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La Biblia y la moralidad de los adolescentesLa Atalaya 1988 | 15 de abril
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Sin embargo, la Biblia ofrece dirección clara y precisa respecto a la moralidad sexual. Mientras que los programas de educación sexual tienden a concentrar la atención en evitar la preñez, la Biblia muestra que lo que hay que evitar son las relaciones sexuales premaritales mismas. “Pues habéis de saber que ningún fornicario [lo que incluye el participar en relaciones sexuales antes del matrimonio], o impuro, o avaro [...] tendrá parte en la heredad del reino de Cristo y de Dios”, dice la Biblia. (Efesios 5:5, Versión Bartina-Roquer.) Está claro que las relaciones sexuales deben limitarse al matrimonio.
Como se ve, la respuesta al problema de la preñez entre las adolescentes no es enseñar a los jóvenes métodos anticonceptivos, sino darles guía moral y espiritual.
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La Biblia y la moralidad de los adolescentesLa Atalaya 1988 | 15 de abril
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Cómo dar guía moral a los jóvenes
En Proverbios 4:1-4 el rey Salomón da esta exhortación a los jóvenes: “Escuchen, oh hijos, la disciplina de un padre [...] Pues yo resulté ser un hijo verdadero para mi padre, tierno y el único delante de mi madre. Y él me instruía y me decía: ‘Que tu corazón tenga firmemente asidas mis palabras’”. Queda claro que Salomón pudo considerar hasta cosas íntimas con su padre; Salomón mismo considera la inmoralidad sexual de manera muy franca. (Proverbios 5:1-19.)
Entre los testigos de Jehová, muchas familias también mantienen un diálogo franco con sus hijos... ¡y con mucho éxito! Hacen más que solamente decir a sus hijos: “¡No!” respecto a las relaciones sexuales. La Biblia les ayuda a dar a sus hijos razones sólidas para evitar la promiscuidad sexual. Considere de nuevo las palabras de Salomón. En Proverbios 5:3, 4 él anima a los jóvenes a evitar las relaciones sexuales con una ramera. “Como panal de miel los labios de una mujer extraña [una ramera] siguen goteando, y su paladar es más suave que el aceite.” Sí, la perspectiva de inmoralidad puede parecer muy atractiva. Sin embargo, Salomón advierte: “El efecto que después viene de ella es tan amargo como el ajenjo; es tan agudo como una espada de dos filos”.
Como Salomón, los padres pueden razonar con sus hijos sobre las consecuencias de las relaciones sexuales. Una conciencia perturbada, preñeces indeseadas, enfermedades venéreas como el SIDA... estas son las amargas consecuencias de unos cuantos momentos de placer engañador. Salomón también exhorta a los jóvenes a ‘no dar a otros su dignidad’. (Proverbios 5:9.) ¿No es una falta de respeto a sí mismo o a sí misma el que la persona joven se entregue a alguien que no está interesado en el matrimonio? ¿No es humillante servir simplemente como medio de satisfacer las pasiones egoístas de uno mismo o de otra persona? Los padres pueden ayudar a sus hijos a comprender estos hechos.
Salomón dio, además, este consejo sobre cómo tratar con la persona inmoral: “Mantén tu camino alejado del lado de ella, y no te acerques a la entrada de su casa”. (Proverbios 5:8.) Del mismo modo, los padres pueden dar a los jóvenes consejo práctico sobre evitar circunstancias comprometedoras. Pueden instarlos a no concertar citas con personas sin principios. Y cuando lleguen al período en que estén capacitados para hacer la corte a alguien, se les puede estimular a dar pasos prácticos para evitar la conducta pecaminosa. Por ejemplo, la pareja que está pensando en el matrimonio pudiera hacer arreglos para que alguien siempre los acompañara en sus citas. ¿Parece anticuado esto? Quizás. Pero es mejor tomar precauciones razonables para que no “tengas que gemir en tu futuro cuando se acaben tu carne y tu organismo. Y tengas que decir: ‘¡Cómo he odiado la disciplina [...]! [...] Y no he escuchado la voz de mis instructores’”. (Proverbios 5:11-13.)
Cómo ayudar a los jóvenes a temer a Jehová
Se calcula que tan solo en los Estados Unidos hay más de 12.000.000 de jóvenes que llevan una vida sexual activa. Ni siquiera la epidemia del SIDA ha podido detener este oleaje de inmoralidad. Sin embargo, los testigos de Jehová tratan de inculcar en sus hijos algo que tiene más influencia que el temor al SIDA o a la preñez: un temor saludable a Jehová Dios. En Proverbios 5:21 Salomón recuerda lo siguiente a los jóvenes: “Porque los caminos del hombre están enfrente de los ojos de Jehová, y él está contemplando todos sus senderos trillados”. Por eso Juan, un testigo de Jehová que es padre de cuatro hijos, aconseja: ‘Lo que ayuda es que los hijos amen y teman a Jehová. No vacile en dejar que su hijo sepa que nuestros actos egoístas pueden entristecer a Jehová’. (Compárese con Proverbios 27:11.)
Por supuesto, para que el temor a Dios sea una fuerza disuasiva que en realidad impida la inmoralidad, Dios tiene que ser muy real para el joven. (Compárese con Hebreos 11:27.) Los padres pueden ayudar a sus hijos a cultivar una relación genuina con Dios mediante un estudio regular de la Biblia, orar diariamente y considerar experiencias de la vida real. Cuando un joven llegue a comprender que Dios se interesa en él, se sentirá impulsado a evitar la conducta que pudiera desagradar a Dios. (1 Pedro 5:7.)
Es interesante que la relación de un joven con Dios también puede ayudar a satisfacer ciertas necesidades que a menudo no se satisfacen en el caso de muchos otros jóvenes. Por ejemplo, ciertos peritos afirman que muchas veces el joven que se da a la promiscuidad sexual lo hace como medio de combatir sentimientos de debilidad o una falta de amor propio. Sin embargo, ¡el joven que tiene a Jehová como Amigo no tiene que verse plagado por sentimientos de ese tipo! Puede decir: “Dios es mi ayudador; Jehová está entre los que sostienen mi alma”. (Salmo 54:4.)
Punto de vista equilibrado de lo sexual y el matrimonio
Por supuesto, los padres no desean que sus hijos desarrollen un punto de vista negativo o de pudor exagerado respecto a las relaciones sexuales. Aunque la Biblia condena la fornicación, también muestra que las intimidades sexuales pueden ser muy hermosas, es decir, dentro del arreglo matrimonial. En lenguaje poético, Salomón añade: “Resulte bendita tu fuente de aguas, y regocíjate con la esposa de tu juventud [...] Que sus propios pechos te embriaguen a todo tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente”. (Proverbios 5:18, 19.)
Al considerar este punto de vista elevado de las relaciones maritales, no hay razón para que los padres se sientan incómodos al considerar asuntos íntimos. Dice Juan (a quien ya nos hemos referido): “Siempre hablamos honradamente con ellos, de modo que el tema de las relaciones sexuales no es ningún secreto. Damos énfasis a que es una dádiva del Creador, Jehová, de que han de disfrutar esposo y esposa al tiempo debido”. Otro padre de dos muchachos adolescentes dice: “Desde que eran muy jovencitos hemos considerado francamente con ellos los asuntos que tienen que ver con el sexo. Hemos tratado de enseñarles un punto de vista respetuoso y elevado del amor y lo sexual. Seguimos dialogando en cuanto a esto”. Un dato significativo es que estos jóvenes han conservado la castidad.
Cómo hacer ‘sabios para la salvación’ a los jóvenes
El apóstol Pablo predijo que “los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor”. (2 Timoteo 3:13.) Por eso, las normas morales seguirán decayendo. La promiscuidad y la preñez entre adolescentes seguirá plagando a la sociedad humana.
Los padres piadosos acuden a la Biblia para hacer a sus hijos ‘sabios para la salvación’. (2 Timoteo 3:15.)
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