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Los retos y gozos de criar ocho hijos en los caminos de JehováLa Atalaya 2006 | 1 de enero
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Tiempos difíciles
Para aumentar los ingresos de la familia, mi esposo empezó a ir al extranjero a trabajar. Permanecía lejos largas temporadas, pero cada cierto tiempo regresaba. Ahora bien, en 1989 se marchó y jamás volvió. Como ya he mencionado, perder a mi esposo me dejó destrozada. Pasé muchas noches llorando, suplicándole a Jehová que me diera consuelo y aguante, y sentía que él contestaba mis oraciones. Textos bíblicos como Isaías 54:4 y 1 Corintios 7:15 me infundieron paz interior y fortaleza para seguir adelante. Además, recibí el apoyo tanto emocional como económico de parientes y amigos en la congregación cristiana. Estoy muy agradecida a Jehová y a su pueblo por tal ayuda.
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Los retos y gozos de criar ocho hijos en los caminos de JehováLa Atalaya 2006 | 1 de enero
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Afrontamos dificultades económicas
Cuando mi esposo nos abandonó, yo no contaba con ingresos fijos, y dejamos de tener su apoyo monetario. Esta situación nos enseñó a contentarnos con una vida sencilla y a valorar más las riquezas espirituales que las metas materialistas. Conforme mis hijos aprendían a mostrarse amor y ayudarse unos a otros, más unidos se sentían. Cuando los mayores se pusieron a trabajar, mantenían con gusto a sus hermanos menores. Mi hija mayor, Marseree, ayudó a la más pequeña, Nicole, a terminar la enseñanza secundaria. Además, yo administraba una pequeña tienda de comestibles, y lo poco que ganaba alcanzó para cubrir algunas de nuestras necesidades.
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