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¿Ha hallado usted la clave?La Atalaya 1986 | 1 de junio
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Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es éste: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’”. (Mateo 22:37-39.)
De hecho, el amor del cristiano va aun más allá. Jesús también dijo: “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos”. (Mateo 5:44, 45.) En otras palabras, ¡el amor del cristiano abarca prácticamente a todos! Pero ¿qué implica esto?
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¿Ha hallado usted la clave?La Atalaya 1986 | 1 de junio
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Movidos a compartir con otros
Cuando leemos la Biblia, también aprendemos sobre las cosas maravillosas que Dios se ha propuesto para la humanidad. Aprendemos que “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. (Juan 3:16.) También aprendemos acerca del propósito de Dios de eliminar la iniquidad de la Tierra y establecer en esta un sistema de cosas pacífico y paradisíaco mediante su Reino en manos de Jesús. (Mateo 6:9, 10; Revelación 21:3, 4.) La Biblia promete: “Solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será [...] Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz”. (Salmo 37:10, 11.)
En realidad, el mensaje de la Biblia es exactamente lo que la humanidad necesita. Por eso causa tristeza leer sobre misioneros de la cristiandad que participan en la política y hasta en revoluciones debido a la pobreza e injusticia que ven en los países pobres. Las revoluciones no solucionarán los problemas de esos países. ¿Realmente aman estos misioneros a Dios? Si lo amaran, ¿no mostrarían fe en sus promesas y dirigirían a los rebaños a su Reino? En vez de animarlos a participar en intrigas políticas que solo resultan en frustración, los pastores que verdaderamente aman a sus rebaños les enseñan que la obediencia a la ley de Dios puede ser útil aun ahora.
La verdad es que el mensaje de la Biblia es tan maravilloso que ninguna persona amorosa lo retendría para sí misma. Por eso el amor mueve a los cristianos verdaderos a compartir con otras personas lo que aprenden. En la cristiandad, la obra de hablar a otros en cuanto a la Biblia se asigna, por lo general, a una pequeña clase profesional que recibe un salario... el clero. Esto ha tenido malos resultados. Como admitió un pastor luterano en la revista Christianity Today: “La Iglesia está débil hoy día debido a que los líderes espirituales no han adiestrado a un cuerpo de creyentes a hacer la misma clase de obra que ellos hacen. O debido a que los creyentes no reconocen ni aceptan dicho ministerio”.
Pero los cristianos verdaderos sí ‘reconocen y aceptan dicho ministerio’. Toman a pecho estas palabras del apóstol Pablo: “Tengamos firmemente asida la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, porque fiel es el que ha prometido”. (Hebreos 10:23.) ¿Cuál es su motivo? Es el mismo que impulsó a un grupo de cristianos del primer siglo, a quienes el apóstol Pablo encomió afectuosamente al decir: “Estos están dando publicidad al Cristo debido a amor”. (Filipenses 1:16.)
Ame a sus compañeros cristianos
Sí, el amor es la clave del cristianismo verdadero, pues afecta todo aspecto de la vida del cristiano. Por eso es que este llega a ser muy diferente de las personas a su alrededor. ¿Por qué? El apóstol Juan dijo concerniente a este mundo: “El mundo entero yace en el poder del inicuo”. (1 Juan 5:19.) El inicuo es Satanás el Diablo, y los valores de Satanás se reflejan en muchas de las actividades del mundo. Se puede ver claramente la influencia de Satanás en la desenfrenada falta de honradez, inmoralidad, injusticia, tensión racial y opresión económica que existe hoy día. El cristiano que adora al Dios amoroso y lo imita al cultivar la cualidad del amor tiene que ser diferente.
Ahora bien, no es fácil hacer esto por sí solo. Por eso, la Biblia también nos anima a asociarnos con personas que tienen este mismo aprecio por la cualidad del amor. Así, los cristianos pueden ayudarse unos a otros. Por consiguiente, el apóstol Pablo escribió estas palabras animadoras: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, sin abandonar el reunirnos, [...] sino animándonos unos a otros”. (Hebreos 10:23-25.)
Si usted desea obrar en armonía con tal consejo, los testigos de Jehová se deleitarán en presentarlo a un grupo de personas que están esforzándose arduamente por manifestar amor piadoso en su vida. Es muy probable que haya un grupo de estas personas en su comunidad, y el espíritu de Dios está sobre ellas porque, en resumidas cuentas, este es la fuente del verdadero amor cristiano. “El fruto del espíritu es: amor.” (Gálatas 5:22.) El asociarse con dicho grupo le ayudará a tener presente lo que el apóstol Pedro nos animó a manifestar: “Tengan amor a toda la asociación de hermanos”. (1 Pedro 2:17.)
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