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PedroPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Poco después del martirio de Esteban y de que Felipe (el evangelizador) hubiese ayudado y bautizado a algunas personas que se hicieron creyentes en Samaria, Pedro y Juan viajaron a este lugar para que estos creyentes recibieran el espíritu santo, de modo que Pedro usó la segunda ‘llave del reino’. Luego, de regreso a Jerusalén, los dos apóstoles “iban declarando las buenas nuevas” a muchas aldeas samaritanas. (Hch 8:5-25.) Durante un nuevo viaje misional, Pedro sanó en Lida a Eneas, quien llevaba ocho años paralizado, y en Jope resucitó a Dorcas. (Hch 9:32-43.) Desde esta última ciudad, se le dirigió para que usase la tercera ‘llave del reino’ cuando viajó a Cesarea para predicar allí a Cornelio y a sus parientes y amigos. Esto resultó en que ellos fuesen los primeros creyentes gentiles incircuncisos que recibieron el espíritu santo como herederos del Reino. A su regreso a Jerusalén, tuvo que encararse a los que se opusieron a esta acción, pero asintieron cuando demostró que había actuado por dirección celestial. (Hch 10:1–11:18; compárese con Mt 16:19.)
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PedroPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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De nuevo, bajo la guía del espíritu santo, en el Pentecostés actuó como portavoz de los apóstoles e hizo uso de la primera de las “llaves” que recibió de Jesús, lo que abrió el camino para que los judíos pasaran a formar parte del Reino. (Hch 2:1-41; véase LLAVE.)
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