obtenible. Hacemos esto para provecho de todos los que aceptan los términos y las provisiones para las cuales, amorosamente, el Gobernante Soberano, Jehová, ha hecho arreglos. ¡Cuán agradecidos podemos estar a nuestro Dios por la dádiva de su Hijo, el José Mayor, quien sirve como el sabio Administrador del alimento espiritual! Jehová lo ha delegado para que obre como el Conservador de la vida en este tiempo de hambre espiritual. ¡Que cada uno de nosotros muestre diligencia al rendir servicio sagrado con él como dechado y bajo su dirección!
-