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“Objeto de odio de parte de todas las naciones”Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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[Recuadro en la página 662]
Cartas de algunos que estaban sentenciados a muerte
De Franz Reiter (condenado a morir en la guillotina) a su madre, con fecha 6 de enero de 1940, desde el centro penitenciario de Berlin-Plötzensee:
“Estoy plenamente convencido de que mi manera de actuar es la correcta. Mientras esté aquí, aún puedo cambiar de idea, pero para Jehová eso sería deslealtad. Todos los que estamos aquí deseamos permanecer fieles a Dios, para su honra. [...] Si con el conocimiento que tengo hubiese prestado el juramento [militar], habría cometido un pecado por el que merecería la muerte. Eso hubiese sido nefasto para mí. No tendría resurrección. Pero me apego a lo que dijo Cristo: ‘El que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la hallará’. Hoy, mi querida madre, y todos mis hermanos y hermanas, me han comunicado la sentencia; no se alarmen, he sido sentenciado a muerte. Seré ejecutado mañana por la mañana. Dios me da fortaleza, al igual que siempre lo hizo con todos los verdaderos cristianos del pasado. El apóstol escribe: ‘Todo nacido de Dios no peca’. Lo mismo me [afecta] a mí. Te lo he probado, y has podido darte cuenta de ello. Querida madre, no dejes que esto te apesadumbre. Sería provechoso para todos ustedes que llegaran a conocer mejor las Santas Escrituras. Si permanecen firmes hasta la muerte, nos volveremos a ver en la resurrección. [...]
”Tu Franz.
”Hasta que volvamos a encontrarnos.”
De Berthold Szabo, fusilado en Körmend (Hungría) el 2 de marzo de 1945:
“Querida hermanita Marika:
”En esta hora y media de vida que me queda trataré de escribirte algunas palabras para que informes a nuestros padres acerca de mi situación: pronto me encararé a la muerte.
”Desearía que sintieran la misma paz interior que experimento en estos últimos momentos que pasaré en este mundo lleno de calamidad. Son ahora las diez, y seré ejecutado a las once y media; pero estoy muy calmado. Mi vida futura la dejo en manos de Jehová y de su Amado Hijo, Jesucristo, el Rey, quienes nunca olvidarán a los que los aman con sinceridad. También sé que pronto habrá una resurrección de los que han muerto o, más bien, de los que se han dormido en Cristo. También quisiera mencionar que te deseo las más abundantes bendiciones de Jehová por el amor que me has mostrado. Por favor, dales a papá y mamá un beso de parte mía, y a Annus también. Que no se preocupen por mí; pronto estaremos juntos de nuevo. Mi mano está calmada ahora, y me iré a descansar hasta que Jehová me llame de nuevo. Aun en estas circunstancias voy a cumplir el voto que le hice.
”Se me ha acabado el tiempo. Que Dios nos acompañe a los dos.
”Con mucho amor, . . .
”Berthi”
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“Objeto de odio de parte de todas las naciones”Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
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De Berthold Szabo, fusilado en Körmend (Hungría) el 2 de marzo de 1945:
“Querida hermanita Marika:
”En esta hora y media de vida que me queda trataré de escribirte algunas palabras para que informes a nuestros padres acerca de mi situación: pronto me encararé a la muerte.
”Desearía que sintieran la misma paz interior que experimento en estos últimos momentos que pasaré en este mundo lleno de calamidad. Son ahora las diez, y seré ejecutado a las once y media; pero estoy muy calmado. Mi vida futura la dejo en manos de Jehová y de su Amado Hijo, Jesucristo, el Rey, quienes nunca olvidarán a los que los aman con sinceridad. También sé que pronto habrá una resurrección de los que han muerto o, más bien, de los que se han dormido en Cristo. También quisiera mencionar que te deseo las más abundantes bendiciones de Jehová por el amor que me has mostrado. Por favor, dales a papá y mamá un beso de parte mía, y a Annus también. Que no se preocupen por mí; pronto estaremos juntos de nuevo. Mi mano está calmada ahora, y me iré a descansar hasta que Jehová me llame de nuevo. Aun en estas circunstancias voy a cumplir el voto que le hice.
”Se me ha acabado el tiempo. Que Dios nos acompañe a los dos.
”Con mucho amor, . . .
”Berthi”
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