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MozambiqueAnuario de los testigos de Jehová 1996
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El párroco convocó una reunión para decidir si lo expulsaban de la zona. Ante la negativa de Arão a marcharse del pueblo, el religioso, como era de esperar, pidió ayuda a su aliada favorita: la PIDE.
La PIDE persigue a un constructor predicador
Un domingo, mientras Arão visitaba algunos grupos alejados, cuatro agentes de la PIDE asistieron a la reunión de Inhambane haciéndose pasar por testigos de Jehová que iban de paso. Sin embargo, cuando finalizó la reunión, se identificaron y exigieron ver a Arão. Al no encontrarlo, se llevaron presos a ocho hermanos.
En vista de que Arão estaba construyendo la casa del administrador del pueblo de Ngweni, fueron a buscarlo allí. Oyó que el administrador les decía: “No puedo dejarlo ir por su religión. Primero tiene que terminar mi casa”. Los agentes preguntaron: “¿Quiere decir que él está haciendo esta casa?”. “Sí —replicó el administrador—, y también hizo la de Maxixe y otras tantas más. Nadie aquí puede hacer el trabajo que él está haciendo. Él construyó el juzgado de Maxixe y aún tiene que hacer la posada.” Después de oír semejante currículo, los agentes dijeron: “Volveremos por él para que construya la casa del administrador de obras públicas”.
Efectivamente, Arão fue arrestado y empleado en la construcción de diversas obras oficiales. No obstante, aun estando prisionero, tuvo múltiples oportunidades de dar testimonio.
Un funcionario de la PIDE apellidado Neves acostumbraba llamarlo a su oficina en las noches para estudiar el libro La verdad. Cuando llegaba alguien, tomaba rápidamente algunos documentos y fingía estar llevando a cabo un interrogatorio. Un día dijo: “Arão, estoy convencido de lo que me has enseñado. Toda la vida, desde que vivía en Lisboa hasta ahora, he estado en comunicación con los testigos de Jehová. Dentro de poco, cuando me jubile, me haré uno de ustedes. Pero antes tengo que liberarte. Termina el trabajo que estás haciendo, y entonces hablaré con el inspector general para que busquen otro albañil. A fin de evitar complicaciones, en lugar de volver a Lisboa, venderé todo y me iré a Estados Unidos. No digas ni una sola palabra de esto a nadie, ¿entiendes?”.
El señor Neves estaba determinado a cumplir su promesa; incluso liberó a los hermanos que estaban presos en Inhambane. Pero liberar a Arão no fue nada fácil, pues la PIDE había llegado a considerarlo su constructor. Para entonces, el señor Neves ya se había jubilado; aun así, visitaba todos los días a su amigo, y apeló al inspector general para que lo pusieran en libertad. Fiel a su promesa, el señor Neves no se marchó hasta que Arão recobró la libertad. Nos preguntamos dónde estará ahora. ¿Habrá cumplido el resto de su promesa? Sinceramente esperamos que sí.
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MozambiqueAnuario de los testigos de Jehová 1996
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En la asamblea se alentó a los que habían estado en prisión a trabajar en unidad con la pujante organización de Jehová. El hermano Mahenye recordó a todos: “La PIDE ha desaparecido, pero su padre, Satanás el Diablo, todavía anda suelto. Cobren fuerza y ánimo”. Pidió a todos los que habían estado en prisión que se pusieran de pie. Un gran número de hermanos se levantó. Entonces pidió que se levantaran los que habían entrado en la verdad durante el período de encarcelamiento de los primeros: la mitad de los aproximadamente dos mil concurrentes lo hizo. El hermano concluyó: “No tienen nada de qué temer”.
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