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¿Destruirá la codicia las sociedades aseguradoras?¡Despertad! 1988 | 22 de mayo
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Hay quienes también se quejan de que las compañías de seguros se acogen demasiadas veces a anécdotas como las que aparecen en la página 11 para apoyar su posición, o, peor aún, relatan los casos sin incluir todos los detalles.
Como ejemplo considérese el último de los pleitos reflejado en el recuadro “¿Pleitos fútiles?”. Los casos que se relatan son verídicos, pero no se han mencionado todos los detalles. Suele omitirse, por ejemplo, que la claraboya se había pintado y, de noche, apenas se podía distinguir del tejado; tampoco se dice que recientemente alguien había muerto en un accidente similar ocurrido en una escuela cercana. La escuela demandada sabía del peligro que existía y tenía intenciones de cambiar la claraboya. Además, sería más exacto calificar al joven de travieso que de ladrón. Acababa de graduarse de la escuela secundaria e intentaba girar el foco para iluminar una pista de baloncesto.
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¿Destruirá la codicia las sociedades aseguradoras?¡Despertad! 1988 | 22 de mayo
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No se puede negar que los norteamericanos son las personas más litigantes del mundo. En 1984 ¡uno de cada diecisiete entabló un litigio! Los americanos entablan unas veinte veces más pleitos que los japoneses. Por ello, mientras que Japón tiene un abogado por cada 15.000 personas, Estados Unidos tiene uno por cada 375. Aun así, las compañías de seguros a veces exageran la situación. Por ejemplo: los datos que barajan son el promedio de las cantidades que los jurados adjudican por daños y perjuicios. De modo que, si una de esas cantidades es muy elevada, los datos presentados no responden a la realidad de cada perjudicado.
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