-
Se ofrecieron de buena gana para servir en MéxicoLa Atalaya 2013 | 15 de abril
-
-
Verónica
Como es lógico, servir donde se necesitan más predicadores del Reino tiene sus desafíos. Uno de ellos es sostenerse económicamente. Para vencerlo, hay que estar dispuesto a adaptarse a las circunstancias. Verónica, una precursora con experiencia, explica: “En un lugar preparaba y vendía comidas sencillas y baratas; en otro, vendía ropa y cortaba el cabello. En la actualidad limpio una casa y doy clases a padres primerizos sobre cómo comunicarse con sus hijos”.
-
-
Se ofrecieron de buena gana para servir en MéxicoLa Atalaya 2013 | 15 de abril
-
-
Essly
Algo parecido le sucedió a Essly, una hermana soltera de veintipocos años. La alegría que vio en otros la motivó a servir donde hay más necesidad de publicadores. Al final de su adolescencia conoció a varios Testigos celosos que habían emprendido este tipo de servicio. Ella recuerda: “Al ver sus caras de felicidad, me entró el deseo de vivir como ellos”. Muchas hermanas han hecho lo mismo que Essly. De hecho, en México hay más de seiscientas ochenta hermanas solteras sirviendo en territorios necesitados de predicadores. ¡Qué gran ejemplo para jóvenes y mayores!
Para tener una vida gratificante y con sentido. Cuando Essly terminó la escuela secundaria, le ofrecieron una beca en la universidad. Otros jóvenes le decían que la aceptara y llevara “una vida normal”, es decir, que fuera a la universidad, empezara una carrera profesional, comprara un automóvil y viajara por el mundo. Pero ella no siguió sus consejos. “Varios de mis amigos cristianos fueron tras esas cosas —relata Essly—, y me di cuenta de que las metas espirituales ya no eran su prioridad. También descubrí que cuanto más se enredaban en el mundo, más agobiados y frustrados se sentían. Yo quería aprovechar mi juventud para servir a Jehová al máximo.”
Racquel y Phillip
Essly se limitó a tomar unos cursos complementarios que le permitieron sostenerse y ser precursora, y luego se mudó a un lugar con mucha necesidad de publicadores del Reino. Hasta aceptó el reto de aprender dos idiomas indígenas: otomí y tlapaneco. Al reflexionar en los tres años que ha dedicado a predicar en regiones apartadas, Essly afirma: “Servir donde hacen falta más publicadores le ha dado verdadero sentido a mi vida y me ha hecho feliz. Pero lo mejor es que ha estrechado mi relación con Jehová”.
-
-
Se ofrecieron de buena gana para servir en MéxicoLa Atalaya 2013 | 15 de abril
-
-
Y Verónica dice: “Cuando vivía con mis padres y hermanos, ayudaba con la limpieza y aprendí a preparar comidas nutritivas y económicas. También aprendí a ahorrar”.
-