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Verdadera libertad para los mayasLa Atalaya 2008 | 1 de diciembre
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Sin embargo, cuando nos fijamos en sus creencias religiosas, esta avanzada civilización ofrece una imagen mucho menos atractiva. Para empezar, era un pueblo politeísta que adoraba todo tipo de cosas, como el Sol, la Luna, la lluvia y el maíz. Además, guiados por la superstición, los sacerdotes observaban los astros en busca de interpretaciones ocultas. Durante sus ritos quemaban incienso, empleaban imágenes y practicaban la automutilación, así como otras ceremonias sangrientas. También realizaban sacrificios humanos, particularmente de prisioneros, esclavos y niños.
La llegada de los conquistadores españoles
Esta fue la compleja civilización que encontraron los españoles cuando llegaron a principios del siglo XVI. Los conquistadores tenían dos objetivos: por un lado, adquirir tierras y riquezas; y por otro, convertir a los mayas al catolicismo para liberarlos de sus sanguinarias costumbres paganas. Ahora bien, ¿obtuvo el pueblo maya verdadera libertad?
Desde tiempos inmemoriales, los mayas cultivaban sus tierras comunales mediante el tradicional método de tala y quema. Sin embargo, los conquistadores —acompañados por miembros del clero católico— se apoderaron de dichas tierras, así como de los cenotes, unos enormes pozos de gran profundidad que constituían casi la única fuente de agua dulce en Yucatán. La penosa situación en que quedaron los nativos alimentó en ellos un fuerte sentimiento de hostilidad hacia los españoles. Para empeorar las cosas, la Iglesia les impuso un tributo anual —de doce reales y medio a los hombres y nueve a las mujeres—,a que debían añadir al ya de por sí elevado impuesto del gobierno colonial. Para sacar provecho de la situación, los hacendados españoles pagaban a la Iglesia el impuesto de los indígenas y luego los obligaban a saldar la deuda trabajando para ellos. De esta forma, prácticamente los convirtieron en esclavos.
Los sacerdotes católicos, por su parte, también les exigían dinero por servicios como bautismos, bodas y entierros. Estos ingresos, sumados a las tierras de las que se apropiaban y los tributos que cobraban, reportaron enormes riquezas a la Iglesia. Por otro lado, como a los indígenas se los consideraba supersticiosos e ignorantes por naturaleza, las autoridades religiosas y civiles no dudaban en azotarlos para mantener el orden y liberarlos de sus supersticiones.
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Verdadera libertad para los mayasLa Atalaya 2008 | 1 de diciembre
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La verdadera libertad no llega
Ni la introducción del catolicismo por parte de los españoles ni la guerra de Castas trajeron auténtica libertad a los mayas. De hecho, la mayoría profesa hoy una forma de sincretismo religioso, una fusión de creencias prehispánicas y tradiciones de la Iglesia Católica.
El libro Los mayas: 3000 años de civilización señala que, en la actualidad, “los mayas veneran a sus antiguos dioses de la naturaleza y a sus antepasados en los campos, las cuevas y las montañas, [...] y al mismo tiempo adoran a los santos católicos en las iglesias”. Equiparan al dios Quetzalcóatl —o Kukulcán— con Jesús, y a la diosa de la Luna con la virgen María. También han sustituido el culto a la ceiba (un árbol considerado sagrado) con la veneración de la cruz. No obstante, ese antiguo culto todavía ejerce mucha influencia, pues los mayas riegan la cruz como si fuera un árbol y la decoran con flores de ceiba. Y a diferencia de la cruz católica tradicional, la suya no tiene una representación de Jesús.
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