BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • No hubo egoísmo en su respuesta al amor de Dios
    La Atalaya 1990 | 1 de diciembre
    • No hubo egoísmo en su respuesta al amor de Dios

      “Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres.” (SALMO 107:8.)

      1. ¿Cómo recalca el apóstol Juan la cualidad del amor en su primera carta?

      “DIOS es amor.” ¡Cuánto significado tienen esas palabras! No es de extrañar que el apóstol Juan considerara necesario repetirlas en su primera carta. (1 Juan 4:8, 16.) Jehová Dios no es tan solo amor, sino también la personificación del amor.

      2. ¿Cómo mostró Dios amor al crear al hombre y a la mujer y al proveerles lo que necesitaban?

      2 Considere el amor que Dios mostró por la manera como nos creó. Las palabras de aprecio de David son muy apropiadas. Como salmista que escribió bajo inspiración, dijo: “Te elogiaré porque de manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho”. (Salmo 139:14.) Para que tuviéramos una vida saludable y feliz, Dios proveyó un sinfín de cosas de que podemos disfrutar mediante nuestros cinco sentidos: la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto. ¡Cuánta belleza vemos en toda la creación a nuestro alrededor! ¡Qué maravillosa la gran cantidad y variedad de plantas y animales, sin mencionar la hermosura que se refleja en las formas y facciones humanas! Dios también nos suministró una muy deleitable variedad de frutas, vegetales y otros alimentos. (Salmo 104:13-16.) Con buena razón el apóstol Pablo les recordó a los habitantes de la antigua Listra que Dios “hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando por completo sus corazones de alimento y de alegría”. (Hechos 14:17.)

      3. ¿Con qué facultades maravillosas nos ha dotado Dios?

      3 Considere también todas las bendiciones relacionadas con una vida de familia feliz. Más aún, reflexione sobre todos los placeres de que podemos disfrutar debido a nuestras facultades mentales y emocionales: imaginación, razón, memoria, conciencia y, particularmente, capacidad para adorar... todo lo cual nos pone muy por encima de los animales; y no debemos pasar por alto el placer que nos causa la música. Estas dádivas y muchas otras son manifestaciones del amor de Dios a nosotros.

      4. ¿Qué manifestaciones del amor de Dios han experimentado los humanos desde la transgresión de sus primeros padres?

      4 No hay duda de que Adán y Eva disfrutaron de muchas cosas deleitables en su perfección en el jardín de Edén. (Génesis 2:7-9, 22, 23.) Pero cuando en la respuesta de ellos a todas las pruebas del amor divino de que disfrutaban hubo egoísmo, ¿abandonó Dios por completo a la raza humana? ¡De ningún modo! Enseguida hizo provisión para corregir todos los errores que han sido el resultado de la transgresión de nuestros primeros padres. (Génesis 3:15.) Jehová también manifestó su amor al soportar pacientemente a la prole imperfecta de Adán. (Romanos 5:12.) ¿Por cuánto tiempo? Pues, ¡ya lo ha hecho por unos 6.000 años! Dios ha mostrado amor especialmente al tratar con sus siervos. Estas palabras son ciertas: “Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad, que conserva bondad amorosa para miles, que perdona error y transgresión y pecado”. (Éxodo 34:6, 7.)

      5. ¿Cómo mostró Jehová paciencia y amor al tratar con la nación de Israel?

      5 Sí, fue grande la paciencia que Jehová Dios mostró al tratar con los israelitas desde el tiempo en que los constituyó en nación al pie del monte Sinaí hasta que la desobediencia de ellos lo obligó a rechazarlos por completo. Es como leemos en 2 Crónicas 36:15, 16: “Jehová el Dios de sus antepasados siguió enviando avisos contra ellos por medio de sus mensajeros, enviando vez tras vez, porque sentía compasión por su pueblo y por su morada. Pero ellos continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación”. Pero hubo quienes respondieron sin egoísmo al amor de Jehová Dios. Para ver cómo lo hicieron, examinemos ahora la vida de algunos de estos. Esto colocará el fundamento que mostrará cómo nosotros mismos podemos responder al amor de Jehová de maneras muy prácticas.

      No hubo egoísmo en la respuesta de Moisés

      6. ¿En qué sentidos fue Moisés un ejemplo sobresaliente, y en qué capacidades experimentó el amor de Dios?

      6 Moisés fue un ejemplo sobresaliente de alguien que respondió sin manifestación de egoísmo al amor de Dios. ¡Qué magníficas oportunidades se pusieron ante Moisés como hijo adoptivo de la hija de Faraón! Pero él escogió “ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado, porque estimaba el vituperio del Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto”. (Hebreos 11:25, 26.) En cierta ocasión Moisés quiso librar a sus hermanos, los israelitas, de la esclavitud a Egipto. Pero ellos no apreciaron los esfuerzos que él hizo, y todavía no era el tiempo debido de Dios para librarlos del cautiverio. (Hechos 7:23-29.) Sin embargo, décadas después, por la fe de Moisés y su deseo altruista de ayudar a sus hermanos, Jehová lo facultó para ejecutar muchos milagros y servir entre los israelitas por 40 años como Su profeta, juez, legislador y mediador. En aquellas capacidades Moisés experimentó muchas veces el amor de Jehová a él y a sus compañeros israelitas.

      7. ¿Cómo respondió Moisés a las expresiones del amor de Dios?

      7 ¿Cómo respondió Moisés al amor y a la bondad inmerecida de Dios? ¿‘Aceptó la bondad inmerecida de Jehová y dejó de cumplir su propósito’? (2 Corintios 6:1.) ¡De ninguna manera! Moisés respondió sin disposición egoísta a las expresiones del amor de Jehová mediante estar completamente vuelto u orientado hacia Dios. Siempre acudía a Jehová y disfrutaba de una relación íntima con su Hacedor. ¡Con cuánta estima habló Dios de Moisés cuando reprendió a Aarón y a Míriam por la crítica que estos levantaron contra su hermano! Sí, Jehová hablaba “boca a boca” con Moisés y le había permitido contemplar “la apariencia de Jehová”. (Números 12:6-8.) Aunque Moisés tuvo muchos privilegios, siguió siendo el más manso de los hombres y cumplió los mandatos de Jehová “precisamente así”. (Éxodo 40:16; Números 12:3.)

      8. ¿Cómo demostró Moisés que de veras estaba vuelto u orientado hacia Dios?

      8 Moisés también demostró que estaba vuelto hacia Dios sin impulsos egoístas por el interés que mostró en el nombre, la reputación y la adoración pura de Jehová. Así, en dos ocasiones Moisés tuvo éxito cuando suplicó a Jehová misericordia para Israel porque el nombre de Dios estaba implicado en la situación. (Éxodo 32:11-14; Números 14:13-19.) Cuando los israelitas participaron en idolatría mediante adorar un becerro, Moisés mostró celo por la adoración pura al clamar: “¿Quién está de parte de Jehová? ¡A mí!”. Después de aquello, Moisés y los que estaban con él ejecutaron a 3.000 idólatras. Entonces, por 40 años Moisés soportó a un pueblo quejumbroso y rebelde. No hay duda de que Moisés respondió sin interés egoísta a las expresiones del amor de Dios, y dejó un ejemplo excelente para nosotros hoy día. (Éxodo 32:26-28; Deuteronomio 34:7, 10-12.)

      La respuesta excelente de David

      9. a) ¿Cómo respondió David al amor de Jehová Dios? b) Al igual que David, ¿cómo podemos honrar a Jehová con las cosas valiosas?

      9 Otro sobresaliente personaje bíblico que dio un ejemplo excelente de una respuesta sin egoísmo al amor de Dios fue el salmista David, el segundo rey de Israel. Su celo por el nombre de Jehová lo movió a pelear con Goliat, el gigante filisteo que desafiaba con escarnio a Israel y a quien David venció con la ayuda divina. (1 Samuel 17:45-51.) Aquel mismo celo impelió a David a llevar el arca del pacto a Jerusalén. (2 Samuel 6:12-19.) ¿Y no fue el deseo de David de construirle un templo a Jehová otra expresión de su celo y aprecio por el amor y la bondad de Dios? Por supuesto que sí. Pero el que no se le concediera aquel privilegio no impidió que David hiciera preparaciones para el proyecto y honrara a Jehová mediante contribuir personalmente oro, plata y piedras preciosas de gran valor. (2 Samuel 7:1-13; 1 Crónicas 29:2-5.) De igual manera, el responder nosotros sin egoísmo al amor de Dios debe impelernos a ‘honrar a Jehová con nuestras cosas valiosas’ mediante usar nuestros recursos materiales para dar adelanto a los intereses del Reino. (Proverbios 3:9, 10; Mateo 6:33.)

      10. ¿En qué sentido es digno de imitación el proceder de David?

      10 Aunque David cometió errores graves, durante su vida probó que era ‘un varón agradable al corazón de Jehová’. (1 Samuel 13:14; Hechos 13:22.) Sus salmos están llenos de expresiones de aprecio por el amor de Dios. Una enciclopedia bíblica en inglés, The International Standard Bible Encyclopædia, dice en cuanto a David que “ninguna otra persona mencionada en las Sagradas Escrituras era más agradecida” que él. El salmista Asaf dijo que Dios “escogió a David su siervo, y lo tomó de los apriscos del rebaño. [...] Lo trajo para ser pastor sobre Jacob, su pueblo, y sobre Israel, su herencia. Y él se puso a pastorearlos conforme a la integridad de su corazón”. (Salmo 78:70-72.) Ciertamente debemos imitar el proceder de David.

      Jesucristo, nuestro Dechado perfecto

      11, 12. ¿Cómo demostró Jesús que de veras estaba vuelto hacia Dios?

      11 Por supuesto, Jesucristo es el mejor ejemplo bíblico de un hombre en cuya respuesta al amor de Dios no hubo egoísmo. ¿Qué impulsó a hacer a Jesús ese amor? En primer lugar, lo impelió a dar devoción exclusiva a Jehová. No hay duda de que Jesús estaba completamente vuelto hacia Dios. Su aprecio al amor y la bondad de su Padre celestial lo movió a ser un verdadero hombre espiritual. Estaba en relación estrecha e íntima con Dios. Jesús fue un hombre dado a la oración, y disfrutaba mucho de hablar a su Padre celestial. Vez tras vez leemos de ocasiones en que Cristo oraba. En cierta ocasión pasó toda la noche orando. (Lucas 3:21, 22; 6:12; 11:1; Juan 17:1-26.) En respuesta al amor de Dios, Jesús probó por su modo de vivir que en verdad ‘el hombre no vive de pan solamente, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’. De hecho, el hacer la voluntad de su Padre era alimento para él. (Mateo 4:4; Juan 4:34.) ¿No deberíamos nosotros responder de igual manera al amor de Dios y dar a Jehová devoción exclusiva?

      12 Porque no había egoísmo en su respuesta al amor de Dios, Jesucristo siempre dirigió la atención a su Dios y Padre. Cuando alguien llamó a Jesús “Buen Maestro”, él objetó y dijo: “Nadie es bueno, sino uno solo, Dios”. (Lucas 18:18, 19.) Jesús recalcó vez tras vez que no podía hacer nada por su propia iniciativa. Nunca pasó por alto las oportunidades de magnificar el nombre de su Padre, y muy apropiadamente empezó su oración modelo con esta petición: “Santificado sea tu nombre”. Oró: “Padre, glorifica tu nombre”. Y poco antes de morir, Cristo dijo a su Padre: “Yo te he glorificado sobre la tierra, y he terminado la obra que me has dado que hiciera”. (Mateo 6:9; Juan 12:28; 17:4.) Ciertamente, en respuesta al amor de Dios, debemos esforzarnos por glorificar a Jehová y orar por la santificación de su santo nombre.

      13. ¿Cómo impulsó a actuar a Jesús el amor de Dios?

      13 Sírvase notar ahora una segunda manera como Jesús fue impulsado por una respuesta sin egoísmo al amor de Dios. Ese amor hizo que él amara la justicia y odiara la iniquidad, tal como se había predicho en Salmo 45:7. (Hebreos 1:9.) Fue “leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores”. (Hebreos 7:26.) Jesús desafió a sus malintencionados opositores a que lo hallaran culpable de pecado, pero ellos no pudieron hacerlo. (Juan 8:46.) En dos ocasiones el odio de Jesús a la iniquidad lo impulsó a limpiar el templo mediante echar fuera a los religiosos dominados por la avaricia. (Mateo 21:12, 13; Juan 2:13-17.) ¡Y con cuánta severidad denunció Jesús a los líderes religiosos hipócritas, a quienes hasta les dijo que eran del Diablo! (Mateo 6:2, 5, 16; 15:7-9; 23:13-32; Juan 8:44.)

      14. En respuesta al amor de Jehová, ¿cómo trató Jesús con sus discípulos?

      14 Otra manera como el amor de Jehová movió a Jesús se puede ver en su modo de tratar a sus apóstoles y a los demás discípulos. ¡Cuán amoroso, paciente y sufrido fue con ellos! Ellos deben haber representado una prueba intensa para él debido a su rivalidad, pues disputaron acerca de quién era el mayor entre ellos hasta en la misma noche que él iba a ser traicionado. (Lucas 22:24-27.) Con todo, Jesús siempre fue apacible y humilde de corazón. (Mateo 11:28-30.) Es cierto que Judas traicionó a Jesús, que Pedro lo negó tres veces y que los demás apóstoles huyeron cuando una chusma vino a arrestarlo. Pero él nunca se amargó ni guardó resentimiento. ¿Cómo lo sabemos? Pues bien, cuando estuvo de nuevo con los apóstoles después de su resurrección, Jesús no los reprendió mordazmente por haber cedido al temor. Más bien, los consoló y los fortaleció para que siguieran adelante en el servicio del Reino. (Juan 20:19-23.)

      15. ¿Cómo atendió Jesús con altruismo las necesidades físicas de la gente?

      15 Consideremos otra manera como Jesucristo respondió con disposición altruista, libre de egoísmo, al amor de Dios. Lo hizo al sacrificarse a favor de otros hasta el punto de morir ignominiosa y dolorosamente en un madero de tormento. (Filipenses 2:5-8.) Jesús atendió las necesidades físicas de la gente alimentando milagrosamente a muchedumbres y ejecutando muchas curaciones. (Mateo 14:14-22; 15:32-39.) Siempre antepuso los intereses de los demás a los suyos. Por eso pudo decir: “Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza”. (Mateo 8:20.) Jesús estaba al tanto del funcionamiento del espíritu de Dios cuando este fluía de él en la ejecución de curaciones milagrosas. Pero nunca trató de lucrarse materialmente por el uso de aquellos poderes sobrenaturales, como cuando cierta mujer que había padecido de flujo de sangre por 12 años tocó con fe las prendas de vestir exteriores de él y quedó sanada. (Marcos 5:25-34.) Además, Jesús nunca usó poderes sobrenaturales para su propio provecho. (Compárese con Mateo 4:2-4.)

      16. ¿Cómo dio atención Cristo a las necesidades espirituales de la gente?

      16 Aunque altruistamente, sin egoísmo, Jesús dio atención a las necesidades físicas de la gente al curarla de sus males y alimentarla por los milagros que hacía, la motivación principal en su ministerio terrestre era predicar las buenas nuevas del Reino de Dios, enseñar y hacer discípulos. A pesar de todas las curaciones extraordinarias que ejecutó, no fue conocido como el Gran Médico ni el Obrador de Milagros, sino como el Buen Maestro. (Mateo 4:23, 24; Marcos 10:17.) Jesús se llamó a sí mismo el Maestro, y así lo llamaron también sus discípulos y hasta sus enemigos. (Mateo 22:16; 26:18; Marcos 9:38.) ¡Y qué verdades enseñaba, como las que expresó en su Sermón del Monte! (Mateo 5:1–7:29.) ¡Cuán apropiadas eran sus ilustraciones y notables sus parábolas proféticas y otras profecías! ¡Con razón los soldados que fueron enviados para arrestar a Jesús en cierta ocasión no tuvieron el ánimo de hacerlo! (Juan 7:45, 46.)

      17. a) ¿Cómo nos proveyó Jesús el modelo perfecto del amor? b) ¿Qué se considerará en el artículo siguiente?

      17 No hay duda de que Jesucristo dio el ejemplo perfecto de lo que significa una respuesta sin egoísmo al amor que Dios nos ha mostrado. Su Padre celestial ocupaba el primer lugar en su vida y sus sentimientos. Jesús en verdad amó la justicia, trató amorosamente a sus apóstoles y a los demás discípulos y pasó la vida atendiendo las necesidades espirituales y materiales de la gente. Finalmente, coronó su ministerio mediante dar su vida como rescate. (Mateo 20:28.) Pero ¿qué hay de nosotros? Es cierto que somos imperfectos, como lo fueron Moisés y David. Sin embargo, como muestra el artículo siguiente, hay maneras prácticas de imitar a nuestro Dechado por una respuesta libre de egoísmo a las manifestaciones del amor de Dios.

  • ¿Cómo podemos responder sin egoísmo al amor de Dios?
    La Atalaya 1990 | 1 de diciembre
    • ¿Cómo podemos responder sin egoísmo al amor de Dios?

      “Si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros mismos estamos obligados a amarnos unos a otros.” (1 JUAN 4:11.)

      1, 2. ¿Qué tenemos que hacer para que no haya egoísmo en nuestra respuesta a las manifestaciones del amor de Dios?

      JEHOVÁ es la mismísima personificación del amor. De hecho, en el artículo anterior vimos cuán abundantes son en realidad las manifestaciones de su amor. También consideramos que no hubo egoísmo en la respuesta que dieron Moisés, David y Jesucristo a tales demostraciones de amor. ¿No debería ser el deseo de cada testigo de Jehová hacer lo mismo? ¡Ciertamente que sí!

      2 ¿Qué tenemos que hacer para que nuestra respuesta a las expresiones del amor de Dios sea una en que no se evidencie egoísmo? Primero, tenemos que ponerlo a él en primer lugar en la vida y amarlo con todo el corazón, el alma, la mente y las fuerzas. (Marcos 12:29, 30.) Eso significa estar orientados hacia Dios, tener una afectuosa relación personal con Jehová. ¿Deseamos hablar con nuestro Padre celestial en oración? ¿Oramos incesantemente y perseveramos en la oración?, ¿o nos apresuramos en nuestras oraciones y a veces hasta estamos demasiado ocupados para orar? (Romanos 12:12; 1 Tesalonicenses 5:17.) ¿Dirigimos la atención de otros a Jehová y damos la gloria a él y a su organización por lo que hayamos logrado? (1 Corintios 3:7; 4:7.) En realidad, ¿compartimos los sentimientos del salmista? Respecto a Dios, él dijo: “Siete veces al día te he alabado”. (Salmo 119:164.)

      3. Cuando nos reunimos informalmente, ¿cómo podemos mostrar que estamos respondiendo sin egoísmo al amor de Dios?

      3 Bien pudiera ser que lo que hacemos cuando nos reunimos informalmente con otros para esparcimiento manifestara si nuestra respuesta al amor de Dios se caracteriza o no por ausencia de egoísmo. ¿Gira nuestra conversación en torno a asuntos seglares, o asuntos espirituales? Esto no significa que tenemos que estudiar la Biblia solemnemente cada vez que nos reunimos con compañeros cristianos. Pero de seguro podemos incluir algunos puntos espirituales interesantes en nuestra conversación. ¿Qué hay de relatar experiencias sobre el servicio del campo, considerar nuestro texto bíblico favorito, relatar cómo aprendimos la verdad o mencionar pruebas del cuidado amoroso y la bendición de Dios?

      4. ¿Cuál debe ser nuestro punto de vista si se nos desilusiona respecto a algún privilegio de servicio?

      4 También pudiéramos revelar hasta qué grado apreciamos el amor de Dios cuando se nos pasa por alto en cuanto a algún privilegio de servicio en la organización de Jehová. ¿Cómo reaccionamos? Si nuestro interés principal es honrar a Jehová, concordaremos en que muy probablemente Dios recibirá la misma honra prescindiendo de quién tenga cierto privilegio de servicio. (Compárese con Lucas 9:48.) Pero si nos preocupamos excesivamente por nuestra propia ventaja o nombre, nos afligiremos cuando, según nuestra opinión, se nos pase por alto. Debemos recordar que Jehová nos ama y hasta quizás vea que por ahora no podemos llevar el peso de cierta responsabilidad teocrática. Puede que de otras maneras nos bendiga en abundancia, y esas manifestaciones de su amor deben ayudarnos a mantener nuestro equilibrio espiritual. (Proverbios 10:22.)

      Amemos la justicia, odiemos el desafuero

      5. ¿Cómo debe afectar nuestra conducta el amor que Dios nos manifiesta?

      5 El amor que Dios nos manifiesta debe impulsarnos a imitar a Cristo en el asunto de amar la justicia y odiar el desafuero. (Hebreos 1:9.) Es cierto que no podemos hacerlo perfectamente como lo hizo Jesús. Sin embargo, podemos fijarnos la meta de ser santos, honrados y observantes de la ley al mayor grado posible en nuestra imperfección. Para lograr eso, no solo tenemos que cultivar amor por lo que es justo y bueno, sino cultivar también odio, aversión, asco por lo que es inicuo. Como lo expresó el apóstol Pablo: “Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno”. (Romanos 12:9.) “Aborrezcan” es una palabra realmente fuerte que significa “tener aversión [oposición y repugnancia] a una persona o cosa” (Real Academia Española).

      6. ¿Qué nos ayudará a guardarnos de las tentaciones que nos presenten el mundo, nuestra carne pecaminosa y el Diablo?

      6 ¿Qué nos ayudará a guardarnos de las tentaciones que lancen contra nosotros el mundo, nuestra propia carne pecaminosa y el Diablo? La lealtad a Jehová Dios. Él nos suplica: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio”. (Proverbios 27:11.) Sí, la lealtad a Jehová nos moverá a tomar el derrotero sabio de odiar lo que él odia. Además, sin importar cuán placentero o emocionante parezca ser el violar una de las leyes de Dios, tenemos que seguir diciéndonos que tal proceder sencillamente no vale la pena. (Gálatas 6:7, 8.) El corazón humano es traicionero, sinuoso, engañoso, como se nos recuerda en Jeremías 17:9. Al corazón cristiano le gustan las cosas buenas, hermosas y puras. Pero a veces las tendencias pecaminosas lo inclinan a desear también lo que es malo. Al igual que el corazón de los israelitas que adoraban a Jehová y todavía mantenían sus idolátricos “lugares altos”, así nuestro propio corazón pudiera ser egoísta y mañoso. (1 Reyes 22:43; Deuteronomio 12:2.) Nuestro corazón imperfecto pudiera tratar de buscar excusas para llevarnos a la tentación. Puede que trate de minimizar la seriedad del mal con que se nos tiente. O pudiera ser que nuestro corazón tratara de convencernos de que todo castigo será simplemente temporal.

      7. ¿Por qué debemos guardarnos del deseo vehemente de lo malo?

      7 Debido a nuestro aprecio por el amor de Dios tenemos que guardarnos del deseo vehemente de lo malo, como el inclinarnos hacia la inmoralidad sexual, seamos solteros o casados. Vez tras vez lo que ha empezado como un flirteo que aparentemente no causaba daño a nadie ha llevado a que dos cristianos se hayan envuelto tanto emocionalmente el uno con el otro que hayan practicado el pecado y hayan sido expulsados. ¡Hasta ancianos —que deben ser ejemplos irreprensibles del rebaño— han fallado en estos asuntos! (Compárese con 1 Reyes 15:4, 5.)

      8. ¿Qué ejemplo amonestador nos da el apóstol Pablo, y cómo puede ilustrarse este problema?

      8 Considere al apóstol Pablo, quien fue bendecido con visiones y poderes sobrenaturales y con el don de la inspiración divina. Para tener éxito en su lucha contra las tendencias pecaminosas él tenía que aporrear —sí, golpear severamente— su cuerpo. ¿Nos conformamos nosotros con hacer menos que eso? (Romanos 7:15-25; 1 Corintios 9:27.) Es como si estuviéramos en un botecito de remos en un río cuya corriente impetuosa nos llevara hacia una catarata. Para evitar el desastre tenemos que remar con vigor río arriba contra la fuerte corriente. Puede que no parezca que estemos progresando mucho, pero mientras continuemos esforzándonos vigorosamente no nos precipitaremos por la catarata a la destrucción. Ciertamente el amor que Jehová Dios nos manifiesta debería impulsarnos a hacer un esfuerzo vigoroso por ser leales a él mediante odiar el desafuero y amar la justicia.

      Mostremos amor fraternal

      9. ¿Qué consejo nos da el apóstol Juan respecto a amar a nuestros hermanos?

      9 Las manifestaciones del amor de Dios también deben movernos a amar a nuestros hermanos como Jesucristo ama a sus discípulos. (Juan 13:1.) Muy apropiadamente, el apóstol Juan declara: “El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados. Amados, si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros mismos estamos obligados a amarnos unos a otros”. (1 Juan 4:10, 11.) De hecho, Jesús dijo que a sus seguidores se les puede identificar por el amor que se tienen unos a otros. (Juan 13:34, 35.)

      10, 11. ¿De qué maneras podemos mostrar amor fraternal?

      10 Sabemos que los cristianos deben manifestar amor fraternal. Pero no está de más recordar las diversas maneras como podemos mostrarnos este amor unos a otros en imitación de Cristo. Ese amor nos ayudará a pasar por alto las diferencias relacionadas con raza, nacionalidad, educación, cultura y nivel económico. Además, el amor fraternal nos impulsará a reunirnos unos con otros. Si en verdad amamos a nuestros hermanos, no permitiremos que las inclemencias del tiempo ni alguna leve indisposición física nos priven del gozo de asociarnos con ellos y participar con ellos en un intercambio de estímulo. (Romanos 1:11, 12.) Más aún, el amor fraternal hará que nos preparemos bien para nuestras reuniones y participemos activamente en ellas para incitarnos al amor y a las obras excelentes. (Hebreos 10:23-25.)

      11 ¿Qué hay de ayudar a nuestros hermanos en el ministerio del campo? Se ha observado que ancianos y siervos ministeriales suelen participar juntos o a solas en el ministerio de casa en casa cuando bien pudieran —si lo planearan— acompañar a publicadores del Reino que necesitaran ayuda en el ministerio. El mostrar amor de esta manera hará que el servicio del campo que rindan los ancianos y los siervos ministeriales sea doblemente remunerador. ¿Y qué hay de invitar a un nuevo publicador para que lo acompañe a un estudio bíblico en algún hogar? (Romanos 15:1, 2.)

      12. ¿Cómo debemos entender 1 Juan 3:16-18?

      12 El amor también nos incita a ayudar a nuestros hermanos que verdaderamente necesiten ayuda material. El apóstol Juan escribió: “En esto hemos venido a conocer el amor, porque aquel entregó su alma por nosotros; y nosotros estamos obligados a entregar nuestras almas por nuestros hermanos. Pero cualquiera que tiene los medios de este mundo para el sostén de la vida, y contempla a su hermano pasar necesidad, y sin embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de qué manera permanece el amor de Dios en él? Hijitos, no amemos de palabra ni con la lengua, sino en hecho y verdad”. (1 Juan 3:16-18.) Puede que ahora no se nos pida que entreguemos el alma a favor de ellos, pero a veces tenemos oportunidades de expresar amor por ellos de otras maneras, no solo de palabra ni con la lengua, sino también con hechos. No hay nada incorrecto en expresar con palabras el amor que sentimos por nuestros hermanos, pero no queremos limitar nuestro amor a esto cuando ellos necesiten cosas materiales. La declaración que hizo Jesús de que “hay más felicidad en dar que en recibir” aplica también a dar ayuda material. (Hechos 20:35.)

      13. a) ¿Cuáles son algunas de las verdades fundamentales que hemos aprendido con la ayuda de la organización visible de Jehová? b) ¿Qué punto válido expresó Charles Taze Russell?

      13 Tenemos la oportunidad de mostrar amor a nuestros hermanos que llevan la delantera en la congregación o con relación a la organización visible de Jehová por toda la Tierra. Esto incluye ser leales al “esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45-47.) Aceptemos el hecho de que sin importar cuánto hayamos leído la Biblia, nunca habríamos aprendido la verdad por nuestra propia cuenta. No habríamos descubierto la verdad respecto a Jehová, sus propósitos y atributos, ni el significado y la importancia de su nombre, el Reino, el rescate que pagó Jesús, la diferencia entre la organización de Dios y la de Satanás, ni por qué Dios ha permitido la iniquidad. Es tal como escribió el primer presidente de la Sociedad Watch Tower, Charles Taze Russell, allá en 1914: “¿No es cierto que somos un pueblo bendito y feliz? ¿Y no es verdad que nuestro Dios es fiel? Si alguien conoce algo que sea mejor que esto, que se aproveche de ello. Si alguna vez cualquiera de ustedes halla algo mejor, esperamos que nos lo diga. No conocemos nada que sea mejor ni que siquiera se acerque a lo que hemos hallado en la Palabra de Dios. [...] Ninguna lengua ni pluma puede expresar la paz, el gozo y la bendición que el conocimiento claro del Dios verdadero ha traído a nuestro corazón y nuestra vida. La Historia de la Sabiduría, la Justicia, el Poder y el Amor de Dios satisface plenamente lo que anhelan el cerebro y el corazón. Hemos dejado de buscar. Lo único que deseamos es llegar a tener un cuadro más claro de esta maravillosa Historia” (La Atalaya, número en inglés del 15 de diciembre de 1914, páginas 377, 378). ¡Cuán verídicas son esas palabras tan bien escritas!

      Ministremos a los de afuera

      14. ¿Cómo deben impulsarnos a actuar para con los de afuera las expresiones del amor de Dios?

      14 Las expresiones del amor de Dios de que hemos disfrutado deberían impulsarnos a mostrar amor y a considerar como prójimo nuestro a los que no son parte de la congregación. ¿Cómo pudiéramos hacer eso? Puede que nuestras circunstancias nos permitan ayudar materialmente a nuestros vecinos. Pero lo que es mucho más importante es que podemos mostrar amor al prójimo mediante llevar a otros las buenas nuevas del Reino de Dios y ayudar a los que aman la justicia a hacerse discípulos de Jesucristo. ¿Participamos con regularidad en este ministerio público, o estamos descuidándolo? ¿Se ha convertido en una simple rutina o un servicio de muestra?, ¿o nos sentimos verdaderamente impulsados a efectuarlo por amor al prójimo? ¿Mostramos empatía? ¿Somos pacientes y dejamos que la gente responda? ¿Animamos a los amos de casa a expresarse? Sí; en vez de dominar la conversación, permitamos que el amor al prójimo nos mueva a escuchar y a tener consideraciones remuneradoras de asuntos bíblicos con las personas a quienes hablemos en nuestro ministerio.

      15. a) ¿Por qué es la expresión “testificación informal” mejor que “testificación incidental”? b) ¿Por qué debemos aprovechar las oportunidades para la testificación informal?

      15 ¿Estamos tan alerta como para aprovechar bien las oportunidades que se nos presentan para la testificación informal? Debe señalarse que no se trata de tan solo un testimonio incidental, lo cual da la idea de actividad que no se ha planeado o que es de poca importancia. La testificación informal es muy importante, y el amor al prójimo nos impelerá a crear oportunidades para participar en ella. ¡Cuán fructífera suele ser esa clase de testificación! Por ejemplo, mientras asistía a una asamblea de los testigos de Jehová en el norte de Italia, cierto hermano fue a un garaje para que le reemplazaran un faro delantero a su automóvil. Mientras esperaba, dio testimonio a la gente que estaba allí y repartió invitaciones para el discurso público que se presentaría el domingo. Un año después, en una asamblea internacional en Roma, le saludó afectuosamente un hermano que no le era conocido. ¿Quién era? Pues, ¡era uno de los hombres a quienes había dado una invitación en el garaje el año anterior! Había ido a oír el discurso público y había pedido un estudio bíblico. Ahora él y su esposa son testigos dedicados de Jehová. ¡No hay duda de que la testificación informal puede ser muy remuneradora!

      Sigamos respondiendo al amor de Dios

      16. ¿Qué preguntas deberíamos hacernos?

      16 Jehová en verdad ha sido generoso al manifestar amor a sus criaturas. Como ya hemos mencionado, las Escrituras nos dan excelentes ejemplos de personas que han respondido altruistamente, sin egoísmo, a las manifestaciones del amor de Dios. Muy apropiadamente, el salmista inspirado exclamó: “Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres”. (Salmo 107:8, 15, 21, 31.) ¿Nos atrevemos a aceptar la bondad inmerecida de Dios para luego no cumplir su propósito? ¡Jamás suceda eso! (2 Corintios 6:1.) Por lo tanto, que cada uno se pregunte personalmente: ‘¿Realmente aprecio las expresiones del amor de Dios de que ya he disfrutado y de que con confianza espero seguir disfrutando en el futuro? ¿Me impulsan a amar a Jehová con todo el corazón, el alma, la mente y las fuerzas? ¿Estoy en verdad vuelto u orientado hacia Dios? ¿Amo la justicia y odio el desafuero? ¿Manifiesto amor fraternal? ¿Y con cuánto cuidado y atención estoy esforzándome por andar en los pasos de Jesús en lo que respecta a mi ministerio?’.

      17. ¿Cuál será el resultado de que respondamos sin egoísmo a las manifestaciones del amor de Jehová Dios?

      17 Ciertamente hay muchas maneras de mostrar nuestra gratitud sincera por todas las manifestaciones del amor de Dios que hemos experimentado. Si aprovechamos de lleno las oportunidades de mostrar ese aprecio, alegraremos el corazón de nuestro Padre celestial, seremos una bendición a otros, y nosotros mismos experimentaremos gozo, paz y contentamiento. Por eso, que nuestra respuesta a las manifestaciones del amor de Dios siga siendo sin egoísmo.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir