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La apacibilidad, virtud cristiana esencialLa Atalaya 2003 | 1 de abril
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Es posible que en el pasado acostumbráramos hablar con aspereza y ser desconsiderados. Pero al aprender la verdad bíblica, nos convertimos en personas más amables, más agradables. Pablo se refirió a dicho cambio cuando dirigió esta exhortación a sus hermanos cristianos: “Vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia” (Colosenses 3:12). La Biblia asemeja esta modificación de la personalidad a la transformación de bestias feroces, como lobos, leopardos, leones, osos y cobras, en pacíficos animales domésticos, como corderos, cabritos, becerros y vacas (Isaías 11:6-9; 65:25). Son reformas tan notables que quienes las observan se quedan maravillados. Nosotros, sin embargo, las atribuimos a la influencia del espíritu de Dios, pues su excelente fruto incluye la apacibilidad.
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Despleguemos “toda apacibilidad para con todos los hombres”La Atalaya 2003 | 1 de abril
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2. ¿Cómo conseguiremos desplegar “toda apacibilidad para con todos los hombres”?
2 La apacibilidad cristiana forma parte del fruto del espíritu santo. Por consiguiente, cuanto más nos sometamos a la dirección de la fuerza activa de Dios, mejor manifestaremos dicho fruto. Solo así conseguiremos desplegar “toda apacibilidad” para con nuestros semejantes (Tito 3:2).
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