Parece que más tarde todo se resolvió, ya que para el año 60 o 61 Marcos estaba trabajando de nuevo con Pablo, esta vez en Roma. Lo sabemos porque el apóstol, que para entonces estaba preso, les escribió a los colosenses: “Aristarco, mi compañero de prisión, les envía sus saludos, y también Marcos, el primo de Bernabé (a quien deben recibir con gusto si va a verlos, según las instrucciones que recibieron)” (Col. 4:10). Como vemos, estaba pensando en enviar a Marcos a Colosas como su representante.