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¿Qué son las enfermedades mentales?¡Despertad! 2014 | diciembre
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Una vez que la han entendido mejor y han recibido el tratamiento adecuado, muchas personas han aprendido a vivir con su enfermedad. “Antes de que diagnosticaran a mi esposa —recuerda Mark, de quien hablamos antes—, no sabíamos prácticamente nada sobre las enfermedades mentales. Pero hemos aprendido a adaptarnos a la situación y a manejarla poco a poco. Nos ayudó mucho contar con el apoyo de buenos profesionales y de familiares y amigos.”
El primer paso es esencial: acudir a un profesional de la salud mental competente para recibir un diagnóstico detallado
Claudia opina igual: “Cuando me dijeron lo que tenía, fue como si me hubieran condenado a prisión. Pero aunque es cierto que ahora estamos más limitados, he aprendido que es posible superar hasta los obstáculos más difíciles. Algo que me ha ayudado bastante es colaborar con los médicos y especialistas, mantener buenas relaciones personales y tomarme las cosas con calma”.
La salud espiritual es vital
La Biblia no dice que la espiritualidad sea el remedio para los problemas médicos. No obstante, muchas familias de todo el mundo han obtenido fuerzas y consuelo de ese libro. Por ejemplo, la Palabra de Dios nos asegura que nuestro cariñoso Creador desea consolar a los que están “quebrantados de corazón” y “aplastados en espíritu” (Salmo 34:18).
Aunque la Biblia no es un manual de medicina, ofrece consejos prácticos que pueden ayudarnos a sobrellevar las emociones negativas y las circunstancias angustiosas. También nos da esperanza; nos asegura que en un futuro cercano, las enfermedades y el sufrimiento desaparecerán de la Tierra. “En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán abiertos —promete la Biblia—, y los oídos mismos de los sordos serán destapados. En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo clamará con alegría.” (Isaías 35:5, 6.)
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¿Qué son las enfermedades mentales?¡Despertad! 2014 | diciembre
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b ¡Despertad! no recomienda ninguna opción médica en particular. Cada cristiano debe asegurarse de que el tratamiento que siga no vaya en contra de las normas bíblicas.
c Vea también el artículo “Gánele la batalla al estrés” en ¡Despertad! de mayo de 2014.
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