Cuando una reunión empieza poco después de terminar otra, los que asisten a la primera no deben permanecer en el salón innecesariamente para no interferir con los preparativos de la siguiente reunión. Las conversaciones prolongadas pueden resultar en que se congestione el vestíbulo y se retrase a los hermanos que tienen que organizar la siguiente reunión. Es posible que el estacionamiento alrededor del Salón del Reino sea limitado, por lo que sería bondadoso salir sin demora para que puedan estacionarse los que vienen a la siguiente reunión. Por otra parte, estos hermanos no deben llegar demasiado temprano, pues eso también puede ocasionar aglomeración innecesaria en el vestíbulo, en el guardarropa y en el estacionamiento.

De vez en cuando las congregaciones tienen que cambiar el horario de sus reuniones, como sucede durante la visita del superintendente de circuito. Si tal cambio afecta a otra congregación, los ancianos deben notificárselo con bastante antelación para que se pueda avisar a los publicadores lo antes posible. Además, si se programa algún uso autorizado del Salón, como la Escuela de Servicio de Precursor, una reunión de los ancianos del circuito o una boda, debe notificarse con bastante anticipación a las demás congregaciones y superintendentes de circuito afectados para que no programen ningún otro uso del Salón del Reino durante el mismo tiempo.

⁶ En muchos salones se reúnen congregaciones que están asignadas a distintos circuitos. Es esencial que los superintendentes viajantes que visitan estos salones se mantengan informados entre sí respecto a sus próximas visitas. El que dos superintendentes viajantes programen sus visitas para la misma semana puede provocar cambios de última hora u otras dificultades.