-
“En peligros en el mar”La Atalaya 1999 | 15 de marzo
-
-
EN LA oscuridad de la noche, un velero que lleva a 276 personas se acerca a una isla del Mediterráneo. La tripulación y los pasajeros están cansados de ser aventados de acá para allá en el mar tempestuoso durante catorce días. Al divisar una bahía al amanecer, intentan varar el barco. La proa se atasca y las olas despedazan la popa. Todos abandonan la nave y llegan a la costa de Malta nadando o valiéndose de tablas u otros objetos que flotan. Con frío y agotados, salen del embravecido oleaje. Entre los pasajeros se encuentra el apóstol cristiano Pablo, que va preso a Roma para ser juzgado (Hechos 27:27-44).
-
-
“En peligros en el mar”La Atalaya 1999 | 15 de marzo
-
-
¿En qué clase de embarcación viajaba Pablo cuando naufragó en Malta? En una nave que transportaba grano, “un barco de Alejandría que navegaba hacia Italia” (Hechos 27:6, nota). Las flotas cerealistas eran propiedad privada de griegos, fenicios y sirios, quienes las dirigían y equipaban. Sin embargo, el Estado contrataba las embarcaciones. “Al igual que para la recaudación de impuestos —dice el historiador William M. Ramsay—, al gobierno le resultaba más fácil recurrir a los servicios de contratistas en vez de organizar la enorme maquinaria de hombres y equipo necesarios para ofrecer ese importante servicio.”
-
-
“En peligros en el mar”La Atalaya 1999 | 15 de marzo
-
-
La nave en la que Pablo experimentó naufragio en Malta también debió de ser grande. ¿De qué tamaño eran estos barcos?
Las fuentes literarias llevaron a un estudioso a decir: “La capacidad más pequeña [de un barco] que por lo general se consideraba útil en la antigüedad oscilaba entre las 70 y las 80 toneladas. Un tamaño muy popular, por lo menos durante la época helenística, era de 130 toneladas. Una embarcación de 250 toneladas era común, pero sin duda más grande de lo normal. En tiempos romanos, los barcos que prestaban el servicio de transporte imperial eran aún mayores, pues se prefería que tuvieran una capacidad de 340 toneladas. Los barcos más grandes podían pesar hasta 1.300 toneladas, y posiblemente un poco más”. Según una descripción realizada en el siglo segundo de nuestra era, la nave alejandrina Isis, que transportaba grano, medía más de 55 metros de largo, unos 14 metros de ancho, y tenía una bodega de unos 13 metros de profundidad, y probablemente podía cargar más de 1.000 toneladas de grano y unos cuantos centenares de pasajeros.
-
-
“En peligros en el mar”La Atalaya 1999 | 15 de marzo
-
-
Es patente que Pablo conocía los peligros implicados en viajar por mar fuera de temporada. Incluso aconsejó que no se navegara a finales de septiembre ni a principios de octubre, cuando dijo: “Varones, percibo que el navegar va a ser con daño y gran pérdida, no solo del cargamento y del barco, sino también de nuestras almas” (Hechos 27:9, 10). Sin embargo, el oficial del ejército encargado no le hizo caso, lo cual resultó en el naufragio en Malta.
-