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  • ¿Quién es Dios?
    La Atalaya (público) 2019 | Núm. 1
    • Un hombre contemplando un hermoso paisaje.

      ¿Quién es Dios?

      Mucha gente dice que cree en Dios, pero, cuando se les pregunta quién es, no todos responden igual. Algunos creen que Dios es un juez cruel que disfruta castigando a la gente por sus pecados. Otros opinan que es un Dios de amor que siempre nos perdona sin importar lo que hagamos. Y otros dicen que es un ser distante que no se interesa por la humanidad. En vista de que hay opiniones tan contradictorias, quizás muchos piensen que es imposible llegar a conocer a Dios.

      ¿Es importante conocer a Dios? Claro que sí. Conocer mejor a Dios puede dar sentido a su vida (Hechos 17:26-28). Cuanto más se acerque a Dios, más lo amará él y más lo ayudará (Santiago 4:8). Si llega a conocerlo bien, podrá vivir para siempre (Juan 17:3).

      ¿Cómo puede conocer a Dios? Piense en alguien que conozca bien, en un buen amigo. ¿Cómo creció esa amistad? Seguro que primero supo su nombre y después, entre otras cosas, descubrió su personalidad, lo que le gustaba y lo que no, lo que había hecho y lo que pensaba hacer. Conocer esos detalles fortaleció su amistad.

      De igual forma, usted puede conocer a Dios si averigua la respuesta a las siguientes preguntas:

      • ¿CUÁL ES EL NOMBRE DE DIOS?

      • ¿CÓMO ES ÉL?

      • ¿QUÉ HA HECHO?

      • ¿QUÉ HARÁ?

      • ¿CÓMO LE BENEFICIA CONOCER A DIOS?

      Esta revista está pensada para que usted conozca la respuesta que da la Biblia a esas preguntas. Los siguientes artículos le ayudarán a saber quién es Dios y cómo puede beneficiarle ser su amigo.

  • ¿Cuál es el nombre de Dios?
    La Atalaya (público) 2019 | Núm. 1
    • ¿Cuál es el nombre de Dios?

      Es probable que lo primero que hagamos cuando queremos conocer a alguien es preguntarle: “¿Cuál es su nombre?”. Si le pudiéramos hacer esa pregunta a Dios, ¿qué nos respondería?

      “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre” (Isaías 42:8).

      ¿Había escuchado ese nombre? Tal vez no, porque muchos traductores de la Biblia lo usan muy poco, si es que lo usan. Con frecuencia lo reemplazan por el título SEÑOR. Sin embargo, el nombre de Dios aparece unas 7.000 veces en la parte de la Biblia que originalmente se escribió en hebreo. Ese nombre está representado por cuatro consonantes hebreas que corresponden a YHWH o JHVH, y durante siglos se ha traducido en español como “Jehová”.

      El nombre de Dios en hebreo en los “Rollos del mar Muerto”.

      Rollo del mar Muerto del libro de los Salmos (siglo primero, HEBREO)

      El nombre de Dios en inglés en la traducción de la Biblia de Tyndale.

      Traducción de Tyndale (1530, INGLÉS)

      El nombre de Dios en español en la versión de la Biblia “Reina-Valera”.

      Versión Reina-Valera (1602, ESPAÑOL)

      El nombre de Dios en chino en la versión de la Biblia “Union Version”.

      Union Version (1919, CHINO)

      El nombre de Dios aparece en el texto hebreo y en muchas traducciones de la Biblia.

      POR QUÉ ES IMPORTANTE EL NOMBRE DE DIOS

      Es importante para Dios. Nadie le puso ese nombre a Dios; él mismo lo eligió. Jehová afirma: “Este es mi nombre para siempre, y así es como se me recordará de generación en generación” (Éxodo 3:15). En la Biblia, el nombre de Dios aparece más veces que cualquiera de sus títulos, como Todopoderoso, Padre, Señor o Dios, y más que cualquier otro nombre propio, como Abrahán, Moisés, David o Jesús. Es más, Jehová quiere que conozcamos su nombre. La Biblia dice: “Que la gente sepa que tu nombre es Jehová, que solo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra” (Salmo 83:18).

      Es importante para Jesús. En lo que se conoce como la oración del padrenuestro, Jesús les enseñó a sus seguidores a orar a Dios con estas palabras: “Que tu nombre sea santificado” (Mateo 6:9). Y Jesús mismo le dijo a Dios en oración: “Padre, glorifica tu nombre” (Juan 12:28). Para Jesús, glorificar el nombre de Dios era una prioridad. Por eso pudo decirle: “Les he dado a conocer tu nombre, y seguiré dándolo a conocer” (Juan 17:26).

      Es importante para quienes conocen a Dios. Los siervos de Dios del pasado sabían que su protección y su salvación estaban relacionadas con el extraordinario nombre de Dios. Uno de ellos reconoció: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. El justo corre hacia ella y recibe protección” (Proverbios 18:10). Y otro dijo: “Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvado” (Joel 2:32). Además, la Biblia muestra que el nombre de Dios identificaría a sus siervos: “Todos los pueblos andarán cada uno en el nombre de su dios, pero nosotros andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios para siempre jamás” (Miqueas 4:5; Hechos 15:14).

      QUÉ REVELA ESE NOMBRE

      Identifica a Dios como alguien único. Muchos expertos concuerdan en que el nombre Jehová significa “él hace que llegue a ser”. La forma en que Jehová se refirió a sí mismo al hablar con Moisés nos ayuda a entender el significado de su nombre. Dios dijo: “Yo Seré lo que Yo Decida Ser” (Éxodo 3:14). Por lo tanto, su nombre nos enseña que él es el Creador, el que hace que todo llegue a existir. Además, nos enseña que él puede llegar a ser o puede hacer que su creación llegue a ser lo que haga falta para cumplir su propósito. Aunque sus títulos pueden resaltar su posición, autoridad o poder, solo su nombre —Jehová— define todo lo que es y puede llegar a ser.

      Nos demuestra que Dios se preocupa por nosotros. El significado del nombre de Dios confirma el cariño que siente por toda su creación, incluidos nosotros. El hecho de que nos diga su nombre demuestra que quiere que lo conozcamos. Después de todo, fue él quien tomó la iniciativa y nos dio a conocer su nombre, incluso antes de que nos preguntáramos cómo se llama. Está claro que Dios no quiere que pensemos que es un ser misterioso o distante, sino alguien real a quien podemos acercarnos (Salmo 73:28).

      Al usar el nombre de Dios, demostramos que nos interesamos en él. Imagine que quiere ser amigo de alguien y usted le pide que lo llame por su nombre. ¿Cómo se sentiría si esa persona no quisiera hacerlo? Quizás usted empezaría a pensar que esa persona no quiere ser su amiga. Lo mismo sucede en el caso de Jehová. Él nos ha dicho cuál es su nombre y quiere que lo usemos. Cuando lo hacemos, le demostramos que queremos acercarnos a él. La Biblia dice que Dios conoce “a los que meditan en su nombre” o lo “valoran” (Malaquías 3:16; nota).

      Saber cómo se llama Dios es fundamental para empezar a conocerlo. Pero no debemos conformarnos con eso. Tenemos que conocer al portador de ese nombre, conocer su personalidad.

      ¿CUÁL ES EL NOMBRE DE DIOS? El nombre de Dios es Jehová. Ese nombre lo identifica como el único que puede cumplir todo lo que se propone.

      ¿QUIÉN CREÓ A DIOS?

      Muchas personas se han hecho esa pregunta, y puede que usted también. Si el universo y todo lo que hay en él tuvo una causa o un creador, ¿cómo llegó a existir Dios?

      La mayoría de los científicos creen que el universo tuvo un principio. En armonía con esta idea básica, el primer versículo de la Biblia dice: “En el principio, Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).

      El universo no pudo crearse solo, no pudo llegar a existir de la nada, pues la nada no puede producir algo. Si antes del universo no hubiera existido nada, hoy no habría universo. Aunque nos resulte difícil de entender, se necesitó una primera causa no material y eterna. Esa primera causa es Jehová, un ser espiritual infinitamente sabio y poderoso (Juan 4:24).

      La Biblia dice sobre Dios: “Antes de que nacieran las montañas o produjeras la tierra y el terreno productivo, desde siempre y para siempre, tú eres Dios” (Salmo 90:2). Por lo tanto, Dios siempre ha existido. Fue él quien, “en el principio”, creó el universo (Apocalipsis 4:11).

  • ¿Cómo es Dios?
    La Atalaya (público) 2019 | Núm. 1
    • Una noche estrellada.

      ¿Cómo es Dios?

      Para ser amigo de alguien, es necesario saber cómo es. Igualmente, para ser amigo de Dios, es necesario conocer sus cualidades. Y, cuanto mejor las conocemos, más cerca nos sentimos de él. De todas sus maravillosas cualidades, hay cuatro que destacan: el poder, la sabiduría, la justicia y el amor.

      DIOS ES PODEROSO

      “¡Ay, Señor Soberano Jehová! Mira, tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder” (JEREMÍAS 32:17).

      La creación nos muestra el poder de Dios. Por ejemplo, ¿qué sentimos en la piel cuando estamos al aire libre en un día soleado? Sentimos el calor del Sol. Ese calor es, en realidad, el resultado del poder creativo de Jehová. ¿Cuánto poder tiene el Sol? La temperatura de su núcleo es de unos 15 millones de grados Celcius (27 millones de grados Fahrenheit). Cada segundo, el Sol emite una energía equivalente a la de cientos de millones de bombas nucleares.

      Sin embargo, el Sol es pequeño en comparación con muchas de las innumerables estrellas del universo. Los científicos calculan que la estrella UY Scuti, una de las más grandes del universo conocido, es 1.700 veces mayor que el Sol. Si UY Scuti reemplazara al Sol, se tragaría la Tierra y llegaría más allá de la órbita de Júpiter. Saber esto quizás nos ayude a entender mejor por qué Jeremías dijo que Jehová hizo los cielos y la Tierra —es decir, el universo— con su gran poder.

      Una noche estrellada.

      ¿Cómo nos beneficia el poder de Dios? Nuestra vida depende de todo lo que Dios ha creado, por ejemplo, del Sol y de los abundantes recursos naturales de la Tierra. Además, Dios usa su poder para ayudarnos individualmente. ¿De qué forma? En el siglo primero, Dios le dio poder a Jesús para hacer milagros. El relato cuenta: “Ahora los ciegos ven, los lisiados caminan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados” (Mateo 11:5). ¿Y qué sucede en nuestros días? La Biblia dice: “Él fortalece al que está cansado”. Y añade: “Los que ponen su esperanza en Jehová recobrarán las fuerzas” (Isaías 40:29, 31). Dios puede darnos “el poder que va más allá de lo normal” para que enfrentemos los problemas y desafíos de la vida, o para que podamos aguantarlos (2 Corintios 4:7). ¿Verdad que se siente más cerca de Dios al saber que usa su infinito poder para ayudarnos?

      DIOS ES SABIO

      “¡Cuántas son tus obras, oh, Jehová! Con sabiduría las has hecho todas” (SALMO 104:24).

      Cuanto más aprendemos sobre la creación de Dios, más nos maravilla su sabiduría. De hecho, hay una rama de la ciencia llamada biomimética o biomímesis en la que los científicos estudian las creaciones de Jehová y copian algunas de sus características para mejorar sus diseños, desde cosas tan sencillas como el velcro hasta cosas tan complejas como un avión.

      Un ojo humano.

      El ojo humano es una maravilla de la creación.

      Sin embargo, no hay nada que refleje mejor la impresionante sabiduría de Dios que el cuerpo humano. Pensemos en cómo se forma un bebé. El proceso comienza con una célula fecundada que contiene toda la información genética necesaria. Esta célula se divide en muchas otras que parecen iguales. Pero, en el momento exacto, esas células comienzan a cambiar y se transforman en cientos de tipos de células, como las sanguíneas, las nerviosas y las óseas. Poco después, se forman los diferentes sistemas del organismo y empiezan a funcionar. En solo nueve meses, aquella primera célula se desarrolla hasta llegar a ser un pequeño ser humano formado por miles de millones de células. Al ver la sabiduría que implica este diseño, muchos han llegado a la misma conclusión que cierto escritor bíblico, que dijo: “Te alabo porque estoy hecho de forma maravillosa, impresionante” (Salmo 139:14).

      ¿Cómo nos beneficia la sabiduría de Dios? Nuestro Creador sabe lo que necesitamos para ser felices. Como es tan sabio, puede darnos buenos consejos mediante su Palabra, la Biblia. Por ejemplo, nos recomienda: “Sigan [...] perdonándose con generosidad” (Colosenses 3:13). ¿Le parece un buen consejo? Los investigadores han descubierto que perdonar puede ayudarnos a dormir mejor y a reducir la presión arterial. También puede disminuir el riesgo de sufrir depresión y otros problemas de salud. Dios es como un amigo sabio que se preocupa por nosotros y que nunca deja de darnos buenos consejos (2 Timoteo 3:16, 17). ¿Le gustaría tener un amigo así?

      DIOS ES JUSTO

      “Jehová ama la justicia” (SALMO 37:28).

      Dios siempre hace lo correcto. De hecho, “¡es impensable que el Dios verdadero actúe con maldad, que el Todopoderoso haga algo injusto!” (Job 34:10). Sus sentencias siempre son justas. Por eso el salmista le dijo a Jehová: “Juzgarás a los pueblos con justicia” (Salmo 67:4). Como “Jehová ve el corazón” de las personas, no se deja engañar por las apariencias, sino que siempre sabe cuál es la verdad y nunca se equivoca al juzgar (1 Samuel 16:7). Es más, Dios ve todos los actos de injusticia y corrupción que ocurren en el mundo, y promete que “los malvados serán eliminados de la tierra” (Proverbios 2:22).

      Eso no quiere decir que Dios sea un juez cruel que disfruta castigando a la gente. Cuando es apropiado, muestra misericordia. La Biblia dice que Jehová “es misericordioso y compasivo”, incluso con las personas malas, siempre y cuando se arrepienten de corazón. ¿No diría usted que eso es verdadera justicia? (Salmo 103:8; 2 Pedro 3:9).

      ¿Cómo nos beneficia la justicia de Dios? El apóstol Pedro dijo: “Dios no es parcial, sino que acepta a los que le temen y hacen lo que está bien, sea cual sea su nación” (Hechos 10:34, 35). Como Dios nunca muestra favoritismo, todos nos beneficiamos de su justicia. Él nos acepta sin importar nuestra raza, nacionalidad, educación o posición social, y nos permite adorarlo.

      Amigos de diferentes razas disfrutando de una comida.

      Como Dios no muestra favoritismo, podemos recibir sus bendiciones sin importar nuestra posición social, raza o nacionalidad.

      Nuestro Creador quiere que entendamos su justicia y nos beneficiemos de ella, por eso nos ha dado la conciencia. La Biblia dice que la conciencia es como una ley que está escrita en nuestro corazón y que nos ayuda a saber si estamos actuando bien o mal (Romanos 2:15). ¿Cómo nos beneficia esto? Una conciencia bien educada nos impulsa a rechazar cualquier conducta incorrecta o perjudicial. Y, si cometemos un error, puede motivarnos a arrepentirnos y a dejar de actuar mal. Sin duda, entender la justicia de Dios nos beneficia y nos acerca a él.

      DIOS ES AMOR

      “Dios es amor” (1 JUAN 4:8).

      La Biblia no dice que Dios es poder, sabiduría o justicia. Sin embargo, sí dice que Dios es amor. ¿Por qué? Porque, aunque es verdad que su poder le permite actuar y su justicia y sabiduría guían sus acciones, lo que lo motiva a actuar es el amor. Todo lo que hace, lo hace por amor.

      Aunque Jehová no necesita nada ni a nadie, su amor lo motivó a crear seres inteligentes, tanto en el cielo como en la Tierra, para que disfrutaran de su amor y sus cuidados. De manera desinteresada, preparó el hogar perfecto para los seres humanos: la Tierra. Y hoy sigue demostrando su amor por la humanidad, pues “hace salir su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos e injustos” (Mateo 5:45).

      Además, “Jehová es muy cariñoso y misericordioso” (Santiago 5:11). Le muestra su cariño a quien se esfuerza de corazón por conocerlo y acercarse a él. Dios conoce a esa persona individualmente. De hecho, “no está muy lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27).

      Una madre con su bebé en brazos.

      ¿Cómo nos beneficia el amor de Dios? Dios nos muestra su amor de muchas formas, por ejemplo, con la contagiosa risa de un bebé, el cariño de nuestra familia, una hermosa puesta de sol... Es verdad que ninguna de estas cosas es indispensable para la vida, pero la enriquecen inmensamente.

      Otra muestra del amor de Dios es la oración. La Biblia dice: “No se angustien por nada. Más bien, en cualquier situación, mediante oraciones y ruegos y dando gracias, háganle saber a Dios sus peticiones”. Nuestro Padre, Jehová, nos ama y desea que le contemos todas nuestras preocupaciones. Él nos promete que, si lo hacemos, nos dará generosamente su paz, “que está más allá de lo que ningún ser humano puede entender” (Filipenses 4:6, 7).

      En este artículo, hemos hablado de las cualidades principales de Dios: el poder, la sabiduría, la justicia y el amor. Ahora lo invitamos a seguir leyendo para descubrir qué ha hecho Dios por usted y qué hará.

      ¿CÓMO ES DIOS? No hay nadie más poderoso, sabio y justo que Jehová. Sin embargo, su cualidad más atrayente es el amor.

  • ¿Qué ha hecho Dios?
    La Atalaya (público) 2019 | Núm. 1
    • Adán y Eva en el jardín de Edén.

      ¿Qué ha hecho Dios?

      Si quiere conocer mejor a alguien, es importante que sepa qué cosas ha logrado y qué obstáculos ha superado. Igualmente, si desea conocer mejor a Dios, necesita saber qué cosas ha hecho. Le sorprenderá descubrir cuánto nos beneficia lo que Dios ha hecho y la relación que eso tiene con nuestro futuro.

      DIOS CREÓ TODAS LAS COSAS PENSANDO EN NOSOTROS

      Jehová es nuestro Gran Creador, y sus cualidades invisibles “se ven claramente desde la creación del mundo, pues se perciben por las cosas creadas” (Romanos 1:20). “Él es el que hizo la tierra, el que la hizo con su poder, aquel que estableció la tierra productiva con su sabiduría y que extendió los cielos con su entendimiento” (Jeremías 10:12). Las maravillas de la creación también demuestran que Dios nos quiere mucho.

      Piense en cuánto enriquece nuestra vida el hecho de que Jehová nos haya creado “a su imagen” (Génesis 1:27). Esto nos permite reflejar sus incomparables cualidades hasta cierto grado. También nos creó con espiritualidad, es decir, nos dio la capacidad de entender su forma de pensar y sus normas. Cuando nos guiamos por ellas, somos más felices y nuestra vida tiene propósito. Además, podemos ser amigos de Dios.

      Nuestro planeta es una prueba del cariño que Jehová nos tiene. Como bien dijo el apóstol Pablo, Dios “no dejó de dar testimonio de sí mismo haciendo cosas buenas. Les dio lluvias del cielo y cosechas abundantes, les dio suficiente comida y llenó sus corazones de alegría” (Hechos 14:17). Cuando Dios creó la Tierra, no se limitó a cubrir nuestras necesidades básicas, sino que nos dio todo lo necesario para que disfrutáramos de la vida. Y esto es solo una pequeña muestra de todo lo que nos dará en el futuro.

      Jehová creó la Tierra para que los seres humanos viviéramos en ella para siempre. La Biblia dice que “la tierra se la dio a los hijos de los hombres” y que “no la creó sencillamente para nada, sino que la formó para que fuera habitada” (Salmo 115:16; Isaías 45:18). ¿Qué tipo de personas vivirían en la Tierra, y por cuánto tiempo? La Biblia responde: “Los justos heredarán la tierra y vivirán en ella para siempre” (Salmo 37:29).

      Jehová creó a Adán y Eva con esa intención. Puso a la primera pareja humana en un paraíso “para que lo cultivara y lo cuidara” (Génesis 2:8, 15). Dios les encargó una tarea emocionante: “Tengan muchos hijos, multiplíquense, llenen la tierra y tomen control de ella” (Génesis 1:28). Por lo tanto, Adán y Eva tenían la posibilidad de vivir felices para siempre en la Tierra. Lamentablemente, decidieron desobedecer a Dios y perdieron la oportunidad de estar entre “los justos” que “heredarán la tierra”. Sin embargo, como veremos, lo que hicieron no cambió el propósito de Jehová para la humanidad y nuestro planeta. Pero antes veamos algo más que Dios ha hecho.

      DIOS NOS HA DADO SU PALABRA ESCRITA

      ¿Por qué nos dio Jehová su Palabra, la Biblia? En primer lugar porque quiere que lo conozcamos (Proverbios 2:1-5). Es cierto que la Biblia no responde todas las preguntas que pudiéramos hacernos sobre Dios; ningún libro podría hacerlo (Eclesiastés 3:11). Sin embargo, todo lo que la Biblia dice nos ayuda a conocerlo. Podemos saber cómo es Dios al ver cómo trata a los seres humanos. Vemos qué clase de personas tienen su aprobación (Salmo 15:1-5). Aprendemos qué forma de adoración acepta, cuáles son sus normas morales y lo que piensa sobre los bienes materiales. La Biblia también nos permite conocer mucho mejor a nuestro Creador mediante las palabras y acciones de su Hijo, Jesucristo (Juan 14:9).

      Jehová también nos dio su Palabra para que sepamos cómo tener una vida plena y feliz. En ella nos dice qué debemos hacer para que nuestra familia sea feliz, para estar contentos con lo que tenemos y para hacer frente a las preocupaciones del día a día. Como veremos después, la Biblia responde las preguntas más importantes de la vida, por ejemplo, por qué hay tanto sufrimiento y qué futuro nos espera. También nos explica lo que Dios ha hecho para que su propósito se cumpla.

      Hay muchos otros detalles que hacen que la Biblia sea un libro sorprendente y que demuestran que viene de Dios. Por ejemplo, aunque la escribieron unos 40 hombres a lo largo de unos 1.600 años, sigue un mismo hilo argumental, pues su verdadero autor es Dios (2 Timoteo 3:16). A diferencia de otros libros antiguos, su mensaje se ha mantenido intacto a través del tiempo, como lo prueban miles de manuscritos bíblicos antiguos. Además, la Biblia ha sobrevivido a todos los intentos que se han hecho para impedir su traducción, distribución y lectura. Actualmente es el libro más vendido y traducido del mundo. El hecho de que hoy tengamos la Biblia demuestra que “la palabra de nuestro Dios permanece para siempre” (Isaías 40:8).

      DIOS GARANTIZÓ QUE CUMPLIRÍA SU PROPÓSITO

      Otra de las cosas que Dios ha hecho es garantizar el cumplimiento de su propósito mediante un regalo especial. Como mencionamos antes, Dios quería que los seres humanos vivieran para siempre en la Tierra. Sin embargo, cuando Adán decidió desobedecer a Dios y pecó, perdió la oportunidad de vivir para siempre y, como consecuencia, sus futuros hijos también. La Biblia dice que “por medio de un solo hombre, el pecado entró en el mundo y por medio del pecado entró la muerte, y así fue como la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos habían pecado” (Romanos 5:12). Parecía que, por culpa de la desobediencia de Adán, el propósito de Dios no se cumpliría. Pero ¿qué hizo Jehová entonces?

      Su reacción encaja perfectamente con su forma de ser. Actuó con justicia y castigó a Adán y Eva por su desobediencia. Pero también, movido por el amor, tomó medidas para garantizar el futuro de la humanidad. Jehová usó su sabiduría para decidir cómo hacer frente a esa situación e inmediatamente anunció una solución (Génesis 3:15). Nos liberaría del pecado y la muerte mediante su Hijo, Jesucristo. ¿Qué implicaría eso?

      Jesús enseñando a unas cuantas personas.

      A fin de reparar el daño que causó la rebelión de Adán, Jehová envió a Jesús a la Tierra para que le enseñara a la gente el camino a la vida y para que diera “su vida como rescate a cambio de muchas personas” (Mateo 20:28; Juan 14:6).a Jesús pudo pagar el rescate porque era perfecto como Adán, pero, a diferencia de él, siempre fue obediente a Dios, incluso hasta la muerte. Como no merecía morir, Jehová lo resucitó y le permitió volver al cielo. Así, Jesús podría darles a los seres humanos obedientes lo que Adán no pudo darles: la vida eterna. La Biblia dice: “Porque, tal como muchos llegaron a ser pecadores por la desobediencia de un solo hombre, del mismo modo muchos llegarán a ser justos por la obediencia de una sola persona” (Romanos 5:19). Por medio del sacrificio de Jesús, Dios cumplirá su promesa: la humanidad vivirá para siempre en la Tierra.

      Todo lo que Jehová ha hecho a raíz de los problemas causados por la rebelión de Adán nos ayuda a conocerlo mejor. Nos enseña que nada puede impedir que haga lo que se propone; su palabra siempre se “cumplirá con éxito” (Isaías 55:11). También nos muestra que el amor que siente por nosotros es inmenso. “Así es como el amor de Dios fue revelado en nuestro caso: Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que consiguiéramos la vida por medio de él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio de reconciliación por nuestros pecados” (1 Juan 4:9, 10).

      Dios “no le perdonó la vida ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros”. Por eso podemos estar seguros de que “nos dará bondadosamente [...] todo lo demás” que nos ha prometido (Romanos 8:32). ¿Qué otras cosas nos ha prometido Jehová? Veámoslo.

      ¿QUÉ HA HECHO DIOS? Jehová nos creó para vivir para siempre en la Tierra y nos dio la Biblia para que lo conozcamos mejor. Además, garantizó el cumplimiento de su propósito al enviar a Jesús para rescatar a la humanidad.

      a Para más información sobre el rescate, consulte la lección 27 del libro Disfrute de la vida, editado por los testigos de Jehová y disponible en internet en www.pr418.com.

  • ¿Qué hará Dios?
    La Atalaya (público) 2019 | Núm. 1
    • Los amigos de Dios convirtiendo la Tierra en un paraíso.

      ¿Qué hará Dios?

      Algunas personas piensan que Dios no hace nada por nosotros y que, por lo tanto, no puede ser nuestro amigo, porque un buen amigo nos ayuda cuando tenemos problemas. Sin embargo, Dios ya ha hecho muchas cosas por nosotros. Además, pronto solucionará todos nuestros problemas y pondrá fin al sufrimiento. ¿Qué hará Dios?

      PONER FIN A LA MALDAD

      Dios pondrá fin a la maldad eliminando la causa. La Biblia identifica esa causa al decir que “el mundo entero está bajo el poder del Maligno” (1 Juan 5:19). El “Maligno” es Satanás, el Diablo, a quien Jesús llamó “el gobernante de este mundo” (Juan 12:31). Satanás ejerce mucha influencia sobre la humanidad, y por eso las cosas están tan mal. ¿Qué hará Dios al respecto?

      Pronto Jehová usará a su Hijo para “acabar con el que tiene los medios para causar la muerte —es decir, el Diablo—” (Hebreos 2:14; 1 Juan 3:8). De hecho, la Biblia muestra que el Diablo “sabe que le queda poco tiempo” para ser destruido (Apocalipsis 12:12). Dios también eliminará a las personas malas (Salmo 37:9; Proverbios 2:22).

      CONVERTIR LA TIERRA EN UN PARAÍSO

      Después de poner fin a la maldad, nuestro Creador se encargará de cumplir su propósito eterno para la humanidad y la Tierra. ¿Cómo será la vida entonces?

      Paz y seguridad duraderas. “Los mansos heredarán la tierra y disfrutarán plenamente de abundante paz” (Salmo 37:11).

      Alimentos saludables y en abundancia. “En la tierra habrá grano en abundancia, extraordinaria abundancia en las cumbres de las montañas” (Salmo 72:16).

      Hogares dignos y trabajo gratificante. “Construirán casas y vivirán en ellas; plantarán viñas y comerán su fruto.  [...] Mis escogidos disfrutarán al máximo del fruto de su trabajo” (Isaías 65:21, 22).

      ¿Le gustaría vivir en un mundo así? Pronto todo esto será una realidad.

      ACABAR CON LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE

      Hoy en día, todos nos enfermamos y morimos, pero no será así por mucho tiempo. Pronto, gracias al sacrificio de Jesús, Jehová hará que “nadie que demuestre tener fe en él [Jesús] sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Veamos algunos textos bíblicos que hablan más sobre este tema.

      Desaparecerán las enfermedades. “Ningún habitante dirá: ‘Estoy enfermo’. La gente que viva en esta tierra será perdonada por su pecado” (Isaías 33:24).

      La muerte no volverá a hacer sufrir a la humanidad. “Él eliminará la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová secará las lágrimas de todos los rostros” (Isaías 25:8).

      La gente vivirá para siempre. “El regalo que Dios da es la vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23).

      Los muertos volverán a vivir. “Va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos” (Hechos 24:15). Los muertos también se beneficiarán del rescate, ese maravilloso regalo de Dios.

      ¿Qué hará Dios para lograr todo esto?

      ESTABLECER UN GOBIERNO PERFECTO

      Dios cumplirá su propósito para la humanidad y la Tierra mediante un gobierno celestial, que ha puesto en manos de Jesucristo (Salmo 110:1, 2). Jesús les enseñó a sus discípulos a pedir por ese gobierno o reino. Él dijo: “Padre nuestro que estás en los cielos, [...] que venga tu Reino” (Mateo 6:9, 10).

      El Reino de Dios gobernará la Tierra y eliminará todo el dolor y el sufrimiento que hay en ella. Este es el mejor gobierno que la humanidad podría tener. Por esa razón, cuando Jesús estuvo en la Tierra, se esforzó al máximo por declarar “las buenas noticias del Reino” y les mandó a sus discípulos que hicieran lo mismo (Mateo 4:23; 24:14).

      Jehová nos ha hecho estas maravillosas promesas porque nos ama muchísimo. ¿Verdad que eso lo motiva a conocerlo mejor y a esforzarse por ser su amigo? ¿Qué beneficios obtendrá si lo hace? Vea la respuesta en el siguiente artículo.

      ¿QUÉ HARÁ DIOS? Dios acabará con la enfermedad y la muerte, unirá a la humanidad mediante su Reino y convertirá la Tierra en un paraíso.

      ¿QUÉ ES EL REINO DE DIOS?

      • Es el gobierno celestial que Dios utilizará para cumplir su voluntad (Génesis 1:28; Mateo 6:9, 10).

      • Su Rey ha sido nombrado por Dios y tiene autoridad total en el cielo y en la Tierra (Isaías 9:6, 7; 11:2-4; Mateo 28:18).

      • Se rige por las enseñanzas de Jesús, que se basan en las leyes de Dios (Mateo 22:37-39; Santiago 2:8).

      • Ya está gobernando, y millones de personas están anunciando las “las buenas noticias del Reino” por toda la Tierra (Mateo 24:14; 28:19, 20).a

      a Para más información sobre el Reino y lo que logrará, consulte las lecciones 32 y 33 del libro Disfrute de la vida, editado por los testigos de Jehová y disponible en internet en www.pr418.com.

  • ¿Cómo le beneficia conocer a Dios?
    La Atalaya (público) 2019 | Núm. 1
    • Personas disfrutando de la vida en el Paraíso.

      ¿Cómo le beneficia conocer a Dios?

      Hasta ahora hemos analizado algunos detalles que nos ayudan a saber quién es Dios. Primero vimos en la Biblia que su nombre es Jehová y que su principal cualidad es el amor. Luego analizamos lo que él ha hecho y lo que hará por la humanidad. Pero hay muchas más cosas que podemos aprender sobre Dios. Llegados a este punto, tal vez usted se pregunte si vale la pena conocerlo más a fondo.

      Jehová le promete que, si usted lo busca, él dejará que lo encuentre (1 Crónicas 28:9). Si se esfuerza por conocerlo, recibirá una maravillosa recompensa: ¡una “amistad íntima con Jehová”! (Salmo 25:14). ¿Cómo puede beneficiarle esa amistad?

      Será realmente feliz. La Biblia dice que Jehová es el “Dios feliz” (1 Timoteo 1:11). Si se acerca a Dios y procura parecerse a él, será realmente feliz, y eso lo beneficiará en sentido físico, mental y emocional (Salmo 33:12). También evitará estilos de vida perjudiciales, cultivará buenos hábitos y se llevará bien con los demás. Llegará a la misma conclusión que el salmista: “Acercarme a Dios es bueno para mí” (Salmo 73:28).

      Dios lo cuidará personalmente. Jehová les promete a sus amigos: “Te aconsejaré con mis ojos puestos en ti” (Salmo 32:8). Esto significa que él cuida de cada uno de sus siervos personalmente y les da justo lo que necesitan (Salmo 139:1, 2). Usted comprobará que, cuando su amistad con Jehová se fortalezca, siempre podrá contar con él.

      Tendrá un futuro maravilloso. Además de ayudarle a ser feliz ahora, Jehová también le ofrece un magnífico futuro (Isaías 48:17, 18). La Biblia dice: “Esto significa vida eterna: que lleguen a conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). La esperanza que Dios nos da es como un ancla “segura y firme” que impide que vayamos a la deriva en estos tiempos tan difíciles (Hebreos 6:19).

      Estos son solo algunos de los beneficios de conocer mejor a Dios y ser su amigo. Si desea saber más, lo invitamos a hablar con un testigo de Jehová o visitar nuestro sitio de internet jw.org.

  • Usted puede ser amigo de Dios
    La Atalaya (público) 2019 | Núm. 1
    • Usted puede ser amigo de Dios

      LO QUE ALGUNAS PERSONAS CREEN

      Creen que Dios no se interesa por nosotros y que es tan grandioso y santo que es imposible acercarse a él.

      LO QUE DICE LA BIBLIA

      Una mujer leyendo la Biblia.

      “Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8).

      Echen “todas sus inquietudes sobre él, porque él se preocupa por ustedes” (1 Pedro 5:7).

      ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ACERCARNOS A DIOS?

      • Hablar con él (Salmo 145:18, 19).

      • Escucharlo (Salmo 32:8).

      • Seguir su guía (Proverbios 3:5, 6).

      • No darnos por vencidos (Mateo 7:7, 8).

      Si desea más información sobre lo que Dios nos promete para el futuro, acepte un curso de la Biblia con el folleto Disfrute de la vida editado por los testigos de Jehová y disponible en www.pr418.com.

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