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LetoniaAnuario de los testigos de Jehová 2007
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DEPORTACIONES A SIBERIA
En Letonia, tal como sucedió en otros territorios de la Unión Soviética, el nuevo gobierno empezó a organizar las instituciones culturales y políticas según el modelo soviético. Los comunistas colectivizaron las granjas privadas y las pusieron en manos del Estado. También se produjeron varias oleadas de deportaciones, situación que alcanzó su clímax en 1949, cuando 100.000 letones fueron llevados a regiones del norte de Rusia, incluida Siberia. Dos años más tarde, los comunistas se concentraron en los testigos de Jehová y deportaron a miles de hermanos que vivían en los países de la Unión. Entre ellos figuraban al menos veinte de los cerca de treinta publicadores que quedaban en Letonia.
Valija Lange, una mujer de Ventspils que ni siquiera estaba bautizada, fue detenida por el Comité de Seguridad del Estado soviético (KGB) durante las redadas de septiembre de 1950. En Riga, la sometieron a un interrogatorio a altas horas de la noche. Le preguntaron: “¿Por qué una ciudadana soviética como tú obra en contra del Estado?”. Valija respondió calmada y respetuosamente: “Lo único que deseo es servir a Jehová Dios, comprender sus enseñanzas y llevárselas a otras personas”.
El nombre de Valija aparecía junto al de otros diecinueve Testigos en un documento con fecha del 31 de octubre de 1950. A todos ellos se les habían confiscado sus propiedades y habían sido sentenciados a diez años de trabajos forzados en Siberia. A algunos les permitieron regresar a casa, pero pronto se volvieron a presentar cargos contra ellos. Por ejemplo, Paulīne Serova de nuevo fue condenada a Siberia, esta vez por cuatro años, cuando las autoridades descubrieron que recibía publicaciones bíblicas por correo.
Los hermanos siguieron predicando y haciendo discípulos en los campos de trabajo. Uno de estos discípulos, Jānis Garšk̗is, que se bautizó en 1956 y ahora vive en Ventspils, afirma: “Me alegro de que Dios permitiera que me enviaran a un campo de trabajo, de lo contrario no habría conocido la verdad”. ¡Qué actitud tan digna de encomio!
A una mujer letona de nombre Tekla Onckule la enviaron a Siberia acusada de ser una agitadora. En la remota ciudad de Omsk, los Testigos deportados le hablaron de la verdad. “Jamás olvidaré mi bautismo —cuenta Tekla—. Era muy de noche, y el agua del río estaba helada. Salí tiritando, pero muy feliz.” En 1954, Tekla se casó con otro deportado, Aleksei Tkach, que se había bautizado en Moldavia en 1948. Ellos y unos pocos Testigos más regresaron a Letonia en 1969. Lamentablemente, la mayoría de los hermanos letones deportados murieron en los campos.
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LetoniaAnuario de los testigos de Jehová 2007
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[Ilustración de la página 191]
Lista de la KGB con los nombres de Testigos arrestados en 1950. Muchos fueron enviados a Siberia
[Ilustración de la página 191]
Hermanos en Siberia a principios de los cincuenta
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