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Las enfermedades mentales... ¿hay algún remedio?¡Despertad! 1986 | 8 de septiembre
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LA ENFERMEDAD de Irene surgió en el año 1955, en medio de una revolución a favor de la salud mental. Se estaban produciendo nuevos medicamentos para reducir el trauma ocasionado por las operaciones quirúrgicas. Los médicos descubrieron que cuando a los pacientes mentales se les trataba con estas mismas drogas, “los que anteriormente requirieron tratamiento en habitaciones aisladas o con camisas de fuerza ahora se les podía dejar solos. [...] Las drogas eliminaron totalmente ciertos tipos de sicosis”. (The Brain [El cerebro], por el Dr. Richard M. Restak.) Los efectos revolucionarios de estos medicamentos en el campo de la salud mental se pueden ver en el caso de la esquizofrenia.
Los médicos que atendieron a Irene probaron una nueva droga contra la sicosis. La terapia y los electrochoques habían fracasado, pero los medicamentos dieron buenos resultados. Irene y miles de personas como ella pudieron salir de los hospitales siquiátricos e irse a su casa.
Control químico
Los doctores no sabían cómo funcionaban las drogas. Pero parecía que estas bloqueaban los receptores cerebrales que normalmente reciben una sustancia química llamada dopamina. Cuando se reprimía la actividad de la dopamina, algunos pacientes mejoraban. Cuando se daban algunas drogas que aumentaban la acción de la dopamina en el cerebro, los pacientes, con frecuencia, empeoraban. Así se abrió el camino a la química de las enfermedades mentales. (Véase el recuadro.)
Todavía hay mucho que se desconoce acerca de la esquizofrenia. Pero los medicamentos contra la sicosis están bien establecidos como tratamiento eficaz. Dicen los médicos, desafortunadamente, que más o menos la tercera parte de los esquizofrénicos no responden a las drogas ni a ninguna clase de tratamiento. Y lo más que hacen los medicamentos a la esquizofrenia es ayudar a controlarla —no curarla—, amortiguando o eliminando los síntomas más agudos y violentos de la enfermedad. Pero aún así, son mucho mejor que la cirugía o las camisas de fuerza.
Entonces, ¿por qué mirar a estos pacientes como personas de mente débil o drogadictos? Las drogas contra la sicosis no crean hábito, no envician al paciente ni se administran por placer. El Dr. E. Fuller Torrey compara los medicamentos para la sicosis con “la insulina para la diabetes”. Y el Dr. Jerrold S. Maxmen deduce lo siguiente: “Las personas que usan tales drogas no están ‘escapando de sus problemas’, sino que están encarándose a ellos”.
No obstante, Irene pronto descubrió que tales medicamentos también tienen un lado negativo.
Problemas causados por la reacción a los medicamentos
“Me sentía atolondrada —recuerda Irene—. No podía hacer nada. ¡Recuerdo que a veces dormía hasta 16 horas al día!” La vida de Irene se deterioró. Trató de descontinuar el medicamento, pero entonces tenía que regresar al hospital siquiátricoa.
Algunos pacientes sufren reacciones adversas que varían desde la intranquilidad, los mareos y la somnolencia hasta la ictericia, el estado de choque y el aumento de peso. Una de las reacciones más indeseables es la discinesia tardía, que aflige entre un 10 y un 20% de los pacientes que están sometidos a un tratamiento de largo plazo con drogas contra la sicosis. Esta reacción produce contracciones nerviosas involuntarias en la cara y la boca.
Puesto que los médicos no pueden predecir cómo el paciente reaccionará a la droga, el medicamento se receta, hasta cierto grado, al tanteo. Un sicólogo de una clínica dijo al corresponsal de ¡Despertad!: “Puede que los médicos prueben tres o cuatro medicamentos diferentes hasta que hallen el más eficaz y el que menos efectos secundarios produzca”.
Afortunadamente, la mayoría de los problemas ocasionados por reacciones adversas se pueden controlar. En el caso de Irene, el simple hecho de cambiar medicamentos surtió efecto. Desaparecieron la somnolencia y las alucinaciones. Salió del hospital siquiátrico y de nuevo comenzó a llevar una vida normal. Por casi 30 años se mantuvo bien... hasta que trató de suspender la droga. Ella nos dice: “Pensé que estaba bien. Pero después de un año mi pensar se perturbó de nuevo. Mi médico me dijo: ‘Toma la medicina de nuevo’”. Un precio bajo que pagar a cambio de volver a normalizar uno su vida.
No todos los pacientes responden a las drogas favorablemente, y a veces los medicamentos tardan mucho en surtir efecto. Además, algunos pacientes los detestan. Pero cuando los síntomas son tan severos que no pueden controlarse, entonces el asunto es escoger entre el medicamento y el hospital siquiátrico.
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Las enfermedades mentales... ¿hay algún remedio?¡Despertad! 1986 | 8 de septiembre
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a Hasta un 80% de los esquizofrénicos que suspenden el medicamento ingresan de nuevo en un hospital.
b Esto se refiere al tratamiento de hemodiálisis que ha recibido tanta publicidad y que consiste en filtrar la sangre para extraer de ella las toxinas que supuestamente causan la esquizofrenia. Hasta ahora el tratamiento no ha dado buenos resultados bajo escrutinio científico.
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