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Lecciones de los consejos de despedida de hombres fielesLa Atalaya (estudio) 2024 | noviembre
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4. ¿A quiénes quiso animar Moisés y por qué?
4 Poco antes de morir a la edad de 120 años, Moisés reunió a todos los israelitas para recordarles las cosas que habían visto y experimentado. Algunos de ellos habían visto en su juventud los milagros realizados por Jehová y cómo él había castigado a los egipcios (Éx. 7:3, 4). Habían caminado entre los muros de agua del mar Rojo y habían presenciado la derrota del ejército del faraón (Éx. 14:29-31). Ya en el desierto, habían sentido la protección y el cuidado de Jehová (Deut. 8:3, 4). Y, cuando la nación estaba a punto de entrar en la Tierra Prometida, Moisés aprovechó su última oportunidad para animar al pueblo.a
5. En sus palabras de despedida, ¿qué futuro dijo Moisés que podrían tener los israelitas? (Deuteronomio 30:19, 20).
5 ¿Qué les dijo Moisés? (Lea Deuteronomio 30:19, 20). La nación de Israel tenía por delante un maravilloso futuro. Con la bendición de Jehová, podrían vivir por mucho tiempo en la tierra que él les había prometido. ¡Y cómo era esa tierra! ¡Hermosa y fructífera! Moisés se la describió así a la nación: “Una tierra con ciudades grandes y buenas que tú no construiste, casas llenas de toda clase de cosas buenas por las que no trabajaste, cisternas que no excavaste y viñas y olivares que no plantaste” (Deut. 6:10, 11).
6. ¿Por qué permitió Dios que otras naciones conquistaran Israel?
6 Pero Moisés también les hizo una advertencia a los israelitas. Si querían seguir viviendo en esa hermosa tierra, tenían que obedecer los mandamientos de Jehová. Moisés los animó a “escoger la vida” escuchando a Jehová y “aferrándose a él”. Sin embargo, los israelitas no obedecieron a Jehová. Así que, con el tiempo, Dios permitió que los asirios y luego los babilonios los conquistaran y se los llevaran al exilio (2 Rey. 17:6-8, 13, 14; 2 Crón. 36:15-17, 20).
7. ¿Qué podemos aprender de las palabras de Moisés? (Vea también las imágenes).
7 ¿Cuál es la lección para nosotros? La obediencia resulta en vida. Así como los israelitas estaban a las puertas de la Tierra Prometida, nosotros estamos a punto de entrar en el nuevo mundo que Dios ha prometido. Allí veremos la Tierra convertida en un paraíso (Is. 35:1; Luc. 23:43). El Diablo y sus demonios ya no estarán (Apoc. 20:2, 3). Nunca más la religión falsa alejará a la gente de Jehová (Apoc. 17:16). Tampoco habrá gobernantes humanos que opriman a la gente (Apoc. 19:19, 20). Y en ese Paraíso no habrá lugar para los rebeldes (Sal. 37:10, 11). Todo el mundo obedecerá las justas leyes de Jehová, que fomentan la unidad y la paz. Como resultado, el amor y la confianza reinarán entre todos (Is. 11:9). ¡Qué maravillosa perspectiva! Más aún, si obedecemos a Jehová, podremos seguir viviendo en esta Tierra paradisiaca no solo por cientos de años, sino por toda la eternidad (Sal. 37:29; Juan 3:16).
Si obedecemos a Jehová, podremos vivir en una Tierra paradisiaca no solo por cientos de años, sino por toda la eternidad. (Vea el párrafo 7).
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Lecciones de los consejos de despedida de hombres fielesLa Atalaya (estudio) 2024 | noviembre
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a La gran mayoría de los israelitas que presenciaron los milagros de Jehová en el mar Rojo no vivieron para ver la Tierra Prometida (Núm. 14:22, 23). Jehová decretó que morirían en el desierto todos los que tuvieran 20 años de edad o más y estuvieran registrados (Núm. 14:29). Pero Josué, Caleb y muchos de la generación más joven y de la tribu de Leví vivieron para ver cómo Jehová cumplía su promesa cuando Israel cruzó el río Jordán y entró en la tierra de Canaán (Deut. 1:24-40).
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