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Los buenos modales caracterizan a las personas piadosasMinisterio del Reino 2001 | agosto
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Los buenos modales caracterizan a las personas piadosas
1 Los buenos modales son poco comunes hoy día. ¿Por qué? La gente tiene tanta prisa que tal vez ni siquiera piense en utilizar expresiones de cortesía, como “por favor”, “gracias” o “disculpe”. La Palabra de Dios predijo que los modales empeorarían en los últimos días, pues las personas serían ‘amadoras de sí mismas, presumidas, altivas, desagradecidas, sin tener cariño natural, sin autodominio, sin amor del bien y testarudas’ (2 Tim. 3:1-4). Tales características producen malos modales. Como personas piadosas, los cristianos tienen que cuidarse de no adoptar la falta de respeto que impera en el mundo.
2 ¿Qué son los modales? Los buenos modales nos hacen estar muy al tanto de los sentimientos ajenos y tener la capacidad de vivir en paz con los demás. Algunos aspectos de los buenos modales son la consideración, la cortesía, la bondad y la prudencia. Estas características son fruto de nuestro amor a Dios y al prójimo (Luc. 10:27). No cuestan nada, pero son muy valiosas si queremos mejorar nuestras relaciones con los demás.
3 Jesucristo puso el ejemplo perfecto. Siempre practicó la Regla de Oro: “Así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, háganles de igual manera a ellos” (Luc. 6:31). ¿No es cierto que nos asombra la manera considerada y amorosa como trataba a sus discípulos? (Mat. 11:28-30.) Él no aprendió los buenos modales en libros de etiqueta, sino que nacían de un corazón sincero y generoso. En nuestro caso, tenemos que hacer todo lo posible por imitar su buen ejemplo.
4 ¿Cuándo debemos mostrar los cristianos buenos modales? ¿Solo en ocasiones especiales, cuando queremos causar una impresión favorable o influir en los demás? No. Hay que desplegarlos en todo momento.
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Los buenos modales caracterizan a las personas piadosasMinisterio del Reino 2001 | agosto
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14 Los buenos modales son esenciales. Los modales cristianos no solo dan lustre a nuestro ministerio, sino que también promueven buenas relaciones (2 Cor. 6:3, 4, 6). Como adoramos al Dios feliz, no debería costarnos mucho sonreír, ser agradables y bondadosos, e incluso hacer cosas que pudieran parecer insignificantes, pero que alegran al prójimo. Los buenos modales hermosean la vida de las personas piadosas.
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