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¿Cuáles son los estrenos de este verano?¡Despertad! 2005 | 8 de mayo
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¿Cuáles son los estrenos de este verano?
¿QUÉ le gusta hacer cuando llega el verano? Si hace buen tiempo, suelen atraer las actividades al aire libre, como ir a la playa o a un parque.
No obstante, los que trabajan en la industria cinematográfica confían en que millones de personas pasarán muchas de las horas estivales bajo techo, en el cine. Tan solo en Estados Unidos hay por lo menos treinta y cinco mil salas de cine, y en los últimos años, alrededor del cuarenta por ciento de los ingresos de taquilla de ese país se han generado durante el verano.a “Es parecido a lo que representa la Navidad para el comercio al por menor”, dice Heidi Parker, de la revista Movieline.
Pero no siempre fue así. El verano solía ser una mala temporada para los cines estadounidenses, por lo que muchos reducían sus sesiones o incluso cerraban. Pero a mediados de la década de 1970, las salas con aire acondicionado comenzaron a atraer a millones de personas para huir del calor. Además, los niños estaban de vacaciones, y ese era un mercado sin explotar que no pasó inadvertido a los cineastas. Al poco tiempo surgieron los grandes éxitos de taquilla del verano.b Aquello cambió la manera de producir y comercializar las películas, como veremos a continuación.
[Notas]
a En Estados Unidos, la temporada veraniega de cine abarca de mayo a septiembre.
b Hay quienes califican de “éxito de taquilla” los filmes que logran recaudaciones de un mínimo de 100.000.000 de dólares. No obstante, a veces se usa dicho calificativo más liberalmente para referirse a cualquier película exitosa, prescindiendo de lo taquillera que sea.
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Del guión a la pantalla¡Despertad! 2005 | 8 de mayo
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Del guión a la pantalla
HOLLYWOOD ha sido en las últimas décadas una prolífica fuente de éxitos de taquilla. Y este fenómeno ha influido en todo el mundo, pues muchas películas estadounidenses se estrenan en otros países a las pocas semanas —o hasta días— después de estrenarse en Estados Unidos. Algunos filmes incluso se han estrenado el mismo día en todo el mundo. “El mercado internacional está muy activo y sigue creciendo —dice Dan Fellman, encargado de la distribución nacional de la Warner Brothers Pictures—, así que cuando hacemos películas, pensamos en sus posibilidades globales.” Ahora más que nunca, lo que sucede en Hollywood repercute en la industria del entretenimiento del mundo entero.a
Pero obtener ganancias de un filme no es tan sencillo como parece. En muchos casos se necesitan ingresos superiores a los 100 millones de dólares solo para cubrir los costos de producción y comercialización. Y el grado de éxito que tendrá depende enteramente del público, que nunca se sabe cómo va a reaccionar. “Es imposible predecir lo que el público encontrará emocionante o sensacional en un momento dado”, señala David Cook, profesor de Estudios Cinematográficos en la Universidad de Emory. ¿Cómo aumentan entonces los realizadores sus posibilidades de éxito? Para responder a esta pregunta necesitamos tener primero algunas nociones de cómo se hacen las películas.b
Preproducción: el trabajo preliminar
La preproducción es la fase más larga del proceso de realización de una película, y una de las más importantes. Como en todos los proyectos de envergadura, la preparación es clave. Lo que se pretende es que todo el dinero invertido en la preproducción ahorre una cantidad muchas veces mayor durante la filmación.
La producción de una película comienza con una historia —que puede ser ficticia o estar basada en hechos reales— sobre la cual se redacta el guión. Este se revisa muchas veces hasta obtener el guión definitivo, denominado guión de rodaje, que contiene los diálogos y una breve descripción de la acción que tendrá lugar. También ofrece orientación sobre detalles técnicos como la disposición de las cámaras y las transiciones entre escenas.
Es en esta etapa cuando se ofrece el guión a un productor.c ¿Qué tipo de guión le interesaría comprar a un productor? Pues bien, la típica película de verano va dirigida a los adolescentes y los adultos jóvenes, “los de las palomitas de maíz”, como los llama cierto crítico de cine. Por eso los productores seguramente optarán por un argumento que atraiga a la juventud.
Mejor aún es aquel guión que atrae a un público de todas las edades. Por ejemplo, una película sobre un superhéroe de historietas interesará sin duda alguna a los niños que conocen ese personaje. Y seguro que sus padres los acompañarán a verla. Pero ¿cómo captar el interés de los adolescentes y los adultos jóvenes? El secreto está en el “contenido excitante”, escribe Liza Mundy en The Washington Post Magazine. Cuando se añade a una película lenguaje soez, escenas de violencia desenfrenada y una dosis generosa de sexo, se “maximiza su rentabilidad, pues atrae a personas de todas las edades”.
Si un productor cree que el guión gustará, posiblemente lo compre y trate de contratar a un director acreditado y a un actor o una actriz de fama. Contar con grandes figuras no solo creará expectación en el estreno, sino que despertará el interés de los inversionistas que se requieren para financiar el filme.
Otro aspecto de la preproducción es el guión gráfico (storyboard): una serie de dibujos que esquematizan las diversas secuencias de la película, particularmente las que tienen acción. El guión gráfico es como un anteproyecto para el director de fotografía y ahorra mucho tiempo durante el rodaje. Frank Darabont, director y guionista, dice: “No hay nada peor que desaprovechar el día de rodaje dando vueltas por el plató tratando de decidir dónde colocar la cámara”.
Durante la preproducción hay otros muchos asuntos que deben decidirse. Por ejemplo: ¿qué exteriores se utilizarán para el rodaje? ¿Habrá que viajar? ¿Cómo se diseñarán y construirán los decorados interiores? ¿Qué vestuario se necesitará? ¿Quiénes se encargarán de la iluminación? ¿Quiénes serán los maquilladores y peluqueros? ¿Y el sonido, los efectos especiales y los dobles? Estos son solo unos cuantos de los muchos aspectos de la cinematografía que deben tenerse presentes antes de filmar la primera toma. Si uno se fija en los créditos que aparecen al final de una película de gran presupuesto, verá que hubo centenares de personas trabajando entre bastidores. “Hace falta un numeroso equipo para hacer un largometraje”, dice un perito que ha trabajado en muchas películas.
Producción: el rodaje
Rodar una película es a veces una tarea agotadora, cara y que consume mucho tiempo. Un simple minuto que se pierda puede costar miles de dólares. A veces hay que transportar a los actores, al personal técnico y el equipo a un lugar remoto del mundo. Pero prescindiendo de dónde se filme la película, cada día de rodaje consume una parte considerable del presupuesto.
Los técnicos de iluminación, los peluqueros y los maquilladores están entre los primeros que llegan al lugar. A veces hay que dedicar varias horas a preparar a los actores principales para la cámara, y luego comienza una larga jornada de rodaje.
El director supervisa detenidamente la filmación de cada escena. Hasta una relativamente sencilla puede requerir todo un día. La mayoría de las escenas se filman con una sola cámara, por lo que hay que repetirlas una y otra vez para obtener todos los ángulos deseados. Además, puede que cada toma tenga que repetirse varias veces hasta conseguir la mejor interpretación o a fin de corregir un problema técnico. Algunas escenas largas quizás requieran cincuenta o más tomas. Después, normalmente al final de la jornada de trabajo, el director las revisa todas y decide cuáles deben guardarse. En total, el rodaje puede durar semanas o hasta meses.
Posproducción: se juntan las piezas
Durante la posproducción se montan las secuencias para obtener un producto final unido. Primero se sincroniza el sonido con las imágenes y luego el montador corta y empalma los trozos de película hasta obtener un montaje provisional, denominado copión.
En esta etapa también se añaden los efectos sonoros y visuales. Los efectos especiales son uno de los aspectos más complejos de la cinematografía. A veces se producen imágenes generadas por computadora con resultados espectaculares y muy reales.
Durante la posproducción también se añade la música, la cual ha adquirido mucha importancia en las películas de nuestro tiempo. “Hoy día, la industria cinematográfica exige que la banda sonora original dure más que nunca antes: no solo debe contener veinte minutos de música o unas pocas entradas para ciertos momentos dramáticos, sino, con frecuencia, debe durar más de una hora”, escribe Edwin Black en Film Score Monthly.
A veces se proyecta una película recién montada ante un auditorio de prueba, compuesto tal vez por amigos o colegas del director que no participaron en la elaboración de la película. Según su reacción, el director pudiera volver a filmar ciertas escenas o eliminarlas. En algunos casos se ha cambiado por completo el final de una película porque en la proyección de prueba no tuvo mucha aceptación.
Una vez terminada, la película se estrena finalmente en los cines. Solo entonces empieza a verse si será un éxito de taquilla, un desastre o simplemente una producción mediocre. Pero las ganancias no lo son todo. Varios fracasos seguidos pueden arruinar las perspectivas de trabajo de un actor y acabar con la reputación de un director. “He visto a varios de mis contemporáneos dejar la profesión tras un par de fracasos —dice el director John Boorman al reflexionar sobre sus primeros años de rodar películas—. La cruel realidad del negocio del cine es que si uno no reporta ganancias a quienes lo contratan, está perdido.”
Ahora bien, cuando la gente se para ante la entrada de un cine, es obvio que no está pensando en que los realizadores podrían perder su empleo. Lo más probable es que se haga preguntas como: “¿Me gustará esta película? ¿Vale lo que cuesta la entrada? ¿La encontraré escandalosa u ofensiva? ¿Es apropiada para mis hijos?”. ¿Cómo averiguarlo cuando tratamos de decidir qué películas veremos?
[Notas]
a Anita Elberse, profesora de la Escuela de Negocios de Harvard, dice que “aunque actualmente los ingresos de taquilla en el extranjero suelen ser superiores a los nacionales, los resultados de una película en Estados Unidos siguen influyendo mucho en cómo se venderá en los demás países”.
b Aunque los detalles pueden variar de una película a otra, lo que se expone a continuación es uno de los procesos posibles.
c En algunos casos, lo que se ofrece al productor es un esquema del argumento. Si le gusta, puede comprar los derechos y pedir que le escriban el guión.
[Comentario de la página 6]
“Es imposible predecir lo que el público encontrará emocionante o sensacional en un momento dado.” David Cook, profesor de Estudios Cinematográficos
[Ilustraciones y recuadro de las páginas 6 y 7]
ASÍ SE FABRICA UN ÉXITO DE TAQUILLA
La película ya está terminada y lista para proyectarse ante millones de personas. Pero ¿será exitosa? Veamos algunas técnicas de las que se valen los realizadores para comercializar su producto y convertirlo en un éxito de taquilla.
◼ PUBLICIDAD ORAL. Es uno de los medios más eficaces de crear expectación por una película. A veces se empieza a hablar de la cinta meses antes del estreno. Quizás se anuncie que habrá una continuación de cierta película exitosa. ¿Aparecerán en ella las estrellas de la original? ¿Será tan buena (o tan mala) como la primera?
En algunos casos se empiezan a oír comentarios sobre un elemento controvertido del filme, como alguna escena de sexo demasiado gráfica para una película destinada al público general. ¿Es tan ofensiva la escena? ¿Se han pasado de la raya? Los debates públicos se convierten en publicidad gratuita para los productores. A veces la polémica que se desencadena es prácticamente una garantía de que habrá una concurrencia masiva al estreno.
◼ MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Las vallas publicitarias, los anuncios en los periódicos y en la televisión, los avances presentados en los cines antes de un largometraje y las entrevistas en las que las estrellas de cine promocionan su última película son algunas de las estrategias publicitarias más tradicionales. Además, hoy día se utiliza Internet como uno de los principales canales de publicidad cinematográfica. Se puede acceder a “una amplia variedad de sitios para leer lo que se dice sobre los famosos, ver los últimos avances, comprar entradas y averiguar los horarios”, comenta el crítico de cine Steve Persall.
◼ COMERCIALIZACIÓN. Los artículos de promoción pueden dar mucho realce a un estreno. Por ejemplo, el lanzamiento de cierta película basada en un héroe de historietas iba acompañado de loncheras (fiambreras), tazones, adornos de bisutería, ropa, llaveros, relojes, lámparas, un juego de mesa y otros artículos publicitarios que salieron a la venta. “Por lo general, el 40% de los artículos se venden incluso antes del estreno”, escribe Joe Sisto en una revista de entretenimiento del Colegio de Abogados de Estados Unidos.
◼ VIDEO. Una película poco taquillera puede compensar las pérdidas con la venta de videos. Bruce Nash, que lleva un registro de los ingresos que producen las películas, dice que “el mercado de los videos representa entre el 40 y el 50% de los ingresos”.
◼ CLASIFICACIONES. Los productores han aprendido a sacar partido de las clasificaciones. Por ejemplo, a veces se incluyen deliberadamente ciertos detalles en una película con el fin de que reciba una clasificación más estricta, más para adultos. O por el contrario, se eliminan suficientes escenas para que no reciba una clasificación para adultos y así pueda comercializarse entre el público adolescente. Liza Mundy escribió en The Washington Post Magazine que la clasificación para adolescentes “se ha convertido en un reclamo publicitario: los estudios de cine la utilizan para comunicar a los adolescentes —y a los niños que anhelan serlo— que la película contiene escenas ‘interesantes’”. Mundy señala que la clasificación crea una especie de “tensión generacional, pues advierte a los padres y a la vez tienta a los niños”.
[Ilustraciones de las páginas 8 y 9]
CÓMO SE HACE UNA PELÍCULA
GUIÓN
GUIÓN GRÁFICO
VESTUARIO
MAQUILLAJE
RODAJE EN EXTERIORES
FILMACIÓN DE EFECTOS ESPECIALES
GRABACIÓN DE MÚSICA
MEZCLA DE SONIDO
ANIMACIÓN POR COMPUTADORA
MONTAJE
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¿Qué películas verá?¡Despertad! 2005 | 8 de mayo
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¿Qué películas verá?
LA PROFUSIÓN de sexo, violencia y lenguaje vulgar en el cine y la televisión ha provocado diversas reacciones en las últimas décadas. Unos dicen que cierta escena de sexo es lasciva, y otros la consideran arte. Unos insisten en que las escenas violentas son innecesarias, y otros dicen que están justificadas. Unos afirman que el diálogo salpicado de palabras soeces resulta ofensivo, y otros alegan que es realista. A lo que una persona considera obsceno, otra lo llama libertad de expresión. Cuando uno escucha las dos partes, parece que todo se reduce simplemente a una cuestión semántica.
Pero el contenido de una película no es un asunto tan trivial. Es motivo de preocupación, y con razón, no solo para los padres, sino también para toda aquella persona que valore las normas morales. Una joven se lamentó diciendo: “Siempre que me arriesgo y vuelvo a entrar en un cine en contra de lo que me dicta el buen juicio, salgo sintiéndome peor persona. Me avergüenzo de la gente que hizo semejante basura, y me avergüenzo de mí misma. Es como si haber visto esas escenas me hubiera degradado”.
Se establecen reglas
La preocupación por el contenido de las películas no es algo nuevo. Desde los mismos comienzos del cine hicieron furor los temas sexuales y los elementos criminales que aparecían en la pantalla grande. Finalmente, en la década de 1930, Estados Unidos puso en vigor un código de censura que limitaba mucho lo que podía aparecer en las películas.
De acuerdo con The New Encyclopædia Britannica, este nuevo código “era sumamente represivo, pues prohibía la aparición en pantalla de casi todo lo relacionado con la experiencia normal de las personas adultas. Prohibía las ‘escenas de pasión’, y ni siquiera podía hacerse alusión al adulterio, las relaciones sexuales ilícitas, la seducción o la violación, a menos que fuera absolutamente esencial para el argumento y que quienes cometieran dichos actos recibieran al final un fuerte castigo”.
Tocante a la violencia, “se prohibió incluir escenas o diálogos sobre armas contemporáneas, representar con detalle los crímenes, mostrar a delincuentes matando policías, insinuar matanzas o actos de brutalidad extrema, o introducir asesinatos o suicidios, a menos que fueran imprescindibles para el argumento. [...] Bajo ninguna circunstancia podía pintarse un crimen como algo justificado”. En resumen, se estipuló que “no se podía producir ninguna película que rebajara las normas morales de los espectadores”.
De restricciones a clasificaciones
Para la década de 1950, muchos productores cinematográficos de Hollywood ya no se ceñían a ese código de censura, pues lo consideraban anticuado. De ahí que en 1968 se reemplazara por un sistema de clasificación.a A partir de entonces, las escenas podían ser más explícitas, pero se prevenía al público de su nivel de contenido “adulto” mediante unos símbolos. Según Jack Valenti —que durante casi cuatro décadas fue presidente de la Motion Picture Association of America (Asociación de cine de Estados Unidos)—, el objetivo de dicho sistema era “ofrecer a los padres algunas advertencias previas para que pudieran decidir por sí mismos las películas que podrían ver sus hijos y las que no”.
Al adoptarse el sistema de clasificación, se levantaron las restricciones, y los guiones de las películas convencionales se llenaron de sexo, violencia y lenguaje vulgar. Las nuevas libertades dieron paso a una imparable oleada de escenas cuestionables. Pero al menos el público estaba advertido. Ahora bien, ¿nos dice la clasificación todo lo que necesitamos saber de una película?
Lo que no revela la clasificación
Hay quienes opinan que con el paso de los años el sistema de clasificación se ha relajado. Un estudio efectuado por la Facultad de Salud Pública de Harvard respalda dicha opinión, pues se comprobó que las películas consideradas hoy aptas para adolescentes de 13 años contienen más escenas explícitas de violencia y sexo que las de hace tan solo diez años. El estudio concluyó que “hay películas con la misma clasificación que difieren bastante en la cantidad y el tipo de contenido potencialmente cuestionable”. También señaló que “las clasificaciones basadas en la edad no bastan para tener una idea clara del grado de violencia, sexo y lenguaje vulgar que contienen”.b
Los padres que se despreocupan y dejan ir a sus hijos solos al cine puede que no sepan lo que hoy día se considera apropiado en la pantalla grande. Por ejemplo, un crítico de cine describió así al personaje principal de una película que en Estados Unidos es apta para adolescentes: “[Es] una chica de 17 años, de espíritu libre, que tranquilamente se emborracha todos los días, se droga, participa en orgías y tiene relaciones sexuales agresivas con un muchacho al que acaba de conocer”. Este tipo de contenido no es poco común. De hecho, The Washington Post Magazine indica que las referencias al sexo oral parecen ser “comúnmente aceptables” en los filmes clasificados aptos para adolescentes. Es obvio que la clasificación no debe ser el único factor con el que formarse un juicio del contenido de una película. Ahora bien, ¿existe una guía mejor?
“Odien lo que es malo”
Ningún sistema de clasificación puede sustituir a la conciencia educada por la Biblia. Los cristianos procuran que todas sus decisiones —incluidas las relacionadas con el entretenimiento— reflejen lo que las Escrituras recomiendan en Salmo 97:10: “Odien lo que es malo”. La persona que odia lo que es malo considera que está mal entretenerse con cosas que Dios aborrece.
Los padres deben tener mucho cuidado con la clase de películas que permiten ver a sus hijos. Sería ingenuo limitarse a echar un vistazo a la clasificación. Es muy posible que una película clasificada apta para jovencitos de la edad de su hijo promueva valores que usted no aprueba. Y a los cristianos no les sorprende que suceda eso, pues el mundo ha adoptado una forma de pensar y actuar que está reñida con las normas de Dios (Efesios 4:17, 18; 1 Juan 2:15-17).c
Esto no significa que todas las películas sean malas. Pero hay que tener cuidado, como se indicó en la revista ¡Despertad! del 22 de mayo de 1997: “Uno debe analizar cada caso y tomar decisiones que lo dejen con la conciencia limpia ante Dios y los hombres” (1 Corintios 10:31-33).
Cómo encontrar esparcimiento adecuado
¿Qué puede ayudar a los padres a ser selectivos a la hora de escoger las películas que verá su familia? Los siguientes comentarios expresados por padres de diversas partes del mundo pueden serles de utilidad (véase también el recuadro “Otros pasatiempos”, en la pág. 14).
“Mi esposa o yo siempre acompañábamos a nuestros hijos al cine cuando eran pequeños —dice Juan, de España—. Nunca fueron solos o con otros niños. Ahora que son adolescentes no van a los estrenos; preferimos que esperen hasta que hayamos leído las críticas o hayamos oído lo que personas de nuestra confianza dicen de la película. Entonces decidimos como familia si deberíamos verla.”
Mark, de Sudáfrica, anima a su hijo adolescente a expresarse sobre las películas que están en cartelera. “Mi esposa y yo empezamos la conversación preguntándole su opinión sobre la película —dice Mark—. Así sabemos lo que piensa y podemos razonar con él. Este método nos permite escoger películas de las que podemos disfrutar todos juntos.”
Rogerio, de Brasil, también dedica tiempo a analizar con sus hijos las películas que desean ver. “Leemos juntos las críticas —dice—, y voy con ellos al videoclub para enseñarles a examinar las carátulas con el fin de captar cualquier detalle que sea indicio de que la película no es adecuada.”
Matthew, de Gran Bretaña, ve útil hablar con sus hijos de las películas que estos quieren ver. “Desde que nuestros hijos eran pequeños —explica—, siempre hemos conversado con ellos sobre el contenido de las películas que nos han interesado como familia. Si decidíamos que no veríamos cierta película, mi esposa y yo les explicábamos la razón en lugar de limitarnos a decirles que no.”
Además, algunos padres han encontrado práctico recurrir a Internet para informarse. Hay una serie de sitios que ofrecen informes detallados sobre el contenido de las películas y permiten obtener una visión más clara de los valores que promueve un filme en particular.
Los beneficios de una conciencia educada
La Biblia dice que hay personas que “tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). Por consiguiente, los padres deben procurar inculcar en sus hijos valores que los ayuden a tomar buenas decisiones cuando tengan la libertad de escoger por sí mismos su entretenimiento.
Muchos jóvenes testigos de Jehová han recibido una buena educación de sus padres en este campo. Por ejemplo, a Bill y Cherie, de Estados Unidos, les gusta ir al cine con sus dos hijos adolescentes. “Cuando salimos del cine —dice Bill—, solemos comentar la película en familia. Hablamos de los valores que promueve y si nosotros nos regimos por ellos o no.” Claro, este matrimonio reconoce la necesidad de ser selectivos. “Leemos información sobre la película antes, y no tenemos reparos en levantarnos y marcharnos si aparecen escenas objetables que no esperábamos”, explica él. Estos padres consideran que al contar con sus hijos cuando toman decisiones importantes, los están ayudando a saber diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Bill añade: “Cada vez escogen mejor las películas que quieren ver”.
Al igual que Bill y Cherie, muchos padres han ayudado a sus hijos a desarrollar sus facultades perceptivas en cuestiones de esparcimiento. Es cierto que mucho de lo que produce la industria cinematográfica no es apropiado, pero cuando los cristianos se rigen por los principios bíblicos, pueden encontrar buenas maneras de esparcirse que sean sanas y agradables.
[Notas]
a Muchos países de diversas partes del mundo han adoptado un sistema similar con el que indicar para qué grupo de edad pudiera ser apta cierta película.
b Además, los criterios que se aplican para clasificar una película a veces varían de un país a otro. Una película que no se considera apta para adolescentes en cierto país puede recibir una clasificación más liberal en otro.
c Los cristianos también deben tener presente que las películas infantiles y juveniles pueden contener elementos de brujería, espiritismo y otros tipos de demonismo (1 Corintios 10:21).
[Ilustraciones y recuadro de la página 12]
“TOMAMOS LA DECISIÓN JUNTOS”
“Cuando era pequeña, solíamos ir al cine en familia. Ahora, mis padres me dejan ir sin ellos, pero antes quieren saber qué película voy a ver y de qué trata. Si no han oído hablar de ella, leen alguna crítica o ven un avance en la televisión, y se informan en Internet. Si piensan que no es apropiada, me explican la razón, pero también escuchan mi parecer. Hablamos del asunto abiertamente y tomamos la decisión juntos.”—Héloïse, de 19 años (Francia).
[Ilustración y recuadro de la página 13]
HABLEN DEL ASUNTO
“Si los padres se limitan a imponer prohibiciones y no ofrecen alternativas sanas, es posible que los hijos traten de satisfacer sus deseos a escondidas. De ahí que cuando un joven expresa el deseo de disfrutar de cierto tipo de esparcimiento malsano, algunos padres prefieran no decirle enseguida si le dan permiso o no. Dejan pasar unos días para que se calmen los ánimos y, mientras tanto, sin disgustarse, hablan con el hijo o la hija del asunto y le preguntan por qué cree que tal tipo de entretenimiento sería bueno. Cuando se hace eso, los hijos generalmente llegan a concordar con sus padres y hasta les dan las gracias. Después, bajo la dirección de los padres, escogen otro pasatiempo con el que puedan distraerse juntos.”—Masaaki, superintendente viajante de Japón.
[Ilustraciones y recuadro de la página 14]
OTROS PASATIEMPOS
◼ “Los jóvenes tienen el deseo innato de estar con amigos de su edad, por eso siempre hemos procurado que nuestra hija tenga compañías sanas con las que divertirse bajo nuestra supervisión. Como en la congregación hay un buen número de jóvenes ejemplares, la hemos animado a buscar su amistad.”—Elisa (Italia).
◼ “Nosotros participamos mucho en las diversiones de nuestros hijos. Organizamos actividades sanas —como paseos, barbacoas, meriendas campestres y reuniones sociales— con hermanos cristianos de todas las edades. Así ven que no solo pasan buenos ratos con jóvenes como ellos.”—John (Gran Bretaña).
◼ “Nos gusta mucho juntarnos con otros hermanos. Además, como a mis hijos les encanta jugar al fútbol, de vez en cuando organizamos un partido.”—Juan (España).
◼ “Fomentamos en nuestros hijos la afición a tocar instrumentos musicales. También participamos juntos en distintos pasatiempos, como jugar al tenis o al voleibol, montar en bicicleta, leer y reunirnos con amigos.”—Mark (Gran Bretaña).
◼ “Vamos a la bolera en familia y con amigos. Además, tratamos de programar algo especial para hacer juntos una vez al mes. La clave para ahorrarse problemas es que los padres vigilen lo que hacen sus hijos.”—Danilo (Filipinas).
◼ “Los espectáculos en vivo y otras formas activas de recreación suelen ser mucho más emocionantes que sentarse en una butaca para ver una película. Estamos pendientes de cuando hay algo especial en las cercanías, como una exposición de arte, una feria de automóviles o un espectáculo musical. Este tipo de esparcimiento suele dar la oportunidad de conversar. También evitamos programar demasiadas cosas, pues además de que consumen mucho tiempo, perderíamos la sensación de novedad, de que hacemos algo emocionante.”—Judith (Sudáfrica).
◼ “No todo lo que hagan otros jóvenes es adecuado para mis hijos, y procuro hacérselo entender. Al mismo tiempo, mi esposo y yo tratamos de proporcionarles esparcimiento sano para que no tengan motivos para decir: ‘Nunca vamos a ninguna parte. No hacemos nada’. Vamos a parques en familia y organizamos reuniones sociales en casa con otros miembros de la congregación.”d—Maria (Brasil).
[Nota]
d Encontrará más información sobre las reuniones sociales en la revista La Atalaya —la compañera de ¡Despertad!— del 15 de agosto de 1992, págs. 15-20.
[Reconocimiento]
James Hall Museum of Transport (Johannesburgo, Sudáfrica)
[Ilustración de la página 11]
Lea las críticas ANTES de decidir si verá una película
[Ilustración de las páginas 12 y 13]
Padres, enseñen a sus hijos a ser selectivos
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