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  • ¡Contemplen a los leales!
    La Atalaya 1996 | 15 de marzo
    • ¡Contemplen a los leales!

      “¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solo tú eres leal?” (REVELACIÓN 15:4.)

      1. ¿Cómo atestiguó J. F. Rutherford la lealtad de su predecesor, C. T. Russell?

      JOSEPH F. RUTHERFORD, quien en 1917 sucedió a C. T. Russell en la presidencia de la Sociedad Watch Tower, empezó el discurso funeral de este diciendo: “Charles Taze Russell fue leal a Dios, leal a Cristo Jesús, leal a la causa del Reino del Mesías. Fue leal hasta la médula, sí, leal incluso hasta la muerte”. En verdad, un hermoso tributo a un siervo fiel de Jehová Dios, pues nada enaltece más a una persona que el que se diga que superó la prueba de la lealtad, que fue leal hasta la médula.

      2, 3. a) ¿Por qué supone una prueba ser leal? b) ¿Quiénes se han alineado contra los cristianos verdaderos que se esfuerzan por ser leales?

      2 Ser leal supone una prueba. ¿Por qué? Porque rivaliza con el interés propio. El clero de la cristiandad va a la cabeza de los que son desleales a Dios. Además, nunca se había generalizado tanto la deslealtad como en el matrimonio hoy día; el adulterio es una práctica corriente. También en el mundo de los negocios reina la deslealtad. A este respecto se nos informa: “Hoy día muchos gerentes y otros profesionales [...] creen que solo los tontos e incautos son leales a sus empresas”. Se menosprecia a las personas “demasiado leales”. “Hay que ser leal primero y únicamente a uno mismo”, aseveró el presidente de una firma dedicada a la consultoría gerencial y la búsqueda de ejecutivos. No obstante, hablar de lealtad a uno mismo es prostituir el significado del término. Tal actitud nos recuerda las palabras de Miqueas 7:2: “El leal ha perecido de la tierra”.

      3 En un plano mucho más significativo, Satanás y sus demonios se han alineado contra nosotros y están empeñados en quebrantar nuestra lealtad a Dios. Por esta razón, Efesios 6:12 alerta a los cristianos: “Tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales”. En consecuencia, es preciso hacer caso de la advertencia: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien”. (1 Pedro 5:8.)

      4. ¿Qué tendencias dificultan tanto mostrar lealtad?

      4 Otro factor que dificulta ser leal son las tendencias que hemos heredado de nuestros padres, como afirma Génesis 8:21: “La inclinación del corazón del hombre es mala [y egoísta] desde su juventud”. Todos adolecemos del mismo problema que confesó el apóstol Pablo: “Lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico”. (Romanos 7:19.)

      La lealtad es algo especial

      5, 6. ¿Qué es la lealtad, y cómo se ha definido?

      5 El término “lealtad” es muy especial; de ahí que Perspicacia para comprender las Escrituras diga: “No parece que haya ninguna palabra española que exprese exacta y plenamente el significado de los términos correspondientes en hebreo y en griego, pero como ‘lealtad’ implica devoción y fidelidad cuando se usa con relación a Dios y su servicio, sirve para transmitir una idea parecida”.a Refiriéndose al mismo vocablo, La Atalaya dijo en cierta ocasión: “Fidelidad, deber, amor, obligación, devoción. ¿Qué tienen en común esas palabras? Son diferentes facetas o aspectos de la lealtad”. Efectivamente, muchas virtudes no son más que diversas facetas de la lealtad. De hecho, es notable la frecuencia con que las Escrituras vinculan la lealtad con la justicia.

      6 Son asimismo útiles las siguientes definiciones: ‘La lealtad indica fidelidad y devoción constantes, que no tambalean ni sucumben a la tentación’. ‘La lealtad entraña fidelidad a la palabra dada o devoción constante a la institución o principios a los que uno se siente obligado moralmente. El término no solo sugiere adhesión, sino también resistencia para no dejarse apartar de ella.’ Así pues, quien se mantiene fiel ante las pruebas, la oposición y la persecución merece ser llamado “leal”.

      7. ¿Qué diferencia hay entre lealtad y fidelidad?

      7 No obstante, convendría ilustrar una diferencia entre lealtad y fidelidad. En el oeste de Estados Unidos se encuentra un géiser cuyas erupciones se suceden cada hora aproximadamente, regularidad esta que le ha valido el nombre de Old Faithful (Viejo fiel). La Biblia atribuye fidelidad a objetos inanimados, como la Luna, en virtud de su fiabilidad. Salmo 89:37 dice que este cuerpo celeste sirve de “testigo fiel en los cielos nublados”. También se califica de fieles a las palabras de Dios. Revelación 21:5 menciona: “Aquel que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas’. También, dice: ‘Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas’”. Si bien todos estos elementos son fieles, confiables, ninguno puede mostrar adhesión a nada ni manifestar cualidades morales, como la lealtad.

      Jehová, el Leal por excelencia

      8. ¿Qué testimonio de las Escrituras identifica al ejemplo supremo de lealtad?

      8 No cabe la menor duda de que Jehová Dios es el ejemplo supremo de lealtad. Él ha sido leal al género humano hasta el grado de dar a su Hijo para que los hombres reciban vida eterna. (Juan 3:16.) En Jeremías 3:12 leemos: “‘De veras vuélvete, oh renegada Israel’, es la expresión de Jehová. ‘No haré caer mi rostro airadamente sobre ustedes, porque soy leal’”. Las palabras de Revelación 16:5 ofrecen otro testimonio de la lealtad de Jehová: “Tú, Aquel que eres y que eras, el Leal, eres justo”. También Salmo 145:17 dice: “Jehová es justo en todos sus caminos, y leal en todas sus obras”. De hecho, tan sobresaliente es su lealtad que Revelación 15:4 pregunta: “¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solo tú eres leal?”. Jehová Dios es leal en grado superlativo.

      9, 10. ¿Cómo demostró Jehová ser leal en su trato con la nación de Israel?

      9 La historia de la nación de Israel en particular contiene abundantes testimonios de la lealtad de Jehová a su pueblo. En los días de los jueces, Israel se apartó del culto verdadero una y otra vez; sin embargo, Jehová sintió pesar reiteradas veces y lo salvó. (Jueces 2:15-22.) Durante los cinco siglos que duró la monarquía, Jehová fue leal a la nación.

      10 Por su lealtad, Jehová fue paciente con su pueblo, como se observa en 2 Crónicas 36:15, 16: “Jehová el Dios de sus antepasados siguió enviando avisos contra ellos por medio de sus mensajeros, enviando vez tras vez, porque sentía compasión por su pueblo y por su morada. Pero ellos continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación”.

      11. ¿Qué garantía o consuelo nos brinda la lealtad de Jehová?

      11 En razón de que Jehová es el Leal por excelencia, el apóstol Pablo pudo escribir las palabras de Romanos 8:38, 39: “Estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas por venir, ni poderes, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor”. Efectivamente, Jehová nos asegura: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé”. (Hebreos 13:5.) Saber que Jehová siempre es leal nos brinda verdadero consuelo.

      Jesucristo, el Hijo leal

      12, 13. ¿Qué testimonio hay de la lealtad del Hijo de Dios?

      12 En cuanto a mostrar lealtad, Jesucristo, en perfecta imitación de Jehová, fue y sigue siendo leal. Con razón el apóstol Pedro aplicó Salmo 16:10 a Jesucristo en Hechos 2:27: “No dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que el que te es leal vea corrupción”. A Jesucristo se le llama merecidamente el “leal”. Él es totalmente leal a su Padre y al prometido Reino divino. Al principio, Satanás intentó quebrantar su integridad valiéndose de tentaciones que apelaban al interés propio. En vista de su fracaso, recurrió a la persecución hasta causar la muerte de Jesús en el madero de ejecución. Pero Jesús nunca dejó de ser leal a su Padre celestial, Jehová Dios. (Mateo 4:1-11.)

      13 Jesucristo ha sido leal a sus seguidores al mantener su promesa registrada en Mateo 28:20: “¡Miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. En cumplimiento de su palabra, ha ejercido lealmente la jefatura sobre su congregación desde el día de Pentecostés del año 33 E.C.

      Humanos imperfectos que fueron leales

      14. ¿Qué ejemplo de lealtad puso Job?

      14 Ahora bien, ¿qué hay de los seres humanos imperfectos? ¿Pueden ser leales a Dios? Tenemos el ejemplo excepcional de Job. Satanás dejó bien clara la cuestión en su caso: ¿Era Job leal a Jehová Dios, o le servía solo por interés personal? Satanás fanfarroneó afirmando que si afligía a Job, podría apartarlo de Jehová. Cuando Job perdió todos sus bienes, sus hijos y hasta la salud, su esposa le dijo: “¡Maldice a Dios, y muere!”. Mas él fue leal, y le respondió: “‘Como habla una de las mujeres insensatas, tú también hablas. ¿Aceptaremos solamente lo que es bueno de parte del Dios verdadero, y no aceptaremos también lo que es malo?’. En todo esto Job no pecó con sus labios”. (Job 2:9, 10.) De hecho, Job replicó a sus falsos consoladores: “Aunque [Dios] me matara, en él esperaré”. (Job 13:15, Nueva Reina-Valera.) No sorprende, pues, que Job recibiera la aprobación de Jehová. Por consiguiente, Jehová dijo a Elifaz el temanita: “Mi cólera se ha enardecido contra ti y tus dos compañeros, porque ustedes no han hablado acerca de mí lo que es verídico, como mi siervo Job”. (Job 42:7, 10-16; Santiago 5:11.)

      15. ¿Cómo atestiguan las Escrituras la lealtad de muchos siervos de Jehová Dios?

      15 Los hombres y mujeres piadosos cuyos nombres figuran en el capítulo 11 de Hebreos pueden ser calificados de leales. No solo fueron fieles, sino también leales ante las presiones. Así pues, leemos de aquellos “que por fe [...] taparon bocas de leones, detuvieron la fuerza del fuego, escaparon del filo de la espada [...]. Sí, otros recibieron su prueba por mofas y azotes, en verdad, más que eso, por cadenas y prisiones. Fueron apedreados, fueron probados, fueron aserrados en pedazos, murieron degollados a espada, anduvieron de acá para allá en pieles de oveja, en pieles de cabra, hallándose en necesidad, en tribulación, bajo maltratamiento”. (Hebreos 11:33-37.)

      16. ¿Qué ejemplo de lealtad suministró el apóstol Pablo?

      16 Las Escrituras Griegas Cristianas también suministran el magnífico ejemplo del apóstol Pablo, quien con justicia dijo a los cristianos tesalonicenses respecto de su ministerio: “Ustedes son testigos, Dios también lo es, de cuán leales y justos e inculpables demostramos ser para con ustedes los creyentes”. (1 Tesalonicenses 2:10.) Hallamos otras pruebas de su lealtad en las palabras recogidas en 2 Corintios 6:4, 5: “De toda manera nos recomendamos como ministros de Dios, por el aguante de mucho, por tribulaciones, por necesidades, por dificultades, por golpes, por prisiones, por desórdenes, por labores, por noches sin dormir, por veces sin alimento”. Todo ello atestigua el amor propio que el apóstol Pablo sentía debido a su lealtad.

      Leales en tiempos modernos

      17. ¿Qué palabras de J. F. Rutherford indicaron que estaba resuelto a permanecer leal?

      17 Pasando a tiempos modernos, tenemos el excelente ejemplo mencionado al principio del artículo. Note la declaración que aparece en la página 146 del libro Seguridad mundial bajo el “Príncipe de Paz”, bajo el subtítulo “Lealtad en la prisión”: “En despliegue de su lealtad a la organización de Jehová mientras estuvo en prisión, el 25 de diciembre de 1918 el presidente de la Sociedad Watch Tower, J[oseph] F. Rutherford, [...] escribió: ‘Porque rehusé transigir con Babilonia, y traté de servir fielmente a mi Señor, me encuentro en prisión, por lo cual estoy agradecido. [...] Preferiría mucho más Su aprobación y sonrisa, y estar en prisión, a transigir con la Bestia o ceder a ella y hallarme libre y tener el aplauso del mundo entero’”.b

      18, 19. ¿Qué excelentes ejemplos de lealtad tenemos en tiempos modernos?

      18 Hallamos magníficos ejemplos de lealtad en muchos otros cristianos que han aguantado persecución. Entre estos leales se cuentan los testigos de Jehová alemanes durante el régimen nazi, como lo prueba la videocinta Purple Triangles (Triángulos púrpuras) de gran distribución en la lengua inglesa. Asimismo, son dignos de mención numerosos Testigos de Jehová leales en África, como los de Malaui, de cuya lealtad dio testimonio un carcelero diciendo: “Nunca van a transigir. Sencillamente aumentan”.

      19 Resulta imposible leer los Anuarios de los testigos de Jehová más recientes sin quedar impresionados por la lealtad de los cristianos verdaderos de, por ejemplo, Grecia, Mozambique y Polonia. Muchos de ellos sufrieron espantosas torturas; otros fueron asesinados. En la página 177 del Anuario 1992 se reproducen las fotografías de nueve varones cristianos de Etiopía que se mantuvieron leales hasta ser asesinados. Como testigos de Jehová, ¿no nos alegramos de contar con tantos ejemplos espléndidos que nos alientan a seguir siendo leales?

      20. ¿En qué resultará nuestra lealtad?

      20 Nuestro amor propio aumenta cuando resistimos lealmente las tentaciones y las presiones. Por tanto, ¿de qué lado de la cuestión de la lealtad queremos que se nos halle? Al cumplir con las exigencias de la lealtad, nos pondremos del lado de Jehová Dios y probaremos que Satanás el Diablo es un vil y flagrante mentiroso. De ese modo ganaremos la aprobación de nuestro Hacedor, Jehová Dios, y la recompensa de vida eterna en felicidad. (Salmo 37:29; 144:15b.) En el siguiente artículo veremos qué exige ser leal.

  • Respondamos a las exigencias de la lealtad
    La Atalaya 1996 | 15 de marzo
    • Respondamos a las exigencias de la lealtad

      “Deben vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.” (EFESIOS 4:24.)

      1. ¿Por qué debemos lealtad a Jehová Dios?

      SER leales abarca múltiples aspectos, de los cuales el más importante es la lealtad a Jehová Dios. Ciertamente debemos lealtad a Jehová por ser quien es, por lo que ha hecho en favor nuestro y en virtud de nuestra dedicación a él. ¿Cómo la manifestamos? Ante todo, siendo leales a sus justos principios.

      2, 3. ¿Qué relación existe entre la lealtad y la justicia?

      2 Para lograrlo es indispensable que atendamos a la exhortación que se nos da en 1 Pedro 1:15, 16: “De acuerdo con el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos también en toda su conducta, porque está escrito: ‘Tienen que ser santos, porque yo soy santo’”. La lealtad a Jehová Dios nos impulsará a obedecerle en todo momento y a conformar nuestros pensamientos, palabras y acciones con su santa voluntad. Significará conservar una buena conciencia, como nos manda 1 Timoteo 1:3-5: “Realmente, el objetivo de este mandato [de no enseñar diferente doctrina ni prestar atención a cuentos falsos] es amor procedente de un corazón limpio y de una buena conciencia y de fe sin hipocresía”. Si bien es cierto que ninguno de nosotros es perfecto, debemos esforzarnos por hacer las cosas lo mejor posible, ¿no le parece?

      3 La lealtad a Jehová impedirá que abandonemos egoístamente los principios justos. Hará, en efecto, que nos guardemos de simular lo que en verdad no somos. El salmista pensaba en la lealtad cuando cantó: “Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino. Andaré en tu verdad. Unifica mi corazón para que tema tu nombre”. (Salmo 86:11.) La lealtad demanda que obedezcamos leyes o principios cuyo cumplimiento no es jurídicamente exigible.

      4, 5. ¿Qué nos impedirá hacer la lealtad?

      4 La lealtad a Jehová Dios también nos impedirá hacer algo que cause oprobio a su nombre y su Reino. Por ejemplo, en cierta ocasión dos cristianos se enzarzaron en una agria disputa e indebidamente decidieron recurrir a los tribunales mundanos. ‘¿Son ambos testigos de Jehová?’, preguntó el juez, obviamente sin entender qué hacían en un tribunal. ¡Qué ignominia! La lealtad a Jehová Dios hubiera motivado a aquellos hermanos a seguir el consejo del apóstol Pablo: “En verdad, pues, significa del todo derrota para ustedes el que estén teniendo litigios unos con otros. ¿Por qué no dejan más bien que les hagan injusticias? ¿Por qué no dejan más bien que los defrauden?”. (1 Corintios 6:7.) La lealtad a Jehová Dios ciertamente dicta que es preferible sufrir pérdida personal que ocasionar deshonra a Jehová y a su organización.

      5 Además, la lealtad a Jehová Dios implica no sucumbir al temor del hombre. “El temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo, pero el que confía en Jehová será protegido”. (Proverbios 29:25.) Por eso, en lugar de transigir cuando nos enfrentamos a persecución, imitamos el ejemplo de los testigos de Jehová de la antigua Unión Soviética, Malaui, Etiopía y tantas otras naciones.

      6. ¿La amistad de quiénes evitaremos por causa de la lealtad?

      6 Si somos leales a Jehová Dios, no trabaremos amistad con ninguno de sus enemigos. Por tal razón, el discípulo Santiago escribió: “Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios”. (Santiago 4:4.) Queremos demostrar la misma lealtad que manifestó el rey David cuando señaló: “¿No odio yo a los que te odian intensamente, oh Jehová, y no me dan asco los que se sublevan contra ti? De veras los odio con un odio completo. Han llegado a ser para mí verdaderos enemigos”. (Salmo 139:21, 22.) No deseamos fraternizar con los pecadores contumaces, con quienes no tenemos nada en común. ¿No evitará la lealtad a Dios que tengamos trato social con tales enemigos de Jehová, bien sea en persona o a través de la televisión?

      Salgamos en defensa de Jehová

      7. ¿Qué nos ayudará a hacer la lealtad con respecto a Jehová, y cómo lo hizo Elihú?

      7 La lealtad nos impelerá a salir en defensa de Jehová Dios. La actuación de Elihú fue un excelente ejemplo al respecto. Job 32:2, 3 nos informa: “Se enardeció la cólera de Elihú [...]. Contra Job se encendió su cólera por declarar este justa su propia alma más bien que a Dios. También, contra sus tres compañeros se encendió su cólera debido al hecho de que no habían hallado una respuesta, pero habían procedido a pronunciar inicuo a Dios”. En los capítulos 32 a 37 de Job, Elihú sale en defensa de Jehová. Por ejemplo, dice: “Ten paciencia conmigo un ratito, y te declararé que hay todavía palabras que decir a favor de Dios. [...] A mi Modelador atribuiré justicia. [...] No apartará sus ojos de ningún justo”. (Job 36:2-7.)

      8. ¿Por qué es necesario salir en defensa de Jehová?

      8 ¿Por qué es necesario salir en defensa de Jehová? Hoy se blasfema contra nuestro Dios, Jehová, de muy diversas maneras. Se afirma que no existe, que forma parte de una Trinidad, que atormenta por siempre a la gente en el infierno, que son débiles sus intentos por convertir al mundo, que no le importa el género humano, etc. Demostramos nuestra lealtad a Jehová cuando salimos en su defensa y probamos que sí existe; que es un Dios sabio, justo, omnipotente y amoroso; que ha fijado un tiempo para todo asunto, y que oportunamente pondrá término a toda maldad y transformará la Tierra en un paraíso. (Eclesiastés 3:1.) La lealtad a Jehová exige que nos valgamos de toda oportunidad para dar testimonio de su nombre y su Reino.

      Lealtad a la organización de Jehová

      9. ¿En qué asuntos han sido desleales algunos?

      9 Consideremos ahora la cuestión de la lealtad a la organización visible de Jehová. No hay duda de que debemos lealtad a esta, incluido el “esclavo fiel y discreto”, mediante quien se alimenta espiritualmente a la congregación cristiana. (Mateo 24:45-47.) Supongamos que en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower aparece algo que no entendemos o con lo que no concordamos en ese momento. ¿Qué haremos? ¿Ofendernos y abandonar la organización? Así obraron algunos cuando La Atalaya dijo hace muchos años que el nuevo pacto tendría aplicación durante el Milenio. Otros se molestaron por lo que la revista comentó en cierta ocasión sobre la neutralidad. Si aquellos que tropezaron por estos asuntos hubieran sido leales a la organización y a sus hermanos, habrían esperado que Jehová esclareciera los asuntos, como hizo al tiempo adecuado. Así pues, la lealtad incluye esperar con paciencia a que el esclavo fiel y discreto publique una mejor comprensión de los hechos.

      10. ¿Por qué cosas no sentiremos curiosidad si somos leales?

      10 La lealtad a la organización visible de Jehová significa asimismo no tener nada que ver con los apóstatas. Los cristianos leales no sienten curiosidad por saber lo que estas personas tienen que decir. Es cierto que aquellos a quienes Jehová Dios utiliza para dirigir su obra en la Tierra no son perfectos; pero ¿qué nos manda la Palabra divina? ¿Dejar la organización de Dios? No. El cariño fraternal debe hacer que nos mantengamos leales a ella, y debemos seguir ‘amándonos unos a otros intensamente desde el corazón’. (1 Pedro 1:22.)

      Lealtad a los ancianos leales

      11. ¿De qué clase de pensamiento negativo nos protege la lealtad?

      11 Cuando en la congregación se dice o se hace algo que nos cuesta trabajo entender, la lealtad evitará que nos erijamos en jueces y nos ayudará a verlo quizás como un asunto de opinión. ¿No es mucho mejor reparar en las virtudes de los ancianos nombrados y demás hermanos en la fe que hacer hincapié en sus deficiencias? En efecto, queremos protegernos de los pensamientos negativos porque se relacionan con la deslealtad. Ser leales también nos ayudará a observar la directriz de Pablo de ‘no hablar perjudicialmente de nadie’. (Tito 3:1, 2.)

      12, 13. ¿A qué exigencias particulares se enfrentan los ancianos?

      12 La lealtad plantea exigencias particulares a los ancianos. Una de ellas es la confidencialidad. Cuando un miembro de la congregación se confía a un anciano, la lealtad a aquel obliga al anciano a guardarse de violar el principio de la confidencialidad y a actuar conforme al consejo de Proverbios 25:9: “No reveles el habla confidencial de otro”. Esta orden significa que no lo revele ni siquiera a su propia esposa.

      13 La lealtad también pone a prueba a los ancianos de otras maneras. ¿Complacerán a los hombres, o ayudarán con valor y bondad a quienes necesiten corrección, aunque se trate de parientes o amigos íntimos? La lealtad a la organización de Jehová nos moverá a los ancianos a dar asistencia espiritual a cualquiera que la precise. (Gálatas 6:1, 2.) Si bien trataremos a nuestros compañeros ancianos con bondad, la lealtad nos inducirá a ser francos con ellos, tal como Pablo fue franco al hablar con el apóstol Pedro. (Gálatas 2:11-14.) Por otro lado, los superintendentes han de ejercer cuidado, no sea que por obrar con imprudencia o parcialidad, o por abusar de su autoridad de otro modo, dificulten a los que están bajo su cuidado ser leales a la organización de Dios. (Filipenses 4:5.)

      14, 15. ¿Qué factores pueden poner a prueba la lealtad de los miembros de la congregación?

      14 Hay otros aspectos implicados en ser leales a la congregación y los ancianos. Si se presentan situaciones un tanto difíciles en la congregación, se nos da la oportunidad de mostrar lealtad a Jehová y sus representantes. (Véase La Atalaya del 15 de junio de 1987, páginas 15-17.) En caso de que se expulse a alguien, la lealtad exige que apoyemos a los ancianos en vez de cuestionar si hubo suficientes razones para adoptar dicha medida.

      15 La lealtad a la congregación también nos impone que apoyemos las cinco reuniones semanales al grado que nos lo permitan nuestras circunstancias y capacidades. No solo nos exige asistencia regular, sino preparación y participación con comentarios edificantes cuando se ofrezca la oportunidad. (Hebreos 10:24, 25.)

      Lealtad en el matrimonio

      16, 17. ¿A qué pruebas de lealtad se enfrentan los cristianos casados?

      16 ¿A quién más debemos lealtad? Si somos casados, debemos lealtad a nuestro cónyuge en razón del voto matrimonial. La lealtad nos librará de cometer el error de ser más amables con otros hombres o mujeres que con nuestro propio esposo o esposa. Además, la lealtad al cónyuge exige no revelar sus debilidades o defectos a otras personas. Es más fácil quejarse a otros que trabajar con empeño en mantener abiertas las líneas de comunicación con nuestra pareja, que es lo que deberíamos hacer de acuerdo con la regla áurea. (Mateo 7:12.) En realidad, el matrimonio constituye una verdadera prueba de lealtad cristiana.

      17 Para hacer frente a dicha prueba, no solo debemos evitar la conducta impropia grave, sino, además, vigilar los pensamientos y sentimientos. (Salmo 19:14.) Por ejemplo, si nuestro engañoso corazón está ávido de placer y excitación, es muy fácil pasar egoístamente de la admiración al deseo. Al exhortar a la fidelidad conyugal, el rey Salomón aconsejó a los esposos que figurativamente ‘bebieran agua de su propia cisterna’. (Proverbios 5:15.) Y Jesús declaró: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. (Mateo 5:28.) Los esposos que observan material pornográfico corren el riesgo de ser inducidos a cometer adulterio, lo cual implica engañar a sus esposas y ser desleales a ellas. De la misma manera, una esposa imbuida del espíritu de las telenovelas que contienen episodios de adulterio puede verse tentada a serle desleal a su marido. Por otro lado, si somos verdaderamente leales a nuestro cónyuge, fortalecemos el vínculo marital y nos ayudamos mutuamente a agradar a Jehová Dios.

      Ayudas para permanecer leales

      18. ¿El comprender qué cosa nos ayudará a ser leales?

      18 ¿Cómo lograremos responder a las exigencias de la lealtad en estas cuatro áreas: a Jehová, a su organización, a la congregación y a nuestro cónyuge? Una ayuda es comprender que la lealtad está íntimamente ligada a la vindicación de la soberanía de Jehová. En efecto, si actuamos con lealtad, demostraremos que reconocemos a Jehová como el Soberano Universal; además, podremos tener amor propio y abrigar la esperanza de vivir eternamente en el nuevo mundo de Jehová. También nos ayudamos a ser leales cuando examinamos los ejemplos extraordinarios de que disponemos, comenzando por el de Jehová y siguiendo por los que figuran en la Biblia y en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower, entre ellos los relatos del Anuario.

      19. ¿Qué papel desempeña la fe en guardar lealtad?

      19 Una fe sólida en Jehová Dios y el temor a desagradarlo contribuirán a que respondamos a las exigencias de la lealtad. Fortalecemos la fe en Jehová y el temor a él estudiando con diligencia su Palabra y participando activamente en el ministerio cristiano. Estas actividades nos ayudarán a obrar en armonía con el consejo de Pablo en Efesios 4:23, 24: “Deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y deben vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad”.

      20. Sobre todo, ¿qué cualidad nos ayudará a ser leales a Jehová y a aquellos a quienes debemos lealtad?

      20 El aprecio por las cualidades de Jehová también contribuye a la lealtad. Sobre todo nos ayudará a ser leales amar a nuestro Padre celestial sin egoísmo, con todo el corazón, el alma, la mente y las fuerzas, y agradecer todo lo que él ha hecho en favor nuestro. Además, mostrar la clase de amor que Jesús dijo que identificaría a sus seguidores nos ayudará a guardar lealtad a todos los cristianos en la congregación y en la familia. En otras palabras: la lealtad es en realidad asunto de ser egoístas o altruistas. Ser desleales equivale a ser egoístas; ser leales, a ser altruistas. (Marcos 12:30, 31; Juan 13:34, 35.)

      21. ¿Cómo podemos resumir lo que significa responder a las exigencias de la lealtad?

      21 En resumen podemos decir que la lealtad es un invaluable atributo de Jehová Dios, Jesucristo y todos los siervos verdaderos de Jehová. Para gozar de una buena relación con Jehová Dios, debemos cumplir con las exigencias de la lealtad a él viviendo a la altura de sus justos requisitos, no teniendo nada que ver con sus enemigos y saliendo en defensa suya al dar testimonio formal e informalmente. También debemos guardar lealtad a su organización visible, a las congregaciones y a nuestro cónyuge. Si pasamos airosamente la prueba de la lealtad, participaremos en la vindicación de la soberanía de Jehová y estaremos de su lado en esta cuestión. De este modo obtendremos su favor y recibiremos el premio de la vida eterna. Lo que dijo el apóstol Pablo sobre la devoción piadosa se aplica también a la lealtad: es provechosa tanto en esta vida como en la que ha de venir. (Salmo 18:25; 1 Timoteo 4:8.)

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