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Repetición para dar énfasisBenefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático
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EL BUEN maestro hace uso de la repetición, pues hay más posibilidades de que se retengan los puntos importantes si se mencionan varias veces. Y cuando se vuelven a enunciar de una manera algo diferente, puede que incluso se comprendan mejor.
Su mensaje no tendrá ningún efecto en las creencias y el modo de vida de los oyentes si estos olvidan lo que les ha dicho. Pero si da énfasis especial a ciertas ideas, probablemente seguirán pensando en ellas.
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Repetición para dar énfasisBenefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático
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En el ministerio del campo. Deseamos que las personas a quienes damos testimonio retengan nuestras palabras. La repetición, empleada con habilidad, nos ayuda a lograrlo.
Con frecuencia, reiterar el punto del que se está hablando contribuye a que se grabe en la mente del amo de casa. Por tanto, usted podría dar énfasis al texto bíblico que acaba de leer señalando una frase clave y preguntando: “¿Notó la expresión que aquí se emplea?”.
Cuando finalizamos la conversación, también es práctico repetir las ideas sobre las que se ha dialogado. Por ejemplo, podría decir: “De lo que hemos conversado, el punto principal que me gustaría que recordara es...”. Entonces vuelva a mencionarlo con sencillez. Podría decir algo así: “Dios se propone que la Tierra se convierta en un paraíso. Este propósito se realizará sin falta”. He aquí otra sugerencia: “La Biblia muestra con claridad que vivimos en los últimos días de este sistema de cosas. Para sobrevivir a su fin, debemos aprender lo que Dios espera de nosotros”. O bien: “Como hemos visto, la Palabra de Dios nos da consejos prácticos para enfrentarnos a los problemas familiares”. En otros casos, bastará con que repita la cita bíblica, si ese es el punto que desea recalcar. Naturalmente, la repetición eficaz exige reflexión previa.
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Repetición para dar énfasisBenefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático
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Al pronunciar discursos. Su objetivo no es solamente exponer la información desde la plataforma, sino que los asistentes la entiendan, la recuerden y la pongan en práctica. Para ello, deberá emplear con acierto las repeticiones.
Ahora bien, no reitere demasiado los puntos principales, pues puede perder la atención del auditorio. Elija con cuidado los conceptos que merecen un énfasis especial. Por lo general, estos son las ideas clave sobre las que construirá su discurso, aunque también es posible que incluyan otras ideas que les resultarán particularmente valiosas a los oyentes.
Para hacer buen uso de la repetición, puede empezar enunciando los puntos más importantes en la introducción. Con oraciones concisas, ofrezca un panorama general de su disertación, utilizando preguntas o ejemplos breves que planteen los problemas que se resolverán. Puede incluso mencionar las ideas clave por número y luego desarrollarlas a lo largo del discurso. Otras maneras de enfatizar los puntos principales durante el cuerpo de la exposición consisten en volver a mencionar cada uno de ellos antes de pasar al siguiente o incluir un ejemplo que muestre su aplicación. Por último, refuerce los conceptos fundamentales en la conclusión, ya sea reiterándolos, empleando contrastes que los destaquen, contestando los interrogantes planteados o brindando brevemente soluciones para los problemas propuestos.
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