Religión de ‘fe flexible’
“Es una maravilla el que el mormonismo pueda establecerse tanto en democracias liberales como en sociedades totalitarias.” Esto se publicó en The Wall Street Journal cuando el gobierno húngaro concedió pleno reconocimiento a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. ¿Cómo lo logra la iglesia? “La clave —según el Journal— no es sencillamente el alto índice de nacimientos entre los mormones ni su manera agresiva de esparcir su evangelio. Más bien, es la flexibilidad de su fe.” ¿En qué sentido?
Al hablar sobre el período anterior a los cambios políticos recientes en la Europa oriental, el Journal dijo: “Mediante grupos musicales y bailes folklóricos de la Universidad de Brigham Young, los mormones han evitado la represión y la falta de cooperación que generalmente afrontan los misioneros en la mayoría de los países comunistas”. Sus compañías han ido a Rumania, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rusia y China, así como a Arabia Saudí, Libia, Egipto, Jordania, Somalia e Israel. Además, “la Iglesia Mormona ha usado su riqueza como influencia para establecerse en los países marxistas y del Tercer Mundo”. Entre los proyectos que los mormones apoyan mediante donaciones están la construcción de represas y la perforación de pozos.
En este mundo amador de los placeres y del dinero, no sorprende que tales tácticas de canto y baile y aportación económica sean muy atractivas. (2 Timoteo 3:2, 4.) Pero los que de veras son mansos como ovejas se sienten atraídos por la voz del Pastor Excelente, Jesucristo. (Juan 10:27.) Por eso, cuando él mandó que sus seguidores ‘hicieran discípulos de gente de todas las naciones’, no dijo que lo hicieran valiéndose de cualquier medio ni a cualquier costo, sino mediante ‘enseñarles a observar todas las cosas que él les había mandado’. (Mateo 28:19, 20.) Al cumplir con esta comisión, no hay lugar para transigir en cuanto a las normas de la Biblia.