Otros suelen notar la honradez del pueblo de Dios. Por ejemplo, el periódico italiano Il Piccolo publicó una carta de un lector que decía: “Quiero dar las gracias a la señora que se identificó como testigo de Jehová y dio prueba de una honradez ejemplar al devolverme, mediante este periódico, una gran cantidad de dinero que yo había perdido”.

Por ejemplo, cuando una familia de Testigos se hospedó en un hotel de la Florida, el hijo inadvertidamente se llevó una funda de almohada, equivocándola con su camiseta. La familia devolvió por correo la funda al hotel, y el gerente les escribió: “Agradecemos muchísimo su honradez. Aunque el devolvernos la funda quizás fue un acto normal característico de ustedes, para nosotros es algo digno de encomio”. De manera similar, cuando una pareja de Testigos se llevó accidentalmente un bolígrafo de un hotel de Georgia y después lo devolvió, el gerente escribió: “Permítanme expresarles las gracias por haber tomado el tiempo para devolver el bolígrafo que accidentalmente se llevaron con sus pertenencias. ¡Es refrescante recibir notas como la suya de personas tan honradas y consideradas!”.

Una señora que no es Testigo escribió una carta a la sede mundial de los testigos de Jehová en Nueva York diciendo que quería compartir una experiencia que su hija tuvo en la escuela. Cierto día a su hija le robaron una costosa brida de caballo. Dos años después su hija recibió una carta que decía: “Estimada Lili: Aquí está la brida que te robaron hace dos años. Fui yo quien la tomó, pero ahora soy testigo de Jehová y mi nueva conciencia no me permite retenerla más. Verdaderamente lamento lo que hice. Por favor, perdóname”. Sí; los que desean servir a Jehová tienen que cultivar “una conciencia honrada, puesto que deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas”. (Hebreos 13:18.)