-
MicronesiaAnuario de los testigos de Jehová 1997
-
-
Arribaron en 1960 al atolón de Kwajalein, y posteriormente anclaron en el de Majuro, donde aprendieron el idioma de las Marshall por sí mismos. Cuando daban testimonio, los afables isleños rara vez se negaban a escuchar, y para 1964 ya dirigían doce estudios bíblicos, incluido uno con el Iroij Lap Lap (gran rey) de Majuro.
En 1965 se les sumaron los misioneros Julian Aki y Melvin Ah You. En cuestión de meses, estos entusiastas hermanos ya sabían lo suficiente como para presentar un sermón sencillo en el idioma autóctono, y además habían construido un hogar misional en forma de pirámide.
Con el fin de disponer de un lugar de reuniones, improvisaron un Salón del Reino extendiendo la vela mayor del Integrity sobre varios postes de pandan hincados en el suelo. “Conforme aumentaba la concurrencia, añadíamos más velas —dice el hermano Mikkelsen—. Usamos luego la mesana y poco después el foque. Cuando se acabó el velaje, llegó el momento de construir un Salón del Reino ‘apropiado’.”
-
-
MicronesiaAnuario de los testigos de Jehová 1997
-
-
Choque cultural para el superintendente de circuito
Cuando Nathaniel Miller salió de Hawai, en 1968, para realizar su primer viaje de circuito por Micronesia, su puerto de escala inicial fue Majuro. “Recuerdo la primera vez que vi los minúsculos atolones de las islas Marshall —dice—. El DC-9 descendió para aterrizar; sin embargo, volvió a elevarse y sobrevoló en círculo el aeropuerto. Cuando miré hacia abajo, vi a varios hombres despejando de cerdos la pista. Además, un automóvil estacionado en ella obstaculizaba el aterrizaje. Una cuadrilla de hombres lo levantó y lo retiró.”
Para alguien venido de Honolulú, esto suponía un choque cultural. El aeropuerto de Majuro tenía una “terminal” al aire libre fabricada con hojas de palmeras y una pista hecha de coral. “No estaba acostumbrado a la idea de que las piedras de coral golpearan el fuselaje de los aviones al aterrizar”, cuenta Miller. Una vez en tierra, subió con su equipaje a la parte trasera de una camioneta que lo llevó al hogar misional por una carretera sin pavimentar y llena de baches.
En aquel tiempo, el Salón del Reino tenía techumbre de cinc, carecía de paredes y solo tenía el duro suelo por piso. “En mi primera visita hablé mediante un intérprete a un pequeño grupo de veinte personas —recuerda Miller—. Un cerdo grande que entró paseándose por el Salón del Reino interrumpió el discurso.”
-
-
MicronesiaAnuario de los testigos de Jehová 1997
-
-
En 1967 se formó una congregación en Majuro.
-