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  • Júbilo para los que andan en la luz
    La Atalaya 2001 | 1 de marzo
    • Júbilo para los que andan en la luz

      “Vengan y andemos a la luz de Jehová.” (ISAÍAS 2:5.)

      1, 2. a) ¿Cuánta importancia tiene la luz? b) ¿Por qué es tan grave la advertencia de que la oscuridad cubrirá la Tierra?

      JEHOVÁ es la Fuente de la luz. La Biblia lo llama “el Dador del sol para luz de día, los estatutos de la luna y las estrellas para luz de noche” (Jeremías 31:35; Salmo 8:3). Él es el Creador del Sol, que es realmente un inmenso horno nuclear que libera al espacio una enorme cantidad de energía, parte de ella en la forma de luz y calor. El pequeño porcentaje que nos llega en la forma de luz solar sostiene la vida en la Tierra. Sin esa luz no existiríamos, pues este planeta no tendría vida.

      2 Teniendo este hecho presente, entendemos la gravedad de la situación que describió el profeta Isaías: “¡Mira!, la oscuridad misma cubrirá la tierra, y densas tinieblas a los grupos nacionales” (Isaías 60:2). Claro está, dichas palabras no se refieren a oscuridad en sentido literal. Isaías no quiso decir que un día dejarían de brillar el Sol, la Luna y las estrellas (Salmo 89:36, 37; 136:7-9). Hablaba, más bien, de la oscuridad espiritual, la cual es mortífera. A la larga, igual que no nos es posible vivir sin luz literal, no podemos tener vida sin la luz espiritual (Lucas 1:79).

      3. En vista de las palabras de Isaías, ¿qué deben hacer los cristianos?

      3 En vista de lo antedicho, es de gran importancia observar que si bien las palabras de Isaías se cumplieron en la antigua Judá, tienen un cumplimiento mayor hoy día. En efecto, en nuestros tiempos el mundo se encuentra sumido en la oscuridad espiritual. En una situación tan peligrosa, es de suma importancia la luz espiritual, por lo que los cristianos hacen bien en prestar atención a esta exhortación de Jesús: “Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres” (Mateo 5:16). Los cristianos fieles pueden disipar la oscuridad en que se encuentran los mansos, de modo que tengan la oportunidad de conseguir la vida (Juan 8:12).

      Tiempos de oscuridad en Israel

      4. ¿Cuándo se cumplieron por primera vez las palabras proféticas de Isaías, pero qué situación existía ya en sus propios días?

      4 Las palabras de Isaías respecto a que la oscuridad cubriría la Tierra se cumplieron inicialmente cuando Judá quedó desolada y sus habitantes se hallaban exiliados en Babilonia. No obstante, con anterioridad, en los mismos días del profeta, gran parte de la nación ya estaba sumida en la oscuridad espiritual, un hecho que lo motivó a dar esta exhortación a sus compatriotas: “Oh hombres de la casa de Jacob, vengan y andemos a la luz de Jehová” (Isaías 2:5; 5:20).

      5, 6. ¿Qué factores contribuyeron a la oscuridad de los días de Isaías?

      5 Isaías profetizó en Judá “en los días de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá” (Isaías 1:1). Fue un período turbulento de inestabilidad política, hipocresía religiosa, corrupción judicial y opresión de los pobres. En la cima de muchas colinas se veían altares a dioses falsos incluso durante el gobierno de reyes fieles, como Jotán. La situación era peor cuando ocupaban el trono reyes infieles. El impío rey Acaz, por ejemplo, llegó al extremo de ofrecer a su hijo al dios Mólek en un sacrificio ritual. Realmente, fueron tiempos de intensa oscuridad (2 Reyes 15:32-34; 16:2-4).

      6 La situación internacional también era sombría. Las naciones de Moab, Edom y Filistea se erguían amenazadoras en las fronteras de Judá. El reino norteño de Israel se había convertido en un enemigo declarado de Judá, aunque ambas naciones tenían una relación de consanguinidad. Más al norte, Siria suponía una amenaza para la paz de Judá. Pero un peligro aún mayor constituía la cruel potencia asiria, que siempre andaba buscando la oportunidad de expandir sus dominios. Durante el período en que Isaías profetizó, esta nación borró a Israel por completo del mapa y estuvo a punto de acabar con Judá, pues hubo un momento en que estaban en sus manos todas las ciudades fortificadas judías, excepto Jerusalén (Isaías 1:7, 8; 36:1).

      7. ¿Qué derrotero escogieron Israel y Judá, y cómo reaccionó Jehová?

      7 Israel y Judá, el pueblo que estaba en un pacto con Dios, sufrieron tales desastres por su infidelidad a Él. Como las personas que menciona el libro de Proverbios, “deja[ro]n las sendas de la rectitud para andar en los caminos de la oscuridad” (Proverbios 2:13). No obstante, pese a que Jehová estaba enfadado con su pueblo, no lo abandonó por completo, sino que levantó a Isaías y otros profetas a fin de suministrar luz espiritual para todos los miembros de la nación que aún procuraran servirle fielmente. La luz que proporcionaron aquellos profetas fue muy valiosa; fue una luz que dio vida.

      Tiempos de oscuridad hoy día

      8, 9. ¿Qué factores contribuyen a la actual oscuridad del mundo?

      8 La situación de la época de Isaías se parece mucho a la que vemos hoy, cuando los dirigentes humanos han vuelto la espalda a Jehová y a su Rey entronizado, Jesucristo (Salmo 2:2, 3). Además, los guías religiosos de la cristiandad han engañado a sus rebaños. Dicen servir a Dios, pero lo cierto es que la mayoría de ellos favorecen a los dioses de este mundo —el nacionalismo, el militarismo, las riquezas y los personajes eminentes—, por no hablar del hecho de que enseñan doctrinas paganas.

      9 En un lugar tras otro, las religiones de la cristiandad han intervenido en guerras y contiendas civiles en las que se han perpetrado limpiezas étnicas y otros horrores. Además, en lugar de adoptar una postura en favor de la moralidad bíblica, muchas iglesias, o bien hacen la vista gorda frente a las prácticas inmorales, como la fornicación y la homosexualidad, o bien las apoyan activamente. A consecuencia de ese rechazo de las normas bíblicas, los rebaños de la cristiandad son como los hombres de los que habló el antiguo salmista: “No han sabido ellos, y no entienden; en oscuridad siguen andando” (Salmo 82:5). Verdaderamente, la cristiandad, igual que la antigua Judá, está en una profunda oscuridad (Revelación [Apocalipsis] 8:12).

      10. ¿Cómo resplandece hoy la luz en medio de la oscuridad, y de qué modo se benefician los mansos?

      10 En medio de esta oscuridad, Jehová está haciendo que brille la luz por causa de los mansos. Para ello emplea a sus siervos ungidos en la Tierra, “el esclavo fiel y discreto”, quienes “resplandecen como iluminadores en el mundo” (Mateo 24:45; Filipenses 2:15). La clase del esclavo, apoyada por millones de compañeros de las “otras ovejas”, refleja la luz espiritual que se basa en la Palabra de Dios, la Biblia (Juan 10:16). En este mundo tan sombrío, tal luz da esperanza a los mansos, les permite tener una relación con Dios y los ayuda a evitar los escollos espirituales. Es una luz preciosa que da vida.

      “Elogio tu nombre”

      11. ¿Qué información suministró Jehová en los días de Isaías?

      11 ¿Qué clase de dirección suministró Jehová en los oscuros días en que vivió Isaías y en los tiempos aún más tenebrosos que les siguieron, cuando los babilonios se llevaron a la nación al cautiverio? Además de dar guía moral, indicó con claridad por anticipado cómo cumpliría sus propósitos respecto a su pueblo. Veamos, por ejemplo, las maravillosas profecías de los capítulos 25 a 27 de Isaías, que muestran cómo actuó Jehová entonces y cómo actúa en nuestros días.

      12. ¿Qué sinceras palabras pronunció Isaías?

      12 Primero, Isaías declara: “Oh Jehová, tú eres mi Dios. Te ensalzo, elogio tu nombre”. ¡Qué sincera expresión de alabanza! Pues bien, ¿qué impulsó al profeta a pronunciar esta oración? Una razón fundamental se revela en la segunda mitad del versículo, donde leemos: “Porque [tú, Jehová,] has hecho cosas maravillosas, consejos desde tiempos primitivos, en fidelidad, en confiabilidad” (Isaías 25:1).

      13. a) ¿Qué conocimiento fortaleció el aprecio que sentía Isaías por Jehová? b) ¿Qué aprendemos del ejemplo de Isaías?

      13 Para la época de Isaías, Jehová había hecho muchas obras maravillosas a favor de Israel, las cuales se habían puesto por escrito. Obviamente, el profeta estaba familiarizado con tales documentos. Sabía, por ejemplo, que Jehová había sacado a su pueblo de la esclavitud en Egipto y lo había librado de la cólera del ejército de Faraón en el mar Rojo. Sabía que había conducido a Su pueblo a través del desierto y lo había introducido en la Tierra Prometida (Salmo 136:1, 10-26). Estos relatos históricos demostraban que Jehová Dios es fiel y confiable. Sus “consejos” —todo lo que se propone— se hacen realidad. El conocimiento exacto que Dios otorgó a Isaías lo fortaleció para seguir andando en la luz. En este respecto fue un magnífico ejemplo para nosotros. Si estudiamos con detenimiento la Palabra escrita de Dios y la ponemos en práctica en la vida, también permaneceremos en la luz (Salmo 119:105; 2 Corintios 4:6).

      Se destruye una ciudad

      14. ¿Qué se profetizó sobre una ciudad, y a qué ciudad se hacía referencia probablemente?

      14 Hallamos un ejemplo de los consejos de Dios en Isaías 25:2, donde leemos: “Has hecho de una ciudad un montón de piedras, de un pueblo fortificado una ruina desmoronadiza, de la torre de habitación de extraños que no sea ciudad, la cual no será reedificada aun hasta tiempo indefinido”. ¿De qué ciudad se trata? Es posible que Isaías hablara proféticamente de Babilonia. Y, en efecto, llegó el día en que aquella ciudad se convirtió en un simple montón de piedras.

      15. ¿Qué “gran ciudad” existe hoy, y qué le sucederá?

      15 ¿Cuenta con un equivalente moderno la ciudad que menciona Isaías? Sí. El libro de Revelación habla de “la gran ciudad que tiene un reino sobre los reyes de la tierra” (Revelación 17:18). Se trata de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Revelación 17:5). Hoy día, la parte principal de Babilonia la Grande es la cristiandad, cuyos clérigos son los primeros en oponerse a la predicación del Reino del pueblo de Jehová (Mateo 24:14). Al igual que la antigua Babilonia, pronto Babilonia la Grande sufrirá destrucción y no volverá a existir.

      16, 17. ¿Cómo han glorificado a Jehová sus enemigos en la antigüedad y en nuestros tiempos?

      16 ¿Qué más predice Isaías sobre el “pueblo fortificado”? Dirigiéndose a Jehová, dice: “Los que son un pueblo fuerte te glorificarán; el pueblo de las naciones tiránicas te temerá” (Isaías 25:3). ¿Cómo glorificaría a Jehová esta ciudad hostil, “el pueblo de las naciones tiránicas”? Pues bien, recordemos lo que le ocurrió al rey más poderoso de Babilonia, Nabucodonosor. Después de vivir una experiencia que le hizo reflexionar y le demostró su propia debilidad, se vio forzado a confesar la grandeza y la omnipotencia de Jehová (Daniel 4:34, 35). Cuando Él ejerce su poder, hasta sus enemigos se ven obligados a reconocer, si bien a regañadientes, sus poderosas obras.

      17 ¿Se ha visto forzada alguna vez Babilonia la Grande a reconocer las poderosas obras de Jehová? Sí. Durante la primera guerra mundial, los siervos ungidos de Jehová predicaron bajo tribulación. En 1918 entraron en cautiverio espiritual cuando se encarceló a los principales directores de la Sociedad Watch Tower. Prácticamente cesó la predicación organizada. Entonces, en 1919, Jehová los restauró y les dio nuevas fuerzas mediante su espíritu, después de lo cual se propusieron cumplir la comisión de predicar las buenas nuevas en toda la Tierra habitada (Marcos 13:10). En el libro de Revelación se profetizaron todos estos acontecimientos, así como el efecto en sus adversarios, quienes “se atemorizaron y dieron gloria al Dios del cielo” (Revelación 11:3, 7, 11-13). No se quiere decir que todos se convirtieran, sino que se vieron obligados a reconocer la obra poderosa de Jehová en esta ocasión, tal como había profetizado Isaías.

      “Una plaza fuerte para el de condición humilde”

      18, 19. a) ¿Por qué no han conseguido quebrantar la integridad del pueblo de Jehová sus adversarios? b) ¿Cómo se suprimirá “la melodía misma de los tiránicos”?

      18 Isaías dirige ahora la atención a la bondad con que Jehová trata a quienes andan en la luz al decirle: “Has llegado a ser una plaza fuerte para el de condición humilde, una plaza fuerte para el pobre en la angustia que tiene, un refugio contra la tempestad de lluvia, una sombra contra el calor, cuando el soplo de los tiránicos es como una tempestad de lluvia contra una pared. Como el calor en un país árido, tú reduces el ruido de extraños; el calor, con la sombra de una nube. La melodía misma de los tiránicos queda suprimida” (Isaías 25:4, 5).

      19 Desde 1919, los tiranos han tratado por todos los medios de quebrantar la integridad de los adoradores verdaderos, pero han fracasado. ¿Por qué? Porque Jehová es la plaza fuerte y el refugio de su pueblo, Aquel que le proporciona una sombra fresca para protegerlo del calor ardiente de la persecución y se alza como un sólido muro que detiene la tormenta de la oposición. Quienes andamos en la luz divina anhelamos con confianza el momento en que ‘la melodía de los tiránicos quede suprimida’. Así es, ansiamos el día en que ya no existan los enemigos de Jehová.

      20, 21. ¿Qué banquete suministra Jehová, y qué incluirá ese banquete en el nuevo mundo?

      20 Jehová no se limita a proteger a sus siervos, sino que, como su Padre amoroso, les proporciona lo que necesitan. Tras liberar a su pueblo de Babilonia la Grande, en 1919, puso ante ellos un banquete de victoria, una provisión abundante de alimento espiritual, como se predijo en Isaías 25:6, donde leemos: “Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de vino mantenido sobre las heces, de platos con mucho aceite, llenos de médula, de vino mantenido sobre las heces, filtrado”. Qué bendición es participar de este banquete (Mateo 4:4). Verdaderamente, “la mesa de Jehová” está puesta con manjares que comer (1 Corintios 10:21). Mediante “el esclavo fiel y discreto” recibimos todo lo que necesitamos en sentido espiritual.

      21 Y este banquete no es lo único que Dios ofrece. El festín espiritual de que ahora disfrutamos nos hace pensar en la gran cantidad de alimento físico que habrá en el prometido nuevo mundo de Dios, donde el “banquete de platos con mucho aceite” incluirá alimento físico en abundancia. Nadie tendrá hambre física ni espiritual. Este hecho supondrá un gran alivio para nuestros queridos hermanos fieles que ahora sufren a causa de las predichas “escaseces de alimento” que forman parte de “la señal” de la presencia de Jesús (Mateo 24:3, 7). Para ellos son muy reconfortantes las palabras del salmista: “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia” (Salmo 72:16).

      22, 23. a) ¿Qué “obra tejida”, o “envoltura”, se suprimirá, y cómo? b) ¿Cómo se eliminará ‘el oprobio del pueblo de Jehová’?

      22 Escuchemos ahora una promesa aún más maravillosa. Isaías compara el pecado y la muerte a una “obra tejida”, o una “envoltura”, y dice: “En esta montaña [Jehová] ciertamente se tragará la cara de la envoltura que está envuelta sobre todos los pueblos, y la obra tejida que está entretejida sobre todas las naciones” (Isaías 25:7). ¡Imagínese! Ya no existirán el pecado y la muerte, que han pesado sobre la humanidad como un manto sofocante. ¡Cuánto anhelamos el día en que se apliquen por completo a la humanidad obediente y fiel los beneficios del sacrificio de rescate de Jesús! (Revelación 21:3, 4.)

      23 El profeta inspirado señala a este tiempo maravilloso y nos da esta seguridad: “[Dios] realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro. Y el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado” (Isaías 25:8). Nadie morirá por causas naturales ni llorará la pérdida de un ser querido. ¡Qué cambio tan bendito! Además, en ningún lugar de la Tierra se oirán las palabras de oprobio ni la propaganda mentirosa que Dios y sus siervos han soportado por tanto tiempo. ¿Por qué no? Porque Jehová eliminará a la fuente de tal oprobio: el padre de la mentira, Satanás el Diablo, junto con toda su descendencia (Juan 8:44).

      24. ¿Cómo reaccionan quienes andan en la luz ante las obras poderosas de Jehová a favor suyo?

      24 Al contemplar tales manifestaciones del poder de Jehová, quienes andan en la luz se sienten impulsados a exclamar: “¡Miren! Este es nuestro Dios. Hemos esperado en él, y él nos salvará. Este es Jehová. Hemos esperado en él. Estemos gozosos y regocijémonos en la salvación por él” (Isaías 25:9). Dentro de poco, la humanidad justa tendrá razones de sobra para regocijarse. La oscuridad se disipará por completo, y la luz de Jehová bañará a los fieles por toda la eternidad. ¿Puede haber esperanza más maravillosa? Por supuesto que no.

  • Salvación para los que escogen la luz
    La Atalaya 2001 | 1 de marzo
    • Salvación para los que escogen la luz

      “Jehová es mi luz y mi salvación. ¿De quién he de temer?” (SALMO 27:1.)

      1. ¿Qué dádivas vivificantes recibimos de parte de Jehová?

      JEHOVÁ es la Fuente de la luz solar, que hace posible la vida en la Tierra (Génesis 1:2, 14). También es el Creador de la luz espiritual, que disipa la mortífera oscuridad del mundo de Satanás (Isaías 60:2; 2 Corintios 4:6; Efesios 5:8-11; 6:12). Quienes escogen la luz pueden decir con el salmista: “Jehová es mi luz y mi salvación. ¿De quién he de temer?” (Salmo 27:1a). En cambio, como ocurrió en los días de Jesús, quienes prefieren la oscuridad solo pueden esperar una sentencia adversa (Juan 1:9-11; 3:19-21, 36).

      2. ¿Qué les sucedió, en tiempos antiguos, a quienes rechazaron la luz de Jehová y a los que escucharon su palabra?

      2 En los días de Isaías, la mayor parte del pueblo que estaba en una relación de pacto con Jehová rechazó la luz. Como consecuencia, el reino septentrional de Israel dejó de existir como nación, acontecimiento del que fue testigo el profeta; además, en el año 607 a.E.C. Jerusalén y su templo fueron destruidos, y se llevó a los habitantes de Judá al exilio. Por el contrario, a quienes escucharon la palabra de Jehová se les dieron fuerzas para resistir la apostasía de aquellos tiempos. Respecto a lo que sucedería en 607 a.E.C., Jehová prometió que sobrevivirían quienes lo escucharan (Jeremías 21:8, 9). Hoy, los que amamos la luz podemos aprender mucho de lo que sucedió entonces (Efesios 5:5).

      La felicidad de los que están en la luz

      3. ¿Qué confianza podemos tener hoy, a qué “nación justa” amamos, y con qué “ciudad fuerte” cuenta esa “nación”?

      3 “Tenemos una ciudad fuerte. [Dios] pone la salvación misma por muros y antemural. Abran las puertas para que entre la nación justa que mantiene conducta fiel.” (Isaías 26:1, 2.) Estas son las jubilosas palabras de las personas que confiaban en Dios. Los judíos fieles del día de Isaías consideraban que Jehová era la única Fuente verdadera de seguridad, no los dioses falsos de sus compatriotas. Hoy tenemos la misma confianza. Además, amamos a “la nación justa” de Jehová, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16; Mateo 21:43). Jehová también ama a esa nación por su conducta fiel. Con Su bendición, el Israel de Dios cuenta con “una ciudad fuerte”, una organización semejante a una ciudad que lo apoya y protege.

      4. ¿Qué actitud mental hacemos bien en cultivar?

      4 Quienes se encuentran dentro de esta “ciudad” están muy al tanto de que “la inclinación que está bien sostenida [Jehová] la salvaguardar[á] en paz continua, porque en [Jehová] se hace que uno confíe”. Dios sostiene a los que poseen la inclinación mental de confiar en él y obedecer sus justos principios. Por ello, los fieles de Judá prestaron atención a esta exhortación de Isaías: “Confíen en Jehová para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos” (Isaías 26:3, 4; Salmo 9:10; 37:3; Proverbios 3:5). Los que tienen esa actitud mental consideran que “Jah Jehová” es la única Roca segura. Disfrutan de “paz continua” con él (Filipenses 1:2; 4:6, 7).

      Se humilla a los enemigos de Dios

      5, 6. a) ¿Cómo se humilló a la antigua Babilonia? b) ¿De qué manera se humilló a “Babilonia la Grande”?

      5 ¿Y si sufren tribulación quienes confían en Jehová? No han de tener miedo, pues él lo permite por un tiempo, pero finalmente les trae liberación, mientras que los causantes de la tribulación tienen que enfrentarse a su juicio (2 Tesalonicenses 1:4-7; 2 Timoteo 1:8-10). Veamos el caso de cierto “pueblo elevado”. “[Jehová] ha echado abajo a los que habitaban la altura, el pueblo elevado —dice Isaías—. Lo abate, lo abate hasta la tierra; lo pone en contacto con el polvo. El pie lo hollará, los pies del afligido, los pasos de los de condición humilde.” (Isaías 26:5, 6.) El pueblo elevado que se menciona en este texto quizá sea Babilonia. No hay duda de que esa ciudad afligió al pueblo de Dios. Pues bien, ¿qué le sucedió? En 539 a.E.C. cayó ante los medos y los persas, lo que supuso una gran humillación.

      6 En nuestros días, las palabras proféticas de Isaías reflejan a la perfección lo que le ha ocurrido a “Babilonia la Grande” desde 1919. Este pueblo elevado sufrió una humillante caída en ese año, cuando se vio obligado a liberar al pueblo de Jehová del cautiverio espiritual (Revelación 14:8). Lo que sucedió a continuación fue aún más humillante. Aquel pequeño grupo de cristianos se puso a ‘hollar’ a su antigua captora. En 1922 empezó a anunciar el venidero fin de la cristiandad, proclamando los cuatro toques de trompeta angélicos de Revelación 8:7-12 y los tres ayes predichos en Revelación 9:1–11:15.

      “La senda del justo es rectitud”

      7. ¿Qué guía reciben quienes acuden a la luz de Jehová, en quién esperan, y qué aman?

      7 Jehová da salvación a quienes se vuelven a su luz y los guía en su senda, como indican las siguientes palabras de Isaías: “La senda del justo es rectitud. Tú que eres recto, tú allanarás el mismísimo derrotero de un justo. Sí, por la senda de tus juicios, oh Jehová, hemos esperado en ti. Por tu nombre y por tu memoria ha sido el deseo del alma” (Isaías 26:7, 8). Jehová es un Dios justo, y quienes lo adoran han de guardar sus justas normas. Cuando lo hacen, él los guía y allana su derrotero. Al prestar atención a su dirección, estas personas mansas demuestran que confían en él y aman de todo corazón su nombre, su “memoria” (Éxodo 3:15).

      8. ¿Qué actitud ejemplar manifestó Isaías?

      8 Isaías amaba el nombre de Jehová, como se hace patente por sus siguientes palabras: “Con mi alma te he deseado en la noche; sí, con mi espíritu dentro de mí sigo buscándote; porque, cuando hay juicios procedentes de ti para la tierra, justicia es lo que los habitantes de la tierra productiva ciertamente aprenden” (Isaías 26:9). Isaías deseaba a Jehová ‘con su alma’, con todo su ser. Imaginémonos al profeta dedicando los momentos de quietud de la noche a orar a Jehová para darle a conocer sus pensamientos más profundos y buscar fervientemente Su guía. ¡Qué magnífico ejemplo! Además, Isaías aprendió la justicia al observar los juicios de Jehová. De este modo nos recuerda la necesidad de la vigilancia constante, de estar alerta para comprender la voluntad de Jehová.

      Algunos escogen la oscuridad

      9, 10. ¿Qué bondades realizó Jehová a favor de su nación infiel, pero cómo respondieron ellos?

      9 Jehová demostró gran bondad amorosa a Judá, pero, lamentablemente, no todos respondieron. Con frecuencia, la mayoría optó por la rebelión y la apostasía, en lugar de por la luz de la verdad de Jehová. “Aunque se muestre favor al inicuo, simplemente no aprenderá justicia —dijo Isaías—. En la tierra de derechura actuará injustamente, y no verá la eminencia de Jehová.” (Isaías 26:10.)

      10 En los días de Isaías, cuando la mano de Jehová protegió a Judá de sus enemigos, la mayoría no quiso reconocerlo. Cuando bendijo con paz a la nación, esta no fue agradecida. Por ello, Jehová abandonó a los judíos, de modo que sirvieran a “otros amos”, y finalmente dejó que en 607 a.E.C. se los llevaran cautivos a Babilonia (Isaías 26:11-13). No obstante, con el tiempo un resto de la nación regresó, escarmentado, a su tierra natal.

      11, 12. a) ¿Qué futuro aguardaba a los captores de Judá? b) ¿Qué futuro tenía en 1919 la antigua captora de los siervos ungidos de Jehová?

      11 ¿Qué fue de los captores de Judá? Isaías contesta proféticamente: “Están muertos; no vivirán. Impotentes en la muerte, no se levantarán. Por lo tanto, has dirigido tu atención para aniquilarlos y destruir toda mención de ellos” (Isaías 26:14). En efecto, tras su caída, en 539 a.E.C., Babilonia ya no tuvo futuro. Con el tiempo, la ciudad dejaría de existir. Estaría ‘impotente en la muerte’, y su enorme imperio quedaría relegado a los libros de historia. ¡Qué advertencia para quienes confían en los poderosos de este mundo!

      12 Algunos aspectos de esta profecía tuvieron un cumplimiento cuando Dios permitió que sus siervos ungidos fueran al cautiverio espiritual en 1918, y luego, en 1919, los liberó. A partir de entonces, el futuro de su antigua captora, principalmente la cristiandad, fue sombrío. En cambio, las bendiciones que esperaban al pueblo de Jehová eran muy abundantes.

      “Has añadido a la nación”

      13, 14. ¿De qué abundantes bendiciones disfrutan los siervos ungidos de Jehová desde 1919?

      13 Dios bendijo el espíritu arrepentido de sus siervos ungidos en 1919 y les concedió aumento. Primero se dirigió la atención al recogimiento de los últimos miembros del Israel de Dios, tras lo cual se empezó a reunir a “una gran muchedumbre” de “otras ovejas” (Revelación 7:9; Juan 10:16). Estas bendiciones se predijeron en la profecía de Isaías: “Has añadido a la nación; oh Jehová, has añadido a la nación; te has glorificado. Has extendido a gran distancia todos los confines del país. Oh Jehová, durante angustia ellos han dirigido su atención a ti; han derramado un susurro de oración cuando tuvieron de ti disciplina” (Isaías 26:15, 16).

      14 Hoy día, los confines del Israel de Dios se han extendido hasta abarcar toda la Tierra, y la gran muchedumbre que se le ha unido asciende a unos seis millones de entusiastas predicadores de las buenas nuevas (Mateo 24:14). ¡Qué bendición de parte de Jehová! ¡Y cómo ha glorificado esto su nombre! Actualmente, ese nombre se escucha en 235 países, lo que supone un cumplimiento espléndido de su promesa.

      15. ¿Qué resurrección simbólica tuvo lugar en 1919?

      15 Judá necesitaba la ayuda de Jehová para salir del cautiverio en Babilonia. No podía hacerlo por su cuenta (Isaías 26:17, 18). Del mismo modo, la liberación del Israel de Dios, en 1919, fue una prueba del sostén de Jehová, pues no hubiera ocurrido sin él. Y tan extraordinario fue el cambio en su estado, que Isaías lo compara a una resurrección: “Tus muertos vivirán. Cadáver mío... se levantarán. ¡Despierten y clamen gozosamente, residentes del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de malvas, y la tierra misma dejará que hasta los que están impotentes en la muerte caigan en nacimiento” (Isaías 26:19; Revelación 11:7-11). En efecto, los que estaban impotentes en la muerte renacerían, por decirlo así, para reanudar su actividad.

      Protección en tiempos peligrosos

      16, 17. a) ¿Qué tenían que hacer los judíos en 539 a.E.C. a fin de sobrevivir a la caída de Babilonia? b) ¿Qué son probablemente hoy día los “cuartos interiores”, y cómo nos benefician?

      16 Los siervos de Jehová siempre necesitan su protección. No obstante, dentro de poco él extenderá su mano contra el mundo de Satanás por última vez, y sus adoradores precisarán su ayuda más que nunca (1 Juan 5:19). Jehová nos da esta advertencia respecto a ese tiempo peligroso: “Anda, pueblo mío, entra en tus cuartos interiores, y cierra tus puertas tras de ti. Escóndete por solo un momento hasta que pase la denunciación. Porque, ¡mira!, Jehová está saliendo de su lugar para pedir cuenta por el error del habitante de la tierra contra él, y la tierra ciertamente expondrá su derramamiento de sangre y ya no encubrirá a los de ella a quienes han matado” (Isaías 26:20, 21; Sofonías 1:14). Esta advertencia indicó a los judíos cómo sobrevivir a la caída de Babilonia, en 539 a.E.C. Quienes hicieron caso permanecieron en su casa, a salvo de los soldados conquistadores que andaban por las calles.

      17 Hoy día, los “cuartos interiores” de la profecía probablemente representen a las decenas de miles de congregaciones del pueblo de Jehová que hay alrededor del mundo, las cuales ya son una protección en este momento, un lugar donde los cristianos hallan seguridad entre sus hermanos y bajo el cuidado amoroso de los ancianos (Isaías 32:1, 2; Hebreos 10:24, 25). Esto es especialmente cierto en vista de la proximidad del fin de este sistema de cosas, cuando la supervivencia dependerá de la obediencia (Sofonías 2:3).

      18. ¿Cómo ‘matará Jehová al monstruo marino’ dentro de poco?

      18 Isaías profetiza respecto a ese tiempo: “En aquel día Jehová, con su espada dura y grande y fuerte, dirigirá su atención a Leviatán, la serpiente deslizante, aun a Leviatán, la serpiente torcida, y ciertamente matará al monstruo marino que está en el mar” (Isaías 27:1). ¿Qué es el moderno “Leviatán”? Al parecer se trata de “la serpiente original”, Satanás mismo, junto con su malvado sistema de cosas, el cual utiliza para hacer guerra contra el Israel de Dios (Revelación 12:9, 10, 17; 13:14, 16, 17). En 1919, Leviatán dejó de tener dominio sobre el pueblo de Dios, y con el tiempo desaparecerá por completo (Revelación 19:19-21; 20:1-3, 10). Así, Jehová “matará al monstruo marino”. Mientras tanto, nada de lo que Leviatán trate de hacerle al pueblo de Jehová tendrá éxito duradero (Isaías 54:17). ¡Qué reconfortante es contar con esa seguridad!

      “Una viña de vino espumante”

      19. ¿Cuál es el estado actual del resto?

      19 En vista de toda esta luz procedente de Jehová, ¿no tenemos razones de sobra para alegrarnos? Claro que sí. Isaías describe hermosamente el gozo del pueblo de Jehová al escribir: “En aquel día canten a ella: ‘¡Una viña de vino espumante! Yo, Jehová, la salvaguardo. Cada momento la regaré. Para que nadie dirija su atención contra ella, la salvaguardaré aun de noche y de día’” (Isaías 27:2, 3). Jehová ha cuidado su “viña”, el resto del Israel de Dios, y a sus industriosos compañeros (Juan 15:1-8). El resultado ha sido fruto que proporciona gloria a su nombre y causa gran regocijo a sus siervos terrestres.

      20. ¿Cómo protege Jehová a la congregación cristiana?

      20 Nos emociona que haya cesado la cólera que Jehová sentía hacia sus siervos ungidos, debido a la cual permitió que fueran al cautiverio espiritual en 1918. Él mismo dice: “No hay furia que tenga yo. ¿Quién me dará zarzas y malas hierbas en la batalla? Ciertamente pisaré las tales. Ciertamente prenderé fuego a las tales a la vez. De otro modo, que eche mano a mi plaza fuerte, que haga paz conmigo; paz haga conmigo” (Isaías 27:4, 5). Jehová se asegura de que sus viñas sigan produciendo “vino espumante” en abundancia al aplastar y consumir toda influencia semejante a mala hierba que pudiera corromperlos. Por tanto, no dejemos que nadie ponga en peligro el bienestar de la congregación cristiana. ‘Echemos todos manos de la plaza fuerte de Jehová’, es decir, busquemos Su favor y protección. De este modo hacemos la paz con Dios, algo tan importante que Isaías lo menciona dos veces (Salmo 85:1, 2, 8; Romanos 5:1).

      21. ¿En qué sentido se ha llenado de “producto” la tierra productiva?

      21 Las bendiciones continúan: “En los días venideros Jacob se arraigará, Israel echará flores y realmente brotará; y simplemente llenarán la superficie de la tierra productiva de producto” (Isaías 27:6). Este versículo se ha estado cumpliendo desde 1919, y constituye un testimonio maravilloso del poder de Jehová. Los cristianos ungidos han llenado la Tierra de “producto”, es decir, nutritivo alimento espiritual. En medio de un mundo corrupto, preservan con gozo las elevadas normas de Dios. Y la bendición de Jehová hace que sigan aumentando. Como consecuencia, sus millones de compañeros, las otras ovejas, “están rindiendo [a Dios] servicio sagrado día y noche” (Revelación 7:15). Que nunca perdamos de vista el grandioso privilegio de participar del “producto” y ofrecerlo a otras personas.

      22. ¿Qué bendiciones esperan a los que acepten la luz?

      22 En estos tiempos críticos en que la oscuridad cubre la Tierra y densa oscuridad los grupos nacionales, ¿no agradecemos a Jehová que arroje luz espiritual sobre su pueblo? (Isaías 60:2; Romanos 2:19; 13:12.) Para quienes la aceptan, esa luz significa paz interior ahora y nada menos que vida eterna en el futuro. Con buena razón, entonces, quienes amamos la luz alzamos el corazón en alabanza a Jehová y decimos lo mismo que el salmista: “Jehová es la plaza fuerte de mi vida. ¿De quién he de sentir pavor? Espera en Jehová; sé animoso, y sea fuerte tu corazón. Sí, espera en Jehová” (Salmo 27:1b, 14).

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