El microfilme. El “misterio” se disipa
¿QUÉ le viene a la mente cuando oye la palabra “microfilme”? ¿Misterio e intriga? ¿Espías especiales y agentes secretos? Lo cierto es que el microfilme no encierra más misterio que una fotografía que usted tome con un rollo de película de 35 milímetros. No obstante, puede influir en su vida cotidiana de varias formas.
El prefijo “micro” que interviene en la formación de la palabra “microfilme” quizás confunde un poco. En realidad, lo que es pequeño no es la película en sí, sino la imagen registrada en ella. Examinemos un poco este asunto. Hay tres diferencias básicas entre un microfilme y una instantánea normal. Primero, la instantánea puede contener imágenes de personas o paisajes, mientras que el microfilme es más bien un almacén de información impresa. Segundo, el tipo de película que se utiliza para una instantánea es diferente de la que se utiliza para un microfilme, porque este ha de reproducir detalles pequeños, como las letras de una página impresa. Tercero, la instantánea acostumbra a terminar positivada en papel fotográfico mientras que el microfilme por lo general termina positivado en película.
Cómo puede influir en su vida
¿Ha ido últimamente a una biblioteca? Hoy día muchas guardan en microfilme documentos históricos o que ya no se imprimen, así como libros y revistas que no tienen en existencias. Por ejemplo, si un estudiante de la Biblia quisiera investigar en documentos religiosos muy antiguos, podría encontrarlos en microfilme. Asimismo tiene aplicaciones en el campo educativo e industrial y se utiliza en compañías de seguros y en los archivos gubernamentales, tanto a nivel nacional, como regional y local.
¿Tiene también aplicación en el campo comercial? La microfilmación de los expedientes del personal impide el acceso de personas no autorizadas y los protege de alteración, mientras que al mismo tiempo facilita su consulta y almacenaje. Si se microfilman los registros de cuentas pagadas y recibidas se garantiza la protección y accesibilidad de los datos y se minimiza el papeleo. Asimismo, la microfilmación de ficheros de clientes proporciona un mejor servicio y relación con el cliente.
¿Tiene usted que manejar planos industriales? Microfilmarlos puede ahorrarle dinero, el deterioro de valiosos originales, gastos de reproducción y distribución y tiempo improductivo invertido por personal que cobra sueldos muy elevados. Puede también simplificar su sala de dibujo, mantener asequibles reglamentos escritos y registros de mantenimiento, al igual que las nóminas y los registros de impuestos que se guardan en microfilme.
Bueno, ¿qué piensa ahora cuando oye la palabra “microfilme”? ¿Ha perdido ya un poco su halo misterioso? Seguro que aprecia que sea un instrumento versátil que más tarde o más temprano puede entrar en su vida.
[Recuadro en la página 27]
La revolución del microfilme
Aunque la mayoría de las personas piensa que se trata de un adelanto del siglo XX, se remonta a finales del siglo XIX. Durante la guerra franco-prusiana de 1870-71, René Prudent Dagron utilizó un tipo primario de microfilme para enviar mensajes con la ayuda de palomas mensajeras entre las ciudades francesas de París y Burdeos. Para este microfilme rudimentario, llamado película, se fotografiaban mensajes utilizando una emulsión sobre vidrio; cuando la emulsión se secaba, la desprendían del vidrio y formaban con ella pequeños rollitos que luego ataban a las palomas.
Aunque el primer lector-impresor de microfilmes salió a la luz en 1928, fue la aparición del primer lector-impresor automático de microfilmes en el año 1957 lo que dio comienzo a la revolución del microfilme. Este aparato no solo permitía leer las microimágenes sino que también hacía una copia de tamaño normal sobre papel. En 1958 se produjo otro importante adelanto en la revolución de los microfilmes: la Computer Output Microfilming (microfilmadora de salida de ordenador), o C.O.M., método mediante el cual los datos de ordenador se convierten en microimágenes sin necesidad de pasos fotográficos intermedios.
Además, hay otros dos campos en los que también se utilizan microfilmes. El primero, y mucho más antiguo, es la microfilmación de documentos originales, como por ejemplo mapas, planos, facturas, cheques bancarios, certificados de nacimiento y otros documentos valiosos. El segundo campo es la micropublicación, sistema utilizado cuando se quiere vender o distribuir información nueva que solo está en forma de microfilme. Un ejemplo de ello lo tenemos en el manual de mantenimiento utilizado por las líneas aéreas comerciales.
Con estas innovaciones, el microfilme ya no solo representa un ahorro de espacio sino que se ha convertido en un instrumento con muchas ventajas: reducción de gastos, archivos completos, manejo rápido y fácil de información y menos posibilidades de robo, mutilación o alteración.
[Recuadro/Fotografía en la página 26]
Microficha
Es una de las microformas más comunes hoy día. Su tamaño aproximado es el de un naipe y puede contener unas cien páginas de información impresa. (La microficha estándar mide alrededor de quince por diez centímetros, y sus microimágenes acostumbran a ordenarse en siete filas y catorce columnas, con un contenido máximo de noventa y ocho páginas por ficha.) Aventaja al rollo de película en que puede guardar una unidad completa de información —fácil de almacenar, identificar y leer— en una sola hoja de película.
[Fotografía]
Muestra de tamaño natural que contiene las 773.746 palabras de la traducción inglesa de la Biblia conocida como “King James Version”