-
El suave vuelo de la muerte¡Despertad! 1993 | 8 de mayo
-
-
Nuevas armas
Se tardó bastante tiempo en reconocer el valor de la quinina para la prevención y el tratamiento de la malaria, pero una vez reconocido, se convirtió en el fármaco recomendado durante cien años. A principios de la II Guerra Mundial, las tropas japonesas se apoderaron de importantes plantaciones de quina en el Extremo Oriente. Las consiguientes graves restricciones de esta sustancia en Estados Unidos motivaron una investigación intensiva para conseguir un fármaco antimalárico sintético. El resultado fue la cloroquina, un fármaco relativamente inocuo, muy eficaz y de bajo costo.
La cloroquina se convirtió rápidamente en un arma poderosa contra la malaria. En los años cuarenta también se introdujo el insecticida DDT, un potente eliminador de mosquitos que no solo los mata cuando se pulveriza, sino también después, debido a su presencia residual en las paredes.b
Avance esperanzador
Tras la II Guerra Mundial, científicos armados con DDT y cloroquina organizaron una ofensiva mundial contra la malaria y los mosquitos. Había dos frentes de combate: se utilizarían fármacos para matar a los parásitos del cuerpo humano, y se eliminarían los mosquitos mediante rociaduras masivas con insecticidas.
El objetivo era la victoria total. Había que erradicar la malaria. A la cabeza del ataque marchaba la Organización Mundial de la Salud (OMS), entonces recién creada, que hizo del programa de erradicación su objetivo primordial. Aquella determinación recibió apoyo económico. Entre 1957 y 1967, las naciones gastaron 1.400 millones de dólares (E.U.A.) en la campaña mundial. Los primeros resultados fueron espectaculares. Se logró vencer la enfermedad en Europa, Norteamérica, la Unión Soviética, Australia y algunos países de Sudamérica. El profesor L. J. Bruce-Chwatt, veterano en la lucha contra la malaria, dijo: “Resultaría difícil describir hoy el inmenso entusiasmo que el concepto de erradicación evocaba en todo el mundo en aquella época de tranquilidad”. La malaria se tambaleaba. La OMS declaró con orgullo: “La erradicación de la malaria se ha convertido en una realidad a nuestro alcance”.
-
-
El suave vuelo de la muerte¡Despertad! 1993 | 8 de mayo
-
-
[Recuadro en la página 16]
“No hay ningún remedio milagroso”
Aunque la perspectiva de victoria total parece remota, la batalla contra la malaria continúa. En una conferencia internacional sobre el paludismo celebrada en octubre de 1991 en Brazzaville (Congo), los representantes de la OMS pidieron que se abandonara el “fatalismo reinante” y recomendaron una nueva movilización mundial para controlar la malaria. ¿Cuánto éxito tendrán esos esfuerzos?
“No hay ningún remedio milagroso para la malaria —dijo recientemente Hiroshi Nakajima, director general de la OMS—. Por lo tanto, tenemos que pelear en muchos frentes.” Hay tres frentes de batalla que recientemente han recibido mucha publicidad:
Vacunas. Los científicos llevan años trabajando en la obtención de una vacuna contra la malaria, y a veces los medios informativos hablan de los “progresos” que se hacen en la investigación. Con la intención de refrenar el optimismo indebido, la OMS previene contra “el error de pensar que en un futuro próximo se dispondrá de una vacuna antimalárica”.
Uno de los obstáculos que dificultan la obtención de una vacuna es que el parásito de la malaria ha tenido muchísimo éxito en eludir los esfuerzos del sistema inmunitario humano por acabar con él. Incluso después de muchos años de ataques repetidos, el ser humano solo adquiere una inmunidad limitada a la enfermedad. El Dr. Hans Lobel, epidemiólogo del Centro para el Control de la Enfermedad, ubicado en Atlanta (E.U.A.), comenta: “No se adquiere la inmunidad después de unos cuantos ataques. Así que [al investigar para encontrar una vacuna] estamos tratando de mejorar la naturaleza”.
Fármacos. En vista de la creciente resistencia del parásito de la malaria a los fármacos existentes, la OMS está impulsando un nuevo fármaco, denominado arteméter, derivado del extracto herbal chino qinghaosu.c La OMS espera que el qinghaosu sea la fuente de un tipo de fármacos naturales completamente nuevo, que podría presentarse a la comunidad mundial en el plazo de unos diez años.
Mosquiteros. Esta protección contra los mosquitos, que tiene dos mil años de antigüedad, todavía resulta eficaz. Como los mosquitos que transmiten la malaria suelen atacar de noche, un mosquitero los mantiene alejados. Los más eficaces son los que van impregnados de insecticida, como por ejemplo el comercializado con el nombre inglés de permethrin. Los estudios efectuados en África revelaron que en la zonas donde se han utilizado mosquiteros impregnados con insecticida las muertes han disminuido en un 60%.
[Nota a pie de página]
c El qinghaosu es un extracto de la planta del ajenjo (Artemisia annua).
-