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Myanmar (Birmania)Anuario de los testigos de Jehová 2013
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“¡Rachel, encontré la verdad!”
Ese mismo año, Ron y Claude conocieron a Sydney Coote, un jefe de la estación de trenes de Yangón. Sydney aceptó un juego de diez de nuestros coloridos libros, que juntos parecían un arco iris. Tras leer algunos fragmentos de uno de ellos, llamó a su esposa y le dijo: “¡Rachel, encontré la verdad!”. Al poco tiempo, toda la familia Coote servía a Jehová.
Sydney Coote (centro) estudiaba las Escrituras a fondo; él y su esposa, Rachel (izquierda), llevaron el mensaje bíblico a otras personas
Sydney estudiaba las Escrituras a fondo. Su hija, Norma Barber, que fue misionera durante muchos años y ahora sirve en la sucursal de Gran Bretaña, cuenta: “Mi padre se hizo su propio libro de referencias bíblicas. Cada vez que hallaba un texto que explicaba una enseñanza bíblica, lo anotaba bajo el encabezamiento correspondiente. El libro se titulaba ¿Dónde está?”.
Pero Sydney no solo quería comprender las Escrituras, también deseaba llevar el mensaje bíblico a otras personas. Así que envió a la sucursal de la India una carta preguntando si había Testigos en Birmania. Poco después recibió una gran caja de publicaciones y una lista de nombres. Norma recuerda: “Papá escribió a todas las personas de la lista, invitándolas a pasar un día con nosotros. Vinieron cinco o seis hermanos que nos enseñaron a predicar informalmente. Mis padres empezaron de inmediato a distribuir las publicaciones entre sus amigos y vecinos, y también se las enviaron junto con una carta a todos nuestros parientes”.
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