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Myanmar (Birmania)Anuario de los testigos de Jehová 2013
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Los inicios de la predicación
En el histórico año de 1914, dos precursores ingleses llegaron a Myanmar en un barco de vapor y bajaron en el muelle de Yangón en medio de un calor sofocante. Hendry Carmichael y su compañero habían partido de la India para asumir la difícil comisión de dar inicio a la predicación en Birmania. Su territorio abarcaba todo el país.
“Si quieres, nos puedes pagar para que también entremos al nuevo mundo por ti”
Empezaron en Yangón y enseguida encontraron a dos hombres de origen angloíndio que mostraron interés en el mensaje del Reino.b Se trataba de Bertram Marcelline y Vernon French, quienes cortaron rápidamente todos los lazos que los unían a la cristiandad y comenzaron a dar testimonio de manera informal a sus amigos. Al poco tiempo, unas veinte personas se reunían con regularidad en la casa de Bertram para estudiar la Biblia con ayuda de la revista La Atalaya.c
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Myanmar (Birmania)Anuario de los testigos de Jehová 2013
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Dos años después, llegaron a Yangón los precursores Claude Goodman y Ronald Tippin. Allí encontraron a un grupito de hermanos que, pese a celebrar reuniones regularmente, no participaban en la predicación organizada. “Les sugerimos a los hermanos que nos acompañaran a predicar los domingos —relató Claude—. Uno de ellos preguntó si nos podía dar dinero para que predicáramos por él. Ron le contestó: ‘Con mucho gusto. Si quieres, nos puedes pagar para que también entremos al nuevo mundo por ti’.” Aquel comentario tan directo fue justo lo que el grupo necesitaba. De inmediato, Claude y Ronald tuvieron compañeros de sobra para predicar.
“¡Rachel, encontré la verdad!”
Ese mismo año, Ron y Claude conocieron a Sydney Coote, un jefe de la estación de trenes de Yangón. Sydney aceptó un juego de diez de nuestros coloridos libros, que juntos parecían un arco iris. Tras leer algunos fragmentos de uno de ellos, llamó a su esposa y le dijo: “¡Rachel, encontré la verdad!”. Al poco tiempo, toda la familia Coote servía a Jehová.
Sydney Coote (centro) estudiaba las Escrituras a fondo; él y su esposa, Rachel (izquierda), llevaron el mensaje bíblico a otras personas
Sydney estudiaba las Escrituras a fondo. Su hija, Norma Barber, que fue misionera durante muchos años y ahora sirve en la sucursal de Gran Bretaña, cuenta: “Mi padre se hizo su propio libro de referencias bíblicas. Cada vez que hallaba un texto que explicaba una enseñanza bíblica, lo anotaba bajo el encabezamiento correspondiente. El libro se titulaba ¿Dónde está?”.
Pero Sydney no solo quería comprender las Escrituras, también deseaba llevar el mensaje bíblico a otras personas. Así que envió a la sucursal de la India una carta preguntando si había Testigos en Birmania. Poco después recibió una gran caja de publicaciones y una lista de nombres. Norma recuerda: “Papá escribió a todas las personas de la lista, invitándolas a pasar un día con nosotros. Vinieron cinco o seis hermanos que nos enseñaron a predicar informalmente. Mis padres empezaron de inmediato a distribuir las publicaciones entre sus amigos y vecinos, y también se las enviaron junto con una carta a todos nuestros parientes”.
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