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    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
    • ¿Han hallado pruebas los arqueólogos de la destrucción de Jericó en tiempo de Josué?

      Entre 1929 y 1936, el profesor John Garstang dirigió una expedición inglesa a Tell es-Sultan, donde halló una ciudad que había sido incendiada y cuyos muros habían caído. Identificó a esta ciudad con la Jericó del tiempo de Josué y situó su destrucción en una fecha cercana a 1400 a. E.C. Aunque en la actualidad algunos doctos aún concuerdan con las conclusiones de Garstang, otros interpretan los hallazgos de manera diferente. El arqueólogo G. Ernest Wright escribe: “Los dos muros que rodeaban la parte más elevada de la ciudad antigua, que Garstang [...] creía haber sido destruidos por un terremoto y un incendio en tiempos de Josué, resultaron ser del tercer milenio y representar tan sólo una parte de los catorce muros o lienzos de muro edificados sucesivamente durante aquel período”. (Arqueología bíblica, 1975, pág. 114.) Muchos piensan que queda poco, si acaso algo, de la Jericó de la época de Josué pues las primeras excavaciones eliminaron lo que podía haber quedado del tiempo de su destrucción. El profesor Jack Finegan observa: “Por lo tanto, ahora ya no queda casi nada en el lugar que permita determinar la fecha en que Josué conquistó Jericó”. (Light From the Ancient Past, 1959, pág. 159.)

      Por esta razón, muchos eruditos fechan la caída de Jericó sobre la base de pruebas circunstanciales, y las fechas que sugieren abarcan un período de unos doscientos años. En vista de tal incertidumbre, el profesor Merrill F. Unger expone con acierto: “Los eruditos tienen que extremar su cautela para no otorgar indebida autoridad a las fechas e interpretaciones de los arqueólogos. Las amplias divergencias que existen entre las autoridades competentes demuestran sin lugar a dudas que las fechas y conclusiones derivadas de los hallazgos arqueológicos suelen depender de factores subjetivos”. (Archaeology and the Old Testament, 1964, pág. 164.)

      Por lo tanto, el que las interpretaciones de los arqueólogos no concuerden con la cronología bíblica que señala el año 1473 a. E.C. como la fecha de la destrucción de Jericó no es razón para preocuparse. Las diferentes interpretaciones de Garstang y otros arqueólogos sobre Jericó ilustran la necesidad de ejercer cautela a la hora de aceptar el testimonio arqueológico, aunque parezca confirmar o contradecir el registro bíblico y su cronología.

  • Jericó
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
    • Más tarde, un príncipe angélico se le apareció a Josué cerca de Jericó y le explicó el procedimiento que tenía que seguir para tomar la ciudad, que “estaba bien cerrada a causa de los hijos de Israel”. Las fuerzas militares israelitas obedecieron las instrucciones, y durante seis días marcharon una vez al día alrededor de Jericó seguidas por siete sacerdotes que tocaban continuamente los cuernos; detrás iban los sacerdotes que llevaban el Arca y al final, una retaguardia. Sin embargo, el séptimo día marcharon alrededor de la ciudad siete veces. Cuando tocaron los cuernos en su última vuelta alrededor de Jericó, el pueblo lanzó un fuerte grito de guerra y las murallas de la ciudad empezaron a desplomarse. (Jos 5:13–6:20.)

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