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Cómo lograr que le vaya bien al matrimonio cristianoLa Atalaya (estudio) 2016 | agosto
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6. ¿Por qué es el amor “un vínculo perfecto de unión” cuando hay problemas en el matrimonio?
6 Los matrimonios sólidos están formados por dos personas que son comprensivas con las imperfecciones de su cónyuge. Siguen este consejo bíblico: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente”. Así que es inevitable que cometan errores. Sin embargo, los ven como una oportunidad para aprender de ellos, para perdonar y para dejar que prevalezca el amor, “un vínculo perfecto de unión” (Col. 3:13, 14). Además, “el amor es sufrido y bondadoso” y “no lleva cuenta del daño” (1 Cor. 13:4, 5). Los desacuerdos y malentendidos deben resolverse lo más pronto posible, antes de que acabe el día (Efes. 4:26, 27). Para ser capaz de decir con sinceridad “lo siento”, hay que ser humilde y valiente. Pero esto es fundamental para solucionar los problemas y unir más a la pareja.
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Cómo lograr que le vaya bien al matrimonio cristianoLa Atalaya (estudio) 2016 | agosto
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CUANDO HAY TENSIÓN EN EL MATRIMONIO
10, 11. a) ¿Hasta qué punto es común el divorcio? b) ¿Qué dice la Biblia sobre la separación? c) ¿Qué ayudará a los casados a no tomar a la ligera la decisión de separarse?
10 Cuando no se resuelven los problemas graves en el matrimonio, es posible que uno de los cónyuges o ambos piensen en separarse o divorciarse. En algunos países, más de la mitad de las parejas se divorcian. Aunque los divorcios no son tan frecuentes en la congregación cristiana, es preocupante ver que cada vez más hermanos tienen problemas maritales.
11 La Biblia nos manda: “La esposa no debe irse de su esposo; pero si de hecho se fuera, que permanezca sin casarse, o, si no, que se reconcilie con su esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa” (1 Cor. 7:10, 11). La decisión de separarse no debe tomarse a la ligera. Y aunque puede parecer que es la solución cuando surgen problemas graves, a menudo causa más dificultades. En respuesta a una pregunta de los fariseos, Jesús les recordó que Dios dijo que el hombre dejaría a su padre y a su madre y se adheriría a su esposa, y añadió: “Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre” (Mat. 19:3-6; Gén. 2:24). Esto significa que ni siquiera los cónyuges deberían separar lo que Dios ha unido. Jehová ve el matrimonio como una unión para toda la vida (1 Cor. 7:39). Recordar que todos rendiremos cuentas a Jehová impulsará a los casados a hacer lo posible por resolver los problemas enseguida, antes de que empeoren.
12. ¿Por qué podría un matrimonio llegar a pensar en separarse?
12 Tener expectativas poco realistas puede ser la causa de algunos problemas. Alguien podría sentirse decepcionado, engañado e incluso amargado si su matrimonio no es como lo soñó. También es posible que las diferencias emocionales y de crianza provoquen discusiones. Y pueden surgir desacuerdos por causa del dinero, los parientes y la educación de los hijos. La mayoría de las parejas cristianas merecen que se las felicite porque siguen la guía de Dios y por eso logran encontrar soluciones que satisfacen a ambos.
13. ¿Qué razones justificarían la separación?
13 Los matrimonios que tengan problemas serios deberían pedir ayuda a los ancianos. Estos hermanos maduros pueden ayudarlos a poner en práctica los consejos de la Biblia. Y, cuando surgen dificultades, todos debemos pedir a Jehová su espíritu y que nos ayude a seguir los principios bíblicos y a demostrar las cualidades del fruto del espíritu (Gál. 5:22, 23). A veces, la separación podría estar justificada. Algunos hermanos han considerado que las siguientes situaciones excepcionales son razones válidas para separarse: la negativa a mantener a la familia, el maltrato físico muy grave y poner en peligro muy grave la vida espiritual del cristiano.[2]
14. ¿Qué les dice la Biblia a los hermanos que están casados con alguien no Testigo?
14 Hay cristianos que están casados con personas que aún no sirven a Jehová. La Biblia les da buenas razones para que continúen juntos (lea 1 Corintios 7:12-14). El cónyuge no Testigo es “santificado”, se dé cuenta de ello o no, porque está casado con un siervo de Dios. Y sus hijos también son considerados “santos”, así que cuentan con la protección de Dios. Pablo dice: “Esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?” (1 Cor. 7:16). En casi todas las congregaciones hay parejas en las que el Testigo ha contribuido decisivamente a “salvar” a su cónyuge.
15, 16. a) ¿Qué aconseja la Biblia a la esposa de alguien que no sirve a Jehová? b) ¿En qué situación está el cristiano “si el incrédulo procede a irse”?
15 El apóstol Pedro les aconsejó a las esposas cristianas que “estén en sujeción” a sus esposos, “a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto”. La esposa que es demasiado insistente con sus creencias tiene menos probabilidades de ayudar a su esposo a aceptar la verdad que aquella cuya conducta refleja un “espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios” (1 Ped. 3:1-4).
16 ¿Y si el no Testigo decide separarse? La Biblia dice: “Si el incrédulo procede a irse, que se vaya; el hermano o la hermana no está en servidumbre en tales circunstancias; antes bien, Dios los ha llamado a ustedes a la paz” (1 Cor. 7:15). Estas palabras no quieren decir que se le dé libertad al cristiano para casarse con otra persona. Significan que no tiene que obligar a su cónyuge a quedarse. La separación quizás traiga cierta paz al hogar. Y el cristiano puede tener la esperanza de que su cónyuge regrese algún día dispuesto a salvar el matrimonio y con el tiempo llegue a servir a Dios.
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