MALAUI. Al caer la tarde del sábado 19 de mayo de 2001, más de dos mil doscientos Testigos malawianos junto con 200 visitantes de veintiún países se reunieron bajo un toldo fabricado con varas largas de eucalipto, bambú y hierba seca. Para el cántico de conclusión ya estaba anocheciendo y no era posible ver la letra en el cancionero. Así que desde la atractiva plataforma, el hermano encargado dirigió al auditorio, que entonó el cántico 56 al estilo típico africano: sin acompañamiento musical y a cuatro voces. No necesitaban los cancioneros; sabían el cántico de memoria. Una gran emoción embargó a los representantes de otros países cuando escucharon a aquellos fieles siervos de Jehová, la mayoría de los cuales llevaban bautizados cuarenta años o más y habían sufrido muchísimo a causa de su fe.

Cuando los hermanos visitaron las instalaciones de la nueva sucursal aquella mañana, se pusieron a entonar cánticos del Reino de forma espontánea y a saludar a cuantos encontraban a lo largo del itinerario. También es digno de mención lo que sucedió antes de eso: los responsables del aeropuerto accedieron a poner el volumen 1 de Melodías del Reino para que se oyera a través del sistema de megafonía a fin de dar la bienvenida a los visitantes internacionales: un recibimiento verdaderamente cálido y teocrático. Y todavía siguen poniendo esa música en el aeropuerto.

“¿Estamos agradecidos de servir a Jehová?” fue el discurso que presentó Sébastien Johnson, que visitaba Malaui en calidad de superintendente de zona. Utilizó Miqueas 6:6-8 para señalar que Jehová no pide mucho de nosotros. Animó a leer la Biblia a diario y a poner en práctica sus sanos principios. Guy Pierce, miembro del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación “Alborócense y regocíjense por lo que Jehová está creando”. El hermano Pierce dijo: “Su actividad y el largo historial de servicio fiel han colocado la base para el aumento actual. Sigan haciendo todo lo posible en su servicio sagrado al Dios Altísimo, Jehová”.

El domingo 20 de mayo, a las 17.378 personas congregadas en un estadio de Lilongwe se les recordó la cifra de publicadores que había en Malaui cuando en 1993 se levantó la proscripción: unos treinta mil. Hoy día hay casi cincuenta mil Testigos en el país. En efecto, la dedicación del recién construido Betel fue una ocasión para el recuerdo, una victoria para Jehová.d

[Ilustraciones de las páginas 28 y 29]

Sucursales recién dedicadas

1. Malaui.